Opinión
Necesidad de una nueva oposición
Published
13 años agoon
Por Narciso Isa Conde
Las Izquierdas Revolucionarias-IR fueron precisas al señalar cara al gobierno que preside Danilo Medina:
-Que “el mismo partido, controlado por la misma cúpula que profundizó el camino neoliberal y la corrupción de Estado a niveles descomunales, continua en el gobierno con un nuevo presidente impuesto a través de un proceso plagado de abuso de poder, clientelismo, trampas y alianzas turbias.”
– Que “estamos frente a un gobierno ilegítimo tanto por los espurios recursos empleados para imponérsele al otro polo del corrompido sistema bipartidista nacional como por los niveles de votación alcanzados si se tiene en cuenta el nivel de abstención registrado y los votos a favor del PRD”.
-Y que “el respaldo -agregó expresado a la Constitución neoliberal que garantiza la dictadura institucional y a la Estrategia Nacional de Desarrollo que garantiza la recolonización del país en el contexto de la globalización capitalista en crisis, no deja dudas sobre la ruta principal a ser transitada por Danilo Medina y su equipo de gobierno”.
Eso explica por qué el nuevo presidente optó por encubrir a los beneficiarios de los grandes delitos de Estado y de las políticas neoliberales, por llamar al FMI, por imponer el paquetazo tributario y decretar el borrón y cuenta nueva; explica porque ha dado luz verde al reino de la depredación ambiental y al saqueo de las transnacionales de la minería, camino a la privatización de las fuentes de agua.
Explica también –y esa es la contra-parte positiva- por qué la indignación acumulada comenzó a convertirse en movilización, registrándose ya más 600 protestas de calle en poco más de tres meses de gobierno.
Ahora se trata -pendientes los efectos empobrecedores del paquetazo tributario y del inminente paquetazo eléctrico- de contribuir desde la fuerzas más concientes y organizadas a escalonar y generalizar las protestas en todo el territorio nacional, procurando impugnar desde las calles las instituciones secuestradas por la corrupción y por la voracidad del gran capital, que el gobierno de Danilo Medina ha decidido sostener y proteger.
- Principales ejes para promover y ampliar indignación-movilización:
1.-La impunidad de delitos de Estado (corrupción, asesinatos, narco-corrupción…), con énfasis en la condena al pele-leonelismo y sus conexiones empresariales, sin dejar de señalar los cometidos por otras facciones de la partidocracia perredeísta, balaguerista y satélites; apuntando contra Danilo como su gran protector y contra las instituciones que garantizan su continuidad.
2.- El paquetazo neoliberal y su impacto inflacionario, empobrecedor… en contraste con la opulencia de ladrones de Estado y saqueadores del patrimonio nacional.
3.- Los apagones y el monto criminal de las facturas eléctricas, responsabilizando el tráfico de influencia, la corrupción estatal y especulación de los grandes empresarios privados; enfrentando el nuevo tarifazo, demandando desprivatización y un nuevo modelo de gestión bajo control social.
4.- La depredación y contaminación ambiental, explotaciones mineras onerosas, apuntando contra las transnacionales mineras (Falconbridge, Barrick, Uni Gold, Gold Corp…) y la complicidad del Estado; creando conciencia sobre la necesidad de la nacionalización de esos recursos y la defensa del medio ambiente.
5.- La violencia de género, los femenicidios, que asumen dimensiones dramáticas.
- Línea de intervención en las luchas políticos-sociales.
El nuevo auge de masas y la decadencia de los partidos tradicionales que caracterizan este periodo, posibilitan apuntar hacia la confrontación con un régimen que da señales de agotamiento, impulsando la desobediencia civil.
Proceden denuncias y acciones contra el modelo neoliberal, los representantes del bloque dominante y de la partidocracia corrompida y desacreditada; contra las instituciones que imponen las políticas empobrecedoras y des-nacionalizadoras y el actual reinado de la impunidad.
Es necesario contribuir a convertir en multitudinaria la conciencia de que esas instituciones NO NOS REPRESENTAN y de que hay que reemplazarlas.
Es preciso impulsar las más variadas indignaciones y movilizaciones para generalizarlas, procurando que gran parte de la sociedad confronte las instituciones en tanto éstas se resisten a los principales reclamos y que el pueblo tome conciencia de la necesidad de un cambio de las reglas de juego, de un nuevo sistema electoral y de la Constituyente Popular dirigida a refundar el Estado y a construir una democracia participativa.
Este régimen decadente, bajo la hegemonía del PLD y sus dos facciones, así como las elites sociales y poderes supranacionales que lo apuntalan, debe ser el blanco principal inmediato; sin darle oportunidad al dividido PRD para recuperarse y hegemonizar la oposición.
Por eso hay que hablar de una nueva oposición y resaltar la incongruencia que sería atacar la corruptela y el neoliberalismo imperante apareciendo aliados a las cúpulas de cualquiera de los dos PRD.
En lo inmediato hay que procurar volcar paso a paso el enorme repudio a Leonel Fernández y a su cártel de la corrupción contra el actual gobierno y el régimen compartido que ahora preside Danilo Medina; dados sus amarres y, sobre todo, su resistencia a enfrentarlos y enjuiciarlos. Igual hay que resaltar el carácter neoliberal y de clase de ambas facciones.
Además del descrédito del Poder Judicial tal y como está conformado, el Congreso Nacional sobresale entre las instituciones en descomposición. En ese escenario confluyen todas las fuerzas políticas corrompidas y también todas la expresiones del modelo neoliberal y de la voracidad del capital transnacional y local, a las cuales las cúpulas peledeísta, perredeísta y balagueristas están atadas y no se atreven a combatir.
Pasa igual con la Policía Nacional, la DNCD y los mecanismos represivos corrompidos y criminales.
Esto implica la necesidad de asumir con fuerza el plateo de su disolución y reemplazo por la vía del ejercicio de soberanía popular a través de un proceso constituyente.
Y en lo inmediato el despliegue esa política transformadora por una nueva oposición, exige no pactar con esas cúpulas tradicionales, neutralizar a los sectores no hegemónicos que dentro o fuera del régimen fungen de opositores o disienten de su rumbo actual, concentrando los ataques ofensivos y las acciones agresivas y de masas contra los que controlan la dictadura institucional y el régimen político en declinación, para tratar de producir la ruptura necesaria; a plena conciencia de que el primer paso hacia la revolución anticapitalista es desmontar el modelo neoliberal y el régimen de la partidocracia tradicional con un pueblo movilizado y abrazado a la idea de ser poder.
Más adelante -en armonía con esa línea de acción- se impone abordar el diseño y ejecución de una nueva política de intervención dentro de un escenario electoral que en perspectiva es preciso modificar tanto en sus mecanismos antidemocráticos como en la correlación de fuerzas, en estrecha relación con los avances de las luchas extra-electorales.
Opinión
Trump ordena, Abinader se arrodilla y el Pentágono invade
Published
3 días agoon
diciembre 11, 2025Por Narciso Isa Conde
Santo Domingo.– Al aceptar la determinación de Trump y del Pentágono, de intervenir militarmente los aeropuertos de San Isidro y Las Américas, el espacio aéreo y aguas territoriales de nuestro país, para agredir militarmente a Venezuela y a otros países de la región, Luis Abinader ha cometido el delito de traición a la patria dominicana y la peligrosa afrenta de sumarse al plan de guerra e intervención de EE.UU. en esta región.
¿Qué implica la intervención militar en bases dominicanas?
La base militar de San Isidro es la más grande del país, concentra el mayor poder de fuego (aviación, cuerpo de paracaidistas, infantería y blindados) y pasa a ser intervenida por el Comando Sur del Pentágono.
No se había visto una cosa parecida luego de la intervención militar de abril de 1965: en los últimos 60 años la intervención militar de EE.UU. se mantuvo camuflada como «asesorías», «visitas», «ejercicios» y «operaciones» puntuales; pero ahora la intervención se asume directa, invasiva, indefinida y con tropas especializadas.
La Constitución vigente -a pesar de lo conservador, autoritario y neoliberal de su contenido- obliga a Abinader a rechazar cualquier agresión a nuestra soberanía y cualquier intervención en los asuntos internos de otros países.
¿Cuál es el contexto político y regional de esta acción?
En verdad, no se trató de un «acuerdo», sino de una orden de Trump y el Pentágono, fielmente cumplida por Abinader, en medio de un despliegue naval en el Caribe y áreas del Pacífico; apuntando contra Venezuela y Cuba, en primer lugar y sucesivamente.
Pero también contra los gobiernos de México y Colombia (Colombia ya invadida por 10 bases militares), sin descartar Nicaragua, ni a otros países que no se le dobleguen a un imperio furioso por su decadencia, empecinado en saquear petróleo, gas, minerales estratégicos, biodiversidad y fuentes de agua en Nuestra América.
El cartel mayor del Hemisferio Occidental es Wall Street y el mercado más grande es el Norte Revuelto y Brutal, mientras aquí abundan las narco-complicidades en altas instancias del Estado.
Este es un narco-estado y si no lo creen, examinen los largos años de impunidad de altos funcionarios civiles, militares y empresarios protectores de los capos Quirino, Figueroa Agosto, Toño Leña, Cesar El Abusador, Arturo del Tiempo, Nelson Solano, Miguel Gutiérrez, Miki López, Yamil Abreu y los capos del Cartel del Cibao, que primero financió al PLD y luego al PRM.
Examinen la narco-política del PRM y por qué las conexiones del narco con sus jefes políticos en funciones gubernamentales no se atacan ni se sancionan.
Opinión
Educación y carácter: deuda que RD no puede posponer
Published
3 días agoon
diciembre 11, 2025Por Isaías Ramos
Santiago nos golpeó con dos tragedias que el país no puede normalizar. Noelvin Jeremías Cabrera, de 14 años, murió tras un conflicto vinculado al entorno escolar luego de salir del Politécnico Simón Antonio Luciano Castillo; otro adolescente guarda prisión preventiva mientras se conoce el proceso.
Días después, Stephora Anne‑Mircie Joseph, de 11 años, falleció por ahogamiento durante una excursión escolar del Colegio Leonardo Da Vinci. Según informó el Ministerio Público, el caso se investiga como homicidio involuntario y se detuvo a cuatro personas, alegando presuntas fallas graves de supervisión y seguridad.
Estos episodios no son accidentes desconectados. Son síntomas de un deterioro profundo: en demasiados entornos escolares se ha debilitado la fuerza formativa, la autoridad moral y la coherencia institucional. Durante casi treinta años, la formación moral y cívica ha sido relegada y, al mismo tiempo, la disciplina ha sido malinterpretada como autoritarismo, dejando un vacío que hoy se expresa en conductas violentas, negligencia, irrespeto y una cultura escolar sin límites claros.
El Gobierno reaccionó anunciando una mesa interinstitucional “permanente” entre el Ministerio de Educación y la Procuraduría, enfocada en prevención, monitoreo y protocolos de actuación. Es un paso necesario. Pero debemos ser honestos: la República Dominicana está cansada de anuncios que no pasan de la rueda de prensa. La ciudadanía exige resultados medibles, responsables identificables y continuidad real. Lo que no se supervisa se pierde; lo que no se mide se diluye.
El problema de fondo excede cualquier mesa técnica. La Constitución es clara: el artículo 63, numeral 13, ordena como obligatoria en todas las escuelas —públicas y privadas— la formación social, cívica y ética, la enseñanza de la Constitución, los derechos fundamentales y la convivencia pacífica. La Ley 66‑97 insiste en principios como el respeto a la vida, la democracia, la solidaridad, la verdad y los valores que sostienen la dignidad humana. Sin embargo, entre la teoría legal y la práctica cotidiana hay un abismo que seguimos pagando con vidas jóvenes.
Hay, sin embargo, una señal alentadora: la Ordenanza 02‑2025 del Ministerio de Educación, que establece la implantación formal de la asignatura Educación Moral, Cívica y Ética Ciudadana en todos los niveles a partir del año escolar 2025‑2026. Es un avance importante, pero no será suficiente si no se acompaña de tres elementos indispensables: formación docente rigurosa, coherencia institucional y supervisión real. Una asignatura sin cultura institucional es como sembrar sin preparar la tierra.
En el Frente Cívico y Social entendemos que volver a educar el carácter implica recuperar la disciplina como virtud cívica, no como castigo. Disciplina significa dar estructura, sostener límites razonables y construir hábitos que fortalezcan la voluntad. Significa ser coherente —los adultos primero—, persistente —todos los días— y consistente —consecuencias claras, justas y previsibles—. La disciplina bien aplicada protege al alumno, dignifica la convivencia y devuelve a la escuela su papel como taller de ciudadanía.
Esta visión ha sido afirmada desde perspectivas distintas pero convergentes. Elena G. de White advirtió que la verdadera educación desarrolla la facultad de pensar y hacer, evitando que los jóvenes sean “simples reflectores del pensamiento de otros”. Y Camila Henríquez Ureña alertó contra reducir la educación a instrucción técnica, recordándonos que formar el ser es más decisivo que enseñar destrezas.
Hoy, en plena era de la inteligencia artificial, esta verdad es más urgente: la información se obtiene en segundos; el carácter se forma con esfuerzo cotidiano y con entornos que sostengan lo correcto cuando haya presión.
En medio de tanta preocupación, pude ver una señal de esperanza. Recientemente compartí con el personal docente y administrativo del Colegio Adventista Salvador Álvarez de Jababa, Moca: la escuela donde estudié de niño, fundada en 1925 y portadora de cien años de legado educativo y cristiano. Allí, en una actividad anual organizada por la familia Álvarez‑Piantini‑Schliemann, reafirmamos un compromiso: trabajar juntos para que este colegio rural se convierta en un referente nacional de educación integral y disciplina con propósito. En tiempos de crisis, los ejemplos valen más que los discursos.
Si queremos honrar a Noelvin y a Stephora, debemos transformar el duelo en acción verificable. Necesitamos un protocolo nacional obligatorio para excursiones escolares y actividades de riesgo, con auditoría anual y sanciones claras cuando se incumpla. Necesitamos indicadores públicos de convivencia —con estricta protección de identidad— y, más importante aún, que se publiquen de forma trimestral por distrito educativo: incidentes reportados, tiempos de respuesta, medidas aplicadas y avances en prevención. Y necesitamos la ejecución seria, no decorativa, de la formación moral y cívica, con acompañamiento docente, supervisión independiente y continuidad sostenida.
Porque una sociedad que educa el carácter reduce la violencia. Y una que renuncia a esa tarea termina llorando a sus hijos.
Despierta, RD!
Por Rommel Santos Diaz
Otro de los derechos accesorios al derecho a la participación es el derecho a la notificación. Una vez que las víctimas sean reconocidas como tales frente a la Corte Penal Internacional, en una situación o en un caso, directamente o a través de sus representantes legales, las víctimas tienen derecho a ser notificadas e informadas de los avances del procedimiento, de las decisiones de la Sala correspondiente, de las fechas de las audiencias, de la interposición de recursos por las partes , entre otras diligencias.
Tanto la publicidad de los procedimientos como la notificación a las víctimas son claves para garantizar que esta pueda ejercer su derecho a la participación.
Esta importancia es reconocida por algunas disposiciones que hacen expresa la necesidad de que las víctimas tengan conocimiento del estado de los procedimientos; por ejemplo la norma 87 establece la obligación explícita del Fiscal de notificar a las víctimas de acuerdo a la regla 50(1) y la regla 92(2). Igualmente, derivado del artículo 15 del Estatuto de Roma, la Secretaría podrá asistir en esta notificación si así es requerida por la Fiscalía.
Igualmente, existe la obligación de notificar y dar adecuada publicidad de las actuaciones por medios generales de acuerdo a las reglas 92(8) y 96(1).
Esta función se encuentra regulada en el Reglamento de la Secretaría de la Corte Penal Internacional en donde se reconoce la importancia de que esta información sea accesible a las víctimas para facilitar el ejercicio de sus derechos.
Finalmente es importante mencionar que los jueces al ser los garantes del debido proceso y el ejercicio de las víctimas, tienen la facultad de rechazar una solicitud de participación si consideran que en ella no se ha acreditado la calidad de víctima frente a la Corte Penal Internacional.
Sin embargo, las víctimas podrán presentar otra solicitud en una etapa ulterior de acuerdo a la regla 89(2).Finalmente las víctimas si así lo desean, podrán retirar su solicitud de participación en cualquier momento si así conviniere a sus intereses.
