LA HABANA. – América Latina completa se declaró zona libre de armas nucleares y agresiones fronterizas, y los gobiernos se comprometieron a resolver los conflictos internos o con sus vecinos de forma pacífica.
El compromiso firmado por los 33 países de la región fue el primer documento que resultó de la II Cumbre de Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) que reunió a todos las naciones del continente menos a Estados Unidos y Canadá.
«Declaramos a América Latina y el Caribe como Zona de Paz basada en el respeto de los principios y normas del Derecho Internacional», leyó el mandatario Raúl Castro, el anfitrión de la cita.
El texto rubricado por los gobernantes indicó además que se solucionará de manera «pacífica de controversias a fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza del uso de la fuerza de nuestra región».
Los Estados también se comprometieron a «no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro» y «observar los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos».
El documento indicó que las naciones tienen el derecho de darse a sí mismo el sistema político, económico y social que lo deseen y convivir amistosamente independientemente de sus diferencias y diversidades.
Cuba entregará el miércoles martes la presidencia de la CELAC a Costa Rica en la segunda jornada de una Cumbre que convocó a decenas de mandatarios del continente a la isla.
Durante sus discursos o en breves declaraciones los mandatarios reconocieron la importancia del tema de la «zona de paz», pero también le dieron diferentes lecturas al asunto de la paz.
El presidente colombiano por ejemplo habló de la importancia de los diálogos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con las cuales negocia en Cuba desde hace un año.
«Y hablando de paz quiero agradecer de manera especial el apoyo de todos ustedes al proceso de paz que venimos adelantando en Colombia», dijo Santos. Cuba, Venezuela y Chile –además de Noruega– son facilitadores del diálogo que podría terminar con un conflicto de 50 años en el país sudamericano.
«Ojalá en la próxima Cumbre (de la CELAC) en Costa Rica podamos decir que el conflicto armado en Colombia ha terminado», manifestó.
Por su parte el peruano Ollanta Humala aprovechó el foro para expresar su satisfacción con una decisión de este lunes de la Corte Internacional de La Haya sobre un diferendo territorial que tiene con Chile.
«Hemos saludado la victoria de la paz, consideramos que Perú y Chile están dando un ejemplo a la comunidad internacional», expreso Humala para quien ambas naciones están comprometidas en una «convivencia civilizada».
Otros como el guatemalteco Otto Pérez Molina advirtió lo compleja que es la cuestión de la paz en países donde la violencia y el narcotráfico se señorearon y pidió ayuda a los países de la CELAC para trabajar conjunto para combatir estos flagelos.
Varios de los gobernantes presentes asistieron el miércoles a la inauguración de un museo dedicado al extinto gobernante venezolano Hugo Chávez instalado en la antigua fortaleza militar Morro-Cabaña.
Chávez fue un fuerte impulsor de la CELAC, un foro que agrupa a 33 países del continente, menos Estados Unidos y Canadá.
Al museo –dos salas, una con la historia de Venezuela y otra con objetos personales de Chávez– llegaron los gobernantes Raúl Castro y Nicolás Maduro; así como Laura Chinchilla de Costa Rica, Juan Manuel Santos de Colombia; José Mujica de Uruguay y Evo Morales de Bolivia.
La cita arrancó el martes, pero el miércoles algunos mandatarios continuaban llegando como el peruano Ollanta Humala y los chilenos Sebastián Piñera y su sucesora electa, Michelle Bachelet.
«Estamos seguros que compartiendo experiencia entre los países de América Latina y el Caribe vamos a poder enriquecer las políticas públicas en cada uno de nuestros países», dijo tras su arribo Piñera.
El valor agregado para el mandatario es la posibilidad de reunirse con otros gobernantes y para quien la «sola opción» de América Latina para insertare en el mundo es «la integración al interior» de la región.
Aunque no hubo acceso directo a los gobernantes, imágenes sin sonido transmitidas a la sala de prensa del foro mostraron el momento en que los mandatarios llegaban al reciente de sesiones y distendidos charlaban.