Otros continentes
El mundo ha intercambiado su idea central por una pésima
Published
5 años agoon
By
LA REDACCIÓNPor Phillip Stephens
En la actualidad está de moda descartar el orden internacional liberal posterior a la Guerra Fría a favor del nacionalismo
Desafortunadamente, a Donald Trump no se le puede culpar por todo. Al ver al presidente estadounidense prodigando elogios a los autócratas, aumentando las barreras comerciales y desdeñando las reglas e instituciones mundiales, pareciera una conclusión justa determinar que él quiere derrocar el orden internacional liberal. Una gran parte de esta labor, sin embargo, ya se había realizado antes de que él llegara a la Casa Blanca. El Sr. Trump es tanto un emblema como la causa del descenso al desorden.
El Occidente malinterpretó el colapso del comunismo soviético. Después de todo, no era el final de la historia. Las felices suposiciones acerca de la permanente hegemonía del capitalismo de no intervención y de la inevitabilidad histórica de la democracia liberal estaban enraizadas en una arrogancia que invitaba la ruina. Con todo eso, el final de la Guerra Fría produjo una idea central. Ahora, como nos lo recuerdan diariamente las transmisiones de Twitter del Sr. Trump, se está intercambiando por una pésima idea.
La caída del comunismo prometía un mundo en el que todos se beneficiarían. El pensamiento revolucionario era que los egoístas intereses de los Estados ricos y en ascenso podrían ajustarse si todos respetaban las reglas. La profunda interdependencia creada por la globalización resolvería el conflicto entre los intereses nacionales y las obligaciones multilaterales en competencia entre sí.
En Europa, donde las fronteras ya habían sido desdibujadas durante un largo tiempo por la Unión Europea (UE), la idea dio ímpetu a una mayor integración. En otras regiones, la soberanía nacional era más apreciada, pero el nuevo orden parecía suficiente para evitar un retorno al conflicto hobbesiano entre las grandes potencias.
Las reglas y las instituciones eran necesariamente imperfectas, sobre todo porque habían sido creadas, en gran medida, por las naciones ricas. Había demasiado triunfalismo en el Occidente e insuficiente reconocimiento de la redistribución del poder global hacia el sur y hacia el este. El objetivo, sin embargo, era bueno: China, India, Brasil y otros países similares progresarían de una manera que no colisionara con los poderes establecidos. Robert Zoellick, entonces un alto funcionario del Departamento de Estado estadounidense, acuñó la frase “partes interesadas responsables” para describir el papel de estos países dentro del orden existente.
Actualmente, la moda es descartar tales suposiciones tildándolas de ingenuas. Es probable que China haya sido el mayor ganador del diseño del Occidente. Su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) representó el evento geopolítico sísmico de principios del siglo XXI, pero Beijing nunca iba a aceptar estar a la sombra de un sistema liderado por EE.UU..
Xi Jinping, ahora instalado como presidente emperador de por vida, representa la prueba. El Sr. Xi ha determinado que ha llegado el momento de que China se deshaga de dos siglos de humillación. El objetivo de la iniciativa “Un Cinturón, Una Ruta” es cambiar el centro de gravedad global a Eurasia. El Reino Medio podrá entonces tomar el lugar que le corresponde en el escenario mundial.
Lo que está menos claro es lo que el Sr. Zoellick y otros pudieran haber sensatamente propuesto como alternativa al involucramiento positivo. ¿Debería el Occidente haber tratado de detener el ascenso de China, haberlo declarado como enemigo y haberlo excluido de la OMC y de otras instituciones globales? Tal contención ¿se habría extendido a un bloqueo naval en el Mar de China Meridional? Éstos no son enfoques que, con certeza, habrían sido capaces de salvaguardar la paz internacional.
Al final, EEUU resultó ser un mayor enemigo de su propio gran diseño que Beijing. Washington ha parecido más dispuesta a descartar la idea central más rápidamente de lo que Beijing lo ha estado en desafiarla. Las guerras elegidas en Afganistán y en Irak debilitaron la autoridad moral de EEUU. El intento de imponer la democracia a punta de misiles de crucero socava la fe en el pluralismo político. La crisis financiera de 2008 acabó con el consenso de que los mercados abiertos y liberales constituían un camino cierto hacia la prosperidad.
El Sr. Trump está retomando la situación en donde la dejaron otros. Si el Occidente fue negligente en la defensa del sistema basado en reglas, el actual ocupante de la Casa Blanca lo repudia rotundamente. El Sr. Trump vive en un mundo de ganadores y perdedores. Él culpa a las estructuras de la posguerra construidas por EE.UU. y sus aliados por la debilidad occidental. Él es alérgico al multilateralismo. Todo en el ‘mundo de Trump’ es un juego de suma cero.
Entonces, la única sorpresa sobre su decisión de aplicar aranceles más altos a las importaciones de acero, aluminio y otros bienes es que haya sorprendido a alguien. El Sr. Trump tiene escasas creencias profundamente arraigadas, pero el nacionalismo económico siempre ha estado en el centro de su cosmovisión. Él culpa a los líderes débiles de Washington por permitir que otros desafíen la preeminencia estadounidense. El proteccionismo representa su único remedio. Cuando el Sr. Trump critica el comercio desleal, la mitad de las veces él está haciendo una observación general en lugar de estar dirigiéndola específicamente a, por ejemplo, China, Canadá o México. Su blanco es el sistema.
El problema no es simplemente que las guerras comerciales sean una pésima idea. La historia nos ha enseñado que el proteccionismo es virulentamente contagioso. Europa tiene sus propios populistas. Estos nacionalistas fervientes provienen tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda. Sus demandas de barreras comerciales pronto pudieran asegurarles un mayor número de seguidores. El problema con los juegos de suma cero es que ganar o perder puede rápidamente convertirse en una situación perjudicial para todos.
Un menguante grupo de optimistas entre mis amigos estadounidenses me ha comentado que el Sr. Trump representa lo peor que va a suceder; que quienquiera que lo siga en el cargo reequilibrará la política estadounidense. Quizás. Pero el Sr. Trump está estableciendo una dirección que otras naciones se sienten obligadas a seguir. Beijing ahora pertenece a los nacionalistas. Europa tiene sus propios nativistas. No habrá ganadores. En poco tiempo, todos esos cínicos se darán cuenta de que, después de todo, el Sr. Zoellick tenía razón.
Internacionales
Fijan para marzo de 2024 juicio contra Trump por caso de actriz porno Stormy Daniels
Published
1 semana agoon
mayo 23, 2023EUROPA PRESS
Trump, que se declaró no culpable a principios de abril de un total de 34 cargos penales, ha comparecido en vídeo este martes en una breve audiencia.
-
El expresidente estadounidense se mantuvo en silencio durante la mayor parte de la audiencia.
Madrid, España.-El juez Juan Merchan del tribunal Supremo de Nueva York ha fijado para el próximo 25 de marzo de 2024 el juicio contra el expresidente Donald Trump por el caso de presunto soborno a la actriz de cine porno Stephanie Clifford, conocida como Stormy Daniels.
Trump, que se declaró no culpable a principios de abril de un total de 34 cargos penales, ha comparecido en vídeo este martes en una breve audiencia en la que Merchan, además de anunciar la fecha del juicio, ha informado al expresidente sobre la orden de protección que pesa sobre el caso.
El expresidente, que se ha mantenido muteado durante la mayor parte de la audiencia, le ha trasladado a Merchan que su equipo legal tiene la citada orden de protección, que impide al exmandatario comentar el caso en redes sociales, según ha informado la cadena CNN.
Trump fue imputado por el posible pago secreto de 130.000 dólares (más de 120.000 euros) a Clifford por parte del exabogado del expresidente Michael Cohen. Trump se convirtió así en el primer exmandatario estadounidense en ser imputado, lo que podría acabar con sus aspiraciones de retornar a la Casa Blanca en las elecciones previstas para 2024.
El caso se remonta a 2006, aunque no vio la luz hasta 2018, cuando Stormy Daniels señaló de manera directa y en público al magnate estadounidense por un presunto ‘affaire’ extramatrimonial que acarreaba múltiples derivadas legales.
El hecho en cuestión no habría pasado de ser una de las múltiples acusaciones de infidelidad o incluso acoso vertidas contra Trump en estos últimos años si no fuera porque en 2016, unos días antes de las elecciones que llevaron al dirigente republicano a la Casa Blanca, Daniels recibió un pago de 130.000 dólares.
Con este dinero, en el que medió el entonces abogado de Trump, Michael Cohen, el magnate se garantizaba supuestamente el silencio de Clifford. La actriz alega que aceptó el dinero por temor a la seguridad de su familia.
Internacionales
El fiscal especial critica al FBI por lanzar su investigación sobre la trama rusa de Trump
Published
2 semanas agoon
mayo 16, 2023El informe de 306 páginas elaborado tras cuatro años de investigación alimenta la narrativa victimista del expresidente sobre sus casos judiciales
Washington .-John Durham, el fiscal especial encargado de investigar si hubo irregularidades en la apertura de una investigación sobre la trama rusa de la campaña de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016, ha hecho público este lunes el informe con el resultado de cuatro años de trabajo. El informe Durham critica duramente a la Oficina Federal de Investigación (FBI) por una actuación parcial y por “falta de rigor analítico”. Asegura que los indicios existentes no justificaban la apertura del caso y que se desecharon las pruebas en contra de las premisas establecidas en la investigación.
Aunque el informe Durham no aporta grandes novedades ni desvela ninguna conspiración como la que el expresidente aseguraba que sacaría a la luz (lleva anunciando años que se desvelaría “el crimen del siglo”), sirve para alimentar la narrativa de Trump de que es objeto de una persecución injusta por el uso político del FBI y del Departamento de Justicia. El expresidente está imputado en un caso en Nueva York y está siendo investigado por varios posibles delitos en otros casos más. El informe también da bazas a los republicanos, que acusan al Gobierno de Joe Biden de uso político de las instituciones para investigar a Trump
El Departamento de Justicia y el FBI “no cumplieron su importante misión de estricta fidelidad a la ley”, concluye Durham en su informe de 306 páginas más portada e índices. Durham, exfiscal federal en Connecticut, fue nombrado en 2019 por el fiscal general de Trump, William Barr, poco después de que el fiscal especial Robert Mueller hubiera completado su investigación sobre si la campaña de Trump de 2016 había coludido con Rusia para mover el resultado de las elecciones a su favor.
Durham critica al FBI por abrir una investigación completa basada en “inteligencia cruda, no analizada y no corroborada”, y sostiene que la velocidad a la que lo hizo fue una desviación de la norma.
“Parece muy probable que, como mínimo, el sesgo de confirmación desempeñara un papel importante en la aceptación por parte del FBI de acusaciones extraordinariamente graves derivadas de información no corroborada que no había sido sometida al análisis exigente típico empleado por el FBI y otros miembros de la comunidad de Inteligencia”, señala el informe en sus conclusiones.
El informe se publica después de que la investigación del fiscal especial haya dado en realidad pocos resultados. Los fiscales solo consiguieron una declaración de culpabilidad de un empleado poco conocido del FBI, que confesó haber manipulado un correo electrónico para solicitar vigilancia a un exayudante de la campaña de Trump. En cambio, Durham y sus fiscales perdieron los dos únicos casos penales que llevaron a juicio tratando de acusar de irregularidades en la investigación de la trama rusa: un abogado de la campaña de Clinton y un analista de un think tank ruso-estadounidense fueron absueltos de los cargos de mentir al FBI.
Algunas de las deficiencias descritas en el informe ahora publicado ya fueron examinadas a fondo por el inspector general del Departamento de Justicia. Además, el FBI anunció docenas de medidas correctoras para evitar fallos como los de entonces. “Si esas reformas hubieran estado en vigor en 2016, los errores señalados en el informe podrían haberse evitado. Este informe refuerza la importancia de garantizar que el FBI continúe haciendo su trabajo con el rigor, la objetividad y la profesionalidad que el pueblo estadounidense merece y con razón espera”, ha dicho el FBI en un comunicado.
La investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones se abrió en julio de 2016 después de que el FBI supiera por un diplomático australiano que un asociado de la campaña de Trump llamado George Papadopoulos había afirmado conocer “trapos sucios” que los rusos tenían sobre la candidata demócrata Hillary Clinton en forma de correos electrónicos pirateados.
Ahora, Durham insinúa que el FBI se dejase llevar por los deseos de la campaña de Clinton: “Nuestra investigación también reveló que el personal superior del FBI mostró una grave falta de rigor analítico hacia la información que revisaron, especialmente la información recibida de personas y entidades políticamente afiliadas. Esta información en parte desencadenó y sostuvo el [caso] Crossfire Hurricane y contribuyó a la posterior necesidad de la investigación del fiscal especial Mueller”.
La investigación de Mueller dio lugar a unas tres docenas de cargos penales, incluidas condenas de media docena de asociados de Trump, y concluyó que Rusia intervino en favor de Trump en la campaña y que la campaña agradeció la ayuda. Pero el equipo de Mueller no encontró indicios de una conspiración para manipular las elecciones. Eso dio lugar a quejas sobre que la investigación se había abierto sin base suficiente para ello.
El mandato de Durham consistía precisamente en escrutar las decisiones del Gobierno e identificar posibles conductas indebidas en los primeros días de la investigación de la trama rusa. Trump y sus partidarios esperaban que sacara a la luz una conspiración contra él en las altas instancias del FBI y otras agencias gubernamentales. Deseaban, además, que se publicase antes de las elecciones presidenciales de 2020, en las que Trump fue claramente derrotado por Joe Biden (306 a 232 votos electorales).
Pese a cuatro años de trabajos exhaustivos e investigaciones dentro y fuera de Estados Unidos, el resultado no ha dado para tanto. Sin embargo, las conclusiones de su informe son suficientes para alimentar el victimismo de Trump, que sostuvo que la investigación de la trama rusa era una “caza de brujas” y asegura lo mismo de los casos ahora en marcha.
elpais.com
Internacionales
Sam Altman (ChatGPT), en el Capitolio: “Si la inteligencia artificial sale mal, puede salir muy mal”
Published
2 semanas agoon
mayo 16, 2023El cofundador de OpenAI comparece ante el Senado estadounidense para defender los beneficios y alertar de los riesgos de la tecnología revolucionaria
Washington.-Un ambiente de cordialidad reinó este martes por la mañana durante la primera audiencia sobre inteligencia artificial celebrada en el Capitolio. El tono fue muy distinto del de los agresivos interrogatorios celebrados en el pasado entre senadores estadounidenses y fundadores de redes sociales como Facebook o, más recientemente, el presidente ejecutivo de TikTok. Nadie parecía interesado en empezar con mal pie una relación que se promete larga y complicada. Ayudó que el invitado estrella, Sam Altman, cofundador de OpenAI, creadora de ChatGPT, la herramienta más poderosa creada por la humanidad en ese campo, se sentara ante los miembros de ambos partidos de la Comisión Judicial, de acuerdo por una vez, y les pidiera una actuación urgente: “Es esencial regular la inteligencia artificial, y que esas normas garanticen que el público acceda a los muchos beneficios de esta tecnología”, dijo en su parlamento inicial. ”Mi peor miedo es que esta tecnología salga mal. Y si sale mal, puede salir muy mal”.
Altman añadió que comprendía que la “gente esté ansiosa por cómo [la IA] puede cambiar la forma en que vivimos”. “Pero creemos que podemos y debemos trabajar juntos para identificar y gestionar las posibles desventajas para que todos podamos disfrutar de las tremendas ventajas”, remató.
Altman también discutió con aparente empatía los mayores desafíos que su revolucionaria herramienta traerá para el futuro del trabajo, en los modos en los que su uso irresponsable puede afectar en la difusión de desinformación, en los resultados de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos o en el trabajo de las industrias creativas.
“Esta audiencia está siendo histórica”, dijo tras escuchar las primeras conciliadoras respuestas de Altman el veterano senador Dick Durbin (Illinois), presidente de la comisión. “Perdí la cuenta de la cantidad de personas y entidades del sector privado que se presentaron aquí para tratar de hacernos creer que la economía prosperaría si los legisladores nos quitábamos de en medio”.
El ejemplo de las armas nucleares
Altman fue un poco más allá a continuación: “Estados Unidos debe ser el primer país en hacer algo. Pero creo que, por muy quimérico que suene, también opino que esto debería ser también un esfuerzo de alcance global”. En ese sentido, abogó por crear una organización internacional que establezca estándares para la IA, al estilo de cómo se ha hecho en el pasado con “las armas nucleares”.
A su lado, se sentaron la ejecutiva de IBM, Christina Montgomery, que pidió a los legisladores que fueran específicos en su regulación (”no es lo mismo que la tecnología se emplee en ayudar a elegir este o aquel restaurante o que se haga para tomar decisiones sobre empleo o vivienda”), y Gary Marcus, profesor emérito de la Universidad de Nueva York, que aportó los puntos de vista más críticos de la mañana y describió “una tormenta perfecta de irresponsabilidad corporativa, penetración extraordinaria y falta de regulación y de confianza”. “La humanidad está yendo por detrás esta vez”, sentenció.
Los tres coincidieron con los legisladores en la importancia de no cometer “los mismos errores” que con las redes sociales. “Actuamos muy lentamente. Muchas decisiones desafortunadas tuvieron consecuencias duraderas”, dijo Marcus. “Las decisiones que tomemos ahora tendrán efectos durante décadas, tal vez incluso siglos”.
A la petición del senador de Luisiana John Neely Kennedy de que aportaran medidas para diseñar esa regulación en la que todos parecían de acuerdo, Marcus sugirió crear una agencia, del tipo de la FDA (que controla el mercado de los medicamentos en Estados Unidos) para establecer un examen previo a las nuevas herramientas y otra que haga un seguimiento posterior una vez estén en el mercado, así como la creación de maneras de financiación para intervenir en la investigación para el futuro.
La primera propuesta de Altman coincidió en la necesidad de crear una agencia que dé y quite licencias a las empresas de IA, y que garantice “el cumplimiento de las normas”. La segunda pasaría por crear “un conjunto de estándares de seguridad”. ¿La tercera? “Crear protocolos para descubrir cuándo un modelo es capaz de replicarse a sí mismo”. Ese temor, que parece tomado de una novela barata de ciencia ficción, es, según los expertos, uno de los mayores desafíos de la IA para el futuro de la humanidad.
Algunos senadores subrayaron el hecho de que Chat GPT haya conseguido 100 millones de usuarios en dos meses. Algunos de esos usuarios se sentaron este martes del lado de las preguntas en el Capitolio. El demócrata Richard Blumenthal (Connecticut) reprodujo un audio que imitaba su voz, creado por la herramienta tecnológica de moda. Marsha Blackburn (Tennessee) explicó que durante el fin de semana había pedido a la máquina que inventara una canción del artista de country Garth Brooks, mientras que Amy Klobuchar (Minnesota) descubrió con gran “agrado” que a la pregunta de cuáles son los tres mejores músicos de la historia, obtuvo de ChatGPT una respuesta que incluía a dos nacidos en su Estado: Prince y Bob Dylan.
elpais.com