Los destructores estadounidenses que el Depeartamento de Defensa envía hasta aguas de Corea del Sur están equipados con el sistema de combate Aegis y se encuentran dotados de radares y cohetes para detectar y destruir misiles balísticos.
Los buques están equipados con sistemas antimisiles (Foto: Archivo)
Estados Unidos movilizó dos buques destructores de misiles guiados hasta el Pacífico asiático, específicamente frente a las aguas territoriales de la península coreana, con la excusa de sumarlos a las maniobras militares conjuntas que desarrollan con Seúl, en medio de la escalada de tensiones que vive el conflicto entre las dos Coreas.
“El USS Fitzgerald, que había sido enviado recientemente a Corea del Sur como parte de unos ejercicios conjuntos, ha sido trasladado al suroeste de la península coreana, en lugar de retornar a su puerto de origen, en Japón”, declaró este lunes un alto funcionario militar estadounidense a la agencia AFP, bajo condición de anonimato.
Según el militar, el desplazamiento del USS Fitzgerald es una “medida prudente” para “ofrecer mayores opciones de defensa antimisiles si fueran necesarias», especialmente contra “posibles lanzamientos de misiles desde Corea del Norte”.
Adicionalmente, la cadena NBC destacó que la Armada estadounidense envió también el destructor John McCain, equipado con el sistema de combate Aegis, dotado de radares y cohetes para detectar y destruir misiles balísticos. El destructor supuestamente ha salido de un puerto japonés y se dirige a las costas surcoreanas.
Según la cadena Russia Today (RT), una fuente militar de EE.UU. informó a la cadena Fox News que “el envío del buque McCain no está relacionado los ejercicios militares conjuntos”, sino que forma parte de maniobras generales de la Armada.
Por otro lado, el Pentágono sumó el traslado a la región de la plataforma naval SBX-1 con un radar en su parte superior, con el fin de “monitorear movimientos militares del país asiático”.
La movilización de estos destructores se une al contingente de aviones de guerra F-22 Raptors que el Departamento de Defensa envió el pasado fin de semana a Corea del Sur, también como “parte de ejercicios militares con los países del sur de Asia”.
Previamente, Washington movilizó aviones bombarderos estratégicos B-52 y B-2, así como buques de guerra, alegando ”cooperación militar” con el Gobierno de Corea del Sur.
Estas acciones militares se producen en un momento de escalada de tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte, luego de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, se declarara en «estado de guerra» con su vecino del Sur.
“A partir de ahora las relaciones Norte-Sur va a ingresar en estado de guerra y todas las cuestiones planteadas entre el Norte y el Sur se tratarán en consonancia», destacó un comunicado oficial.
Pionyang advirtió también que cualquier provocación de Seúl y Washington “desencadenará una guerra total nuclear”, afirmando que el conflicto no se limita a una guerra local, sino que se desarrollan en “una guerra total, una guerra nuclear».
Estos señalamientos de Norcorea se produjeron días después de que Corea del Sur y EE.UU. firmaron un nuevo pacto militar e iniciaran una semana de ejercicios militares conjuntos cerca de la península, en los que participan 10 mil soldados surcoreanos y cerca de tres mil estadounidenses.
Las relaciones Pionyang-Washington empeoraron luego de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votara por unanimidad una resolución para imponer nuevas sanciones a Corea del Norte, como respuesta a su tercer ensayo nuclear del pasado 12 de febrero.