Santo Domingo, R.D.-Informes elaborados de manera independiente por ingenieros que analizaron las imágenes disponibles sobre el derrumbe de la discoteca Jet Set, suministran diversas hipótesis sobre las posibles causas del suceso que provocó la muerte de más de 230 personas y heridas a casi 200.
Aunque no se tratan de informes oficiales forenses, que involucra la revisión y análisis de los escombros, pruebas físicas o de laboratorio, se evalúan diversas hipótesis sobre las causas del desplome, entre ellas las relacionadas a la sobrecarga del techo, cambios a la estructura, vibración de equipos y sonido, deterioro de la estructura, entre otras.
Uno de los informes es el elaborado por Piter J. Bonilla D., ingeniero civil con más de 25 años de experiencia en gestión topográfica, estimación de movimiento de tierras, modelado de superficies 3D, mediciones, diseño geométrico de carreteras y documentación técnica, señala como causa principal probable la sobrecarga estructural combinada con efectos dinámicos y deterioro por acumulación de humedad.
Indica que la interacción de estos factores «resultó en un efecto sinérgico que aceleró significativamente el deterioro estructural».
Bonilla cita como posibles factores contribuyentes al derrumbe el cambio de uso del edificio sin una evaluación estructural adecuada, la concentración de cargas en las zonas más vulnerables de la estructura, y las vibraciones continuas de equipos mecánicos y sistemas de sonido.
También la acumulación de agua por fugas y deformaciones estructurales, así como el posible deterioro de los elementos estructurales originales debido a la edad y exposición a condiciones adversas.
El profesional de la ingeniería sugiere que, basado en la evidencia preliminar, que el colapso final fue precedido por un proceso de deterioro prolongado que pudo haber presentado señales visibles como deformaciones excesivas en el techo, filtraciones y manchas de humedad, fisuras en elementos no estructurales y desprendimientos menores de material.
Otra evaluación preliminar fue realizada por el ingeniero Francisco Soto, quien consideró las versiones sobre la sobrecarga del techo, el tipo de construcción del mismo, el comportamiento de los materiales ante estas, vibración de equipos como aire acondicionado, plantas eléctricas, transformadores, reparaciones en el local, entre otros, con un enfoque orientado hacia la búsqueda de información durante la evaluación forense del derrumbe.
Sin embargo, al hacer una evaluación preliminar de las evidencias fotográficas existentes, citó que, que por el tipo de techo en forma de vigas T pretensadas, el fallo violento se pudo producir por la rotura de los terminales de anclaje o por la pérdida de «rigidización lateral de estas vigas con el consiguiente pandeo lateral y el efecto dominó en las demás vigas».
Sobre ese aspecto, explicó que el uso del concreto pretensado como método de construcción mejora la resistencia del elemento con el uso de cables de gran resistencia en vez de las barras de refuerzo tradicionales, advirtiendo, sin embargo, que los elementos pretensados son especialmente delicados en su
funcionamiento, manejo y colocación.
«Evidentemente son vigas que, hasta su posición final y arriostramiento con rigidizadores, están sometidas a flexo compresión biaxial y cualquier movimiento inadecuado fuera de su eje y centro de presiones puede ocasionar pandeo lateral con el consiguiente colapso del elemento y los que están a su lado como un efecto dominó», indicó.