SANTO DOMINGO. Los proyectos millonarios que China busca desarrollar en el vecino Haití apuntan a ampliar sus intereses en el Caribe, luego de tener presencia por casi una década en países de América del Sur.
El ofrecimiento a los haitianos formarían parte de su iniciativa la Nueva Ruta de la Seda, también conocida con el nombre oficial de “Iniciativa de la Franja y la Ruta”, puesta en marcha en el 2013 en procura de mejorar la conectividad e impulsar las infraestructuras y las inversiones.
“Una de sus metas es crear una red que permita, por mar y tierra, crear rutas alternativas para los productos que China exporta y para las materias primas que requiere su industria”, según recoge una información de mayo pasado de la agencia EFE.
Los planes con América Latina son de invertir US$250,000 millones en los próximos 10 años, acorde a lo anunciado por el presidente chino Xi Jinping, en la reunión de líderes de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), celebrada en Pekín en el 2015.
Como parte de los acercamientos con los países de la región, será celebrada entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre de este año, la principal cumbre empresarial entre China, América Latina y el Caribe, “China-LAC CCPIT Business Summit 2017”. El evento servirá como un mecanismo de promoción y una plataforma para impulsar el comercio y la inversión.
En Haití, los chinos buscan desarrollar un megaproyecto que incluye la construcción de una central eléctrica de 600 megavatios para electrificar Puerto Príncipe, un nuevo ayuntamiento, mercados, miles de apartamentos y eventualmente un ferrocarril que uniría la capital haitiana con el resto del país, demandaría la mano de obra de 20,000 trabajadores.
El proyecto, acorde a las informaciones internacionales, conllevaría una inversión de US$30,000 millones. No obstante, en Haití se maneja como cifra oficial el monto de US$4.711 millones.
Hasta el momento se desconocen los términos y condiciones de financiación, debido a que la iniciativa se encuentra en la fase de negociación.
En el Caribe, también han tenido acercamiento con Jamaica. El pasado año la empresa China Harbor Engineering Co., firmó un acuerdo para construir un megapuerto que sería un centro de recepción de los enormes barcos chinos que pasarían a través del Canal de Panamá, según un artículo de Larouchepac.com.
El portal informativo refiere además que las inversiones chinas en proyectos en Trinidad y Tobago, las Bahamas y en Guyana, también están en ascenso, y que Chile busca un financiamiento de US$9.000 millones para varios grandes proyectos de infraestructura.
En Venezuela en esta semana los chinos evaluaron proyectos de inversión petrolera, como parte de la agenda de inversión conjunta, especialmente en el marco de la comercialización de hidrocarburos.
En este 2017, Venezuela y la República Popular China firmaron 27 nuevos acuerdos de cooperación, en las áreas de economía, agricultura, educación, cultura, vialidad, vivienda y energía.
Las relaciones de los chinos con Latinoamérica también son Brasil, Perú y Ecuador, con cuyos países mantienes acuerdos comerciales.
“La presencia financiera de China en la región seguirá ganando relevancia en la relación bilateral. Las inversiones se duplicarían en esta década, extendiéndose a manufacturas y sectores de la innovación”, refiere en torno a la presencia China en Latinoamérica, Ángel Melguizo, jefe de la Unidad de América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en un artículo publicado por el diario El País en febrero pasado.