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Abbe Lowell enfrenta su desafío más difícil como defensor en el juicio de Menéndez

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El veterano abogado, que defendió con éxito a John Edwards en violaciones a las finanzas de campaña, está buscando ayudar a un senador estadounidense a superar una serie de cargos federales de soborno.

NUEVA JERSEY.-El abogado de defensa Abbe Lowell, que ha surgido como un elemento clave en casos criminales que involucran a políticos de alto perfil de Washington, está contemplando uno de sus retos más difíciles: ayudar a un senador de Estados Unidos en activo a superar una serie de cargos federales de soborno.

El veterano abogado de cuello blanco de Washington viajará a una sala de Newark esta semana para dirigir la defensa del senador de Nueva Jersey, Robert Menéndez. El demócrata de 63 años enfrenta cargos de corrupción por sus repetidas intervenciones ante el gobierno federal a favor de un donante de la Florida.

Es un terreno familiar para Lowell, quien ha representado exitosamente a una lista de clientes incluyendo al republicano Jack Abramoff, al exsenador republicano de Nevada John Ensign y al líder de la mayoría del Senado del estado de Nueva York, Joe Bruno, que recientemente asumió como clientes al yerno y asesor del presidente Donald Trump Jared Kushner en la investigación en proceso sobre Rusia.

Sin embargo, algunos de los paralelismos más sorprendentes pueden estar en la defensa de Lowell del exsenador John Edwards, quien fue acusado de violar las leyes de financiamiento de las campañas al dirigir casi un millón de dólares para cubrir su relación extramatrimonial con una videógrafo y su embarazo en el pico de la primaria presidencial demócrata de 2008.

En ese juicio-ensayo hecho para los tabloides, Lowell argumentó que los donantes ponen el dinero por amistad personal. El caso terminó con un jurado en desacuerdo, lo que llevó a los fiscales a tirar la toalla.

“Desde el nivel de 20,000 pies, lo que todas estas cosas tienen en común es la dificultad de probar intenciones criminales o intenciones corruptas en un caso de cuello blanco”, dijo Randall Eliason, un exfiscal federal. “A menudo, probar lo que pasó es la parte fácil. Lo difícil es demostrar por qué”.

El punto crucial del desafío de Lowell en el caso de Menéndez es desmantelar las demandas de los fiscales federales de un quid pro quo.

La frase en latín capta claramente la acusación de la fiscalía de que más de US$750,000 en naciones políticas dadas por el rico oftalmólogo Salomón Melgen −y una cantidad de vuelos privados, estancias en hoteles de lujo y otros regalos− equivalían a sobornos entregados a cambio de la ayuda de Menéndez.

Los fiscales sostienen que el demócrata de Nueva Jersey intervino con las autoridades federales para obtener visados para tres de las novias de Melgen; para evitar acciones del gobierno de EE.UU. que hubieran interrumpido un contrato de seguridad portuaria con una de las compañías de Melgen en República Dominicana, y ayudar a Melgen en una multimillonaria disputa con el Medicare.

Lowell rechazó las solicitudes de entrevistas, pero emitió una declaración diciendo que Menéndez acepta el juicio, establecido para los argumentos de apertura poco después del Día del Trabajo (en EE.UU.).

“Después de que se presentaron los cargos, el senador Menéndez dijo en el tribunal y al público que no era culpable y esperaba demostrar que las acusaciones en su contra eran falsas. Ahora, a medida que se acerca el juicio, tendrá la oportunidad de hacerlo para que todos lo puedan ver”, dijo Lowell. “El senador está de buen ánimo, tiene fe en el sistema de justicia estadounidense y confía en que cuando todos los hechos sean escuchados, será justificado”.

Una condena podría conducir a la salida de Menéndez del Senado, aunque las reglas del Senado no requieren que Menéndez renuncie automáticamente −estableciendo una posible pelea política mientras los demócratas maniobran para evitar que el gobernador republicano Chris Christie, un aliado cercano de Trump, designe a alguien para completar su período de servicio. Menéndez se enfrenta a la reelección en 2018 y ha dicho que planea presentarse.

Se espera que el equipo de defensa de Menéndez afirme que el senador actuó por preocupaciones políticas legítimas y por su vieja amistad con Menéndez, no a cambio de las donaciones o los regalos. “Los fiscales del Departamento de Justicia no saben diferenciar entre la amistad y la corrupción”, dijo Menéndez en una conferencia de prensa tras su acusación en 2015.

Esa línea de defensa se hace eco de la que Lowell desplegó en el caso Edwards, después de que el exsenador de Carolina del Norte fuera acusado del encubrimiento de su asunto y de su paternidad de un niño fuera del matrimonio con la videógrafo Rielle Hunter.

Allí, también, Lowell argumentó que alrededor de un millón de dólares gastados en vivienda, viajes y gastos de vida para Hunter y el hijo de la pareja fue ofrecido por los asociados de Edwards por amistad personal con él y no para hacer avanzar su campaña presidencial.

“Abbe Lowell es obviamente un abogado muy bueno, pero en lo que él fue realmente bueno durante el juicio de Edwards fue en explotar el hecho de que no había pruebas contundentes −algunos mensajes de correo electrónico, alguna conexión manifiesta entre los regalos y alguna acción posterior”, dijo Catherine Dunham, profesora de derecho de la Universidad de Elon, quien observó gran parte del juicio de Edwards. Ganar casos como éste, agregó, depende de ser capaz de convencer a un jurado de que un político carismático “sería el receptor de la generosidad de alguien” sin la promesa de otros favores.

En el juicio de Edwards en Greensboro, Carolina del Norte, Lowell, nacido en el Bronx, parecía a veces criticar al juez, que provenía de Memphis. Pero Lowell parecía dispuesto a ampliar los límites, ir más lejos.

“Él nunca iba a presentarse ante el juez de nuevo, por lo que actuaba como el abogado de fuera de la ciudad que no iba a tener miedo de quemarse un poco”, recordó Dunham.

La labor de Lowell a favor de Edwards fue visto como un éxito. El juicio del exsenador y candidato a la vicepresidencia resultó en un jurado trabado en la mayoría de los cargos. El Gobierno acabó dejando caer el caso.

Entre otros paralelismos entre los juicios de Edwards y Menéndez están las acusaciones procaces que aumentaron la cobertura mediática del caso. Edwards embarazó a su amante durante el auge de la campaña presidencial de 2008 y fue acusado de conspirar para mantener el asunto en silencio, utilizando el dinero de los donantes para instalarla en alojamientos de lujo.

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Internacionales

PP pide informe de vuelos realizados con aviones Falcon a República Dominicana

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Europa Press

España.-El Partido Popular español, haciendo uso de su mayoría en el Senado, ha aprobado una iniciativa en la que reclama al Gobierno un informe detallado motivando las razones de cada uno de los vuelos del Falcon con destino final o escala de repostaje en la República Dominicana desde la llegada de Sánchez a Moncloa, así como explicar si participaron en estos viajes el exministro José Luis Ábalos, su exasesor Koldo García o la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez.

Se trata de una moción –iniciativa no legislativa–, que los ‘populares’ han aprobado en el Pleno del Senado para reclamar un informe detallado con las fechas y razones de los vuelos de autoridades con los aviones Falcon o Airbus.

Asimismo, el PP quiere que el Gobierno identifique y detalle «de manera individualizada» a los cargos públicos, asesores y demás acompañantes, excluyendo a militares y personal perteneciente a la Casa Real, que hayan formado parte de cada uno de esos vuelos a República Dominicana.

«Dado el secretismo gubernamental que se ha impuesto en torno a esos numerosos desplazamientos a República Dominicana, las múltiples incógnitas y los motivos de esos vuelos se han convertido durante más de un año en preguntas reiteradas al Gobierno acerca de cuál era el objetivo de los mismos y quienes eran los ocupantes de esos aviones, que el ejecutivo o bien ha eludido responder o bien ha contestado con vagas evasivas», denuncia el PP.

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Internacionales

Estados Unidos deporta a Osiel Cárdenas Guillén, el sanguinario exlíder del Cartel del Golfo

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El capo de 57 años ha sido ingresado al penal del Altiplano y enfrenta tres procesos federales

Los Ángeles.-Osiel Cárdenas Guillén va de vuelta a México, el país en el que impuso su ley del terror como líder del Cártel del Golfo (CDG). El narcotraficante, conocido en el bajo mundo con el apodo de mata amigos, ha sido deportado este lunes desde Estados Unidos, donde cumplió algo más de la mitad de una condena de 25 años por su buena conducta. El capo no será hombre libre en su país. Las autoridades federales mexicanas han confirmado a este diario que Cárdenas, de 57 años, ha sido trasladado al penal del Altiplano donde enfrentará tres procesos, por delincuencia organizada, delitos contra la salud y lavado de dinero.

La entrega del capo ha sido confirmada esta tarde por las autoridades de Seguridad Interior en San Antonio, Texas. “Después de 14 años en prisión, Osiel Cárdenas, un ciudadano mexicano y antiguo líder del Golfo y Los Zetas ha sido regresado a México”, informó la institución en las redes sociales. La rendición del capo ante las autoridades mexicanas tuvo lugar en un puente fronterizo del Valle del Río Grande, una zona que colinda con el Estado de Tamaulipas, la región desde la que Cárdenas operó para traficar cocaína y marihuana a suelo estadounidense.

Cárdenas fue liberado a finales de agosto de la prisión de Terre Haute, en el Estado de Indiana. El capo estaba sujeto a cinco años de libertad condicional tras recobrar su libertad. Pero su deportación era inminente desde entonces, cuando su custodia pasó a manos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Las autoridades migratorias han cortado su periodo de libertad a cuatro meses. La Fiscalía mexicana reclamaba al capo, también conocido como El ingeniero, por varios procesos judiciales federales vinculados al tráfico de drogas.

Cárdenas llegó a Estados Unidos desde México en enero de 2007, apenas meses después de que el presidente Felipe Calderón asumiera el cargo e iniciara una serie acciones judiciales y sobre el terreno en contra de los cárteles del narcotráfico. Una de sus decisiones fue enviar al sanguinario líder del CDG a enfrentar a las autoridades estadounidenses. Osiel no llegó solo, fue parte de un traslado que incluyó a 14 personas que estaban en prisiones mexicanas, entre ellas Héctor El Güero Palma, uno de los viejos socios de Joaquín El Chapo Guzmán en el Cártel de Sinaloa.

El entonces capo fue recluido en una prisión de máxima seguridad de Texas. Su juicio fue aplazado en dos ocasiones y el interés mediático que despertó en Estados Unidos se fue diluyendo. Fue finalmente sentenciado de forma secreta tres años después de su llegada al país, en febrero de 2010. La jueza encargada de la sentencia dictó un “secreto perpetuo” sobre las condiciones de su condena, de 25 años. Nadie, fuera de Osiel, sus abogados y los fiscales, presenciaron la audiencia. El sistema de rastreo de prisioneros registró meses después que Cárdenas fue trasladado a un penal de mediana seguridad a las afueras de Atlanta, Georgia. Después fue movido una vez más al centro de Florida.

El exlíder del Cártel del Golfo fue detenido en 2003 en la ciudad de Matamoros (Tamaulipas), de donde es originario. El mata amigos se hizo un nombre en el mundo criminal de la frontera después de eliminar a socios y rivales para así escalar posiciones dentro del cártel de la frontera, que quedó acéfalo después de la captura de Juan García Ábrego, un veterano traficante que operaba en Tamaulipas. A Cárdenas se le atribuye haber creado a Los Zetas, una organización criminal muy violenta que llegó a tener casi 10.000 hombres armados durante los años del Calderonato.

elpais.com

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Internacionales

Donald Trump nomina a Leah Francis Campos como embajadora de EE.UU. en RD

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Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, anunció este lunes que nominó a Leah Francis Campos como embajadora de ese país en la República Dominicana.  El anuncio lo hizo Trump en su cuenta de Truth (su red social). Se llenaría un puesto que estaba vacante desde el 2021, cuando Robin Bernstein dejó el país con el cambio de poder en la Casa Blanca.

Trump citó que Leah sirvió a Estados Unidos como oficial de casos de la CIA antes de convertirse en asesora principal para el hemisferio occidental en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.

Además, dijo que es madre de cuatro hijos y «proviene de una familia de patriotas».

 «Su hermana, la destacada Rachel Campos-Duffy, de FoxNews, y su cuñado Sean Duffy, que será secretario de Transporte, también son unos patriotas maravillosos», citó el magnate, que regresará a la Casa Blanca el 6 de enero del 2025.

Llenado de vacante

Durante el gobierno de Joe Biden, Estados Unidos no tuvo embajador en el país. Solo instaló encargados de negocios. El primero de ellos, Robert W. Thomas, que salió del país a principios de este año; luego Isiah Parnell, que asumió el cargo en mayo, y Patricia Aguilera.

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