La mayoría de los grandes hospitales que tienen más de 50 años de existencia están en condición de alta vulnerabilidad en caso de que ocurra un terremoto.
Así lo establece una lista que está en poder del Ministerio de Salud Pública y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y califica a 33 de los centros en categoría C o de alta vulnerabilidad.
Entre los hospitales cuya estructura física corren riesgo figuran el Darío Contreras, Luis E. Aybar, Robert Reid Cabral y el Francisco Moscoso Puello, ubicados en el Gran Santo Domingo, y el José María Cabral y Báez, de Santiago.
También son vulnerables los hospitales Matías Ramón Mella, de Dajabón; el Padre Fantino, de Monte Cristi; el Elio Fiallo, de Pedernales, y el Luis L. Bogaert, de Mao.
De los organismos de seguridad están en peligro el Ramón de Lara y el de la Policía Nacional.
Otros centros identificados como de alto riesgo en caso de sismo son Nuestra Señora de la Altagracia, de Higüey; Francisco Gonzalvo, de La Romana, y el San Vicente de Paúl, de San Francisco de Macorís.
El informe amplio, que está en poder de Salud Pública, incluye además al Antonio Musa, de San Pedro de Macorís; el Pascasio Toribio, de Salcedo, y el de Imbert, Puerto Plata.
Asimismo, señala al hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, y el hospital Jaime Mota, de Barahona.
Aunque estos centros han sido clasificados en términos de peligro como categoría C, de acuerdo a la escala de peligro, en algunos casos se hacen los correctivos de lugar para llevarlos a la categoría B.
Esta semana, un grupo de sismólogos que asistió al Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, advirtió que al menos 33 centros de salud corren peligro en sus estructuras físicas en caso de que se registre un terremoto. Recomendaron mejorar los edificios. HOY