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¿Crisis de los alimentos o del sistema?
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11 años agoon
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LA REDACCIÓNPor Víctor M. Quintana S.
La alimentación es uno de los ejes críticos del milenio; por ello —sin ser el tema oficial— se ha convertido en el centro de la agenda del 13º Congreso de la Asociación Internacional de Sociología Rural que tiene lugar por esta fecha en Lisboa, Portugal.
No es porque la comida de pronto haya adquirido relevancia teórica, sino porque el acceso o no acceso a ella es el centro de una de las disputas más fuertes del siglo XXI, en el contexto del cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales y la lucha por ellos, y el control por parte del sistema de negocios agroalimentario.
Por esto en buena parte de los casi 70 grupos de trabajo de este congreso se plantean toda una serie de interrogantes como:
– ¿Por qué es posible que se avance en la producción de alimentos y en números absolutos y relativos aumente el número de personas con desnutrición y malnutrición en el planeta?
– ¿Hasta qué punto debe evitarse que los países más ricos o poderosos adquieran tierras en África –continente donde hay más hambre en el mundo– para asegurar su suministro alimentario?
– ¿Es posible que el planeta alimente adecuadamente a toda la población con el actual paradigma alimentario de sobreconsumo de productos animales, que, a su vez, demandan grandes volúmenes de agua?
– ¿Ante la crisis alimentaria y la crisis energética es ético optar por los biocombustibles?
– ¿Por qué los campesinos, los productores de los alimentos, no resultan beneficiados ni con las políticas de precios altos ni con las de precios bajos?
Se observa también que ante el gran poder del sistema agroalimentario hay múltiples intentos de producir de manera alternativa más alimentos, más sanos, más accesibles. En los países del norte hay toda una tendencia a la ruralización, a la producción urbana de alimentos, a la autosuficiencia.
Sin embargo, ¿qué decir cuando a grandes mayorías de los países del sur, que viven no en las ciudades sino en el campo les está vedado producir siquiera lo mínimo para su subsistencia por la carencia de tierras, el no acceso al agua o por las vicisitudes del cambio climático?
Puede ser que resulte muy satisfactorio que los estudiantes de una universidad californiana produzcan sus propias hortalizas, pero eso no resuelve para nada el problema de la hambruna en zonas como la tarahumara o la mixteca mexicanas.
Se presentan, asimismo, investigaciones que demuestran que hay una recuperación desde arriba, desde el poder del sistema de los agronegocios, de conceptos y de prácticas tales como “agricultura verde”, “producción orgánica”, “sustentabilidad” e incluso “comercio justo”.
El marco de referencia en que se originaron como crítica práctica a la utilización intensiva de agroquímicos, a la sobrexplotación de recursos naturales, a la sobrexplotación del trabajo y de las comunidades campesinas e indígenas ha sido cooptado, se ha “wallmartizado” o “starbuckizado”, por lo que se hace necesaria una continua lucha de significados, una reflexión y trabajo de concientización con productores y consumidores, por eso se van generando conceptos y prácticas como “comida local” o “comercio local”, como alternativas desde abajo. Sin embargo, hay ciertas tentaciones de academicismo, de teoricismo, de predominancia de una forma de construir conocimiento desde la universidad, desde el norte, explícita en el hecho de que el único lenguaje del congreso es el inglés.
Por todo esto resulta sumamente aleccionadora la intervención en el congreso, de Paul Nicholson, dirigente de Vía Campesina: ante el problema del hambre, del desplazamiento, de la precarización, hay que enfocarse bien: no se trata de una crisis de la alimentación, sino de una crisis del sistema.
Dicha crisis tiene tres principales causas: primero, la imposición de la agenda del libre comercio a nivel planetario, que establece precios agrícolas bajo los costos de producción y delocaliza la producción de alimentos, poniendo en peligro la viabilidad de las comunidades; segundo, la privatización de la tierra, de los recursos naturales, de las semillas, y tercero, la imposición de un modelo de producción con el uso intensivo de agroquímicos que pone en las trasnacionales el control de la cadena alimentaria.
La Vía Campesina propone globalizar la lucha, para poder globalizar la esperanza, basándose en una triple estrategia: la soberanía alimentaria que pone el derecho de los pueblos a alimentarse y a producir sus alimentos en el centro; consolidar redes locales que se conviertan en un poder internacional y la interacción dinámica entre los diversos actores rurales y académicos, investigadores. La necesidad de esta interacción es precisamente enfatizada por uno de los líderes intelectuales del congreso y fundador de la sociología de la alimentación, William Friedland.
Desde otro nivel convergen con estas propuestas las sugerentes ideas del sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, uno de los expositores magistrales del congreso: la sociología rural debe luchar contra el colonialismo cultural y por una justicia cognitiva global, construir una epistemología desde el sur que valore, certifique y explore la diversidad, aprovechando la gran experiencia práctica y de conocimiento de los pueblos del sur, de las comunidades indígenas todo esto para desarrollar la autodeterminación desde abajo hacia arriba, concepto y práctica clave para superar la gran crisis que vivimos ahora, crisis que no es sólo alimentaria, sino del sistema globalizado.
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Análisis Noticiosos
Sentencia en Ecuador devuelve a siekopai la propiedad de su tierra ancestral
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2 días agoon
noviembre 28, 2023La justicia ecuatoriana reconoce a esta comunidad amazónica la titularidad de 42.360 hectáreas en Pë’këya, un territorio que contiene sus lugares sagrados más importantes
Madrid.-Los siekopai podrán por fin regresar a su “hogar ancestral”, a Pë’këya, una tierra en Ecuador, en la frontera con Perú, donde este pueblo amazónico vivió durante siglos hasta que fue expulsado en 1941 por la guerra entre los dos países. Según una sentencia emitida el pasado viernes, y a la que ha tenido acceso este periódico, el Estado ecuatoriano les concede la titularidad de un pedazo de esta selva, un total de 42.360 hectáreas, también conocida como Lagartococha. La decisión judicial, tomada en segunda instancia —la primera les reconoció solo la cesión del espacio—, es “histórica” porque Ecuador reconoce por primera vez a los pobladores originarios el derecho a la “posesión de un territorio declarado área protegida”, lo que puede servir de precedente a otras comunidades indígenas que intentan recuperar el control de su tierra, explica en conversación telefónica con este diario Justino Piaguage, jefe de la Nación Siekopai.
La recuperación de Lagartococha era la “clave”, según Piaguage, para evitar la desaparición de un pueblo que lleva más de 80 años batallando por regresar a casa y que estaba abocado a la “desaparición”. “Este pedazo de tierra es el que nos va a permitir seguir existiendo como pueblo milenario, como un pueblo que hemos demostrado que somos amazónicos, con una cultura diferente, una sabiduría diferente y una lengua diferente, el paikoka”, explica el jefe de los siekopai.
La conexión de este pueblo con su tierra y su pasado es intrínseca a su esencia y a su razón de ser. “Muchos creen que queremos volver por bonito, no es así. Ahí estuvo mi abuelo, tomando yagé [ayahuasca], ahí está el ombligo de mis abuelos, por eso seguimos sintiendo y queremos regresar. No es un problema de tierras, es un tema de espíritu, de no sufrir más”, afirmó Maruja Payaguage ante los tres jueces de la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos (Ecuador) que han tenido que dirimir si otorgaban a los siekopai la propiedad de Lagartococha, según recoge la sentencia que este lunes Piaguage ha compartido en una asamblea con su pueblo. El texto reconoce en varios puntos este sufrimiento que menciona Payaguage y que experimentaron otros “abuelos siekopai”, por no poder retornar con garantías a su territorio. “Cesario Piaguage Payaguage, a sus 112 años, deseaba poder morir allá, poder cumplir con su ciclo ritual. Como él, se manifestó que otros muchos abuelos fallecieron sin poder estar en paz espiritualmente”, señala el documento. “Cesario murió el pasado 5 de abril sin ver cumplido su sueño”, recuerda Piaguage.
La Corte ecuatoriana pone también en valor, a la hora de restituir su tierra a los siekopai, el testimonio de “niños, adolescentes y mujeres respecto de cómo el conocimiento sobre el nombre, ubicación y uso de plantas, prácticas de pesca o cacería, orfebrería e incluso prácticas rituales relativas al paso a la adultez, la gestación o la crianza y la explicación de su origen como nación solo es posible conocerlas y vivenciarlas en la zona de Pë’këya”.
Una larga batalla
Esta lucha, según Piaguage, la comenzó su abuelo Cecilio Piaguage cuando concluyó la guerra peruano-ecuatoriana, en 1942. “Después del conflicto, que separó a familias siekopai entre Ecuador y Perú, quería regresar a su territorio, y empezó a buscar la forma de reunificar a su gente, pero nunca lo logró por el hostigamiento”.
La propia sentencia reconoce esta persecución: “Este pueblo amazónico tuvo que salir de Pë’këya por causas ajenas a su voluntad derivadas de la guerra entre Ecuador y Perú de 1941 y por otras condiciones de despojo y a la que ha intentado volver desde entonces de forma permanente pese a las amenazas, hostigamientos y obstáculos que han existido, derivados de la militarización de la frontera y la posterior creación de la Reserva Faunística de Cuyabeno”.
Para recuperar la tierra, era necesario demostrar que eran la nación originaria, lo que en una cultura de tradición oral les dejaba apenas sin recursos. Sin embargo, varios documentos jesuitas, entre ellos un manuscrito anónimo de 1753, permitió demostrar que los siekopai llevaban siglos viviendo en Lagartococha. El texto, conservado en la Biblioteca Pública de Nueva York, contenía unas 1.200 palabras en paikoka. “La tradición oral de los siekopai es muy precisa, pero en este documento la intelección [entre la palabra en paikoka y en español] es casi total”, afirmó el pasado mayo en entrevista telefónica con este diario la investigadora y antropóloga argentina María Susana Cipolletti, que ha participado en el proceso judicial como testigo.
También para que “exista el derecho a la restitución” es indispensable que “el pueblo indígena mantenga el contacto o la relación con estos territorios ancestrales de una u otra manera”, según los jueces ecuatorianos. Esta condición, de acuerdo con la sentencia, está acreditada: “Queda demostrado que la Nacionalidad Siekopai es propietaria ancestral del territorio de Pë’këya, con la cual ha mantenido relación histórica, espiritual, cultural y material que ha sido esencial en la creación y desarrollo de su identidad cultural y cosmovisión y que es indispensable para su supervivencia física y cultural”.
“Por fin siento una paz interna, por haber exigido el respeto de los derechos de los siekopai y haber garantizado este espacio territorial para la actual y las futuras generaciones”, celebra Piaguage. El resultado le permitirá a su pueblo, según está convencido, “evitar la extinción”.
elpais.com
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Javier Milei, una mezcla de predicador mesiánico y estrella del rock
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2 semanas agoon
noviembre 19, 2023El presidente electo de Argentina es un economista ultraliberal que promete dolarizar la economía, niega la dictadura y el cambio climático y se ha mostrado a favor de la libre portación de armas y la venta de órganos
Buenos Aires.-El economista ultraliberal Javier Gerardo Milei ha pasado en dos años de ser un provocativo showman televisivo que rompía en vivo una maqueta del Banco Central a ser elegido presidente de Argentina. Casi 13 millones de argentinos han votado este domingo por este outsider extravagante e iracundo que ha prometido sacar a los políticos a patadas en el culo, dolarizar la economía porque el peso “no vale ni para excremento” y que planea un recorte del gasto social sin precedentes. Milei alcanzó la presidencia después de moderar su discurso en la campaña electoral para la segunda vuelta que disputó contra el peronista Sergio Massa. Durante las últimas semanas, se disfrazó de esos políticos profesionales a los que tanto odia para atraer el voto moderado. El León, como lo apodan, dejó de rugir. Mantuvo la calma incluso al ser contradicho y dio marcha atrás en sus ideas más controvertidas, como la privatización de la sanidad y de la educación y la libre portación de armas.
Su transformación reciente hace pensar en una de las frases más célebres atribuidas al expresidente Carlos Menem: “Si hubiera dicho lo que iba a hacer, no me votaba nadie”. Pero Milei dijo y después se desdijo, como pasó con su apoyo a la venta de órganos, a la venta de niños o las denuncias de fraude electoral. Sus innumerables contradicciones obligan a los argentinos a elegir a cuál de dos versiones del candidato creer. Si gana, su verdadero rostro comenzará a desvelarse a partir del 10 de diciembre, cuando el próximo presidente tome posesión.
Milei entendió mejor que nadie el hartazgo de la sociedad argentina con las sucesivas crisis económicas y con la falta de respuestas a millones de personas. A aquellos que se desloman trabajando pero no llegan a fin de mes, a los que cuando cae el sol se encierran en sus casas porque tienen miedo de salir, a quienes evaden todos los impuestos que pueden porque dudan de su destino: están cansados de que sus hijos se queden sin clases en la escuela pública y de esperar durante meses el turno médico de un especialista.
Dio el salto a la política convencido de que tenía una misión: “Terminar con la inflación para siempre, terminar con la inseguridad para siempre, terminar con los privilegios de los políticos para siempre”. En definitiva, cambiar Argentina para siempre, desterrando al peronismo. Prometió que, si le daban tiempo, en 35 años Argentina podría ser Estados Unidos; en 40, Irlanda. Equivale a diez mandatos presidenciales, pero la Constitución argentina sólo permite dos consecutivos.
Negacionista climático
El cambio de Milei incluye combatir las ideas progresistas de un país que está a la vanguardia de América Latina en la conquista de derechos sociales. Plantea derogar el aborto, legal en Argentina desde 2020. Se ha manifestado de forma despectiva hacia el matrimonio igualitario, vigente desde 2010. Niega la brecha de género, que según las estadísticas es del 26%. Niega que el cambio climático esté producido por el hombre. Propone privatizar las empresas públicas e incluso los recursos naturales de Argentina, como el yacimiento de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta, sus ríos y mares. El argumento es que, si los ríos tienen propietario, dejarán de estar contaminados.
El apoyo reciente de sus padres no significa que ellos estén en el círculo íntimo de un candidato al que muchos definen como solitario y desconfiado. Este se reduce a su hermana, Karina, a la que llama El Jefe por ser la máxima autoridad de su campaña, y a sus “hijitos de cuatro patas”: sus perros Murray, Milton, Robert y Lucas, bautizados así por economistas a los que admira. Son clones de Conan, el mastín que adoraba y que falleció en 2017. La muerte no cortó la comunicación entre ellos: Conan y él se hablan a través de una médium, según asegura su biógrafo no autorizado, Juan Luis González, autor de El loco.
A la exótica familia se ha sumado desde hace un par de meses su nueva pareja, Fátima Flórez, conocida por ser la imitadora televisiva de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Atrás han quedado las intimidades reveladas por Milei años atrás, cuando aseguraba que era profesor de sexo tántrico y lo llamaban “vaca mala” porque no eyaculaba más que una vez cada tres meses.
En el colegio Cardenal Copello era el loco, un apodo que también usaban sus compañeros de fútbol en los clubes en los que jugó de portero: Chacarita Juniors y San Lorenzo.
Sus excompañeros lo describen como un niño retraído, al que no le gustaba demasiado socializar. Una descripción similar hacen quienes compartieron oficina en la Corporación América, un conglomerado de empresas presidido por Eduardo Eurnekián, uno de los hombres más ricos de Argentina y quien es considerado como su primer padrino. Unos y otros coinciden en su temperamento explosivo, fuente incesante de problemas hasta la actualidad. “Vos sos una comunista de mierda, estás arruinando el país”, estalló Milei en el ascensor contra una vecina que le preguntó si en sus clases de Economía daba al británico John Maynard Keynes. “Andate, me estás maltratando”, gritó a la fotógrafa de EL PAÍS cuando le pidió que sonriera para hacerle un retrato. Periodistas y panelistas de televisión, en muchos casos mujeres, están también en la larga lista de quienes han padecido sus estallidos de rabia.
Autoritario
Ese carácter revela rasgos intransigentes y autoritarios, preocupantes para quien aspira a la Presidencia. Él y su candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, niegan el terrorismo de Estado y minimizan los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la dictadura —y condenados en democracia— para considerarlos “excesos”. “Milei es profundamente antidemocrático. Se siente muy molesto cuando lo contradicen, no le gusta nada que le digan una cosa distinta de la que él piensa, aunque sea con buena onda”, cuenta el abogado liberal y experto en finanzas Carlos Maslatón. Este exmilitante de La Libertad Avanza, distanciado del candidato, pone como ejemplo lo ocurrido en su programa de radio años atrás. Expresó su desacuerdo con un instrumento financiero y Milei, furioso, se levantó y se fue del programa. Tardó tres semanas en volver a llamarle. Maslatón cree que detrás de esos desplantes hay una persona “muy insegura”.
Cuando la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, le pidió que la llamara presidenta y no presidente, él se negó a hacerlo. Al terminar su discurso abandonó el hemiciclo al grito de “casta, casta, casta”.
La alianza entre Milei y Villarruel fue ventajosa para ambos. El primero atrajo a votantes descontentos con las políticas económicas y Villarruel sumó a aquellos que se identifican con valores de extrema derecha, como antiabortistas, opositores a las demandas territoriales de las comunidades indígenas y a los derechos de las diversidades sexuales. Villarruel lo ayudó también a tejer alianzas con la ultraderecha mundial, en especial con el partido español Vox.
Sin embargo, la irrupción de Milei ha agigantado la grieta política de Argentina. Ni siquiera un espacio de la alta cultura como el Colón, el teatro lírico más importante del Colón, ha quedado a salvo de la tensión extrema que se respira en vísperas de las elecciones. La presencia del candidato no pasó desapercibida este viernes. “Milei, basura, vos sos la dictadura”, lo abucheó parte del público y de la orquesta al reconocerlo en un palco. Al término de la función, otros optaron por aplaudirlo.
Enemigo del Estado
La primera vocación de Milei fue el fútbol, pero la hiperinflación de Argentina a finales de los ochenta le llevó a cambiar los botines por los libros de economía. Se licenció en Economía en la Universidad de Belgrano, donde después fue también docente, e hizo posgrados en el Instituto de Desarrollo Económico y en la Universidad Torcuato di Tella. Estudió a fondo las ideas de Keynes para después repudiarlas una y otra vez.
Como liberal, se opone cualquier intervención del Estado en el mercado. Su rechazo ha sido escenificado ante las cámaras a través de metáforas tan violentas que su rival, el peronista Sergio Massa, se ha valido de ellas para deslegitimarlo como candidato a ocupar el sillón de Rivadavia.
— El Estado es el pedófilo en el jardín de infantes con los nenes encadenados y bañados en vaselina.
Así lo definió en 2019, cuando aún no había entrado en política. “Si yo tuviera que elegir entre el Estado y la mafia, me quedo con la mafia, porque la mafia tiene códigos, la mafia cumple, la mafia no miente y, sobre todas las cosas, la mafia compite”, dijo un año después.
Por esa época, Milei se presentó en un festival de cosplayers en Buenos Aires disfrazado de General AnCap (anarcocapitalista) con un antifaz y un tridente. “Vengo de Liberland”, anunció a los presentes, un país “donde nadie paga impuestos”. “Mi misión es cagar a patadas en el culo a keynesianos”, proclamó. Cuatro años después, ese superhéroe llegado de un país de ficción lidera las encuestas.
Milei entró y creció por los márgenes, como muchos populistas antes que él. Las redes sociales le sirvieron para conquistar a jóvenes durante la pandemia de covid-19, en especial aquellos furiosos contra un Gobierno que les impedía salir por el estricto confinamiento. Se reían con las barbaridades que escuchaban, pero también comenzaban a convencerse de la importancia de la batalla cultural con la que Milei prometía cambiar Argentina. Estos pregonaron más tarde la palabra del ultra entre sus padres y abuelos. “Mi hijo se volvió un fanático de Milei e insiste cada día para que mi marido y yo lo votemos. Pero yo no sé, es un loco, no sabemos lo que puede hacer”, admite la vendedora de una papelería de Buenos Aires que está entre ese 10% de indecisos que puede decantar la elección.
La desconfianza está extendida entre los empresarios, que recelan de la prometida dolarización de una economía sin dólares y temen el caos que puede provocar. Un centenar de prestigiosos economistas firmaron una carta en rechazo de esta y otras medidas económicas del candidato, pero su discurso se mantiene intacto en este punto. Ha cedido en las formas, pero no piensa hacerlo en el área económica. “El ministro de Economía voy a ser yo”, le respondió a alguien de su equipo cercano cuando le pidió un nombre para esa cartera central. De ser elegido, nombre habrá, pero Milei planea que sea sólo un empleado que acate sus órdenes.
Con su look postpunk adolescente —melena despeinada y chaqueta de cuero aunque el termómetro supere los 30 grados— Milei se transforma en sus mítines en una mezcla de estrella de rock y predicador mesiánico. Es su escenario predilecto. “Estar en el centro de atención de cualquier situación sin la necesidad de entablar un diálogo de ida y vuelta con los presentes sigue siendo el lugar en el que más cómodo se siente”, escribe González, el biógrafo no autorizado. Desde niño buscó ocupar ese lugar. En el patio de su escuela imitaba los bailes de su adorado Mick Jagger sin imaginar que décadas más tarde miles de personas corearían con él “Yo soy el rey de un mundo perdido”.
“Le cuesta estar en una reunión social y mantener un diálogo relajado con varias personas”, asegura el abogado liberal y experto en finanzas Carlos Maslatón. Tampoco acepta con gusto que le interrumpan. “Le gusta dar un discurso y retirarse”, continúa. La interacción puede incluir gritos y cánticos, pero no ser parte de una charla colectiva.
Milei es católico, pero hace años comenzó a acercarse al judaísmo y no descarta convertirse a este credo en un futuro. Durante la campaña presidencial contó que su máxima referencia es Moisés, al que definió como un gran líder que no tenía el don de divulgar. “Dios le mandó a Aaron para que divulgara. Kari [en referencia a su hermana Karina] es Moisés y yo soy el que divulga”, aseguró.
Ataques al papa Francisco
En el campo laboral, Milei alternó durante años la docencia universitaria con trabajos como economista. Fue asesor del general Antonio Bussi y economista jefe de la Fundación Acordar del excandidato presidencial Daniel Scioli. Pero en su currículum destaca sobre todo su trabajo durante una década a las órdenes del magnate argentino de origen armenio Eduardo Eurnekián. El multimillonario le dio el empujón mediático —a través de su televisión América TV— y los contactos que necesitaba para su carrera política. Más tarde, al menos en público, se arrepintió. “Tengo 3.700 empleados en mi empresa y uno salió fallado, ¿qué querés que haga?”, dijo días atrás. Lo que más le reprocha son sus críticas abiertas al papa Francisco, al que considera un “imbécil” que tiene “afinidad con comunistas asesinos” y al que ha llegado a calificar de “representante del maligno en la Tierra”. “No está a la altura para juzgar ni opinar sobre el Papa”, criticó Eurnekián.
“Nos acusan de haber creado al monstruo”, confiesa una fuente de este gigante empresarial. De ser cierto, no fueron los únicos. Exaliados de Milei cuentan que el entorno de Massa también le echó una mano para el armado inicial de listas con la esperanza de que Milei dividiese el voto opositor y desgastase a la derecha conservadora clásica. “Creía que sacaría un 15%, un 18% como máximo”, dicen. Cuando duplicó esa cifra y dejó en el camino a Juntos por el Cambio, quien le tendió la mano fue el expresidente Mauricio Macri. Si llega a la presidencia necesitará cerca de 5.000 amigos para ocupar los cargos de mayor confianza en el Estado. No los tiene, pero Macri está dispuesto a presentarle a muchos. El riesgo es que eso dé pie a una presidencia bicéfala, con una cara al sol y la otra en la sombra.
La unión de fuerzas entre Macri y Milei ha multiplicado y diversificado su público: los varones jóvenes ya no son una amplísima mayoría sino que hay también hombres y mujeres de mediana y avanzada edad. Mientras los primeros encontraron en Milei un dique de resistencia frente al avance del feminismo y de las minorías sexuales, los segundos ven en él al hombre que los puede salvar de otros cuatro años de peronismo. Los recién llegados corean con más timidez que los veteranos el hit La casta tiene miedo porque formaron parte de ella hasta un mes atrás. Se han perdido además el show del macho alfa subido a una camioneta con una motosierra encendida. Ese agresivo símbolo de los recortes ha sido reemplazado por el peluche de Pochita, un personaje del anime Chainsaw Man. Representa a un demonio, pero por su aspecto tierno nadie lo diría.
Su inexperiencia se hizo visible como nunca antes en el último debate contra Massa. El candidato peronista lo arrinconó y le asestó un golpe verbal tras otro en forma de preguntas. Milei intentaba responderlas como podía, pero a la vez peleaba una batalla no verbal: mantener las formas frente a las cámaras y no perder el control. Lo logró. Massa desnudó la falta de preparación de Milei para ponerse al frente del país, pero la paliza fue tan grande que muchos empatizaron con la fragilidad y las dudas del economista acorralado.
Milei llegó a la recta final de la campaña seguro de que sólo el riesgo de fraude se interponía entre él y una victoria en las urnas. Desde Córdoba, la provincia más antikirchnerista de Argentina, este hombre sin miedo pidió a los argentinos que se liberen y lo pierdan ellos también. “¿De qué riesgo me hablan, ¿De qué salto al vacío? ¡Si estamos yendo al infierno!”. Casi trece millones de argentinos decidieron este domingo darle una oportunidad.
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Países latinoamericanos elevan el tono contra Israel tras el bombardeo en Yabalia
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4 semanas agoon
noviembre 1, 2023Las reacciones van desde comunicados de repudio a la ruptura de relaciones diplomáticas
Bogotá / Santiago de Chile / México.-Argentina y México se han sumado este miércoles a la condena de varios países latinoamericanos al bombardeo de Yabalia, el mayor campamento de refugiados en Gaza. “Nada justifica la violación del derecho internacional humanitario, y la obligación de proteger a la población civil en los conflictos armados, sin realizar distinción alguna”, se lee en un comunicado de la Cancillería argentina. México, por su parte, señala la existencia de posibles crímenes de guerra. Los gobiernos de Alberto Fernández y de Andrés Manuel López Obrador se suman así a las declaraciones ya emitidas el martes por sus contrapartes de Bolivia, que ha roto relaciones diplomáticas con Israel; y de Colombia y Chile, que han llamado a consulta a sus embajadores.
El Ministerio de Relaciones Exteriores argentino recuerda que el 7 de octubre también condenó el ataque de Hamás contra Israel, que dejó al menos 1.400 muertos y más de 200 secuestrados. Señala que incluso reconoció el derecho a la legítima defensa. Sin embargo, el comunicado enfatiza en que Israel está traspasando los límites del derecho internacional en su intervención en Gaza, tras el bombardeo al centro de refugiados, que dejó 50 muertos, 150 heridos, un inmenso cráter y daños en los edificios cercanos. Entre los restos se han sacado los cadáveres de al menos tres bebés. La cifra de muertos desde que comenzó la guerra asciende a 8.525 palestinos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza; en el otro bando, las autoridades israelíes reportan 1.400.
Por su parte, el Gobierno de México ha escalado este miércoles sus críticas a los ataques de Israel y ha llamado a un cese de las hostilidades urgente. La representante mexicana ante las Naciones Unidas, Alicia Buenrostro, ha condenado los ataques a la población civil, al personal médico y humanitario y a la infraestructura esencial, “que podrían constituir crímenes de guerra”. En la asamblea especial de emergencia con motivo de la guerra, la embajadora también ha pedido que Israel levante el sitio en torno a Gaza, “teniendo en cuenta que las represalias son contrarias al derecho internacional”. La representante ha condenado los actos terroristas de Hamás contra Israel, pero ha sido clara en que la respuesta es desproporcional.
La embajadora mexicana también ha criticado la ocupación de los territorios palestinos, señalando que ello contraviene la Carta de la ONU. “Cualquier adquisición de territorio obtenida por la fuerza es nula y carente de validez. Exigimos a la Potencia Ocupante cesar su ocupación y todos los demás actos que afectan la integridad territorial del Estado de Palestina”, ha afirmado. La diplomática ha dicho que México favorece la solución al conflicto bajo la “premisa de dos Estados, que atienda las legítimas preocupaciones de seguridad de Israel, y permita la consolidación del Estado de Palestina, viable política y económicamente”.
Las condenas de México y Argentina se suman a la de otros países de la región. La más contundente ha sido la de Bolivia, que el martes anunció la ruptura de relaciones diplomáticas. El Gobierno de Luis Arce condenó lo que consideró “la agresiva y desproporcionada ofensiva de Israel” y pidió el cese del bloqueo a Gaza, que impide la entrada de alimentos y agua. Convocó a los demás países de la región para pedir “soluciones estructurales”. Con esa decisión, Arce cedió a las presiones de su mentor y exjefe político, el expresidente Evo Morales, quien por semanas había pedido al Gobierno que tomara decisiones más drásticas que el apoyo a Palestina que había manifestado el presidente. Tras el anuncio, Morales señaló que “no es suficiente”.
La Administración de Gustavo Petro, en Colombia, optó por una medida significativa pero menos fuerte, al llamar a consultas a su embajadora. El mandatario compartió el comunicado de su Cancillería y profundizó sobre su postura en X, antes Twitter. “Si Israel no detiene la masacre del pueblo palestino no podemos estar allá”, escribió. “Se llama genocidio, lo hacen para sacar el pueblo palestino de Gaza y apropiársela. El jefe del Estado que hace este genocidio es un criminal contra la humanidad. Sus aliados no pueden hablar de democracia”, declaró en referencia al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
El mandatario colombiano ha sido uno de los líderes mundiales más enfáticos en condenar a Israel. Tras el ataque inicial de Hamás, se negó a condenar directamente a la milicia y optó por reiterar su postura respecto a que existe una ocupación ilegal en Palestina. Después, escaló en el mensaje al comparar la situación con la del campo de concentración de Auschwitz, donde fueron asesinados decenas de miles de judíos. Esto derivó en que Israel anunciara la suspensión de las exportaciones de equipos de seguridad hacia Colombia y en que Petro aumentara el tono. “Si hay que suspender relaciones exteriores con Israel, las suspendemos. No apoyamos genocidios. Al presidente de Colombia no se le insulta”, dijo el 16 de octubre.
En Chile, el presidente Gabriel Boric tomó la misma decisión, aunque ha mantenido un tono más moderado. El martes hizo un llamamiento a redoblar los esfuerzos para lograr una tregua y el urgente ingreso de ayuda humanitaria en Gaza, al tiempo que exigió la liberación “inmediata” de los secuestrados por Hamás. “Chile condena enérgicamente y observa con gran preocupación que dichas operaciones militares —que a estas alturas de su desarrollo comportan un castigo colectivo a la población civil palestina en Gaza— no respetan normas fundamentales del Derecho Internacional”, escribió el mandatario chileno, que adjuntó el comunicado de su Cancillería, liderada por el ministro Alberto Van Klaveren.
“420 niños están siendo heridos o asesinados DIARIAMENTE [sic] en Gaza por el Estado de Israel dirigido por Netanyahu. No son daños colaterales de la guerra contra Hamás, sino sus principales víctimas, junto a civiles inocentes, principalmente mujeres”, publicó también el presidente en la red social, y añadió: “Por si alguien lo duda, todo esto lo hacemos sin dudar en condenar los atentados y secuestros perpetrados por Hamás. La humanidad no se sostiene en empates que deshumanizan. Nada justifica esta barbarie en Gaza. Nada”.
Agradecimiento de Hamás
La agencia Efe ha reportado este miércoles que Hamás ha agradecido a Bolivia por romper relaciones diplomáticas con Israel y a Chile y Colombia por llamar a consulta a sus embajadores. “Estas posiciones honorables quedarán inmortalizadas en el historial de aquellos que rechazan la agresión y triunfan por la justicia de nuestra causa y por los derechos de nuestro pueblo a la libertad y la autodeterminación”, se lee en el comunicado que cita la agencia española. La milicia destaca la decisión del Gobierno de Arce y pide a los países árabes e islámicos que sigan sus pasos. En otro apartado, resalta que Chile y Colombia decidieron llamar a consultas a sus embajadores “en protesta por las agresiones y masacres” que ha cometido Israel en las últimas semanas.
La Cancillería israelí ha criticado las decisiones de Bolivia, Chile y Colombia. “Israel condena el apoyo de Bolivia al terrorismo y su sumisión al régimen iraní, que dan cuenta de los valores que representa el Gobierno de Bolivia”, subraya en un comunicado que señala que las relaciones “carecían de contenido” desde la llegada al poder de Arce. Según Israel, el Gobierno boliviano “se está alineando con la organización terrorista Hamás, que masacró a más de 1.400 israelíes y secuestró a 240 personas”.
Frente a Chile y Colombia, el tono es más moderado. Sin hacer referencia a los llamados a consulta de los embajadores, comenta en otro comunicado que espera que ambos países “condenen explícitamente a la organización terrorista Hamás que asesinó y secuestró niños, mujeres, ancianos y bebés”. “Israel espera que Colombia y Chile lo apoyen, que respalden el derecho de un Estado democrático a proteger a sus ciudadanos y que realicen un llamamiento para la liberación inmediata de los secuestrados y que no se alineen con Venezuela e Irán, que respaldan el terrorismo de Hamás”, añade.
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