Desde el miércoles en la noche un grupo islamita de Mali inició el secuestro en la planta de gas de Argelia. (Foto: publico.es)
El Ejército argelino irrumpió este sábado en la planta de gas donde permanecían secuestradas un grupo de trabajadores de diferentes nacionalidades. Según información de agencias internacionales, en el operativo las fuerzas militares lograron matar a 11 rebeldes y rescataron a 16 rehenes que permanecían bajo el dominio del grupo islamita. Otros siete secuestrados murieron en el asalto final.
«El asalto se produjo al mediodía. 11 terroristas perdieron la vida junto con los rehenes extranjeros. Creemos que fueron asesinados en represalia», dijo una fuente a medios internacionales.
Según la agencia de noticias francesa AFP, entre los 16 rehenes extranjeros que fueron liberados se encuentran dos estadounidenses, dos alemanes y un ciudadano portugués.
«Hubo entre 25 y 27 rehenes extranjeros y argelinos muertos, según un balance preliminar» establecido tras el asalto final lanzado a media mañana por las fuerzas especiales argelinas, destaca la agencia.
Más temprano, los secuestradores que tenían retenidos a un grupo de rehenes en un yacimiento de gas, ubicado en el sureste de Argelia, advirtieron que se suicidarán con sus rehenes ante la menor tentativa de asalto del Ejército argelino.
En una llamada telefónica a la agencia privada mauritana «Al Ajbar», el líder del comando secuestrador, Abderrahmán Neijeri, alias Abu Doujana, informó sobre la colocación de explosivos por todas partes, incluidos sus cuerpos, y amenazó con activarlos en cualquier momento.
En la conversación telefónica, que según la agencia tuvo lugar en horas de la mañana, Abu Doujana explicó que las negociaciones con los interlocutores oficiales argelinos están varadas en un punto muerto «por su obstinación».
«Sólo les quedan dos opciones: Relanzar las negociaciones o firmar la sentencia de muerte de los rehenes que quedan dentro del complejo», amenazó antes de la incursión del Ejército.
Según el ministro del Interior argelino, Daho Uld Kablia, los secuestradores proceden de Libia, desde donde les habría estado dirigiendo Mojtar Belmojtar, otrora uno de los principales dirigentes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), pero que abandonó el grupo hace unos meses para liderar otra formación yihadista cercana a Al Qaeda.
Al-Mouthalimin, tal y como se han autodenominado, reivindicaron la autoría del secuestro y subrayaron que tenían en su poder armas ligeras y pesadas, incluyendo morteros y cohetes antiaéreos.
El pasado jueves, los secuestradores anunciaron que tenían en su poder a 41 personas de distintas nacionalidades, entre ellos franceses, estadounidenses, británicos, japoneses, coreanos del sur, noruegos, colombianos, tailandeses, holandeses y rumanos.
Según uno de los rehenes citado por la televisión francesa France 24, los extremistas obligaron a los retenidos a ponerse cinturones con explosivos, aunque la propia cadena reconoció que era imposible saber si la fuente hablaba bajo presión.
La demanda principal de los rebeldes es el fin de la ofensiva francesa a Mali y de la colaboración de Argelia con ese país, que intervino en el conflicto la semana pasada para evitar que los insurgentes avanzaran hacia el centro y sur del país (ya controlan el norte).