En esta foto de archivo del 21 de enero de 2008, policía federal de México escolta a Alfredo Beltrán Leyva, alias “El Mochomo”, después de su arresto a su llegada al aeropuerto de Ciudad de México.
Washington.-Un juez de EE.UU. condenó hoy a cadena perpetua a Alfredo Beltrán Leyva, líder de uno de los carteles del narcotráfico más conocidos de México y que deberá pagar una multa de más de 529 millones de dólares por haber introducido en Estados Unidos toneladas de cocaína y metanfetamina.
Beltrán Leyva, conocido como «el Mochomo», recibió la sentencia de pie, frente al juez, junto a su abogado y vestido con un traje de presidiario de color marrón y de una pieza.
Durante la audiencia para dictar sentencia, el juez de la Corte del Distrito de Columbia, Richard J. Leon, resaltó la «magnitud» del proceso contra Beltrán Leyva y aseguró que este es el «caso de mayor escala» que ha evaluado la Corte del Distrito de Columbia, en Washington, en los últimos 15 años o «incluso antes».
«Usted era el líder de una de las organizaciones más grande del narcotráfico, usted infligió violencia directa y llegó incluso a matar y torturar. Usted sobornó con frecuencia a políticos y a la policía», enunció el magistrado durante la audiencia en la Corte del Distrito de Columbia, en Washington.
El juez aseguró que Beltrán Leyva, líder del cartel que lleva sus apellidos, llegó a introducir 27,9 toneladas de cocaína en EE.UU. a través de la frontera con México entre los años 2000 y 2012.
Por ello, el juez decidió acceder a la petición de cadena perpetua de la Fiscalía y decidió, además, imponerle una multa de 529,2 millones de dólares que pagará a través de la incautación de sus bienes y que servirá para devolver al Estado estadounidense la gran cantidad de beneficios que obtuvo del narcotráfico.
«El pago de esta multa es adecuado, el calculo que hago es extremadamente conservador porque usted obtuvo grandes beneficios», dijo el magistrado Leon.
No obstante, la Fiscalía pedía la imposición de una multa de 10.000 millones de dólares a Beltrán Leyva, al que puso al mismo nivel que el narcotraficante mexicano Joaquín «el Chapo» Guzmán, líder del cartel de Sinaloa y antaño aliado del grupo criminal de los Beltrán Leyva.
Por su parte, la defensa reiteró hoy su petición de 25 años de prisión y, al finalizar la audiencia, aseguró que recurrirá la condena, acción para la que dispone de un plazo de 14 días.
El propio Beltrán Leyva ofreció un alegato final de unos diez minutos en el que admitió haber vendido drogas en una ciudad de México, aunque aseguró que su papel se limitaba a ayudar a su hermano Arturo Beltrán Leyva, fallecido en diciembre de 2009 y que, según él, era el verdadero líder del cartel.
«Acepto la responsabilidad de mi ofensa que fue trabajar para mi hermano Arturo y vender droga en Culiacán (ciudad del estado de Sinaloa, noroeste de México)», dijo Beltrán Leyva.
«Pero yo nunca he vendido ni un kilogramo de cocaína a Estados Unidos. Le pido que tenga clemencia y me permita pasar un último día con mi familia», dijo el narcotraficante.
Detenido en México en enero de 2008 y extraditado a Estados Unidos en noviembre de 2014, Beltrán Leyva se declaró culpable en febrero de 2016 del cargo de tráfico de cocaína y metanfetaminas, solo uno de los seis delitos de los que le acusó el Gobierno estadounidense.
En su declaración de culpabilidad, Beltrán Leyva admitió haber obtenido toneladas de cocaína de países de Suramérica, como Colombia, para transportarlas a México por aire, tierra y mar.
El hecho de que el mexicano se declarara culpable sin acuerdo para reducir la condena evidencia la larga búsqueda que llevó a cabo el Gobierno estadounidense para dar caza a «el Chapo» Guzmán con la búsqueda de antiguos aliados que estuvieran dispuestos a testificar en su contra frente a las cortes de EE.UU.
Precisamente, la Fiscalía ha detallado en numerosas ocasiones durante el proceso judicial la alianza que unió en la década de 1990 a los Beltrán Leyva y al Cártel de Sinaloa.
En sus escritos, los fiscales mencionaron en varias ocasiones las reuniones que mantenían en las montañas de México el acusado y «el Chapo» Guzmán para planificar el envío de grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos.
La detención en enero de 2008 de Alfredo Beltrán Leyva produjo la ruptura entre el clan familiar y el cártel de Sinaloa, encabezado por «el Chapo» e Ismael «Mayo» Zambada, a quienes los Beltrán Leyva acusaron de traición por supuestamente haber entregado a Alfredo.
El resultado de la ruptura entre las dos bandas criminales fue una violenta guerra entre ellas y el asesinato de miles de mexicanos, incluyendo políticos y numerosos policías.
Por ello, en palabras del juez, el día de hoy supuso el «final de un largo camino, salpicado con violencia y con narcotráfico».