Una trabajadora de la salud recorre un hospital en Roma, Italia, durante la pandamia del COVID-19. Fotografía de la agencia AFP.
Santo Domingo, RD.-La Organización Mundial de la Salud (OMS) responde en medio de la pandemia una serie de preguntas frecuentes que arrojan luz a la población global sobre los daños del COVID-19 y las medidas necesarias para prevenir la enfermedad.
Aquí cinco de esas preguntas y sus respuestas:
¿Debo evitar dar la mano a las personas por el nuevo coronavirus?
Sí. Los virus respiratorios pueden transmitirse al darse la mano y tocarse los ojos, la nariz y la boca. Es mejor saludar con un gesto de la mano, una inclinación de la cabeza o una reverencia.
¿Cómo debo saludar a las personas para evitar contagiarme del nuevo coronavirus?
Para prevenir la COVID-19, lo más seguro es evitar el contacto físico al saludarse. Algunas formas seguras de saludo son un gesto de la mano, una inclinación de la cabeza o una reverencia.
¿Usar guantes de goma cuando se está en público es una forma eficaz de prevenir la infección por el nuevo coronavirus?
No. Lavarse las manos con frecuencia proporciona más protección frente al contagio de la COVID-19 que usar guantes de goma. El hecho de llevarlos puestos no impide el contagio, ya que si uno se toca la cara mientras los lleva, la contaminación pasa del guante a la cara y puede causar la infección.
¿Por qué hay que mantener el distanciamiento social?
Cuando alguien con una enfermedad respiratoria, como la infección por el 2019-nCoV, tose o estornuda, proyecta pequeñas gotículas que contienen el virus. Si está demasiado cerca, puede inhalar el virus
¿Cómo ayudar a los niños a gestionar el estrés durante el brote de COVID-19?
Los niños pueden responder al estrés de diversas formas, por ejemplo, mostrándose más dependientes, preocupados, enfadados o agitados, encerrándose en sí mismos o mojando la cama.
Muéstrese comprensivo ante las reacciones de su hijo, escuche sus preocupaciones y ofrézcale más amor y atención.
Los niños necesitan el amor y la atención de los adultos en los momentos difíciles. Dedíqueles más tiempo y atención.
Acuérdese de escuchar a sus hijos, hablarles con amabilidad y tranquilizarles.
Cuando sea posible, organice momentos de juego y relajación con su hijo.