Latinoamérica debe aprovechar esta oportunidad para equilibrar su intercambio comercial
PEKIN.- En los próximos años, China cambiará su modelo de desarrollo, una oportunidad que América Latina puede aprovechar para equilibrar su intercambio comercial y aumentar sus exportaciones hacia este país de productos con mayor valor añadido, más allá de las materias primas, según los expertos.
Tras la ralentización en su crecimiento después de años de fuertes alzas en su PIB, China se verá obligada a adoptar cambios en su modelo de desarrollo, hasta ahora centrado en las exportaciones.
Estos cambios afectarán al comercio, la inversión en el extranjero y el mercado interno, advierte el investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China (CASS), Zhang Fan.
A su juicio, «Latinoamérica debe aprovechar esta oportunidad para equilibrar su intercambio comercial e inversiones».
El director del programa sobre el Mundo en Vías de Desarrollo del Centro para las Políticas Globales Carnegie-Tsinghua, Matt Ferchen, se muestra de acuerdo en que se aproxima un cambio en la estrategia de crecimiento económico chino, que de ser un país exportador y de inversión estatal pasará a impulsar más el consumo interno.
«El riesgo más obvio para América Latina es que debido a que la economía china se aleja de un fuerte desarrollo industrial estatal, decaiga la demanda de materia prima, como hierro y cobre», explicó Ferchen.
Pero si China pasa a primar el consumo interno, podría crear oportunidades para que las firmas latinoamericanas exporten productos de mayor valor añadido y expandan sus inversiones en China, consideró.
En 2011, el comercio entre China y América Latina fue de 241.000 millones de dólares. En el mismo año, el país asiático efectuó inversiones no financieras por 10.100 millones de dólares en la región, lo que la convirtió en el segundo mayor destino de las inversiones extranjeras directas de la República Popular.
China ya es el tercer socio comercial de Latinoamérica -y primer socio comercial de Brasil, Chile y Perú- y la tercera fuente de inversiones de la región, de acuerdo a fuentes oficiales chinas.
«A nivel comercial y económico, la relación entre Perú y China ha crecido hasta casi 13.000 millones de dólares en 2011. Este año va a ser un poco mayor con un déficit para Perú, que esperamos recuperar», declaró a Efe el embajador de Perú en China, Gonzalo Gutiérrez.
Su país espera buscar una diversificación de la oferta agrícola con valor agregado en China, ya que actualmente son pocos los productos peruanos que ingresan.
Por su lado, el embajador de Chile en China, Luis Schmidt, ve mayores expectativas de que la relación entre su país y China se incremente.
«Esperamos que toda esta apertura y reforma continúe con las nuevas autoridades como ha sido hasta hoy», apuntó, acotando que a su país le interesa también diversificar su cesta exportadora a China.
Hoy por hoy, la minería representa casi el 85 por ciento de las exportaciones chilenas, «pero nuestras exportaciones con productos de valor agregado están aumentando», explicó, antes de precisar que Chile ocupa «el puesto 14 ó 15 de los países más grandes en exportación de alimentos», y busca repetir con productos como la carne de cordero su éxito en ventas de vino o fruta fresca.
El embajador de Argentina en China, Gustavo Martino, dijo a Efe que su Gobierno es muy optimista sobre las perspectivas de crecimiento que ofrece la relación política y económica con China y reiteró el interés de su país en diversificar su oferta.
«Se han alcanzado convenios en sectores claves para China como carnes, lácteos, genética bovina, desarrollo conjunto de vacunas, etc. (…) mi Gobierno quiere diversificar su oferta con productos de mayor valor agregado por el lado de los alimentos y manufacturas de origen agropecuario así como de industriales en segmentos en que nuestro país es competitivo», explicó Martino.
Esta apuesta también la comparte Brasil, cuya Confederación Nacional de Agricultura y Ganado (CNA) abrió la semana pasada una oficina en Pekín para aumentar su comercio con China y atraer a inversores.
En 2016 China requerirá un 55 % y 46 % más de la carne de pollo y carne de cerdo, respectivamente, que actualmente importa, mientras que en el caso de la soja, producto bandera de las exportaciones argentinas y brasileñas, el porcentaje se incrementará hasta un 67 %, según cifras de CNA.
«En 2025 China aumentará su consumo en tres veces más», subrayó en aquella ocasión la presidenta de CNA, Katia Abreu.
Diario Libre