Opinión
El Derecho Constitucional Difuso.
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1 mes agoon
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José CabralPor José Cabral
Desde la primera Constitución de la República Dominicana, la cual se remonta al año 1844, está consignado en ella el derecho constitucional difuso, el cual tiene como misión que los jueces ordinarios apliquen las normas contenidas en el bloque de constitucionalidad. El balance hasta el momento en este aspecto es prácticamente nulo, lo que impacta negativamente al estado de derecho y a la democracia. Regularmente el juez del sistema de justicia ordinaria no hace sus ponderaciones a partir de poner en una balanza las diferentes violaciones a los derechos fundamentales e inclinarse por el que tiene mayor peso en un caso concreto, lo cual indica que el mismo no va a la par con el concentrado, cuyos frutos nadie cuestiona.
La Constitución del 2010 y la Ley 137-11 han sido dos herramientas claves para que en el país el derecho constitucional haya tenido logros muy significativos para hacer prevalecer los derechos fundamentales. El principio de igualdad ha sido el más favorecido y promovido mediante la figura de la Acción Directa de Inconstitucionalidad, que permite que en la República dominicana se pueda hablar de un antes y un después en esta materia. La figura de la Acción Directa de Inconstitucionalidad posibilita modificar, extirpar o sustituir aquellas disposiciones de las normas que se contraponen con la ley sustantiva de la nación, dándole un papel fundamental al derecho constitucional concentrado.
Los cambios introducidos por el Tribunal Constitucional mediante las sentencias exhortativas, ha permitido que el órgano haya tenido una permanente vigilancia de la labor del legislador positivo. Las medidas tomadas por el TC, como legislador negativo, ha tenido una repercusión muy importante en todo el sistema legal de la nación. Ello ha traído consigo una mejora en el estado de derecho a través de la seguridad jurídica y de igual modo de la democracia.
Sostengo que es una gran necesidad nacional que el derecho constitucional difuso vaya a la misma velocidad y con el mismo nivel de eficacia del concentrado, a los fines de mejorar y fortalecer los derechos humanos fundamentales. La deficiencia en la aplicación de esta figura jurídica demanda una mayor vigilancia de los tribunales ordinarios y las propias cortes de apelación para evitar la erosión de la credibilidad del sistema de justicia. En mi opinión ahí estaría la clave para no dejar solo y con toda la carga al TC en la aplicación de las normas constitucionales.
Considero que la observancia del bloque de constitucionalidad, que preconiza el neo-constitucionalismo, representa un mecanismo idóneo para alcanzar una mejor sociedad en lo que respecta a derechos tan sagrados como el de la dignidad, el buen nombre y la honra personal, entre muchos otros. El respeto al bloque de constitucionalidad colocaría al país en unos estándares internacionales que lo prestigian y de ese modo pasaría a ser una buena referencia en el derecho comparado. Esa medida liberaría a la República Dominicana de cualquier enjuiciamiento por comprometer su responsabilidad civil y penal por el no cumplimiento del derecho convencional.
En conclusión, planteo que debe producirse una mayor supervisión del Poder Judicial al manejo dado a los conflictos legales por parte de los jueces del sistema de justicia ordinaria para mejorar su desempeño en torno al bloque de constitucionalidad. La figura del derecho constitucional difuso es un mecanismo para tener un mejor sistema de justicia nacional. Los logros del derecho constitucional concentrado, el cual ha consistido, fundamentalmente, en eliminar una serie de disposiciones que vulneraban derechos humanos fundamentales, principalmente el de igualdad, el cual es transversal a todos los demás derechos, nos ubica en un lugar privilegiado jurídicamente hablando en la comunidad internacional, no así el difuso que todavía tiene mucho terreno que recorrer.
Por Elba García Hernández
La llegada de un nuevo año crea en la gente muchas expectativas, sobre todo en el ámbito muy personal e individual.
Y lo propio ocurre con el año que está a pocos días de hacer su entrada, el 2025, el cual parece que estará acompañado de situaciones muy diversas para el Estado y la sociedad.
Sin embargo, esas malas y buenas cosas que podría traer el nuevo año, impactarán de buena o mala manera a la gente que casi nunca se fija en aquellas situaciones que dañan al conjunto de las personas humanas.
El asunto es que la vida en países como la República Dominicana está más focalizado en la consecución de logros personales, más que colectivos, dado que el neoliberalismo no sólo ha borrado valores, sino que también ha impuesto antivalores.
Por esta razón, el afán por las cosas materiales ha tomado un camino en el país que no hay nada, absolutamente nada, que lo supere.
Literalmente se puede decir que la condición humana de la vida no vale nada, sobre todo cuando se trata de poner en una balanza diez pesos y la existencia de un hombre, de una mujer, de un niño o de un anciano.
La desintegración familiar toma cuerpo en el país y el mundo y ante esa realidad, este año 2025 debe imponerse, por lo menos por los próximos doce meses, desviar la atención de lo particular, ya que lo general siempre incluye lo individual, para poner un granito de arena en la lucha que se necesita para restablecer valores.
Sin que una cosa soslaye la otra, el país necesita que se desarrollen campañas intensas para salvar a nuestros hijos y nietos de ese interés desmedido por conseguir cosas materiales sin importar el precio.
Tienen que crearse necesariamente nuevos paradigmas y el 2025, que casi hace su entrada, debe ser el inicio del embrión de una sociedad de valores, cuyos resultados impactarían de manera general a todos y cada uno de los dominicanos.
Aunque este tema parezca estar fuera de contexto en esta época y ser muy místico, ahí estriba la mejoría futura de un gran país como la República Dominicana.
Sólo se necesita un por ciento muy bajo de nuestros esfuerzos para que esta propuesta, la cual está en el marco de la lucha porque se priorice lo colectivo sobre lo particular, lleve al pais a una sociedad envidiable y de ensueños.
Por Narciso Isa Conde
QUERIDOS CAMARADAS Y AMIGOS/AS PRESENTES:
Preceden a esta fiesta de la amistad, la fraternidad y la camaradería varios homenajes confluyentes: a Iván, al Bacho, a Rufino de la Cruz y las Mirabal.
Nos asalta aquí el recuerdo de un conjunto de apreciados camaradas: Félix Tejeda, Brígido Peguero, Melendito, Delta Soto y Edmundo García.
Se aproxima la fecha de Manolo Tavares y sus compañeros de Manaclas y de las guerrillas del 63.
Nos convocamos aquí para emprender la ruta hacia una gran conmemoración, el próximo 17 de marzo, del 50 aniversario del tránsito de Orlando a la inmortalidad.
Estamos alegres, que es lo propio de quienes luchamos por una vida feliz para nuestro pueblo y para toda la humanidad; alegres y en lucha por la nueva independencia, el socialismo y la libertad; venciendo siempre la carga de tristeza que impone la opresión.
Orlando fue asesinado por abrazar la verdad y rebelarse contra las injusticias.
No lo venció el Estado terrorista presidido por Balaguer, subordinado a la súper potencia más criminal de la historia moderna.
¡SUS IDEAS VIVEN!
Ellas fueron pertinentes en su tiempo y los son más aún en los tiempos presentes
Aquí sigue predominando el latifundio capitalista que tanto Orlando combatió, impera la minería destructiva, laceran el alma las desigualdades sociales, continúa aplastada la soberanía… No somos una república independiente. Este país es una gobernación de Colonia
Reina todavía el Estado Delincuente, ahora con un fuerte olor a narco-estado y un denso manto de impunidad que lo protege.
La reforma policial es una farsa: la PN sigue siendo un conjunto de bandas criminales.
A esto se agrega:
Más racismo.
Un anti-haitianismo extremadamente intenso.
Un neoliberalismo desnacionalizador, empobrecedor… moral y culturalmente degradante.
Un despliegue ascendente de violencias contra la vida y derechos de las mujeres.
Asoma el neofascismo que recorre el mundo.
La criminalidad mundial de EEUU y del sistema imperialista es tapada por una sarta de mentiras y medias verdades.
El capitalismo imperialista se ha tornado altamente destructivo de seres humanos y naturaleza toda.
No solo ataca para invadir y permanecer en los territorios asaltados.
No solo reemplaza civilizaciones por la fuerza.
No solo saquea y explota.
No solo crea riquezas generando pobreza.
Destruye violentamente lo construido.
Desorganiza sin reorganizar de nuevo.
Desarticula sociedades.
Fracciona, desintegra, dispersa, desarticula dividiendo.
Caotiza y manipula el caos…
El antes y el después de su agresión en IRAK, Afganistán, Libia, Yemen, Gaza, Haití…lo dice todo.
La crueldad contra Cuba, Venezuela, Nicaragua no tiene límites.
Ahora le toca con más intensidad a Siria…
Hasta la Europa dependiente de EEUU está en peligro…
Es cierta la amenaza de convertir su guerra global infinita en guerra mundial altamente destructiva.
En muchos casos agrede con mercenarios y con armas fabricadas por corporaciones privadas. Se trata de la privatización de las guerras: un gran negocio a base de destrucción y muerte.
Necesitamos mayores dosis de latino-americanismo, antiimperialismo, internacionalismo en nuestra sociedad y en los pueblos del mundo.
Han crecido las fábricas de mentiras y las posiciones pusilánimes propias de la dictadura mediática mundial.
Ha crecido la simulación del olvido, la ignorancia y el espíritu conservador.
Prolifera lo de preservarse aceptando la perversidad que etiqueta como nuevos héroes y heroínas a sus viejos. A los terroristas y tiranos de ayer se le atribuye la condición de honorables rebeldes defensores de la democracia.
Las monarquías despóticas forman parte de su “mundo libre”.
Los agentes del terror son exaltados como “revolucionarios” que abrazan la libertad y la democracia.
Reyes, sultanes y emires se erigen en aliados de la más alta democracia del planeta, a las que se les esculpa de todas las masacres cometidas.
Todo el que apoya su dominación encarna la lucha contra la dictadura y todo el que se resista a hacerlo, es la máxima representación de la tiranía. Ese es el gran pecado de Cuba, Venezuela y de todo aquel que ejerza soberanía.
El mundo al revés con todos los valores cambiantes.
Lo malo ayer es lo bueno hoy, todo en función de las conveniencias al margen de normas y principios.
La tapadera de fechorías y el flujo de ocultamientos, mentiras, simulaciones y falsas etiquetas, pueden reinar por un tiempo. Pero no para siempre. La verdad tarda en brotar, pero se abre paso progresivamente.
El descaro con que se esgrimen las mentiras tornan cada vez más vulnerables las simulaciones.
Para vencer todo esto… aquí y más allá…
Ayuda muchísimo volver Carlos Marx, a Federico Engels, a Lenin, a Gramsci, a Rosa Luxemburgo, a Mao, Trotsky, Mariátegui, Che, Fidel. ¡Al marxismo latino-caribeño!
Ayuda mucho… releer MICROSCOPIO.
Nos ayuda en grande estudiar a Frank Fanon, Jorge Beinstein, Kohan, Iñaki, Lautaro Rivara…
Ayuda muchísimo aprender de la teoría de género…de la teoría de la descolonización, de la ecología política.
Ayuda… reflexionar sobre los contenidos de Tiro al Blanco y si no preguntémosle a los alumnos de Olga Duvergé.
Ayuda inmensamente, participar en rebeldías sociales y aprender de sus creaciones heroicas
¡NECESITAMOS ESTUDIAR Y LUCHAR MÁS Y MEJOR!
Opinión
La figura de la “overruling” es la esperanza de la partidocracia.
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4 días agoon
diciembre 26, 2024Por José Cabral
La sentencia TC/0788/24 del Tribunal Constitucional, que declaró violatorios de la carta magna los artículos 156 y 157 de la Ley 23-24, la cual tiene la autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada, ha puesto a la carrera a la partidocracia, cuyo apriete no parece tener una solución a la vista porque no hay recursos que puedan ser interpuestos por quienes la objetan.
Todo el mundo en el país sabe que el monopolio electoral lo tienen los llamados partidos del sistema, grandes y pequeños, de izquierda y de derecha, ya que para cualquier ciudadano sin importar sus méritos aspirar a un cargo de elección popular tiene necesariamente que adherirse a los grupos que operan a lo interno de los mismos.
Estos partidos, que conforman lo que se ha dado en llamar la partidocracia, tienen una cultura mafiosa de hacer política, cuyo buen ejemplo fueron las alianzas que hizo el PRM para las elecciones del 2020 y que cuando vieron sus reales posibilidades se dedicó a despojar a sus propios aliados de las candidaturas que les habían otorgado.
Además, el PRM montó una campaña en contra de los candidatos de sus propios aliados para que no salieran electos en esos comicios, lo que impidió que muchos de aquellos que apoyaron a Luis Abinader obtuvieran el triunfo en esas elecciones.
Lo propio pasa con las demás organizaciones que buscan aliarse en busca de algún cargo público, ya que cuando el PRM vio que el pueblo en ese momento lo prefería irrespetó a todo el que buscaba enrolarse en la administración pública.
Sin embargo, lo peor de esa partidocracia es que los partidos más pequeños utilizan a mucha gente porque su único propósito no es buscar la mejoría de la nación, sino venderse al mejor postor.
Tanto es así que hay pequeños partidos que operan como todo un ventorrillo, los cuales desde ya andan detrás de negociar con todo aquel que les ofrezca algo material o monetario, porque no tienen el menor escrúpulo.
Hay incluso partidos pequeños que ofrecen una candidatura nacional, dígase a la presidencia de la República, para luego venderse conjuntamente con sus seguidores como verdaderos cerdos, cuyos miembros nunca saben por qué cantidad fueron negociados.
En realidad, la partidocracia, que incluye al PRM, PLD, PRD, Fuerza del Pueblo, entre muchos otros, es una verdadera vergüenza y aunque falta ver el impacto que podrían tener las candidaturas independientes a partir de la sentencia del TC, porque incluso se abre una brecha para que cualquier pelafustán aparezca como un salvador, pero la verdad es que esta fórmula es más democrática y participativa.
De manera, que vista la sentencia del TC y el pataleo de los partidos que conforman la partidocracia, sólo existe una posibilidad que puede salvar a los partidos tradicionales del golpe recibido y es la figura del overruling, la cual consiste en que el mismo Tribunal Constitucional rectifique la decisión tomada, lo que representaría, sin lugar a dudas, la pérdida total de la credibilidad de la alta corte.