Dice que «sí puede haber crecimiento económico y a la vez combatirse el cambio climático»
Fotografía del 15 de septiembre de 2014 del expresidente mexicano Felipe Calderón quien afirmó en una entrevista con Efe que oponer el crecimiento económico a la protección del medio ambiente es un «falso dilema». EFE
NUEVA YORK. El expresidente mexicano Felipe Calderón cree que oponer el crecimiento económico a la protección de medio ambiente es un «falso dilema» que es preciso combatir con medidas globales que demuestren que la economía verde es rentable.
«No puede haber crecimientos sostenible a largo plazo si no se resuelve el cambio climático», afirmó en una entrevista con Efe Calderón, presidente de la Comisión Global sobre la Economía y el Clima, que lleva más de un año estudiando este dilema.
«En el mundo hay miles de millones de dólares buscando inversiones rentables que podrían financiar de manera muy importante las inversiones verdes, pero que no lo hacen por la incertidumbre que genera la falta de decisión de los gobiernos», agrega.
La comisión que encabeza Calderón dio a conocer hoy un informe, titulado «Mejor crecimiento, mejor clima», que aborda una serie de medidas, económicas, urbanas y medioambientales, para acercar dos políticas la del crecimiento económico y la protección medioambiental, aparentemente contradictorias.
«Esa es la general percepción. Es un falso dilema. La principal conclusión del informe es que sí puede haber crecimiento económico y a la vez combatirse el cambio climático», insiste Calderón.
El expresidente mexicano, apartado de la política nacional desde que dejó el poder, hace casi dos años, se ha volcado en esta iniciativa, en la que han colaborado instituciones de todo el mundo, desde su lanzamiento, hace un año,
Es un esfuerzo al que están vinculados exgobernantes como el chileno Ricardo Lagos, la neozelandesa Helen Clark y el noruego Jens Stoltenberg, así como el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría.
Calderón, que en 2010 fue anfitrión de la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP 16), en Cancún, sostiene que dentro de quince años el mundo tendrá «la última ventana» que pueda permitir un cambio estructural para acompasar el crecimiento económico con la protección medioambiental.
El informe preparado por la comisión promueve medidas como la progresiva eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles, acuerdos internacionales en este tema «fuertes, duraderos y justos» y una planificación urbana que vaya hacia ciudades con mayor densidad demográfica.
Y pone como ejemplo Atlanta y Barcelona, ambas con cerca de cinco millones de habitantes. Mientras la estadounidense tiene una extensión de más de 4,000 hectáreas y emite 7 toneladas de dióxido de carbono, la ciudad española tiene una extensión de 170 hectáreas y sus emisiones de CO2 con la décima parte de las de Atlanta.
«Necesitamos ciudades de mayor densidad demográfica, con transportes masivos o colectivos mucho más eficientes y seguros, y con escalas de convivencia mucho más humanas», insiste Calderón.
«El modelo de uso intensivo individual del automóvil no es un futuro que se pueda sostener», recalca el exgobernante.
Las conclusiones de esta comisión, que fueron difundidas este martes en la sede de la ONU, se conocen en vísperas de la Cumbre sobre el Cambio Climático que se desarrollará en la sede de Naciones Unidas en Nueva York el 23 de septiembre.
Según los cálculos de la comisión que encabeza Calderón, en los próximos quince años habrá una inversión de 90 billones (millones de millones) de dólares en obra de infraestructura, en energía y en centros urbanos, que soporten la economía con alta dependencia de combustibles sólidos.
Pero si se combinan políticas de energía limpia con la reducción de los combustibles fósiles, con «ciudades más compactas» y una demanda energética más eficaz, las inversiones adicionales que se requerirán serán sólo de 270,000 millones de dólares en quince años.
«Si tenemos que invertir, es mejor hacerlo en un modelo de desarrollo que sea a la vez generador de crecimiento y que sea bajo en emisiones de carbono», agregó Calderón.
El informe de la comisión que encabeza incluye como un de los «temas medulares» colocar «correctamente alineados» los subsidios que benefician a los combustibles sólidos, algo a lo que anualmente se destinan en todo el mundo unos 600,000 millones de dólares.
Esos recursos, que pueden llegar a beneficiar a los niveles sociales más ricos, pueden derivarse en programas sociales para los más pobres y en el fomento de energía limpias, lo que daría una «señal clara» para quienes quieren invertir en la economía verde.
«Tenemos que disociar el crecimiento económico con las emisiones intensivas de carbono (…). Hay países que tienen más crecimiento económico y menos emisiones», insiste Calderón.
POR EFE