SANTO DOMINGO. Agricultura, un ministerio representativo sobre la situación de los empleados públicos del Gobierno Central, refleja dramáticamente la doble moral del Estado sobre los bajos salarios.
En su nómina de julio se puede observar que el 36.5% de sus 8,258 empleaos ganan menos de 6 mil pesos. En ese tramo salarial, en el mejor de los casos el ingreso mas alto apenas alcanza a cubrir el 47.3%, al mes de julio del presente año, del costo de la canasta básica familiar correspondiente al 20% de la población más pobre del país (el primer quintil). En palabras más directas, 3,018 empleados del Ministerio de Agricultura, con sus salarios, no pueden ni costear su pobreza.
En Agricultura, un ministerio de fundamental para la economía dominicana, responsable de velar por el desarrollo agropecuario del país, el 54.1% de sus empleados gana por debajo del costo de la canasta familiar del primer quintil, y ni hablar del promedio nacional de esa canasta, ascendente a julio al mes de julio a 27,879.40 pesos. El 93% de sus empleados, con lo que ganan en el Ministerio de Agricultura, no alcanzan a costearla.
Empleados de otros ministerios del Estado no son ajenos a los precarios salarios que se observan en Agricultura. En las nóminas de Industria y Comercio se pueden ver, por ejemplo, salarios de 7 mil pesos para un obrero, y de 10 mil pesos para un inspector. Mientras que en el Ministerio de Obras Públicas, un obrero gana 5.117,5º pesos, y uno de seguridad entre 3 mil a 13 mil pesos.
Pero donde los bajos salarios del sector publico choca de forma extrema contra el sentido común es en la Policía Nacional. Un raso gana 7 mil pesos, un cabo percibe 8 mil pesos y un sargento percibe un salario por de 9 a 11 mil pesos. El salario más elevado en la Policía Nacional lo percibe el jefe de la misma, que es mayor general. Este monto es de 81.785,00 pesos, según la nómina de la institución.
Con estos salarios, la mayoría de los empleados públicos tienen que subsistir en una economía que se percibe cada vez más cara.
El último aumento generalizado entre los empleados públicos fue anunciado en julio de 2008 por el entonces presidente Leonel Fernández. Este aumento fue de 15%. Pero entre diciembre de 2008 y julio de 2015, la inflación acumulada es de un 33.9%.
Solo entre enero de 2011 y julio de 2015, periodo para el cual el Banco Central ha calculado los costos de la canasta familiar, la del primer quintil su costo se ha incrementado en un 20%. Esto significa que un empleado público que gane cinco mil pesos desde 2011, a julio de 2015 con ese salario solo puede comprar el 80% de lo compraba en enero de 2011. Y eso es fuente de desigualdad y pobreza.
El cinco de agosto, el presidente Danilo Medina declaró que en el país no puede haber competitividad ni productividad, si la mayoría de los empleos son de bajos ingresos e informales. Agregó que ese es un reto que tiene que superar el país.
El mandatario realiza este llamado al sector privado. Pero resulta que el Gobierno Central es individualmente el mayor empleados.
Sin embargo, el 12 de agosto, el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, declara que el Gobierno no contempla aumentar al salario a los empleados públicos, porque no esta contemplado para el presupuesto el próximo año. Lo dice 9 años dice 7 años después del último aumento.
No ha crecido el salario, pero si lo ha hecho la nomina pública. Parece convenir que es mejor contratar a muchos mal pagados, que a menos mejor pagados. Hasta agosto de 2014, el Gobierno Central tenía 440,898 empleados públicos activos, según reportes de la Contraloría General de la República. Esa cantidad representa un incremento de 20.5% con relación a la registrada a agosto de 2012, cuando el actual Gobierno tomó posesión. Durante ese periodo se sumaron 75,138 nuevos empleados activos.