Por Víctor Víctor
A partir de la década de los 90’s, la UNESCO encargó a un grupo de intelectuales, entre otras cosas, a desarrollar un concepto de cultura adecuado a nuestros tiempos y acorde con la edad de la humanidad. Después de mucho madurar, aquellos sabios decidieron redactar un par de líneas para definir lo que era cultura y dijeron: cultura es todo lo que los seres humanos hacemos para vivir juntos.
Se que el escepticismo de algunos pensadores pudiera provocar largas discusiones para sentirse a gusto con este concepto de cultura, pero el momento no pide esto, mucho menos en un conversatorio donde debemos respetar los tiempos asignados. De manera que como me agrada esa definición, la voy a recoger por novedosa, y por su procedencia, que es fruto de pensadores de todo el mundo.
En consecuencia, bien puedo decir entonces que nuestras creaciones todas son formas que se quedarán con nosotros o pasarán al olvido social. Así que vivimos usando ‘piezas’ para vivir juntos, tales como el trabajo, las formas de transformar la materia, el ruido para reírnos, también contamos con paisajes preferidos, los gustos en el ocio, además hemos construido maneras de organizarnos, de vivir en sociedad y por supuesto contamos con oposiciones.
Pero así esto suena muy ingenuo, muy académico y ni el tiempo ni las circunstancias permiten una larga conceptualización de los elementos que llaman a una amplia discusión sobre la llamada cultura, sus símbolos y todas las teorías antropológicas, sociológicas y hasta psicológicas que andan por ahí.
Sin embargo, aunque es complejo el tema de lo cultural, su determinante papel en el sostenimiento de cualquier estructura social, política y económica, es de suma importancia, asi que vale tocarlo y sembrar la semilla del interés para futuras conversaciones.La cultura es un componente que atraviesa toda la estructura de la vida de un pueblo.
Creo que cualquier grupo político, los partidos o cualquier agrupación independiente, que desee cambiar la sociedad actual debe conocer a profundidad cuales son las piezas que culturalmente se manifiestan y se han entronizado en el sistema político de dominación.Es perentorio saber las formas de manifestación de los verdugos para vencerlos, por ejemplo.
Nos dominan a través de prácticas culturales que se difunden en una interminable cadena mediática. Radio, televisión, prensa, vallas, imágenes, colores, han hecho posible la confección de toda una simbología de mantenimiento del sistema o marcadamente ‘contrainsurgente’ si fuere necesario. Y es un plan que se pone en práctica a través para ‘vivir juntos’, también, tal y como explicaron los intelectuales de la ONU, en este caso, nos situamos frente a formas de explotación, presentándonos una cadena de símbolos que nos hacen creer que no hay nada diferente a lo expuesto. Y hay que estar conscientes de ello. Tenemos que dedicar esfuerzos para discriminar las propuestas de dominación, cuánto nos han influenciado, quiénes son sus exponentes, dónde están los gestores del “frente cultural de dominación”.
No podrá ser llevada a efecto la revolución social, política y económica si no se inicia ante todo una revolución cultural que venza la embestida mediática, la misma que levanta un inmenso muro entre la dominación y la libertad. Quienes estamos comprometidos con la construcción de una sociedad igualitaria, auténticamente democrática y en la que el ser humano sea el eje, es perentorio conocer los campos, formas y piezas que componen el tinglado de la sociedad que debemos destruir.
Para lograr a la revolución social, económica y política que nos conducirá a la sociedad solidaria hay que pasar por la revolución cultural y no lo voy a discutir, estoy demasiado seguro