Opinión
El problema sigue siendo la corrupción y la impunidad
Published
6 años agoon
By
Melvin MañónPor Melvin Mañón
Sea o no campaña religiosa, vuelvo a insistir, a ningún haitiano en su sano juicio y tampoco en la locura que pueda poseerlo se le ocurriría ser portador de una consigna como esa dándole connotación territorial.
Un señora me envió por FB un video mostrando a unos haitianos, o quienes lo parecían, portando una camiseta con la inscripción: “tomando nuestro territorio” y a ese respecto le escribí y precisé varias cosas, mientras tanto, el gobierno tramitaba la chapuza judicial con el caso ODEBRECHT poco después de haber presentado el informe de la comisión comisionada para que no dijera nada sobre la misma ODEBRECHT.
Ningún haitiano por mas feo, hediondo y pobre que sea es tan estúpido como para andar con una camiseta con esa inscripción a menos que le hayan pagado para eso y quienes le pagaron son los verdaderos desgraciados que alientan cada día un odio innecesario, una conspiración inexistente y un peligro que no es tal porque nuestros verdaderos enemigos son los que viven, se nutren y defienden la corrupción y la impunidad. El problema haitiano, porque, en efecto, hay un problema haitiano no podemos resolverlo ni enfrentarlo hasta que tengamos un gobierno decente con autoridad, credibilidad y legitimidad. Pero imagínese el lector, que poder judicial tenemos que solamente podemos invocar a la magistrada Miriam Germán como ejemplo de dignidad y decoro. Entonces como no podemos estar a la altura de esa magistrada salimos a denunciar conspiraciones haitianas e incitamos y arengamos a todo el que quiera a odiar y de ser posible matar haitianos.
Mientras tanto le dije a la señora: si usted me envió y difunde ese video porque no se ha percatado de que la están usando de pendeja, está excusada. Si por el contrario, usted lo difunde porque es parte de ese andamiaje, se lucra de el y tiene parte activa en el, puede borrarme desde ahora porque no me interesa lo mas mínimo intercambiar nada con usted. Y si no me borra usted, la borro yo que estoy demasiado viejo para lidiar con este tipo de pendejada sangrienta porque al final del día los que alientan la campaña terminarán celebrando una matanza de haitianos que será el preludio a otras matanzas y deportaciones de dominicanos de cualquier país del mundo donde vamos como emigrantes a trabajar y estudiar muchos y otros tantos a joderle la vida a los nacionales de cada uno de esos países.
Después de haber publicado la nota los miembros de una entidad religiosa publicaron la misma foto con una explicación de tipo y contenido distinto indicando que se trata de una campaña religiosa y que no debía ser utilizada para esos fines. Pero lo fue y quizás tampoco haya sido tan inocente. En todo caso, sirvió con otras noticias similares para poner a la gente a discutir lo que no era con el fin de colar lo que si era: la chapuza judicial y la revelación adicional y en horas extras de las clase de procurador y de la clase de gobierno que tenemos.
Sea o no campaña religiosa, vuelvo a insistir, a ningún haitiano en su sano juicio y tampoco en la locura que pueda poseerlo se le ocurriría ser portador de una consigna como esa dándole connotación territorial. Ningún haitiano tampoco pondría dinero propio para comprar dicha camiseta y la perversidad de la campaña queda al descubierto.
Cada vez que un dominicano quiera hacer galas de nacionalismo que se recuerde de dos cosas.
1ra.-ni haitianos ni marcianos van a respetar nuestras fronteras, soberanía, bosques, ríos, calles ni cultura si nuestros propios gobiernos no lo hacen y sabemos que el gobierno no lo hace porque no solamente carece de la voluntad para hacerlo es que tampoco tiene la autoridad, la credibilidad ni la legitimidad indispensables. ¿Con que autoridad moral una presidencia ilegítima puede ordenar la frontera, controlar la inmigración y establecer el imperio de la ley?
2do.- hay mas de dos millones de dominicanos en el exterior y de esos, cuantos miles o decenas de miles siembran el caos, la delincuencia, el desorden, la basura, el ruido y el crimen en los barrios, campos y ciudades de los países donde viven a veces legal y muchas veces ilegalmente.
Si a usted le mandan una foto de haitianos quemando o desecrando una bandera dominicana puede estar seguro de que alguien le pagó al estúpido ese para que lo hiciera. Y cualquier cantidad de incidentes, fotografías o situaciones pueden servir, como las camisetas esas para alimentar una campaña innoble y peligrosa para la reputación y la propia legalidad del país en la comunidad internacional. Pero, en el mientras tanto, el gobierno pasó la chapuza judicial. ¿Se fijan como es que funciona la cosa? y todavía seguimos dejándonos coger de pendejos
La solución no es sembrar odio incitando a matar haitianos, sino obligarlos a respetar las leyes, perseguir el delito; juzgarlos, condenarlos y trancarlos pero imagínense, no hemos trancado uno solo de los tantos señalados, imputados y acusados de delitos graves de corrupción entonces queremos venir a pagar toda esa impunidad y corruptela matando haitianos. Será porque ellos no tienen el dinero de ODEBRECHT detrás, ni un partido que los ampare, ni un congreso que protege los crímenes de sus propios miembros ni una poder judicial que se respete. O mas fácil aun, el tema haitiano que es real, exacerbado sirve para ocultar la corrupción e impunidad del gobierno.
Para poner orden en la frontera, para defender nuestros bosques y nuestros ríos no solamente de depredadores haitianos sino de contratistas, aserraderos y transportistas dominicanos de nuevo, hace falta gobierno y eso es lo que no tenemos. Y ¿saben que? Pueden salir a matar haitianos mañana y nuestra vida y nuestro país será aun mas miserable de lo que ya es. Por el contrario, si queremos recuperar país, vamos a las marchas contra la impunidad y la corrupción, pongamos presión, alentemos la rebeldía y obliguemos a este y a cualquier gobierno que sea a respetar la ley.
Por. Isaías Ramos
Estos politiqueros se han especializado en una materia que, hasta ahora, les ha dado un resultado fenomenal, pues han sembrado ignorancia, miseria y perversión en todos los rincones del país y han logrado envilecer a través del «BAM» (bulto, allante y movimiento) para continuar engañando vez tras vez.
Distraer a la población mientras se roban y saquean el presente y futuro de la nación pareciera que para ellos ya es un juego de niños y es conociendo esa sed de justicia que padece este pueblo, que cada vez que requieren distraerlo o ganar popularidad, se inventan sometimientos, apresamientos a algunos de los corruptos de los tantos que abundan, creando falsas expectativas de que se hará justicia y los corruptos, ladrones y saqueadores pagarán por sus actos y así llevan décadas de «amagar para no dar». Es la novela que le presentan a la población con el final que ya todos conocemos: «impunidad» para los corruptos y «frustración e indignación» en la población.
¿Qué consiguen con estos circos? Múltiples objetivos. Primero, apaciguar los ánimos del pueblo, segundo, conseguir aceptación de los ingenuos, tercero, a los que someten al final, el sistema los premia con la absolución y los declaran inocentes con la conveniencia de que no podrán volver a ser acusados o sometidos, bajo la premisa de que una persona no puede ser juzgada dos veces por el mismo delito; y cuarto, debido a la distracción de la población en esta «novela», aprovechan y le clavan el cuchillo por la espalda al pueblo para lograr lo que hace décadas vienen cocinando, y es terminar de adueñarse de todos los bienes públicos.
Con ese fin, acaban de promulgar la ley de fideicomiso público, una ley que no es más que un instrumento de atraco legalizado a los recursos naturales y económicos de la nación, y ya libres de consecuencias penales, podrán terminar de despedazar los bienes públicos. Esa ley, que de por sí está obviando el artículo 146 de la constitución y sí garantizando su impunidad bajo el numeral 38 de la ley 107-13, convierte a esta ley en una verdadera aberración, solo posible en un sistema podrido de pies a cabeza.
Del mismo modo, continúan endeudando de manera inmisericorde, injusta e irresponsable a la presente y futura generación, condenándola a la miseria, hambre y opresión eterna. Mientras continúa la novela, también pretenden aprobar la ley del agua y así adueñarse de los recursos hídricos, líquido indispensable para la supervivencia humana, y por último, han reintroducido la ley de trata de personas que, a todas luces, resulta violatoria a la soberanía, donde sólo traidores a la patria serían capaces de aprobarla.
Todas estas intenciones chocan contra la constitución y la soberanía nacional, pero a ellos eso tampoco les importa. Quebrar esa columna vertebral que sostiene a la Nación con tal de que ellos cumplan con sus amos no les hace cosquillas. Hace tiempo que la irrespetan, seguros de que por ahora no tendrán consecuencias, pues la justicia está secuestrada y todos los poderes fácticos se han alineado en contra del pueblo para garantizar ese saqueo.
En el Frente Cívico y Social hacemos un llamado vehemente a la población dominicana para defender la patria y la constitución, ya que ambas están en peligro de perecer si continúan siendo guiadas por una clase política que está ciega y nos conduce al precipicio sin punto de retorno. Es urgente liberar esa justicia que sigue en manos de los corruptos. Llevan más de dos décadas gobernando la nación y lo único que han hecho es robar, saquear, endeudar y, lo más grave hasta ahora, sin ninguna consecuencia.
Hoy aún tenemos la oportunidad de comenzar a construir un destino diferente. Es necesario dejar el letargo y sumarse a un proyecto de nación compuesto por verdaderos patriotas dispuestos a luchar para refundar la patria bajo los principios y valores que heredamos de nuestros libertadores.
¡Despierta RD!
Opinión
La donación millonaria al presidente: una perturbadora confusión.
Published
6 días agoon
marzo 23, 2023Por José Cabral
Mucha gente apuesta a que los temas comprometedores desaparezcan del escenario nacional, que pasen a un segundo plano en los medios de comunicación social.
Ello así, porque hasta los que tienen grandes compromisos públicos como el presidente de la República, recurren al silencio para no dejar claro algún tema de trascendencia nacional.
A propósito de la llamada Operación Calamar ha salido a la superficie una supuesta donación de 400 millones de pesos a la campaña de Luis Abinader que desnuda en el país como se mueven los que están al hecho para sustraer dinero del patrimonio público.
Angel Lockuard, un abogado habilidoso, se ha asociado con otros para conformar una asociación de malhechores que se dedica hasta a la falsificación de documentos.
Lo grave del asunto no es sólo que se haya sustraído del erario la suma de 19 mil millones de pesos, sino que el protagonista de las falsificaciones legales y que recibió miles de millones de pesos por ese concepto, haya donado al ahora presidente Abinader 400 millones de pesos.
Lo extraño de esto es que el presidente no haya hablado del asunto, ya sea para afirmar o desmentir semejante anormalidad, sobre todo cuando todo el mundo en el país conoce las andanzas de Angel Lockuard.
Pero, además, el propio presidente de la República sabe muy bien que este individuo no es heredero de una gran fortuna económica y que se trata sólo de un abogado habilidoso para engañar al Estado, que es lo mismo que decir a toda la sociedad.
De manera, que no hay forma de que el presidente de la República pueda justificar esa donación, porque además de ser cierto el mandatario ha sido receptor de fondos que provienen de un robo en contra del Estado.
Es una situación todavía más compleja porque se trata de un presidente que su discurso se fundamenta en adecentar la vida publica nacional.
El presidente Luis Abinader debe darle una explicación al pueblo dominicano de una donación que se supone que de antemano el ahora jefe de Estado sabia de donde venía.
Se impone una explicación a la mayor brevedad posible y sino que el Ministerio Público realice una minuciosa investigación al respecto para que preserve su credibilidad, sobre todo frente a las acciones que lleva a cabo muy sacrificadamente para imponer en el país una relativa decencia nacional.
Por Rommel Santos Díaz
El artículo 5 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional desglosa los crímenes que estarán dentro de la competencia de la Corte, genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y el crimen de agresión.
El artículo 6 determina que el crimen de genocidio será definido, para efectos del Estatuto, de la misma manera en que actualmente se define en el artículo 2 de la Convención sobre Genocidio de 1948.
Tanto los crímenes de lesa humanidad , como ¨los crímenes de guerra , han sido cuidadosamente definidos en el Estatuto para que se puedan incorporar los distintos conceptos de diversos tratados y fuentes consuetudinarias, acordados por 120 Estados en la Conferencia de Roma como ¨los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto¨ , articulo 5 del Estatuto de Roma.
La Corte Penal Internacional será competente sobre todos los crímenes una vez que el Estatuto entre vigor, excepto sobre el crimen de agresión. Los artículos 5, 121 y 123 integralmente prevén que la Corte ejercerá competencia sobre el crimen de agresión una vez que se apruebe una definición conforme, aceptada por dos tercios de los Estados Partes de la CPI , en una Conferencia de Revisión que se llevara a cabo siete años después de la entrada en vigor del Estatuto. La disposición sobre el crimen de agresión también deberá regular las condiciones bajo las cuales la Corte ejercerá su competencia sobre este crimen de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
Respecto al crimen de agresión de referencia anteriormente debemos señalar que en la Conferencia de Revisión de Kampala celebrada en el año 2010 se adoptaron disposiciones que permitirán a la Corte ejercer su competencia sobre el crimen de agresión, comprometiéndose expresamente a activar dicha competencia ¨lo antes posible¨.
Ese logro ha sido aclamado como un hito histórico, tanto en el derecho internacional como en la búsqueda de la paz y la seguridad mundiales. Por primera vez en la historia, una corte internacional permanente e independiente tendrá la competencia para declarar a dirigentes nacionales como responsables de las formas más graves de uso ilegal de la fuerza contra otros Estados.
Los preceptos procesales del Estatuto de Roma han sido redactados creando un balance óptimo entre las siguientes prioridades: La necesidad de una corte internacional, independiente apolítica y representativa, que pueda funcionar eficiente y efectivamente para enjuiciar a aquellos responsables por los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto.
Otras prioridades interesantes del Estatuto de Roma es el derecho de los Estados de enjuiciar de manera prioritaria estos crímenes, si pueden y están dispuestos. También pueden brindar adecuada compensación y reparación a las víctimas de estos crímenes.
Otras prioridades a destacar es la que tiene que ver con la necesidad de proteger los derechos de las personas acusadas; y el papel del Consejo de Seguridad en el mantenimiento de la paz y seguridad internacional , de acuerdo a sus potestades según el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas. Estas consideraciones están todas reflejadas en las funciones y potestades de la Corte Penal Internacional y su relación con otras unidades, de acuerdo al Estatuto de Roma.
Rommelsantosdiaz@gmail.com