Análisis Noticiosos
El «Gabinete de Danilo»: Una nueva novela política de misterio
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Andrés Beato Betances
abeato102@gmail.com
El 16 de agosto, el presidente de la Nación Dominicana abre otro ciclo con una nueva novela política de misterio titulada:»El Gabinete de Danilo» , que podría convertirse en toda la población en una obra besseller y, en el caso contrario, en un fracaso total.
Quizás la misma sea como un Estado de bienestar y paz social donde entren en juego todos los sectores de la actividad nacional.
Sin embargo, los actores más «pragmáticos» y «fieras» podrían ser que formen parte de esta historia novelesca.
No debemos olvidar que los protagonistas de la primera parte de la historia aseguraron que el país creció en un 100%, un 75% de esos recursos fueron a parar a las bolsas de valores de sus pantalones y cuentas bancarias; 25% para con la deuda social del país.
Danilo Medina deberá trabajar para asegurar los derechos a las libertades económicas para desarrollar la libre iniciativa privada y el acceso colectivo de cada ciudadano a bienes y servicios de calidad.
De igual modo, deberá mejorar la calidad de vida de todos los dominicanos poniendo en práctica lo que prometió en campana.
En el área de la institucionalidad democrática, Danilo Medina deberá presentar en su discurso de toma de posesión el grave deterioro que ha experimentado el país y realizar buenos y grandes proyectos con espíritu, basándose en formulas adecuadas para apalancar las reformas normativas e institucionales del país.
Además, tiene que entender que la administración pública ha experimentado un gran deterioro y atraso y que su deber es enfrentarlo y eliminarlo, así como el modelo centralista, burocrático y corrupto que se han visto afectados con los factores de producción que han agravado y han convertido la economía en una de las más vulnerables e improductivas de la nación.
El caso más palpable es el cierre de muchas empresas en las zonas francas del país que tuvieron que cerrar, mientras otras se instalaron en otros países vecinos, dejando a miles de trabajadores y trabajadoras en las calles.
Por ello, Danilo Medina debe reivindicar la constitución y el compromiso de defender irrestrictamente los derechos humanos y sus garantías para promover los espacios de concertación, coparticipación, dialogo social, reformar algunas leyes, reglamentar disposiciones que hayan menoscabado las competencias de las provincias y municipios.
Asimismo, en el país hay que impulsar la profesionalización y modernización de la administración y función pública para adecuarla a las exigencias de un Estado moderno y de esa forma construir una sociedad productiva y de progreso mediante la diversificación de la economía, basada en la creación y utilización del conocimiento.
Pongo como ejemplo nuestros representantes en el exterior que no tienen el más mínimo concepto de lo que significa la carrera diplomática.
En estos cuatro años, Danilo Medina, como primer mandatario tiene que crear lo que en política se llama un contrato social, un pacto expreso y tácito entre el pueblo y el Estado que establecen los derechos y deberes de ambas partes.
Los derechos de los ciudadanos son obedecer las leyes, pagar cristianamente los impuestos y contribuir a un clima de seguridad; por su parte, Danilo Medina y su Gabinete los deberes es mejorar las condiciones de igualdad para todos, seguridad económica y otras reivindicaciones sociales.
Una gran alianza de los sectores públicos y privados que facilite la creación de miles de empleos de calidad, seria la fórmula ideal, puesto que permitiría la estimulación y la participación de la sociedad en todo su conjunto.
En esta isla al revés, nadie es responsable de nada y todo anda manga por hombro. Ojalá, «El Gabinete de Danilo» «corrija lo que está mal y, haga lo que nunca se ha hecho», aunque nada en política es materia de honor.