Análisis Noticiosos
Luce imposible alianza PRM-Leonel que a ninguno de los dos convendría
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6 años agoon
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LA REDACCIÓNPor Juan Bolívar Díaz
La propuesta de alianza electoral entre el nuevo partido del ex-presidente Leonel Fernández, La Fuerza del Pueblo (LFP), y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) es rechazada como inconveniente por la dirección y el candidato presidencial del principal opositor que se beneficia de la división del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Sin embargo, en los ámbitos del liderazgo perremeísta no se descarta la posibilidad de coincidir en algunas candidaturas senatoriales y de alcaldes que conciertan diversos partidos, incluyendo algunos de los que favorecen la candidatura presidencial de Fernández y a Alianza País que postularía a Guillermo Moreno, y en rechazar la irrupción del gobierno en la campaña.
Nuevo escenario electoral.
La salida de Leonel Fernández del PLD que llevó al poder y los términos de ruptura intercambiados con el presidente Danilo Medina, tras una votación primaria que los dividió a dos mitades, han creado un nuevo escenario de cara a las elecciones generales del 2020, dejando al PRM y su candidato presidencial Luis Abinader como primera opción. La táctica de no intervenir en la disputa por el control del PLD, dejando que sus dos líderes “se maten entre sí”, ha cambiado el panorama preelectoral en favor del PRM, con amplio espacio para seguir fortaleciéndose como alternativa ante el hastío generado por la prolongación del peledeísmo en el poder, sin poder resolver ni uno solo de los grandes problemas nacionales.
El PRM salió fortalecido de las primarias internas, que transitó en armonía y sin confrontaciones significativas, con una clara opción por el economista y empresario Luis Abinader, que en los últimos años se consolida en las encuestas más acreditadas, como Gallup y Mark Penn, donde ha aparecido como principal líder de la oposición y compitiendo con las opciones del PLD, Danilo Medina y Leonel Fernández.
Abinader, de 52 años, 6 menos que Gonzalo Castillo y 13 que Leonel, debutó en la candidatura presidencial en 2016, con el 35% de la votación, luchando contra un PLD unido y todos los abusos del Estado, y ahora podría beneficiarse de las grandes insatisfacciones que expresan las encuestas y que quedaron de manifiesto en el movimiento de la Marcha Verde. Ya en la última encuesta Gallup-HOY, en mayo, 58% favoreció un cambio de gobierno.
Las sorpresas de Quique
Apenas dos días después de la división del PLD, Federico Antún (Quique), presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) generó múltiples especulaciones al proponer una Unidad Nacional Opositora (UNO) pretendiendo unir a Leonel con el PRM y toda la oposición política al PLD y su gobierno, bajo casi el mismo programa de reformas que formuló el 22 de julio, dos días después que el presidente Medina resignara su proyecto de reelección. Antún reafirmó su velocidad, pero esta vez se cuidó de no incluir en su proyecto la reforma constitucional para que Danilo pueda volver a ser candidato presidencial a partir del 2024.
Como sus propuestas de julio, éstas no han sido aprobadas por su partido, que se suponía inclinado a pactar con el PRM, aunque el secretario general Rogelio Genao prefería hacerlo con el presidente Medina, y Antún se reservaba un acuerdo con Leonel, si éste ganaba la candidatura del PLD. Aunque el PRSC pidió una “pausa” en la mesa de concertación montada por la Coalición Democrática para la Regeneración Nacional, donde participan otros 5 partidos incluido el PRM, recientemente había reanudado negociaciones directas con los perremeístas, que la semana pasada esperaban concluirlas.
Fuentes de crédito aseguran que el PRM reaccionó negativamente cuando Quique le informó que había alcanzado acuerdo para postular a Leonel, donde por las actuales circunstancias los reformistas podrían conseguir una mayor cuota de candidaturas. Estaba descartado que pudieran participar solos, cuando las encuestas no le acercan al 5% mínimo que les permite recibir la misma contribución financiera del presupuesto nacional que los partidos dominantes. Este año fue 302 millones de pesos, que se duplicarán en el 2020.
Tampoco conviene a Leonel
Si no es bajo su hegemonía, imposible de aceptar por el PRM, para Leonel Fernández sería suicida caer en una incertidumbre, pues para mantener gran parte del apoyo que recibió en las primarias del PLD, tiene urgencia de partir como candidato en capacidad de disputar la primacía al delfín del presidente Medina, Gonzalo Castillo. Y necesita una rápida proclamación de candidato presidencial, para reducir la fuerza de atracción del gobierno sobre sus seguidores, lo que ocurriría este fin de semana no sólo por el PRSC, sino también de su nuevo partido, LFP, la FNP, PQDC, PUN, y BIS, seis en total.
Porque es casi seguro que tenga que llevar al Tribunal Superior Electoral y en última instancia al Tribunal Constitucional el reclamo de su derecho a ser candidato, limitado por las leyes de Partidos y del Régimen Electoral. Danilo dio por hecho que será candidato, y tal vez le convenga, porque bloquearlo victimándolo, beneficiaría al PRM en primera o segunda vuelta.
El PLD recuperaría mayor proporción de los leonelistas si estos vieran que su suerte dependería de quienes hasta ahora han sido sus mayores opositores e impugnadores. Lo que sí convendría al polo de Leonel es promover un acuerdo de toda la oposición, incluyendo al PRM, para exigir que el Estado se mantenga fuera de la campaña electoral, sobre todo después que el presidente Medina dijo esta semana que pidió a Gonzalo Castillo que no hablara en la asamblea de su partido “para protegerlo”, y proclamó que “yo gano las elecciones”.
Reducido el abuso del Estado para promover a un débil candidato, las posibilidades de Leonel aumentarían. Y si él no va a la segunda vuelta, tendría la llave para evitar la pela que le prometió Medina, inclinando los que le sigan hacia Abinader. Si le tocara a él la segunda ronda contra Gonzalo, los perremeístas no podrían inclinarse por el danilismo.
Fuerte rechazo en PRM
Se da por cierto que hubo reuniones de comisionados para escuchar las nuevas propuestas de Antún, pero en el PRM el rechazo ha sido casi absoluto, según las fuentes. Comenzando por el propio candidato Abinader que reaccionó molesto cuando Quique le comunicó su súbita preferencia por Leonel y su nuevo partido, “cuando ya esperaban cerrar acuerdos”. El sector que encabeza Hipólito Mejía por nada del mundo quiere saber del expresidente del PLD, al que ha rechazado públicamente en los últimos años.
La primera debilidad del plan de Quique es que partía enarbolando la candidatura de Leonel, la que estaría proclamando en su asamblea eleccionaria de este fin de semana, cuando al PRM, a punto de pactar con otros 5 partidos, ni remotamente le convenía abrir incertidumbre. La primera consecuencia es que tendría dificultades para explicar que pudiera hacer alianza con quien durante años responsabilizaba de la entronización de la corrupción y la dominación política del PLD y de la manipulación de todas las instituciones estatales y parte de las sociales.
De pactar con Leonel, a quien todas las encuestas dan una alta tasa de rechazo en el electorado no peledeísta, tanto que el presidente Medina peleó durante dos años hasta lograr el padrón universal para elegir las candidaturas del PLD, el PRM arriesgaría alienarse los sectores sociales que, como los que se expresaron en la Marcha Verde, tienen a los dos líderes peledeístas en el mismo sartén de rechazo. Sería una bomba en la mesa de la Coalición Democrática, donde se planea que aAbinader le corresponde seguir catalizando la insatisfacción y el cansancio del peledeísmo, mayor tras su ácida división. La salida del PRSC de su mesa de concertación le permitiría incrementar las candidaturas de líderes sociales y personalidades independientes y fortalecer el proyecto de “pacto político social para regenerar el país”.
Juegan a la muerte súbita
Los leonelistas tienen otro recurso, sumarse a concertaciones puntuales que los acerque a toda la oposición al Gobierno, buscando intercambiar apoyos para candidaturas senatoriales y a alcaldías, de personas inobjetables, en lo que están empeñados todavía algunos de sus aliados de Juntos Podemos, Alianza País y el PRM. Por ejemplo las candidaturas a senadores, ahora sin arrastre, de Antonio Taveras, Eduardo Estrella, Faride Raful, y a alcaldes como Manuel Jiménez, con variados apoyos partidistas. En esos niveles los leonelistas podrían buscar apoyos locales para impulsar algunas de sus figuras más potables y aliados. Tanto él como los perremeístas tendrían que afinar sus tácticas para dejar abiertas posibilidades de sumatoria en segunda vuelta.
Como en las eliminatorias deportivas de un solo partido, Leonel y Danilo juegan a la “muerte súbita”, el que gane predominará y el perdedor se tendría que ir para su casa, y probablemente de manera definitiva. Si los odios y resentimientos que exhiben siguen imponiéndose, pondrían hasta en peligro la estabilidad nacional y ahí podrían cosechar un rechazo bilateral, generando una corrida de Abinader, de éste manejarse con astucia pero también determinación, como la que exhibió el domingo al advertir que sin elecciones limpias se pondrá en juego la paz social.
Si alguna concertación es viable de inmediato y rentable para todos, es generar sinergias conjuntas capaces de motorizar apoyo social para contener los abusos del Estado, una especie de nuevo “pacto por la democracia”, y conseguir que la Junta Central Electoral cumpla la responsabilidad que le acuerdan los artículos 211 y 212 (párrafo IV) de que “velará porque los procesos electorales se realicen con sujeción a los principios de libertad y equidad en el desarrollo de las campañas y transparencia en la utilización del financiamiento. En consecuencia tendrá facultad para reglamentar los tiempos y límites en los gastos de campaña, así como el acceso equitativo a los medios de comunicación”.-
Análisis Noticiosos
Los desastres son inevitables; las tragedias, no
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4 semanas agoon
noviembre 6, 2025En México, la alerta de las inundaciones recientes llegó “cuando la ola ya estaba encima”, según dijo un testigo. En Haití, el huracán ‘Melissa’ no llegó, pero fue el país del Caribe donde más muertes dejó el potente ciclón. Los desastres se vuelven catástrofes por sistemas que se omiten y presupuestos que se desvían
Podemos hablar del paso de los huracanes y tormentas como si fueran una serie de números y nombres que desfilan: Erin, Gabrielle, Humberto, Imelda, Andrea, Barry, Chantal, Dexter, Fernand, Jerry, Karen, Lorenzo y Melissa. El último de esta temporada 2025 en el Atlántico, Melissa, dejó al 77% de Jamaica sin electricidad, al menos 28 muertos, más de 25.000 personas en refugios de emergencia; a Haití con 40 fallecidos, decenas de desaparecidos y más de 160 viviendas inundadas; a Cuba con 735.000 personas evacuadas.
Y pensamos en esas personas —las afortunadas— que siguen con vida, pero que perdieron sus hogares y que no tienen dinero para reconstruirlas; que con el tiempo terminarán por reconstruir(se) hasta que el paso de un futuro huracán les vuelva a atravesar por la mitad.
Empezamos, entonces, a asimilar mejor el concepto de “injusticia climática” cuando desciframos estas cifras en el periódico y vemos los encabezados que compiten en grandilocuencia: “el más devastador”, “el más fuerte”, “el más destructivo”. Atravesados como rayo por la palabra cambio climático.

Es más difícil pensar en conceptos y cifras cuando estos se viven en carne propia. Es, también, más difícil tomar distancia de estas tragedias para preguntarse qué convirtió estos desastres en catástrofes humanitarias, crisis de salud pública y económicas. ¿Qué tuvo que acontecer para que esto sucediera?
Quisiera hablar de desastres en un sentido más amplio. En México, hace tan solo unas semanas, lluvias torrenciales en cinco estados provocaron la muerte de al menos 70 personas y otras 70 más siguen desaparecidas. Se estima, también, que hay más de 100.000 viviendas afectadas. Cuando nos preguntamos qué pasó, los sobrevivientes hablan: “La alerta llegó cuando la ola ya estaba encima”.
Y entonces, empezamos a entender el tipo de cosas que tienen que acontecer para que lo inevitable suceda.
En su momento, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvo que no se escatimaría en recursos para atender a víctimas y que este año se aprobaron 19.000 millones de pesos mexicanos (unos 1.200 millones de dólares) para la atención de desastres.
Pero la atención no es lo mismo que la prevención. Como no es lo mismo salvar vidas que resarcir daños y enterrar muertos.
Cuando vemos los masivos recortes presupuestales a los sistemas de alerta temprana en México, en beneficio al tren Maya, a PEMEX, entre otros, entendemos por qué, el sistema mexicano de protección civil, que fue único e innovador a nivel global en su momento, sea tan insuficiente hoy en día. Se explica mejor el desmoronamiento de la comunicación de riesgos, la ausencia de convenios de colaboración con las telefonías para que alerten a las poblaciones vulnerables y los fondos de Prevención de Desastres desarticulados.

Este es el tipo de cosas que hacen que lo inevitable suceda.
En junio de este año, la ONU lanzó las alertas en Haití: el 96% de la población estaba en riesgos por desastres y, sin embargo, no existía el financiamiento necesario para activar sistemas de prevención ni material de emergencia post-desastre. Hacía tan solo unos meses, la ONU había decretado que el gobierno no tenía la capacidad de proteger a su población en su entrada a la época más difícil del año, la presente y temible temporada de huracanes. La ONU pedía 908 millones de dólares para apoyar a Haití, a mediados de junio tan solo había logrado reunir el 8%.
Este es el tipo de cosas que hacen que lo inevitable suceda.
En México, como en muchos otros países, la memoria sobre lugares a riesgo se fue gradualmente borrando y la legislación se hizo esquiva: los territorios inundables se volvieron habitables y se convenció a las poblaciones vulnerables de que eran seguros. Se omitieron, también, las estrategias de prevención y adaptación.

Y el problema, después, fue que “la alerta llegó cuando la ola ya estaba encima”.
En Haití, el huracán Melissa no llegó. Pero en las últimas décadas, el país fue paulatinamente acabando con sus bosques y zonas húmedas que permitían las infiltraciones al subsuelo, limitando las inundaciones; transformó sus árboles en energía para electricidad y debilitó los territorios que eran barrera a los deslizamientos de terreno. El huracán Melissa no llegó, pero Haití, que tenía ya a 230.000 haitianos en refugios improvisados, sufrió las consecuencias más mortíferas de la región tras su paso.
Las dinámicas territoriales de las últimas décadas y la degradación de los ecosistemas son ese tipo de cosas que tienen que suceder para que lo inevitable acontezca.
Y así, los desastres se vuelven catástrofes por procesos que se construyen, sistemas que se omiten, presupuestos que se desvían, personas cuyas vidas se juzgan poco importantes. Los escenarios son conocidos, las tragedias son previsibles, pero por falta de capacidad, se vuelven imposibles de evitar.
Estos desastres y tragedias ocurren a tan solo una semana de que se lleve a cabo la COP30, el evento climático más importante a nivel global, en donde se decidirá, entre otros temas, las inversiones que tienen que ser destinadas a la adaptación, la ayuda que recibirán los países más vulnerables a los riesgos climáticos y el rol de esos estados insulares que, a pesar de no ser responsables del cambio climático, terminan siendo los más afectados.
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Análisis Noticiosos
Al menos 64 muertos y decenas de detenidos en una megaoperación contra el crimen organizado en Río de Janeiro
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1 mes agoon
octubre 28, 2025El gobernador afirma que “es una guerra que nada tiene que ver con la seguridad urbana” y pide ayuda a las Fuerzas Armadas
Sao Paulo.- Río de Janeiro vive este martes una jornada de caos colosal e intensos tiroteos por una operación policial contra el crimen organizado que ya es la más letal de la historia de la ciudad brasileña. Al menos 64 personas han muerto (incluidos cuatro agentes) y 81 han sido detenidas, según datos oficiales. El despliegue de 2.500 policías en esta megaoperación, que se ha centrado inicialmente en dos grandes barriadas cariocas de favelas, pretende frenar la expansión territorial del Comando Vermelho, el segundo grupo más poderoso del crimen organizado en el país sudamericano. El gobernador del Estado de Río, Claudio Castro, se ha quejado de que “Río está sola en esta guerra”, ha criticado la falta de apoyo del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y ha pedido ayuda a las Fuerzas Armadas.
Río de Janeiro, turística, antigua capital y el hogar de seis millones de vecinos, es simultáneamente una ciudad muy desigual y acostumbrada a la violencia, pero las dosis desplegadas este martes resultan extraordinarias incluso para los locales. El descomunal despliegue policial ha sido respondido con intensos tiroteos por los hombres del Comando Vermelho, que incluso han lanzado granadas desde drones sobre los agentes. Horas después, el grupo criminal ha desplegado a sus miembros, que han cortado avenidas y calles con barricadas por toda la ciudad y por la zona metropolitana.
Las autoridades han elevado el nivel de alerta en Río ciudad y los noticiarios se han llenado de imágenes de avenidas cortadas con autobuses, coches quemados y decenas de hombres sin camiseta a los que los agentes se llevan detenidos. La policía se ha incautado de al menos 75 fusiles.
El baño de sangre en Río se ha producido a las puertas de que Brasil acoja a partir de la semana que viene la cumbre mundial del cambio climático, la COP30, que se celebrará en Belém, en la Amazonia, a más de 3.000 kilómetros de distancia. El presidente Lula será el anfitrión de una cumbre los días 6 y 7.
El principal objetivo de la operación policial es el jefe del Comando Vermelho en una barriada carioca llamada Complexo da Penha, el capo Edgar Alves de Andrade, apodado Doca. Los agentes, que tenían un centenar de órdenes de arresto, también buscan a decenas de sus lugartenientes.
Ya a primera hora de la mañana, las autoridades habían anunciado que los tiroteos entre agentes y criminales obligaron a suspender las clases en 45 colegios y a desviar 12 líneas de autobús. Por la tarde, el CV había logrado cortar el tráfico en al menos una quincena de puntos de la ciudad, incluida la avenida Brasil, una de las principales arterias viarias. “Es un escenario de guerra”, le ha contado la profesora Suellen Gomes al diario Estadão desde el Complexo do Alemão. Según ella, los tiros empezaron al amanecer y nadie fue al colegio. “Ninguna escuela de esta zona abre cuando hay operación”, explica.
Para atrapar a los jefes del negocio, a los contables que les ayudan a blanquear sus ganancias y a los soldados de a pie que con los que mantienen el control absoluto sobre barriadas completas donde dictan la ley, las autoridades han movilizado un despliegue enorme. A los 2.500 agentes de la policía militar y la civil involucrados, se han sumado una treintena de vehículos blindados, dos helicópteros, drones policiales y una docena de vehículos de demolición.
El gobernador Castro, bolsonarista, se ha quejado de que las Fuerzas Armadas rechazaron tres veces sus peticiones para que le enviaran blindados de apoyo. Ha pedido ayuda a los militares con el argumento de que esta “es una guerra que nada tiene que ver con la seguridad urbana” sino que está alimentada “por las armas del narcotráfico internacional”.
El secretario de Seguridad Pública Victor Santos, ha destacado que toda la operación se diseñó y se realiza con apoyo del Gobierno federal. Santos ha lamentado el caos para los vecinos y los heridos, pero ha recalcado que esta acción “era necesaria, estaba planificada, se basa en inteligencia y va a continuar”.
El epicentro de la megaoperación son dos enormes conjuntos de favelas donde viven casi 300.000 personas, el Complexo da Penha y el Complexo do Alemão. El primero es, según la fiscalía de combate a las familias criminales de Río, un centro neurálgico de las actividades del Comando Vermelho. El Complexo da Penha, dice una nota del Grupo Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco), “es un punto estratégico para el flujo de drogas y armas, gracias a que está en las proximidades de varias autopistas, y se ha convertido en una de las principales bases del proyecto expansionista del grupo criminal”.
Uno de cada cuatro brasileños, es decir, 50 millones de personas, viven en barrios dominados por el crimen organizado, según un reciente estudio de la Universidad de Cambridge. El Comando Vermelho, el PCC u otros grupos armados, imponen su ley a sus vecinos y, en ocasiones, impide la acción de las autoridades. Los vecinos directamente afectados, que suelen ser pobres, negros y periféricos, se encuentran atrapados entre dos fuegos, abandonados por las autoridades, blanco fácil y presa de las balas perdidas, además de sometidos a extorsión.
En los últimos tiempos los delincuentes han descubierto las bondades del trabajo en remoto. Un fiscal del Estado amazónico de Rondonia explicaba recientemente en el diario O Globo que los jefes de las franquicias del Comando Vermelho por otros estados, sobre todo los fronterizos con otros países, se están refugiando en Río de Janeiro, que hasta este martes eran la principal guarida del grupo. “Se dieron cuenta de que el jefe ya no necesitaba estar en su estado natal. Podía estar protegido en Río y tomar decisiones por videollamada”, explicaba al diario carioca Anderson Batista de Oliveira, jefe del Gaeco en Rondonia. “El capo está en un lugar de difícil acceso para la policía, y la organización protege así a sus principales activos”, añadía.
Hasta ahora la operación más letal de Río era la de la favela de Jacarezinho, en el centro, donde en 2021 murieron 27 personas. La policía de Brasil es considerada una de las que más mata y más muere del mundo. En torno a un 10% de las muertes violentas suelen ser obra de uniformados. La de Río, tanto de la ciudad como del Estado, ha destacado durante años a nivel nacional por su alto. La creciente incorporación de cámaras en los uniformes ha contribuido a reducir las muertes en enfrentamientos a tiros con criminales.
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La lucha por atrapar a Brother Wang, el capo chino del fentanilo
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1 mes agoon
octubre 21, 2025
México.-La historia de Zhi Dong Zhang se parece más a la de un agente doble durante la Guerra Fría que a la de un capo chino del fentanilo. Acusado de mover miles de kilos de droga y de blanquear millones de dólares a través de una organización criminal con tentáculos en medio mundo, Zhi Dong fue detenido en otoño del año pasado en Ciudad de México. Es un objetivo prioritario para Estados Unidos y todo parecía listo para su inminente extradición. Pero este verano escapó y dio comienzo una peripecia por varios países en un desesperado intento por esquivar la justicia estadounidense.
La decisión del juez fue criticada incluso por la presidenta, Claudia Sheinbaum. En plena negociación de un acuerdo de seguridad con EE UU, que tiene al fentanilo como enemigo público número uno, la mandataria salió a defender los avances de su Gobierno en el combate contra el crimen y cargó contra la decisión judicial. “El juez, sin ningún argumento, porque la Fiscalía estuvo peleando y dando todos los argumentos, le da prisión domiciliaria. No debería de haber tenido esa resolución por parte de un juez”. “¿Cómo es posible?”, insistió la mandataria, quien argumentó que su Gobierno ha estado insistiendo “en la corrupción del Poder Judicial”. El mismo juez de la capital que dio la polémica orden de mandar a Zhi Dong a arresto domiciliario hizo lo mismo con el exprocurador general, Jesús Murillo Karam, acusado de desaparición forzada y tortura en el caso Ayotzinapa.
La fuga del narco chino sucedió además en un momento especialmente delicado. Seis días antes, un tribunal federal de Georgia había emitido nuevos cargos contra Zhi Dong. En concreto, le acusan de lavar, solo entre los años 2020 y 2021, al menos 20 millones de dólares en Estados Unidos, a través de una compleja trama de más de 150 empresas fantasma y 170 cuentas bancarias.
Célula mexicana, célula china
El cerco sobre Zhi Dong se estrechó tras la detención reciente de uno de sus operadores, Ruipeng Li, al que le confiscaron cientos de documentos bancarios vinculados con Zhi Dong. Según la denuncia del tribunal de Georgia, a la que ha tenido acceso este diario, Li explicó a las autoridades estadounidenses cómo estaba organizado el negocio criminal. Por un lado, una célula mexicana se encargaba de recolectar el dinero de la venta de droga a los traficantes finales. Por otro, una célula china se dedicaba a recibir ese dinero negro y lavarlo a través de la red de empresas y cuentas bancarias.
La denuncia recoge un listado exhaustivo de los pagos por goteo que se realizan en distintas cuentas y en diferentes Estados: Georgia, California, Illinois, Nueva York, Michigan. Siempre por sumas que no superaban los 100.000 dólares y siempre en entidades solventes como Bank of América, JP Morgan o Wells Fargo. Según la denuncia, porque “esos bancos están acostumbrados a recibir altas sumas de dinero sin hacer demasiadas preguntas”. La mayoría de las transacciones eran a favor de la empresa Mnemosyne International Trading Inc, una de las compañías fachada vinculadas a Zhi Dong.
La investigación de la DEA incluye la intervención de llamadas y mensajes, así como seguimientos a las casas de seguridad donde resguardaban la droga. Zhi Dong utilizaba palabras clave para comunicarse con sus cómplices. “Coffee” significaba fentanilo. “Food”, cocaína. Los cálculos sobre la cantidad total de droga que la organización transportaba de México a EE UU ascienden a más de 1000 kilos de cocaína y casi 2.000 de fentanilo.
La denuncia judicial incluye también una descripción de Zhi Dong. Nacido en Pekín en 1987. Algo más de un metro setenta de estatura y unos 80 kilos. Pelo negro y ojos marrones. Alías: Brother Wang, El Chino, Tocayo, Pancho y Nelson Mandela. El enigmático capo chino usaba diferentes identidades y pasaportes falsos para moverse sin levantar sospechas entre América, Asía y Europa. Hasta su fuga de Ciudad de México y su intento de entrada en Rusia y posterior destino en Cuba. Las andanzas de Zhi Dong parece que esta vez están más cerca de acabar en una prisión estadounidense.
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