SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El dirigente perredeísta Alejandro Abreu afirmó que el factor latente en situaciones como los desórdenes protagonizados la noche del jueves frente el local del Partido Revolucionario Dominicano en la seccional de Nueva York, tienen su origen en la pretensión del ex candidato presidencial Hipólito Mejía mantenerse como la principal figura de esa organización, luego las elecciones del 20 de mayo pasado.
“Hipólito es el causante y el responsable de las actuales dificultades del PRD, él no tiene interés alguno en entendimiento, sus declaraciones de que respalda las propuestas de acuerdo son sólo para producir efecto de prensa”, precisó el director de Tribuna Democrática, vocero radial del partido blanco.
Abreu, politólogo y sociólogo, afirmó que lo normal en cualquier país democrático es que transcurrido un proceso electoral, gane o pierda el candidato presidencial deja el espacio a las principales autoridades del partido, pero que en el caso del PRD Mejía ha insistido en mantenerse como una figura hegemónica procurando desplazar al presidente del partido, Miguel Vargas, como intentó hacerlo en una reunión ilegal de la Comisión Política el pasado 1 de junio.
Puntualizó que en Mejía esas actuaciones no son improvisadas, como evidencian sus acciones para hacer una reforma antidemocrática y anti perredeísta en el año 2002, en busca de su reelección presidencial, así y como haberse convertido en candidato presidencial del partido en 3 de las últimas elecciones.
Expresó que el tipo de acciones del grupo de dirigentes que boicoteó la actividad del Vargas, en Nueva York, son movidas por dirigentes que no tienen otros intereses que no sean personales y de grupo, a los que no les importa el PRD ni su futuro.
Para Abreu resulta obvio que a los instigadores ideológicos de las acciones de NY no les interesa que el PRD cumpla su función social, que represente los cambios que necesita hacer la sociedad dominicana, ni que el partido sea gobierno.
Lo que les interesa, subrayó, es hacerse hegemómicos a cualquier precio, inclusive el de protagonizar desórdenes que hacen un gran daño a la imagen del partido y a todos sus integrantes.
Argumentó que esas actuaciones son muy distantes de las de Miguel Vargas, quien mantiene actitudes comedidas, actúa en función del respeto mutuo y la institucionalidad del PRD al que propone reconectar con la sociedad para ganar el poder y hacer los cambios que el Partido de la Liberación Dominicana no ha sabido o no ha querido hacer.
Fracaso de la mediación
Abreu analizó que el fracaso de la mediación de un grupo de dirigentes que procuraba restablecer la armonía en el PRD se debió a que no pudieron convencer al sector de Mejía de que debía arribarse a un entendimiento.
Preguntado si el sector de Mejía no había sido el que respondió estar de acuerdo con las propuestas formuladas, Abreu dijo que tal expresión fue sólo para producir un efecto de opinión pero que en realidad ellos no quieren acuerdo alguno.
“El objetivo de ellos no es llegar a acuerdos sino anular a Miguel Vargas, como demostraron en la Comisión Política del 1 de junio, y anoche frente al local del PRD en Nueva York”, puntualizó.
Amplió que los intentos de anular a Vargas se motivan en que es único de los principales dirigentes perredeístas que no se ha subordinado al sector Mejía y a sus intereses personalistas y de grupo, porque junto al equipo de dirigentes que lo acompaña tiene presencia y propuestas políticas propias, basadas en que el PRD sea un instrumento de la sociedad y no una entidad sujeta a las ambiciones ilimitadas de un hombre.
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