El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, confirmó este lunes que cinco personas han muerto por las intensas lluvias que caen en diversas partes del territorio desde el pasado jueves. El Sistema Nacional de Protección Civil mantiene la alerta amarilla en el país por la continuidad de las precipitaciones.

Autoridades panameñas mantienen la alerta amarilla ante la continuidad de las lluvias. (Foto: Efe)
Por lo menos cinco personas muertas, centenares de damnificados y varias viviendas inundadas es el resultado de las intensas las lluvias que desde el pasado jueves azotan a Panamá, informó este lunes el presidente de la nación, Ricardo Martinelli quien reconoció que los grupos de socorro se han visto desbordados por la emergencia.
«En el día de ayer (domingo) ha habido una enorme cantidad de inundaciones en distintos puntos de Panamá con el lamentable fallecimiento de cinco personas», dijo Martinelli durante la inauguración de la XX Asamblea General de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (AIMP).
Entre las cinco víctimas se encuentran dos miembros de la Cruz Roja, que fueron enterrados por un deslizamiento de tierra cuando se encontraban en su vehículo en la provincia caribeña de Colón.
Sumado a ellos están un padre y un hijo que murieron el domingo cuando un deslizamiento de tierra soterró su casa en la localidad de Nueva Arenosa del distrito de Capira, unos 55 kilómetros al oeste de la Ciudad de Panamá.
Este lunes las autoridades confirmaron la quinta víctima, un hombre que sucumbió en la víspera ahogado en Quebrada Ancha, Colón.
«Nos fue imposible poder atender las necesidades básicas de evacuación de personas que estaban siendo afectadas por la falta y la limitante que tenemos con los equipos», lamentó el mandatario ante la eventualidad y señaló que los cuerpos de rescate sólo contaban con tres helicópteros.
Ante las copiosas lluvias que caen en diversas partes del país desde el jueves, el Gobierno panameño decretó zona de emergencia a la provincia atlántica de Colón y el sector oeste de la capital, la más afectada por las inundaciones y deslaves.
Las precipitaciones inundaron por lo menos 800 casas, así como también afectaron comercios, colapsaron infraestructuras y se produjo el desborde de ríos, sumado a las cuantiosas pérdidas económicas, razón por la que Martinelli convocó a un consejo extraordinario de ministros con la finalidad de destinar recursos para reparar puentes, alcantarillados, acueductos, viviendas y carreteras.
Por su parte, el Sistema Nacional de Protección Civil mantiene la alerta amarilla por la continuidad de las lluvias, mientras múltiples organizaciones e instituciones clamaron por alimentos y otros enseres para decenas de damnificados en diversos centros de acopio.