El crecimiento de la enfermedad conocida como coronavirus se ha convertido en un aliado circunstancial del Gobierno de Danilo Medina y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
En la medida en que esta enfermedad se extiende geográficamente más llena de miedo a la gente y eso pasa exactamente con la República Dominicana.
Hace algunos días que el Gobierno ha querido politizar esta enfermedad que ya les ha quitado la vida a una cantidad significativa de personas en China y que parece haber hecho su entrada a varios países de Europa.
La República Dominicana en los últimos días o semanas ha estado afectado por una ola de protestas en contra de un Gobierno tan peligroso como la peste que hoy amenaza a la raza humana.
El coronavirus es una enfermedad definitivamente muy peligrosa, independientemente de las exageraciones que puedan crear sectores interesados como las multinacionales de las medicinas.
En el caso de la República Dominicana acaba de hacer su entrada el coronavirus a través de un italiano que llegó al país por el aeropuerto de Punta Cana, pero las autoridades nacionales se empeñaban en crear una alarma artificial en el país para desinflar la ola de protestas en contra de la corrupción y la impunidad.
Pero no se puede justificar cualquier descuido frente a la amenaza que representa la enfermedad para el territorio nacional, pero será una circunstancia en favor de un Gobierno que también constituye un peligro para la salud y la tranquilidad de la sociedad.
El coronavirus es realmente un gran aliado de Danilo Medina, porque el miedo que comienza a generar la enfermedad surte efecto en amplios sectores de la población, cuyo temor podría afectar las elecciones municipales extraordinarias programadas para el 15 de marzo
Y es normal que así sea, pero no parece que de ninguna manera Danilo pueda recuperarse de la golpiza política que ha recibido en los últimos días y que sus resultados serán medidos en la consulta comicial que tendrá lugar en apenas menos de 15 días, pero que en realidad la poca asistencia a los colegios electorales por temor del contagio del coronavirus favorecía a los que hoy hieden frente al votante.
En este caso se aplica mucho la expresión que dice no hay bien que por mal no venga, porque al final de la jornada el coronavirus, aunque representa un peligro, por lo menos le sirve de pie de amigo a Danilo Medina, porque saca a la gente de su indignación con unas autoridades irresponsables y manipuladoras.
Serán las mascarillas un bozal por su incomodidad para continuar con las protestas en la que haya que que usar las cuerdas bocales, pero que al propio haya que cuidarse del coronavirus?
Descuidarse con la enfermedad se convierte en un peligro, pero de igual modo detener las protestas en contra de un gobierno corrupto amenaza la vida de la gente.
Haga las dos cosas, sin que por una descuide la otra.