El Ministerio de Salud Pública acaba de informar que los casos de coronavirus aumentan significativamente cada 24 horas.
El propio Gobierno insiste en que todavía, aunque el país ya está muy cerca de la llamada circulación comunitario, cuya etapa se supone que aumentaría el numero de casos, tanto de contagios como de muertes, no ha llegado el momento crítico.
Este martes hemos llegado a los trescientos doce contagiados y a los seis fallecimientos, lo cual indica que el país entra en el pico para hacer crisis, pero al propio tiempo del aumento de los casos y las autoridades de salud pública hablan de la existencia de unos 200 y tantos ventiladores para los pacientes que puedan hacer una crisis respiratoria.
Es algo que raya en la ridiculez, en virtud de que este el problema que genera la pandemia y la principal causa de muerte, entonces cómo se explica que no se haya hecho la inversión necesaria para dotar el país de las herramientas necesarias para si los casos que se presenten necesiten del uso de este aparato.
El mejor espejo de la falta de este equipo son España e Italia, donde los casos de pacientes que necesitan oxigeno o respiración artificial son tantos que los médicos no tienen otro recurso que quitárselos a aquellos de mayor edad para colocárselos a los pacientes más jóvenes que lo necesitan.
Vista esa realidad habría que reiterar la pregunta por qué el Gobierno no ha buscado preparar el país ante la posibilidad que continúe el aumento de pacientes afectados de coronavirus y que en consecuencia requieran el uso de un ventilador para proporcionarles respiración artificial.
Son de las cosas que no se entienden de los gobiernos como el dominicano, donde la inexistencia del Estado se constituye en una grave amenaza en contra de la vida de la gente.
Cómo se explica que un Gobierno tan cuestionado como el del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) insista en hacer las cosas mal hechas, como disponer un pago de 395 millones de dólares a una empresa mafiosa y corrupta como Odebrechet por concepto de la construcción de una planta de generación de energía como Punta Catalina, la cual está sobrevaluada hasta la saciedad, en vez de usar ese dinero para contrarrestar la pandemia, sobre todo porque en esta circunstancia se deben parar todos los pagos a nivel interno y externo.
Pero además como se puede explicar que el Gobierno se dedique a la irresponsable tarea de colocar publicidad de Gonzalo Castillo en los diarios nacionales en medio de una declaración de emergencia nacional por la entrada al territorio nacional del coronavirus.
Son de las irracionalidades que nadie puede entender y cualquiera podría asumir que los gobernantes, incluido el presidente de la República, se han vuelto locos.
La necesidad más perentoria de los dominicanos es fortalecer el sistema sanitario nacional para enfrentar una pandemia, que no sólo pone en peligro la estabilidad económica y social de la nación, sino también la vida de la gente.
Se impone advertir que ante una crisis del sistema sanitario nacional por la cantidad de contagiados y de muertes por la carencia de los instrumentos de combate del Covid-19 y las propias necesidades de la gente, la República Dominicana podría estar, como consecuencia del pánico que se apropiará de la población, ante una crisis social de consecuencia imprevisible.
Basta ya de jugarse con la verdad.