Conecta con nosotros

Editorial

Una Solicitud Inapropiada

Published

on

Un denominado grupo de intelectuales, como ellos mismos se identifican, ha hecho público un documento en el que pide la renuncia del presidente Danilo Medina, cuya solicitud es totalmente desacertada e irracional.

Lo primero es que nadie puede negar que la República Dominicana atraviesa por una situación institucional muy cuestionable, donde la corrupción campea por doquier e incluso la propia elección del presidente Medina en el año 2016 fue totalmente viciada, dado que se restableció la reelección sobre la base de la compra de voluntades y el voto de los legisladores.

Fue una elección presidencial revestida de mucha ilegitimidad, pero se impone preguntarse si el país está en condiciones materiales de convocar a elecciones nuevamente dentro de un año como proponen algunos de los llamados o supuestos intelectuales.

La respuesta al respecto es definitivamente no, lo cual coloca la propuesta de los llamados o supuestos intelectuales como un contrasentido, carente de prudencia, de sensatez y podría decirse hasta de delicadeza.

A caso estos llamados intelectuales no tuvieron la racionalidad para darse cuenta, que aunque ese documento no es vinculante con la Marcha Verde,  el Gobierno y otros sectores de la vida nacional podrían colegir que el mismo proviene de este movimiento ciudadano, sobre todo porque algunos de los firmantes, en alguna circunstancia, han servido de voceros de éste.

Hay gente que cuando no la hacen a la entrada, la hacen a la salida, pero hay muchos otros que la dañan no importa en qué posición se encuentren.

Esto documento parece ser el resultado del síndrome del protagonismo y el vanguardismo que predomina en la mayoría de los grupos políticos y sociales de la República Dominicana.

Hemos hablado en muchas ocasiones sobre la doble moral y así como se da este fenómeno en el gobierno, en prácticamente la mayoría de los funcionarios de Danilo Medina, también en casi todos los firmantes de ese petición, porque los conocemos prácticamente a todos, algunos de los cuales,  más que aparecer firmando un documento en tal sentido debían estar en tratamiento médico por adicción y otros debían acudir a algún seminario o entrenamiento para reasumir valores.

Con este crudo planteamiento sólo queremos reflejar la triste realidad que vive la sociedad dominicana, donde muchos de los que critican al que también lo está haciendo mal, no tienen otro propósito que ocupar la posición del que se quiere sacar del poder para hacer exactamente lo mismo o tal vez algo peor que los que administran actualmente la cosa pública.

Como parte del engaño a la ciudadanía del llamado grupo de intelectuales, habría que citar a individuos que nunca han leído ni la publicación de una revista de muñequitos, lo cual tampoco justifica el desorden que mantiene el Partido de la Liberación Dominicana en el control de la administración pública.

Si se viera un poco más respetuosamente a la gente, se debió publicar ese documento como ciudadanos para que tuviera un poco más de credibilidad,  no como intelectuales, aunque en este país todo el mundo se autodefine como le viene en gana.

Sólo abogamos porque uno y otro se comporten con mucha transparencia hacia la sociedad dominicana, donde los antivalores permiten que cualquier persona sin ningún mérito se crea con la capacidad hasta para interferir en cuestiones muy delicadas como el control del Estado.

De manera, que nadie puede negar el desorden que prevalece en el Estado, pero también de una oposición plagada de debilidades, falta de seriedad, anti-democrática y que sólo persigue el poder para hacer algo igual o peor que lo que hace el gobierno de Danilo Medina o lo que hizo el expresidente Leonel Fernández o Hipólito Mejía.

Es definitivamente un contrasentido, un absurdo, una falta de realismo, la publicación del referido documento, el cual hace más daño que bien a la sociedad dominicana, donde predomina un estado de cosas que constituye un motivo de gran preocupación.

La simulación, la doble moral, la falta de seriedad no son debilidades sólo del Gobierno, sino también de la llamada oposición, de la cual forman parte los llamados intelectuales, lo cual recomienda que ambos sean barridos por la sensatez, la prudencia y el amor sincero por la patria.

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Editorial

La solemnidad de una justicia con pies de barro.

Published

on

La promoción de la vía de hecho por la ineficacia de la justicia nacional, son muy pocos los quieren verla, unos por su baja formación y su pensamiento no profundo y otros porque son parte del mal.

Pero lo cierto es que el fenómeno constituye un problema de una magnitud insospechada y de una peligrosidad que amenaza las propias entrañas de la fallida democracia nacional.

El asunto no parece tener una solución fácil en razón de que tiene un componente profundamente político y cultural.

Los debilidad y la vocación de violar la ley suprema y las adjetivas de la noción puede echarlo todo a perder, sobre todo porque no se trata de un mal a nivel de una sola instancia publica, sino de todo el tejido social e institucional.

El nivel de la problemática del sistema de justicia nacional se podría convertir en una falta que también comprometa la responsabilidad civil y penal del Estado porque se trata de la violación de derechos humanos fundamentales protegidos por el derecho internacional,

Son múltiples y variadas las violaciones de los derechos fundamentales en que incurren los tribunales nacionales a través del no respeto de los plazos razonables y en consecuencia de la tutela judicial efectiva, el debido proceso y el derecho a la defensa.

Otros principios constitucionales violados por los actores del sistema de justicia son el de celeridad, economía procesal y el de analogía, así como el del juez natural y el de estatuir ante pruebas aportadas por las partes,

En realidad se trata de un asunto de una dimensión inmedible, cuya solución no parece tan simple y sencilla.

Ahora mismo puede decirse  con toda seguridad que la ineficacia y contaminación politiquera del sistema de justicia produce en la nación un efecto que lo daña todo, absolutamente todo.

Es un verdadero cáncer que impacta todo el cuerpo social de la Republica Dominicana

Continue Reading

Editorial

Un problema que no se ve a simple vista.

Published

on

La educación superior dominicana, que como bien se establece en el reportaje que aparece en la sección “De Portada” de este diario, implica un problema que debe motivar profundas reflexiones para que el país se avoque a pasar de la deficiencia a la calidad de la enseñanza universitaria.

Pero este es un asunto que sólo puede solucionarlo el Estado, el cual no está en capacidad de dar los pasos para que al cabo de algunos años el cuadro pueda dar un giro positivo.

La tendencia entre los dominicanos es sólo ver lo que está frente a ellos, sobre todo en materia de educación universitaria, pero no hay forma de llevar su mirada crítica a lo que requiere de un esfuerzo más profundo y exhaustivo.

El gran problema de la educación superior del país es que no sólo la situación depende de la negligencia y la deficiencia del Estado, sino que además que no se cuenta con una cultura para crear un cuerpo profesoral preparado para impartir docencia a nivel universitario, aunque, naturalmente, una cosa depende de la otra.

De manera, que los resultados no pueden ser peores, cuyos egresados, penosamente, terminan su carrera con una formación tan precaria que en la práctica son analfabetos funcionales.

Lo peligroso del fenómeno es que la sociedad está frente a médicos que puedan matar al paciente, ingeniero civil que construya una obra que puede caerle en la cabeza en cualquier momento a sus propietarios y un abogado que no puede asesorar idóneamente a su clientes y en consecuencia poner en peligro, por su poca formación, la tutela judicial efectivo, el debido proceso y el derecho a la defensa.

De manera, que el asunto no es como se puede ver a simple vista, sino que se trata de una deficiencia que aparte de hablar muy mal de toda la sociedad, amenaza la seguridad nacional, todo como resultado de un problema integral que impacta a todo el Estado.

Lo grave del problema es que no se ven soluciones fáciles en el camino, porque además la explicación de una educación superior fundamentada más en el negocio vulgar que en un plan nacional para lograr los índices de desarrollo del mundo competitivo de hoy, es parte de una cultura nacional y de un neoliberalismo salvaje que se lleva de paso todo lo bueno.

La realidad es que no es posible poner en orden las universidades nacionales, ya que en el país todo está contaminado con la politiquería, de arriba hacia abajo y lo contrario, de abajo hacia arriba.

Se impone entonces la siguiente pregunta: ¿Quién nos sacará del tremendo tollo de la educación superior nacional, aunque la respuesta más realista es que no hay una respuesta convincente y que satisfaga.

Continue Reading

Editorial

El Oncológico es un espejo de un problema de un gran alcance.

Published

on

No son pocos los conflictos originados en sindicatos, clubes culturales y deportivos, cooperativas de ahorros y préstamos y los propios partidos políticos, que son asaltados por grupos de personas que los usan con fines muy particulares.

Puede decirse que se trata de un cáncer que resulta complicado erradicar, con el agravante que esa mala práctica es reproducida cuando personas con la misma filosofía de vida llegan a la administración pública, lo que explica la gran cantidad de casos de sustracciñn de fondos del patrimonio público.

Realmente el país está copado por los que piensan que deben llegar a este tipo de instituciones, las cuales no tienen fines de lucro, para manipular sus recursos y creerse incluso que es algo que legítimamente les pertenece.

Un ejemplo muy elocuente al respecto son los partidos políticos, los cuales son manejados como empresas privadas y propiedad de particulares, pese a que en  realidad se trata de una figura que está legalmente regulada y que no puede ser jamás un patrimonio personal.

Pero el mismo problema es encontrado por doquier, cuyos propiciadores de este tipo de conducta sumergen a la sociedad en un gran dolor de cabeza.

El asunto ahora se puede ver con lo que ocurre en el Patronato Cibao contra el Cáncer, cuya institución juega un papel de primer orden para combatir una enfermedad tan severa y mortal como esa.

El problema del Oncológico del Cibao ha entrado ya a los tribunales competentes y sólo se espera un desenlace que tal vez no sea la panacea al problema, porque se van unos con un criterio equivocado en el manejo de este tipo de organizaciones, pero llegan otros que no difieren, absolutamente en nada, en la forma de ver el asunto.

Independiente de cual sea la decisión del tribunal que conoce el caso, debe admitirse que la sociedad dominicana está frente a una cuestión que lesiona lo más profundo de la sensibilidad humana, sobre todo porque no hay ningún tipo de arrepentimiento.

Hoy ha salido a la superficie el conflicto en el Patronato Cibao contra el Cáncer, pero la raíz del conflicto, con una explicacion profundamente cultural,  es que una gran cantidad de instituciones sin fines de lucro hoy permanecen asaltados por grupos de «vividores» que  ponen en tela de juicio las  bases de la dominicanidad.

Continue Reading

Edificio La República: Restauración No. 138, cuarta planta, Santiago, República Dominicana. Teléfono: 809-247-3606. Fax: 809-581-0030.
www.larepublicaonline.com  / Email: periodico@larepublicaonline.com
Copyright © 2021 Blue National Group