Pese a que el Ayuntamiento del Distrito insta a los residentes y comerciantes a sacar la basura a partir de las 6:00 de la tarde, la inobservancia a estas recomendaciones es reiterada.Al caminar por cualquier calle del Centro Histórico en horas de la mañana y la tarde es común observar pequeñas montañas de basura en las esquinas, que dan al visitante la impresión de descuido.
En calles como Las Mercedes, Duarte, Luperón e Isabel La Católica, la limpieza y la higiene “brillan” por su ausencia, restando valor y solemnidad a los monumentos y sitios de relevancia histórica. El problema de la acumulación de desechos se agrava por la falta de zafacones y contenedores, obligando a las personas a colocar las fundas de desperdicios en las calles y aceras o en las escasas papeleras que encuentran.
Para la arquitecta Diana Martínez, directora de Patrimonio Cultural y Centro Histórico, el ornato y limpieza de la Ciudad Colonial no sólo debe ser atribución del cabildo sino que debe involucrar a las personas que hacen vida en la zona.
Colaboración ciudadana
En ese sentido, propone un plan de educación ciudadana, que sensibilice a sus residentes sobre la importancia del lugar no sólo para el desarrollo del turismo sino para su propia salubridad.
“Creo que la Ciudad Colonial tenemos que tenerla como una casa grande que tiene que estar en orden y limpia para nosotros, y no solamente en orden y limpia, sino que nosotros como ciudadanos tenemos que entender el valor y la importancia patrimonial y cultural que el centro histórico tiene para nosotros, de manera que ayudemos a conservarlo y preservarlo”, agrega.
Diagnóstico
En el diagnóstico para la recuperación integral del Centro Histórico, elaborado en 2004 por la firma italiana Lombardi & Associati, por encargo del entonces Secretariado Técnico de la Presidencia, se cita el mal manejo de los desechos sólidos como uno de los puntos críticos que empañan la imagen de la zona.
Sumado a la mala gestión del sistema de depósito y recolección de basura, que degenera en problemas sanitarios, el estudio añade el alto riesgo que representa el manejo de los desechos peligrosos provenientes de centros hospitalarios, como el Padre Billini, y de industrias como las imprentas que abundan en la zona.
El análisis también coloca en punto de mira la acentuada contaminación del río Ozama, que impide su integración y aprovechamiento con fines turísticos.
El plan de revitalización auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) busca elaborar políticas para el mejoramiento de servicios claves, como la recogida de basura y el control de la contaminación por emisiones de gases y ruidos.
En ese sentido, la urbanista Amparo Chantada afirma que la zona ya no aguanta más contaminación por la combustión de gases que pone en peligro los monumentos por lo que propone que el lugar sea peatonalizado cuanto antes.
En cuanto a limpieza, Chantada afirma que por años el cabildo ha sido “completamente inoperante” en la Ciudad Colonial.
Estudio cita causas del mal manejo de la basura
Al momento de realizarse el diagnóstico en la Ciudad Colonial se generaban unas 25 toneladas diarias de residuos sólidos, que al mes significaban 600 toneladas. Estos residuos provienen de viviendas, instituciones públicas y privadas y como resultado de la poda de árboles en plazas, parques y viviendas. También contribuyen a ensuciar los asistentes a actividades públicas, así como los comercios, supermercados, restaurantes, oficinas, hoteles, restaurantes y vendedores ambulantes.
Entre las causas del fracaso del sistema de rutas y frecuencias el estudio cita la falta de establecimiento y seguimiento a horarios de recolección; falta de participación y educación ciudadana para apoyar el servicio; depósito incontrolado de residuos en áreas públicas. Otro de los aspectos reseñados son la acumulación por arrastre y/o depósito incontrolado de residuos en la orilla del río Ozama; microvertederos que se mantienen en lugares en donde anteriormente había contenedores que fueron retirados por limitaciones en el vaciado y mal uso de los usuarios y falta de coordinación con los restaurantes y bares para almacenar y colocar la basura.