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Opinión

Años atrás fue anunciado el “deterioro irreversible del capitalismo”

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Por Narciso isa Conde

No es simplemente que llegó el COVID 19 a China y de allí se expandió hacia otros países, incluyendo el nuestro, generando de paso una crisis de salud “temporal” a la que se le suma un desplome “episódico” de la economía global que podría ser reparada por los gestores del sistema o sus relevos.

No, no hay peor sordo-ciego que quien no quiso escuchar ni leer.

Esta crisis, en verdad, viene de años atrás y lo que acontece en estos días en las entrañas podridas del capitalismo fue vaticinado con bastante antelación y mucha agudeza.

Miren, por ejemplo, esta cita de una de las obras del inolvidable camarada y pensador argentino, Jorge Beinstein, con quien compartimos militancia común en el Movimiento Continental Bolivariano-MCB.

Beinstein, militante marxista, académico de alto vuelo, estudioso de la cadena de crisis del sistema capitalista y experto en prospectiva (que equivale a emplear el arsenal científico disponible para ver más allá de la curva, para vislumbrar el futuro de un sistema en decadencia), efectivamente captó anticipadamente lo que hoy es mucho más evidente.

¡Miren!:

“La “crisis global” (todavía se la sigue llamando así) sigue su curso, se va profundizando con el correr de los años, deteriora las instituciones de las potencias centrales, quiebra las tramas económicas y culturales que cohesionaban a esas sociedades, queda al descubierto como decadencia; es decir, como proceso de deterioro general irreversible. También va llegando a los denominados “países emergentes” derrumbando el mito del rejuvenecimiento capitalista desde la periferia, de la superación burguesa del neoliberalismo occidental gracias a la intervención del estado.

…….“La despolarización no instaura una suerte de capitalismo global democratizado, con menos imperialismo, con más autonomías nacionales o regionales articuladas expandiendo sus fuerzas productivas, la ilusión de la despolarización progresista no es menos irreal que la de la multipolaridad ordenada. La realidad presenta al sistema marchando hacia convulsiones cada vez mayores, hacia la generalización del desorden, la autodestrucción ambiental, la reproducción ampliada de la economía tendiendo a cero y anunciando convertirse en negativa. Es el capitalismo en vía de agotamiento que al despolarizarse se desarticula presentando horizontes futuros de barbarie pero también de insurgencias portadoras de utopías liberadoras.”

(Annus horribilis (mirabilis) 2013: punto de inflexión en la larga decadencia occidental .COMUNISMO O NADA, Editorial Trinchera, Caracas, marzo 2014).

La crisis no es el COVID 19. El capitalismo es la crisis- Los virus, como los huracanes y terremotos son solo un elemento catalizador de sus lacras acumuladas Y si no lo creen pregúntenselo a Puerto Rico que ha sufrido recientemente estas tres injerencias. 

GRAN DEPRESIÓN EN TIEMPO DE DECADENCIA

Ahora estamos en el vórtice de una convulsión mayor que la del 2008 y 2013, camino a una Gran Depresión, superior a la iniciada en 1929, y a los compases de la decadencia progresiva de todo el sistema.

La crisis se profundiza provocando el desplome de economías capitalistas otroras poderosas, “altamente desarrolladas” y aparentemente inexpugnables; entrando en la ruta de la tragedia social y humana más grave en la historia del capitalismo.

Esta caída brutal del imperialismo occidental es consecuencia de un dominio que persistentemente súper-enriquece al 1% de la población y empobrece dramáticamente la naturaleza humana y no humana en gran parte del planeta y en sus propios predios.

Las instituciones de las potencias centrales se deterioran.

Ni hablar las de los países periféricos.

Impera la tendencia al caos como señal de decadencia, sobre todo cuando su “meta-control” desde el Pentágono, la OTAN, el FMI, el Banco Mundial, el Banco Europeo, las Cumbres del Capital…se evidencia como una gran ilusión. Así lo sentenció J.Beinstein:

“ El gigante imperial busca beneficiarse del caos en su priferia, pero termina por introducir el caos entre sus propias filas, la destrucción deseada de la periferia no es otra cosa que la auto-destrucción del capitalismo como sistema global, su pérdida veloz de racionalidad”. (La Ilusión del Meta-control del Caos”.- Jorge Beinstein,  Editorial Trinchera, Caracas 2013)

Al perder el capitalismo su propia racionalidad sistémica respecto a la realidad, producto de su enfermedad senil y su miedo a una decadencia inevitable, tiende a degradarse y “alocarse”; y también  no solo a ser más brutal, sino también a “ponerse bruto” y embrutecer a sus mandamases.

La culebra imperialista occidental comenzó comiéndose la cola y siguió subiendo en su rapacidad hasta tender a lo imposible: comerse su cabeza. Y esto es cosa de una “locura sistémica” muy especial, determinada por “una descomposición irreversible”, puesta al desnudo más crudamente por el impacto de un nuevo corona virus. 

CRISIS TRAS CRISIS, VIRUS TRAS VIRUS EN MEDIO DE LA PANDEMIA CAPITALISTA

Una crisis sigue a la otra, cada vez más profunda y más global  la siguiente; superando todas las anteriores, al adoptar la modalidad de multi-mega-crisis crónica y entrar el sistema en una estremecedora fase de descomposición.

Una pandemia sustituye a la otra, cada vez más contagiosa y mortal.

Pero ninguna es tan destructiva como la “pandemia capitalista”, con su usura expoliadora, su deuda eterna, sus burbujas explosivas empobrecedoras, sus híper-bombas financieras, su gansterización, sus nuevas guerras de conquistas, sus depredaciones y sobre-explotación, sus saqueos, sus golpes duros y “blandos”, sus neo-fascismos e invasiones.

La respuesta del gran capital en la nueva fase de su decadencia inevitable, en el mundo y aquí, no será otra que intentar por cualquier medio concentrar más poder y riquezas por la fuerza, cargando los enormes costos de este desastre sobre las espaldas de los pueblos, de las fuerzas del trabajo y la cultura, de los y las excluidos/as y las capas medias en vía de un empobrecimiento significativo.

Y si se derrumba la economía virtual, irreal –como está aconteciendo- y algunas de la facciones del gran capital optan por volver o poner más énfasis a la economía real, a la producción, será para practicar un guerrerismo, una sobre-explotación humana y un saqueo de la naturaleza  no humana (suelo y subsuelo, ríos y mares, como nunca antes se había visto.

Pero nada de eso detendrá la tendencia a la quiebra y declive del sistema.

Sus partidocracias corruptas y corruptoras, cada vez más fundidas o asociadas al capital privado, tampoco tienen posibilidad de salirse de ese carril.

La sordera y la ceguera de los responsables de este cuadro estremecedor a escala nacional, continental y mundial, no debe sorprendernos: son propias de  quienes sabiendo que su sistema se hunde, siguen aferrados a él y a su disfrute, y les importa hundir al planeta y a la humanidad.

Tal contubernio no les permite a sus mandatarios admitir la gravedad de lo que acontece para el mundo y para ellos mismos.

Es una falsa ceguera y una falsa sordera, mientras su “locura” no alcanza para inducirlo a comerse su cabeza.

No pueden.  No le conviene. Se “pusieron brutos”, pero no tanto como para suicidarse.

El capitalismo imperialista va a defender su cabeza, donde se concentra todo lo robado y saqueado,  casi toda la plusvalía, la corrupción y las riquezas acumuladas en su dinámica explotadora y expoliadora.

Va a resistir dando zarpazos a diestra y siniestra. 

INSURGENCIA GLOBAL TRANSFORMADORA O PROLONGACIÓN DEL CAOS

A esa culebra venenosa hay que aplastarle la cabeza y eso solo puede hacerlo la insurgencia global de los pueblos.

Quiero insistir: el capitalismo, su sistema imperialista, son  como el caimito: no caen solos, no importa lo podrido o seco que estén. Hay que tumbarlos desplegando una fuerza multitudinaria muy superior a la suya.

Mientras eso no se produzca, el capitalismo puede sobrevivir en el curso de una crisis tras otra y cada una peor que la anterior. Puede seguir viviendo incluso en medio de un caos incontrolable, si se lo permitimos.

Que el capitalismo y sus portavoces no admitan su crisis de decadencia y nieguen la necesidad y posibilidad de nuevas revoluciones, nuevas democracias y nuevos socialismos; la necesidad, en fin, de una urgente retoma y reactualización del proyecto de sociedad comunista y sus correspondientes fuerzas de vanguardias, es propio de su naturaleza.

Su  renovada y singular brutalidad no llega a admitir que para la salvar a la humanidad y al planeta es preciso poner a volar por los aires su poderosa cabeza.

Cretinismo y tontería política difíciles de entender por muchos/as, son las que exhiben políticos que se asumen de izquierda y hasta se consideran socialistas y comunistas, y se niegan a ver lo que está la vista, conmocionando por demás el Planeta Tierra.

Pertenecen a los que en política, por buscar ventajas dentro de la moda “progresista”, piensan y actúan empecinadamente como factores asociados a facciones sostenedoras de un sistema en franca e irreversible descomposición, proponiendo a la vez, para colmar su degradación, una “unidad nacional “ anti-COVID 19, que incluye al gobierno y a todo el bloque social y político dominante, a todos causantes de la crisis.

La verdad es que realmente no son izquierdistas ni nada de eso y más bien se han abrazado, para detentar cuotas institucionales y acomodamientos, a fomentar la falsa idea de que es posible reformar, despojar de “salvajismo” y “humanizar”, un sistema capitalista que ha entrado en una prolongada y peligrosa agonía.

Al parecer ellos/as tienen sus razones “no tan santas” para no ayudar a los pueblos vejados, y cada vez más indignados, a tumbar el caimito.

En sentido inverso a esa línea conciliadora y conservadora, siempre compartí con Beinstein las siguientes apreciaciones:

  • Que esta decadencia general del sistema, el comienzo del fin de su hegemonía cultural,” abre un gigantesco espacio a la creatividad de los oprimidos…La insurgencia es históricamente posible, la compleja articulación global del sistema se deteriora no solo en su periferia sino también en su espacio central, el Primer Mundo”. (COMUNISMO DEL SIGLO XXI.- Herencias y posibilidades, Editorial Trinchera COMUNISMO O NADA Pag 110-117. Caracas 2013) 
  • Que el sujeto universal del anti-capitalismo “podría ser pensado como un sujeto plural que recupera memorias populares de forma de convivencia igualitarias, solidarias, de resistencia (incorporamos nosotras) al patriarcado y toda forma de discriminación, apoyado en la construcción de una economía socialista desde lo comunitario, respetuosa de los derechos de la Madre Tierra y ofreciéndole al Universo una nueva forma de vivir, de vivir bien, el buen vivir. COMUNISMO DEL SIGLO XXI.- Herencias y posibilidades, Editorial Trinchera COMUNISMO O NADA Pag 110-117. Caracas 2013)
  • Que ahora se trata “de afirmar en la construcción de la nueva sociedad la lucha por todas las libertades colectivas o individuales no opresivas: de religión, de género, de comunidad, de etnia, de rechazo a la regimentación capitalista y burocrática”. COMUNISMO DEL SIGLO XXI.- Herencias y posibilidades, Editorial Trinchera COMUNISMO O NADA Pag 110-117. Caracas 2013).

A nuestro entender no hay de otra en medio de esta mega-crisis, si en verdad se opta por un cambio que arranque de raíz las causas de la crisis capitalista y su uso contra la vida del planeta y de la humanidad.

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Opinión

Un Futuro Digno, Libre y Democrático

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Por el Dr. Isaías Ramos

En una época marcada por desafíos sociales y políticos sin precedentes, la necesidad de fortalecer los cimientos de una sociedad basada en la dignidad, la equidad, la libertad y la democracia es más urgente que nunca. La búsqueda de un futuro más justo y equitativo para todos nuestros ciudadanos requiere un compromiso renovado con estos principios fundamentales, esenciales para el bienestar y el progreso de nuestra nación.

La libertad individual permite a cada persona expresar sus ideas, creencias y opiniones sin temor a represalias. Es un derecho intrínseco y un pilar indispensable de cualquier sociedad que aspira a ser justa y equitativa. Esta libertad es la esencia misma de la dignidad humana y debe ser defendida con vigor en todos los frentes, especialmente en tiempos donde puede ser amenazada por intereses partidistas o agendas autoritarias.

Paralelamente, la democracia, entendida como el sistema político que facilita la participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones que afectan sus vidas, es crucial para la salud de nuestro tejido social. A través de una democracia robusta y vibrante, podemos garantizar que los derechos fundamentales de cada individuo sean respetados y que las políticas públicas reflejen verdaderamente las necesidades e intereses del pueblo.

Sin embargo, debemos reconocer que la libertad y la democracia no son solo aspiraciones ideales; son principios concretos y palpables que deben guiar nuestras acciones cotidianas. La defensa constante y la promoción de estos valores son cruciales para mantener una sociedad justa, libre de opresión y capaz de adaptarse a los cambios de nuestro mundo globalizado.

Es esencial fortalecer las instituciones democráticas existentes para garantizar su transparencia, eficiencia e integridad. El respeto irrestricto al Estado de Derecho y el cumplimiento riguroso de las leyes son fundamentales en la protección de los derechos individuales y colectivos. Estos principios no solo preservan el orden, sino que también promueven un clima de confianza y seguridad que es vital para la estabilidad social y el desarrollo económico.

La educación desempeña un rol crucial en este panorama, actuando como el medio por el cual se inculcan los valores cívicos necesarios para fomentar una cultura basada en el respeto mutuo, la tolerancia y el diálogo constructivo. A través del acceso universal a una educación inclusiva y equitativa, podemos formar a ciudadanos informados y críticos, capacitados para participar de manera activa y consciente en la vida política y social del país.

En el Frente Cívico y Social entendemos que en estos tiempos donde las amenazas contra la libertad individual y los principios democráticos son evidentes y crecientes, es responsabilidad de todos nosotros defender estos derechos inalienables con valentía y determinación. No podemos ser complacientes ni pasivos; el compromiso con la libertad y la democracia debe ser activo y constante.

Es por esa razón que en el  FCS creemos que un  llamado a la acción no es solo un imperativo moral, sino también una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso con un futuro donde cada persona pueda vivir con dignidad y equidad bajo un sistema robusto basado en principios sólidos e incluyentes. Juntos debemos trabajar incansablemente por fortalecer nuestra democracia, preservar nuestra libertad individual e impulsar una sociedad donde reine la justicia social para todos sus habitantes.

No dejemos pasar la oportunidad de ser parte de la construcción de un país que no solo aspire a la grandeza económica, sino que también fomente un ambiente de respeto mutuo y oportunidades equitativas. ¡Juntos, podemos construir el país digno, libre e igualitario que todos anhelamos!

¡Despierta, RD!

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Opinión

La Competencia de la Corte Penal Internacional

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Por Rommel Santos Díaz

Según el artículo 1 del Estatuto de Roma  la CPI tendrá la potestad de ejercer su competencia sobre las personas responsables ¨de los crímenes más graves de trascendencia internacional¨. El artículo 1 también estipula ̈La competencia y funcionamiento de la Corte se regirán por las disposiciones del presente Estatutillo que significa que la CPI sólo tiene competencia sobre las personas mayores de 18 años en el momento  en que se cometió el crimen.

El artículo 11 del Estatuto de Roma estipula que la  CPI tiene competencia sólo respecto a los delitos cometidos posteriormente  a la entrada en vigor del Estatuto de Roma .Si un Estado deviene Estado Parte luego de la entrada en vigor , entonces la CPI podrá ejercer su competencia  sólo respecto a los crímenes cometidos luego de la entrada en vigor del Estatuto en ese Estado, excepto cuando se haga  la declaración estipulada en el artículo 12, en que se acepte la competencia  de la Corte como un Estado no Parte.

Si un Estado Parte desea enjuiciar a alguien por un crimen de la CPI deberá contar, como mínimo, con una legislación que le permita ejercer competencia territorial sobre tales delitos y competencia extraterritorial sobre sus nacionales que cometen los delitos en el extranjero.

Los Estados  que deseen enjuiciar a una persona por un delito de la CPI deberán asegurarse de contar con la legislación nacional que les permita ejercer su competencia sobre aquellas personas que cometan estos delitos dentro de su territorio, y los nacionales que los cometan en el exterior. Esto podría requerir simplemente de una enmienda al código penal nacional.

Adicionalmente, el Estado podría  tomar en cuenta  para ejercer su competencia sería  la ̈competencia universal ̈, tal y como se estipula en las  Convenciones de Ginebra de 1949 y sus Protocolos de 1977, relacionados a las ¨faltas graves Cabe resaltar los distintos  conceptos de  ̈competencia universal¨ que existen: algunos interpretan este término  en cuanto a que un Estado  puede ejercer su competencia sobre cualquier persona que se encuentre en su territorio, mientras que otros lo interpretan de tal manera que significa que un Estado puede arrestar a cualquier persona, en cualquier lugar del mundo, sin tomar en cuenta cualquier relación que tenga  con el Estado en cuestión. Además otros Estados podrían considerar incluir la competencia basada en el estatus de víctima.

Rommelsantosdiaz@gmail.com

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Opinión

La criminalidad y nuestro entorno

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Por Nelson Encarnación

Entre las preocupaciones que suelen perturbar el sueño de los gobernantes, la seguridad de los ciudadanos es una, si tomamos en cuenta que el Estado está obligado a garantizar la tranquilidad y el desplazamiento seguro de los gobernados.

Es por ello que asumir esta como una prioridad refiere el interés de que el territorio desenvuelva su cotidianidad dentro de un ambiente de paz y sosiego.

Sobre todo, un país como el nuestro, cuya economía está atada a dos renglones muy espantadizos: el turismo y la inversión extranjera directa.

Cuando el presidente Luis Abinader asume el combate a la delincuencia como una de sus preocupaciones—y también ocupaciones—es precisamente por el impacto negativo que esta tiene en el clima de negocios, pero igual por el interés de propiciar la tranquilidad nacional.

Con frecuencia escuchamos sobre el entendible temor que genera la delincuencia, lo que deja la impresión de que vivimos en el país más inseguro del continente, lo cual no es cierto.

Y no lo digo yo, sino el informe de InSight Crime de 2023, que recoge las cifras de homicidios en América Latina y el Caribe, en el cual aparecemos entre los más seguros de la región.

Según este informe, la tasa de homicidios se ubicó en 11.5 por cada 100,000 habitantes, una reducción del 7% respecto de 2022, lo que nos sitúa por debajo de países competidores en turismo como Jamaica (60.9), y Puerto Rico (14.4), para solo citar dos ejemplos caribeños.

El Ecuador revienta la balanza en países de más de 10 millones de habitantes, con la astronómica tasa de 44.5 homicidios por cada 100,000, (más que Haití, 40.9), con la agravante de que ha registrado un aumento del 74.5% en los últimos cinco años.

Una verdadera catástrofe sin fin, en contraste con su vecino Perú, que apenas registra 3.2 homicidios por cada 100,000 habitantes.

Sobre nuestro país, el informe resalta que, a pesar de ser territorio de tránsito de cocaína, no experimentó un aumento en la violencia en 2023, sino una reducción del 7%.

“El crimen organizado no parece ser un detonante determinante de la violencia en la República Dominicana, ya que la mayor parte de los casos (45,4%) están relacionados con conflictos sociales, y solo el 24,3% parecen estar vinculados a la delincuencia”. Un dato importantísimo.

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