Opinión

Agripino: “No hay tutía”

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Por Narciso Isa Conde

Monseñor Agripino Núñez Collado llamó al pueblo a “colaborar” con el Presidente Danilo Medina. Esta vez el pueblo no fue calificado de“chusma”, como gusta al Cardenal.

 CON TRUJILLO Y BALAGUER.

Recuerdo –salvando debidamente la distancia- que los monseñores Pittini, Beras y Pérez Sánchez exhortaron muchas veces a respaldar a Trujillo.

No hay que olvidar también, que después de odiar a Juan Bosch, apoyar a los golpistas y distanciarse de la revolución de abril de 1965, los obispos Beras y Polanco Brito, se abrazaron desde muy temprano a Balaguer en medio de aquella matazón instigada por la intervención.

López Rodríguez y Agripino le siguieron los pasos sin importarles las desapariciones, las torturas, los asesinatos, los robos y la entrega del país a Gulf and Western, Alcoa, Rosario Resource, Nebraska y Falconbridge; sin importarles la sangre de Henry Segarra, Homero Hernández, Guido Gil, Maximiliano Gómez, Sagrario Díaz, Orlando, Narcisazo, Amín y muchos/as más.

El “Doctor” reciprocaba ese valioso respaldo eclesial, concurriendo a misa domingo tras domingo en la Capilla San Rafael del Palacio Nacional (cuyo nombre fue escogido por Trujillo), acompañado de los Bello Andino, Guaroa Liranzo, Aníbal Páez, Enrique Pérez, Neit Nivar y otros cortesanos civiles y militares más.

  •  CON LEONEL.

Luego, agotada la presidencia y la preeminencia del perínclito de Navarrete, ambos prelados, ni tontos ni haraganes, se pasaron a las filas de Leonel y permanecieron en ella hasta desvanecerse parcialmente su poder; sin reparar en la manera como Ladronel secuestró al Estado y como se apropió, repartió y dilapidó gran parte del patrimonio de la Nación.

Muerto el Rey que viva el otro Rey, es al parecer la máxima de tan sabichosos monseñores.

  • AHORA CON DANILO.

Por eso, sin pérdida de tiempo, destronado Ladronel el purpurado, raudo y veloz, le tiró la toalla y la sotana al tranquilo Danilo; mientras, el inefable Agripino, con la misma rapidez y mayor audacia, clamó para que el pueblo lo respalde sin miramiento alguno.

¡Muerto el Rey que viva el Rey y la Reina!, nueva vez.

¡No hay problema en seguirlo, independientemente de lo acontecido en la campaña electoral y las votaciones, e independientemente de los antecedentes turbios y las herencias malvadas! Imanes que se atraen.

Tiempos distintos en poco más de medio siglo reciente. Personas con rostros, estilos y características diferenciadas, y ante ella una alta jerarquía católica sustentando  una línea invariable en lo esencial: siempre al lado del poder temporal y más aun del permanente.

  •  LO COMÚN Y LO      DISTINTO.

Lo común en ambas parte y en todos los casos, aun con sus matices y protagonistas variados, es el poder: las derechas en el poder, la burguesía transnacional y criolla en el poder, el autoritarismo y el caudillismo en el poder, la corrupción, el fraude y la imposición como vía de acceso al poder. En el Palacio, en el Arzobispado, en Roma, en Washington, en el trono, detrás del trono y alrededor del trono.

Más concretamente: lo común entre la era de Leonel y la que se inicia es:

  • El gran capital y la gran corrupción invirtiendo en los accesos a la Presidencia y la conformación de gobiernos.
  •  La herencia del narco-estado delincuente.
  •  El reinado de la impunidad.
  •  Leonel cerquita de la Vice, con el 80% del gabinete (con la venia de Danilo) y la mayor parte de los poderes del Estado bajo  su control.
  •  El PLD con su misma cúpula corrompida, independientemente sean unos leonelistas y otros danilistas.
  • El mismísimo Agripino al frente del Consejo de      Desarrollo Económico y Social y encargado de armar los “pactos sociales”   entre los de arriba y los que se le subordinen.
  •  El neoliberalismo tan rampante como siempre.
  •  Falcondo, la Barrick, Gold Corp, Uni Gold… en plan de seguir destrozando el país.
  •  El FMI de nuevo interviniendo la economía  nacional.
  •  La Embajada mandando.

Lo distinto es poco, poquísimo; salvo el país totalmente desfondado por el saqueo acumulado, sin Danilo atreverse a denunciar a sus propios financiadores responsables del desfalco; salvo promesas de planes sociales sin fuentes de financiamiento y ciertos gestos de austeridad y moralización extremadamente limitados.

  •  ERROR DE CÁLCULO.

 Pero de todas maneras el Cardenal y el obispo que regentean y manipulan la cúpula católica, decidieron colocarse donde el capitán Danilo lo vea. Siempre oportunos, que no de oportunidad, sino de oportunismo, pasándose tranquilos de las filas de Ladronel a la de Tranquilo. Sin cambiarle el color morado a sus  vistosas sotanas.

 Solo que esta vez no han sopesado bien lo que se está gestando en las entrañas de la “chusma” de esta sociedad, en el seno de la pobrecía real y potencial, a consecuencia de una crisis acumulada y sin salida dentro del decadente capitalismo neoliberal.

Ladronel, en gira internacional en busca de pergaminos comprados y colocación diplomática encumbrada que refuercen impunidades, de todas maneras será condenado en este país por incontables tribunales populares que habrán de confluir en el tribunal mayor conformado por gran parte de la sociedad.

Más aun, percibo que  ya Ladronel está en semi-fuga, porque se siente que el pueblo en todas las esquinas, colmadones y rincones pide su cabeza; mientras la élite de la  partidocracia peledeísta y el propio gobierno infectado por su peste se resiste a entregarlo y sale en su defensa. Solidaridad cómplice.

Y no es que Danilo no pueda hacerlo, es que no quiere, porque el pantano lo embarró en campaña, sin  contar  lo de su participación en el primer gobierno del presidente cuasi-fugitivo. No es simplemente que esté amarrado, es que no quiere desamarrarse.  De decidirse a hacerlo, la Presidencia de la República da poder para eso y mucho más, mientras casi toda la sociedad lo apoyaría en esa anhelada misión destinada a convertir en reos al ex-presidente  y a sus alcancías humanas impunes.

Danilo, con Margarita a un costado y el Comité político en su entorno y dentro de su gobierno, ha preferido en ese orden la parálisis infecunda.

Danilo, con la camisa de fuerza del FMI, gustosamente aceptada, recibirá dinero fresco envenenado junto a una llave destinada a adquirir nuevos préstamos impregnados de arsénico y cianuro: de recortes, paquetazos y tarifazos a imponer por ese gran gendarme de la usura y el neoliberalismo.

Así las cosas, el auge de las luchas por la vida, el agua y la soberanía, cuya primera expresión fue la GRAN MARCHA del pasado domingo 16 de septiembre, habrán de pegarlo a la pared junto a su Director de Minería nombrado por FALCONDO y su gabinete ensuciado.

No hay “tutía”, monseñores, el FMI presta sus cuartos a cambio de nuevos impuestos, aumentos de tarifas, eliminación de subsidios…que nunca se dirigen a afectar a los súper-ricos, a sus bancos y sus corporaciones, y sí a empobrecer más aun a los/as de abajo y los/as del medio. Ustedes lo saben y lo apoyan.

Y hay indicios de que el pueblo está en vía de agotar su dosis de aguante frente a tal contraste y a tanta impunidad e injusticia. El fantasma de la indignación y la desobediencia civil asoma con fuerza renovada.

Leonel, Félix Bautista y comparsa, incluida la comparsa empresarial asociada a sus designios, habrán de correr con la justicia popular detrás.

Y no habrá cardenales y obispos que lo salven. No hay tutía: el país ha dicho basta…

Danilo, en las redes del FMI y de la gran burguesía transnacional y criolla, continuará auto-atrapado en el corral neoliberal, desgastándose irremediablemente más rápido que una “vela romana” o una “pata de gallina”, no sin antes disparar algunos tiritos de relumbrón.

¡No hay tutía, monseñores!

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