Una película que plantea el sentido del destino en las relaciones amorosas, rodada con una gran preciosismo visual
EFE
VENECIA, ITALIA. El franco tunecino Abdellatif Kechiche no es un director que deje indiferente y hoy lo volvió a demostrar en Venecia con “Mektoub, My Love: Canto Uno”, la primera parte de una trilogía, que fue abucheada y calificada de obra maestra al mismo tiempo.
Una historia situada en un pequeño pueblo costero del sureste de Francia en 1994, en un verano en el que se juntan jóvenes de toda procedencia y que quiere ser un retrato de una época en la que la gente “vivía de forma más armoniosa”, en palabras del realizador.
Era el final de un siglo, lo que permite entender mejor el comienzo de otro, señaló el director, que no se mostró muy colaborador en la rueda de prensa, ya que dijo que le interesaba más recibir opiniones de su filme que dar explicaciones.
Así, aseguró que no ve nada de machismo en una película que se recrea en los cuerpos femeninos de una forma obsesiva y justificó las imágenes como una expresión de la belleza.
Tampoco contestó a si finalmente había vendido la Palma de Oro de Cannes que recibió en 2013 por “La vie d’Adèle”, para poder financiar este nuevo proyecto.
Y cuando algún periodista le planteaba alguna opinión contraria a su filme, se limitaba a decir: “cuando hacemos un trabajo esperamos que el espectador entre en el filme, a veces lo conseguimos y a veces no”.
Pocas respuestas que eran recibidas en la rueda de prensa por los aplausos de los que consideran que las tres horas de “Mektoub, My Love: Canto Uno” son una joya y que no pueden esperar a ver las dos siguientes partes, una ya rodada, de esta trilogía.
Una película que plantea el sentido del destino en las relaciones amorosas, rodada con una gran preciosismo visual por Kechiche y que cuenta con un reparto de actores, en su mayoría noveles, que ofrecen unas interpretaciones muy naturales.
Shaïn Boumédine, Ophélie Bau, Salim Kechiouche, Lou Luttiau, Alexia Chardard o Hafsia Herzi son algunos de los protagonistas de una historia inspirada en la novela “La Blessure, la vraie”, de François Bégaudeau.