SANTO DOMINGO. Sádico, asesino, despiadado, frívolo, violador y psicópata son las características con las que la fiscalía, el juez, los familiares y personas que acudieron al Palacio de Justicia del Distrito Nacional definen a Víctor Alexander Portorreal Mendoza, quien confesó que asesinó a su mujer y tres hijos de ellas el domingo y lunes de la semana pasada en su residencia del sector Enriquillo, Kilómetro 8 de la carretera Sánchez.
Son varias las hipótesis que maneja la fiscal Yeni Berenice Reynoso respecto al caso y en tal sentido el magistrado José Alejandro Vargas declaró el caso complejo y envió al imputado a cumplir un año de prisión preventiva en el Centro de Corrección Y Rehabilitación de San Pedro de Macorís.
La fiscal dijo que la forma frívola con la que describió los hechos así como el perfil que muestra el procesado en sus redes sociales y relaciones interpersonales, sumado a mensajes de Reyna Isabel Encarnación Morales días antes de su muerte, le hacen presumir que las niñas Ángela Bodden Encarnación, de 6 años, y Daniela Bodden Encarnación, de 10 años, habrían estado siendo violadas con anterioridad al hecho ocurrido el 4 de febrero y que la madre lo descubrió.
“Aquella escena de la madre con múltiples estocadas mortales, las niñas desnudas en un charco de sangre y el niño colgando, es lo más dantesco que he visto en 14 años de carrera de Ministerio Público”, describió Berenice Reynoso luego de contar el modo en que Portorreal Mendoza violó a las niñas.
Las lágrimas, lamentos e impotencia se veían en los rostros y miradas de los parientes de las víctimas justo cuando la fiscal relataba lo que habría ocurrido con las niñas, razón por la cual uno de ellos salió del tribunal, mientras que otro esperó que concluyera la audiencia para arremeter contra el procedo y propinarle un puñetazo al momento de su traslado a la cárcel preventiva.
“Esto no es un feminicidio magistrado, esto es un crimen antihumano. No solo el imputado demostró con su conducta asesina rechazo y deseo de matar al ser por ser mujer sino que las características objetivas del hecho van mucho más allá que el feminicidio y precisamente son de las circunstancias especiales que el Ministerio Público en conjunto con un equipo de forenses y de técnicos y de profesionales de la conducta continúa investigando”, dijo Berenice Reynoso.
La presunta conducta sádica del imputado, según la fiscalía, se evidenció al momento del levantamiento de los cadáveres, las niñas fueron encontradas desnudos y en posición sexual, mientras que el cuerpo de la madre había sido introducido a un bulto, cual si fuera “un bollo de ropa”.
“Más allá del sadismo, es un hecho que se connota más allá de ser una persona sádica… Ahí llamamos la atención, sobretodo la forma en que estaban las niñas, una connotación totalmente sexual, la posición en que estaban esas niñas cuando se hizo ese levantamiento de cadáver, la posición donde el imputado duró cuatro días mirándolas, desnudas”, una posición que evidentemente lo excitaba, refirió la fiscal Elvira Rodríguez.
El Ministerio Público calificó además los hechos como actos de tortuga y barbarie pero no solo quiere imputar esos cargos al procesado sino también lograr determinar si las niñas habían sido violadas anteriormente, también si asesinó a Reyna Encarnación, Daniela, Ángela y Rahamín Bodden Encarnación como parte de un rito o culto religioso.
¿Usted cree que usted tiene alma y usted cree que tiene corazón? ¿Usted cree señor que usted es un ser humano? Le preguntó el juez Alejandro Vargas a Víctor Alexander Portorreal previo a pedirle que mirara un video de una de las niñas asesinadas, donde ésta cantaba, danzaba y se divertía con sus familiares.
Antes de emitir su fallo, el juez le dijo al imputado que aunque cumpliera la pena máxima en la cárcel, él bajo ningún concepto debería volver a la calle ni reintegrarse a la sociedad.
“Dios que no nos abandona nunca, va hacer el gran milagro de evitar que usted salga a la calle, porque usted no puede estar en la calle bajo ningún criterio, aun transcurriendo los 30 años, ya de eso Dios se encargará o usted se encargará de eso”, puntualizó.
“¿Qué se siente señor? ¡Míreme a la cara!, ¿qué usted siente señor? ¿Usted cree que es posible que un ser humano haga eso, usted se considera un ser humano? “, insistió preguntando el juez al hombre que se mantuvo en silencio durante toda la audiencia.
Como en la audiencia anterior, el magistrado hizo varias preguntas Víctor Alexander, las cuales respondió con ecuanimidad, lo que reiteró al tribunal el criterio de que está lúcido y sabe dónde y por qué estaba allá