Juan Manuel Santos, presidente de Colombia
BOGOTA, Colombia.El presidente Juan Manuel Santos anunció el miércoles que los campamentos de las FARC volverán a ser bombardeados luego de que 11 militares fueron asesinados en el suroeste colombiano por miembros de esa guerrilla.
«He ordenado a las Fuerzas Armadas levantar la orden de suspensión de bombardeos a los campamentos de las FARC hasta nueva orden», dijo el mandatario desde la ciudad de Cali.
El anuncio se conoció luego de que 11 militares murieron y 19 resultaron heridos durante un ataque de las FARC en un hecho que puso en entredicho el cese el fuego unilateral anunciado por la guerrilla en diciembre.
«Que les quede claro a las FARC que no me voy a dejar presionar por hechos infames como éste para tomar una decisión de cese al fuego bilateral», enfatizó Santos. «El incidente fue producto de un ataque deliberado y viola la promesa de la tregua unilateral», agregó.
En un comunicado de prensa, la Tercera División del ejército había informado más temprano que cuando los militares se encontraban haciendo patrullajes «fueron atacados con artefactos explosivos, granadas y armas de fuego».
El choque armado, según el reporte oficial, se produjo hacia la medianoche del martes en el municipio de Buenos Aires, en el departamento de Cauca y a unos 330 kilómetros al suroeste de Bogotá.
En rueda de prensa, el general Mario Augusto Valencia, comandante de la Tercera División, había acusado a las FARC del ataque contra sus hombres.
Dos soldados están heridos de consideración, otros seis presentan lesiones leves y 11 más fueron afectados por la onda explosiva, según el comunicado. Un suboficial que había resultado herido murió horas después del ataque, informó el ejército.
Desde fines de 2012 el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llevan a cabo negociaciones de paz en Cuba para tratar de poner fin a más de 50 años de conflicto armado interno.
En diciembre las FARC habían anunciado un cese unilateral del fuego siempre y cuando sus guerrilleros no fueran agredidos por las fuerzas del orden.
El jueves de la semana pasada, Santos había prorrogado por un mes la suspensión de los bombardeos a los campamentos de las FARC por los avances en el proceso de negociación de La Habana y con el fin de empezar a disminuir la intensidad del conflicto.
Desde la capital cubana, el jefe guerrillero Pastor Alape, cuyo verdadero nombre es José Lisandro Lascarro, dijo desconocer los detalles del incidente en Cauca pero pidió a Santos el cese bilateral del fuego.
«Señor presidente Santos: la tregua bilateral, el cese al fuego bilateral, es urgente para la nación y esa noticia la espera el país», enfatizó en rueda de prensa Alape, quien integra el secretariado, la máxima línea de mando de las FARC.
Para el comandante rebelde, los combates en Cauca, «a todas luces, tienen su causa en esa incoherencia de parte del gobierno de estar ordenando operativos militares contra una guerrilla que está en tregua».
Carlos Lozano, director del semanario Voz, del Partido Comunista Colombiano, opinó por teléfono que lo sucedido en Cauca es consecuencia de dialogar en medio de la guerra. «Las FARC pueden declarar un cese indefinido (del fuego), pero si el ejército se reserva… el derecho de actuar y de hacer presencia en todo el territorio nacional» es complicado para la guerrilla saber si las tropas oficiales están en plan de patrullaje o en una acción ofensiva.
Por su parte el senador Alfredo Rangel, del opositor Centro Democrático, sostuvo que en las FARC no hay ruedas sueltas «porque son una organización jerarquizada en donde la desobediencia o las divisiones son castigadas con el fusilamiento o la degradación». En síntesis, enfatizó, si la comandancia de las FARC no desautoriza hechos como los de Cauca «es porque están totalmente de acuerdo con ellos».
El expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), un crítico acérrimo del proceso de paz, se dirigió en su cuenta de Twitter a Santos y le dijo que «no nos engañe más por favor, no justifique el asesinato de nuestros soldados con el cuento de la guerra que quiere terminar»’.
En diálogo con AP, el senador Iván Cepeda, del izquierdista Polo Democrático Alternativo, condenó el ataque contra la fuerza pública y lamentó que haya sucedido en momentos en que el país estaba asistiendo a una disminución de las acciones militares entre la fuerza pública y la guerrilla.
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