BOGOTÁ.- Los venezolanos disfrutan por ahora, pues su Gobierno acaba de anunciar una posible subida, de la gasolina premium o extra más barata del continente americano y posiblemente del mundo, un centavo de dólar por litro, muy por debajo del promedio continental: 1,26 dólares.
Mantener ese valor del combustible en el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el mundo le cuesta al Estado venezolano 12.500 millones de dólares anuales en subsidios, por lo que el anuncio oficial tiene tanto detractores como partidarios.
Para ver lo desfasado del costo de los combustibles en ese país basta con ver el caso de Ecuador, donde el Estado también los subvenciona (3.800 millones de dólares al año) y tiene el segundo precio más barato a nivel continental: 0,59 dólares por un litro de gasolina premium.
Bolivia es otro país donde hay subsidios para los hidrocarburos (700 millones de dólares en 2012), lo que permite que el litro de gasolina premium esté en 0,68 dólares.
Además, los precios están congelados desde hace casi 10 años, una situación que el Gobierno de Evo Morales intentó cambiar en 2010, cuando los subió entre un 57 % y un 82 %, pero una semana después se retractó debido a una ola de protestas sociales.
Les sigue EE.UU., donde es el mercado el que pone los precios, con un valor promedio de la gasolina en el país de 0,86 dólares. Aunque no hay ni subsidios ni regulación, las autoridades influyen en el precio a través de impuestos estatales y federales.
Después está México, donde gracias a la subvención estatal (7.062 millones de dólares entre enero y octubre de este año) el litro de gasolina premium cuesta 0,98 dólares.
Por ahora, pues está e marcha una reforma energética ya aprobada en el Congreso, el Gobierno mexicano fija los precios de los combustibles y hace correcciones cada mes, algo que este año ha supuesto un aumento mensual de menos de un centavo de dólar.
Al igual que en México, Uruguay, un país que importa todo el petróleo que consume, fija el valor de los combustibles y monopoliza el mercado de los hidrocarburos, pero el litro de gasolina premium cuesta 2 dólares, el más alto del continente.
Tanto es así que recientemente el Gobierno rebajó en 24 % el precio de la gasolina en los departamentos fronterizos con Brasil y Argentina para evitar que sus ciudadanos crucen la frontera para llenar los depósitos de combustible.
Otro caso particular es el de Cuba, que desde 2000 recibe 100.000 barriles diarios de petróleo de Venezuela, su principal socio comercial y político, crudo que paga en buena parte con los servicios que prestan en el país suramericano más de 40.000 médicos y técnicos de diversas áreas.
Sin embargo, y aunque los precios los fija el Estado, desde 2011 el litro de la gasolina especial vale 1,3 dólares.
Brasil tiene otro tipo de modelo, según el cual las diferentes empresas comercializadoras de combustibles tienen libertad para imponer sus precios, pero el Gobierno establece el valor que la petrolera estatal Petrobras, prácticamente la única empresa que refina en el país, cobra a los distribuidores.
En la segunda semana de diciembre, el costo promedio de la gasolina en todo el país era de 1,28 dólares por litro. Un tema que es complejo, ya que Petrobras cobra un valor inferior al del exterior pero tiene que importar a precios del mercado internacional.
Por eso, el Gobierno le autorizó en noviembre pasado a elevar en un 4 % el valor de la gasolina.
En Argentina, entre tanto, el Gobierno congeló el pasado 2 de abril el valor de los combustibles durante seis meses, medida que prorrogó hasta noviembre. Al liberarse los precios hubo un aumento de un 11 % en el último mes, lo que ubica el costo de la gasolina premium en 1,5 dólares, en promedio.
En Panamá, los precios de los derivados del petróleo los fija la Secretaría de Energía cada 14 días. Actualmente, en la capital el litro de la gasolina premium se vende a 1,06 dólares, pero en el resto del país llega a costar hasta un dólar más.
Precios fijados por el Estado también se ven en Costa Rica (1,32 dólares cada litro de gasolina premium), en Honduras (1,18 dólares), y en República Dominicana (1,5 dólares), nación esta última donde el alto costo de los combustibles siempre ha sido motivo de protestas sociales.
En Colombia, el Gobierno fija los precios cada mes para la gasolina normal, aunque después cada distribuidor puede variarlos. Por el contrario, el precio de la gasolina extra se rige por la libre competencia y está ahora en unos 1,44 dólares el litro.
Los transportistas protestan periódicamente por el costo de los combustibles, mientras que la industria ha denunciado los efectos nocivos del contrabando de la gasolina venezolana.
El Gobierno salvadoreño, por su parte, cada 15 días establece valores de referencia. Actualmente, el litro de gasolina especial se vende en promedio a 1,11 dólares.
La libertad de precios con valores de referencia oficiales también existe en Chile (1,63 dólares) y Perú (1,6 dólares en promedio)
Por último, los precios son regulados por el mercado en Guatemala, donde el litro de gasolina premium cuesta 1,1 dólares; Paraguay, 1,54 dólares, y Nicaragua, donde vale 1,24 dólares, aunque en este último país grupos de defensa de los consumidores piden que los precios los regule el Estado.