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Análisis Noticiosos

El Salvador: paradojas y paradigmas del proceso político

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Por Roberto Pineda

La lucha de clases en El Salvador transita por veredas y senderos insospechados. El nuevo periodo histórico abierto con la victoria popular de marzo de 2009, que modificó el balance de fuerzas en una dirección progresista, ha provocado el surgimiento de procesos inéditos, tanto en la derecha como en la izquierda, tanto en la oligarquía como en el movimiento popular y social. La realidad como siempre, supera la fantasía. Las paradojas de la historia se imponen a los paradigmas de la teoría.

El escenario, vestuario y los papeles han cambiado pero son los mismos artistas y es el mismo público. Mientras la derecha va en busca del movimiento popular y social, la izquierda va en busca de insertarse como una fuerza económica decisiva. El desenlace diferido del conflicto armado continúa vigente y se desplaza hacia audaces nuevos territorios, incluyendo el económico. La historia no se detiene.

De nuevo la realidad nacional e internacional se encarga de romper con los dogmas, de cuestionar los paradigmas y de abrirse hacia la imaginación paradójica. A continuación se tratará, desde un enfoque de movimiento social, de rastrear estos nuevos rituales del poder, sus procesos, condiciones, desafíos, ventajas y consecuencias.

El movimiento popular y social y sus fracturas orgánicas e ideológicas

Antes el movimiento popular era la fuente, el oasis en la que bebía la izquierda entonces clandestina, en la que reclutaba simpatizantes, en la que realizaba círculos de estudios de marxismo, en la que buscaba cotizantes…para pagar los locales y estipendios. Antes no había empleados sino militantes.

Era en los Sindicatos y en la Universidad básicamente donde la izquierda sembraba la semilla de su influencia liberadora. La dictadura militar por su parte, mediante la represión, se encargaba de purificar sus filas. Integrarse a la revolución era exponer la vida por un sueño, por un ideal.

Te van a matar le advertían sus familiares a los aspirantes a mártires. Esto llevó a que después de 1932 incluso se negara la existencia de los comunistas por los mismos comunistas, considerando erróneamente que así preservaban la organización.

Luego en los años sesenta y setenta del siglo pasado, los procesos electorales permitieron ampliar esa influencia. El PAR y la UNO fueron una gran escuela de aprendizaje político popular. Y las y los revolucionarios fueron de cantón en cantón llevando el mensaje que solo la lucha popular iba a derrotar a la dictadura.

Y las organizaciones populares de masas, el FAPU, el BPR, las LP-28 fueron otra gran escuela de lucha combativa, de curso propedéutico para la lucha armada. A principios de los ochenta este ciclo de lucha de masas se cerró y los cuadros del movimiento popular se fueron para las montañas. Y cuando regresaron de las montañas después de 1992 se insertaron en las alcaldías. Y han pasado veinte años de virtual abandono, orgánico e ideológico.

En la actualidad el movimiento popular está debilitado en su pensamiento y en su músculo. Es un movimiento popular raquítico. La izquierda dejó de pensar en su fortalecimiento y decidió ampliar y consolidar el aparato político en su vertiente electoral. Y sus principales dirigentes se volvieron diputados, magistrados, alcaldes y hoy hasta ministros. Y parece que casi todos olvidaron sus antiguas raíces populares.

Pero como FMLN se pudo avanzar y se logró derrotar a la derecha. Y se ha logrado un considerable espacio de presencia política, incluso en el ejecutivo. Y se ha abierto una nueva veta de presencia incluso en ramas claves de la economía. Y entonces debemos de preguntarnos: ¿se necesita un movimiento popular? ¿Podemos seguir avanzando sin movimiento popular? Es posible, pero riesgoso. No se puede negar que hemos avanzado pero el límite parece acercarse.

En doce meses que faltan para las elecciones del 2014 pueden pasar muchas cosas. Pero todo parece indicar que a diferencia de la campaña presidencial pasada, en la que FMLN, TR y Amigos de Mauricio formaron un frente común contra ARENA, en esta ocasión cada quien bailara su rumba separado, para no decir que se ahorcara en su propio palo.

El FMLN optó por la cohesión interna de sus filas en la selección de sus candidatos cerrando la posibilidad de alianzas y contando con la obvia adhesión de CONPHAS y de la CIRAC; la TR luego de construir su frente social, el MDP hoy estrenara su frente político, el MNP y un sector de los Amigos de Mauricio hoy se han transformado en el Movimiento de Unidad por la Defensa y Profundización de los Cambios.

La gran alianza democrática y revolucionaria del 2007 que ganó las elecciones del 2009 aglutinada en el concepto del cambio, se ha roto en tres pedazos, parece ser que con tres candidatos diferentes. En el transcurso del año veremos cómo evoluciona este panorama.

Al final la ruptura con el sistema exigirá sin duda la movilización consciente de amplias mayorías populares. La construcción de poder popular como orientación fundamental es clave para la transición hacia el socialismo. Si es que estamos pensando en socialismo, en la ruptura y no en la reforma del sistema.

El FMLN y la izquierda empresarial

La historia de la izquierda salvadoreña y su influencia en el movimiento popular ha sido la victoria de la paradoja, una sucesiva y permanente ruptura de paradigmas. En 1932 la izquierda rompió tanto con el paradigma urbano y obrero como con el paradigma de la lucha popular exclusivamente reivindicativa.

Y el PCS por medio de la FRTS se lanzó tanto a organizar obreros agrícolas como sectores indígenas. Y posteriormente en una audaz y hasta sacrificada actitud, participó en elecciones y organizó una insurrección, en el mismo mes, en ese enero inolvidable de nuestra historia. Habría que preguntarse si Farabundo desde entonces había cambiado la segura metáfora moderna del camino por la metáfora postmoderna del mar, de la incertidumbre, de la lucha.

Las consecuencias fueron serias. La derrota se pagó con la vida de centenares de revolucionarios y de miles de indígenas. Pero quedo la valiosa lección de la dignidad de la rebeldía como principio y como guía de nuestras vidas. Es nuestra herencia como pueblo y como sociedad. Es Izalco en el corazón de la patria por siempre.

Posteriormente, durante las jornadas de abril, mayo y diciembre de 1944 se rompieron otros paradigmas. El de la relación con los militares, el de la huelga general, el de la lucha internacional contra el fascismo e incluso el de la lucha armada.

Los sectores populares tuvieron la capacidad de romper el control político del general Martínez sobre las fuerzas armadas, de construir una amplia alianza de fuerzas antidictatoriales, de diseñar una estrategia de lucha exitosa, de aprovechar los vientos de la lucha internacional contra el fascismo y de organizar en Guatemala una invasión armada anti-dictadura . Doce años después del 32 de nuevo se estaban tomando las armas contra la dictadura.

En el 70 y el 72 se rompió con el paradigma de la lucha estrictamente electoral y se pasó a la construcción de organizaciones político-militares que realizaron acciones de propaganda y de recuperación de fondos, las FPL y el ERP; en el 74 y en el 75 con la creación del FAPU y del BPR se rompió con el paradigma de la lucha exclusivamente legal y reivindicativa y se generalizó la lucha política de masas, con altos niveles de combatividad.

A principios de 1980 se logró romper con los paradigmas de la división al interior de la izquierda, del aislamiento político y de la lucha guerrillera urbana y se constituye la unidad de las fuerzas revolucionarias, su alianza con las fuerzas democráticas y finalmente se construye un ejército popular que asalta y destruye cuarteles y controla territorio rural, en el campo. Y lo que se pensaba iba a ser una escaramuza insurreccional se convierte en una larga guerra de casi doce años.

A principios de 1990 se logró romper con el paradigma del inalterable empate militar y el FMLN desplegó una intensa lucha diplomática que permitió lograr una salida política al conflicto armado y luego de los acuerdos de paz, se rompió con el paradigma del aislamiento y se construyó una poderosa fuerza política de masas de naturaleza electoral.

Las ideas del cambio social pasaron a ser patrimonio de decenas de miles de salvadoreños y salvadoreñas. Y el FMLN de fuerza guerrillera se convirtió en un partido de masas. Y en 1995 rompe con el paradigma de las cinco fuerzas originales, llamado el cinquismo y disuelve sus estructuras para conformar un tipo superior de unidad.

A finales de la primera década del dos mil, en el 2009 se logró romper con el paradigma del dominio político de la derecha y surge el primer gobierno de izquierda de la historia nacional. Y antes de eso, en el 2006, surge ENEPASA, una alianza entre municipalidades ganadas por el FMLN y la venezolana PDVSA y se empieza a romper el paradigma del control oligárquico de la economía.

Otra gran paradoja explicable únicamente por los avances de la izquierda venezolana con Chávez a la cabeza. Empieza la disputa desde la izquierda por el control del mercado de combustible. Es disputa popular estratégica ni siquiera contra la oligarquía sino contra las transnacionales del petróleo.

Es una nueva situación y hoy la disputa, la guerra está planteada ya no solo en el campo de los combustibles sino también en el de los granos básicos, y en el de los créditos a micro y pequeños comerciantes. Y pronto será en el transporte público, y en los medios de comunicación. Y en otros campos.

Ante se luchaba por créditos para los campesinos, hoy se otorgan y administran esos créditos. Y el que fue candidato a alcalde de San Salvador se convierte en el gerente de la nueva financiera de Alba Petróleo, Tu Financiera. Alba Petróleo es un proyecto a la vez frágil y poderoso.

Frágil por su clara determinación externa y poderosos porque hic et nunc es la alternativa popular frente a Fomilenio y Asocio por el Crecimiento, del proyecto imperial de Obama. Es una disputa contra el imperio. Y en un mundo en el que existe en la República Popular China el socialismo de mercado. Y existe el BRICS. Y Cuba Socialista.

¿Cuál es la actual visión estratégica? Parece ser que consiste en ir por una parte, acumulando fuerza institucional (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Municipal, Parlacen, PNC, etc.) y por la otra, acumulando fuerza económica (Combustibles, Semillas, Créditos, Transporte, etc.) Con base en una maquinaria política electoral eficiente y experimentada.

ARENA en la oposición

La dirección de ARENA todavía no se acostumbra del todo a jugar el papel de oposición y a diseñar estrategias que le permitan recuperar lo que nuestro pueblo sabiamente relaciona con una apetitosa y nutritiva guayaba. El golpe popular del 2009 todavía los mantiene mareados, confundidos, dispersos. Pero la restauración oligárquica es posible.

Y esto está relacionado con las modificaciones al interior del bloque dominante, en el que el capital transnacional ha pasado a ocupar la posición hegemónica y la oligarquía nacional ha sido desplazada. No se trata solo de política, se trata sobre todo de economía.

Cristiani enfrenta por tercera ocasión, una complicada situación en la que el candidato presidencial de su partido no es el candidato de su predilección. Primero le paso con Saca, luego con Ávila y hoy con Quijano. Existen en ARENA tres corrientes históricas, vinculadas a los expresidentes, que pugnan por la conducción del proceso.

Quijano no es un hombre de confianza de Cristiani. Pero es el candidato presidencial y puede tomar las riendas si las condiciones se lo permiten, con la asesoría de Calderón Sol y con la neutralidad o complicidad de Flores. Tienen un año para arreglar sus pesadas y explosivas cargas.

La ANEP y Aliados por la Democracia

La oligarquía y sus instrumentos gremiales como la ANEP han pasado también a la oposición. Y bajo el manto de Aliados por la Democracia pretende coordinar una estrategia de desgaste del actual gobierno así como de las candidaturas tanto de Sánchez Ceren como de Saca. Y últimamente su enemigo a muerte es Alba Petróleo. Y no se equivoca.

No obstante el peso de la ANEP, parece ser que existen voces disonantes en Aliados por la Democracia que ha bloqueado la posibilidad que se realice una alianza con ARENA. En Aliados por la Democracia coexisten tres sectores, la ANEP, el sector de universidades encabezado por la UTEC y el sector de ONGs representado por CEMUJER e ISD. No es un ente monolítico, hay fisuras y visiones diferentes. No va ser fácil instrumentalizarlo.

La ANEP como instancia máxima de representación empresarial ha sido desplazada por el poderoso Consejo para el Crecimiento, en el que los principales capitalistas se sientan con el GOES para consensuar posiciones de país empresarial de cara a la negociación con Estados Unidos.

El imperio benefactor

La vieja escuela enseñaba que el imperialismo era el enemigo de la humanidad. Y que los proceso revolucionarios enfrentarían con toda seguridad la oposición y la respectiva agresión de los centros imperiales. Y se mencionaba a Vietnam, a Cuba, para fundamentar esta tesis.

La nueva escuela enseña que se puede coexistir con el imperialismo hoy llamado eufemísticamente imperio. Incluso en nuestra experiencia desde el gobierno del presidente Funes y del FMLN, se habla del aliado estratégico, se maneja la tesis del imperio benefactor. Y se sueña con el Fomilenio II y el Asocio para el Crecimiento. Es parte de las diferencias entre Funes y el FMLN. Ojala que entre Fuñes y todo el FMLN.

La vieja escuela enseñaba que para construir una nueva sociedad era necesario construir una vanguardia revolucionaria que desarrollara una estrategia de lucha para derrocar a la clase dominante e instaurar un nuevo poder. La nueva escuela enseña que no se necesita una vanguardia revolucionaria ni tampoco destruir a la clase dominante sino derrotarla en las elecciones y vencerla en el control del mercado. Interesante. ¿Se levantó Bernstein de su tumba?

Ceren, Quijano, Saca y el Equilibrio de Nash

Todo parece indicar que habrá tres candidatos en las próximas elecciones presidenciales del 2014. Cada candidato representa con sus debilidades y fortalezas, un proyecto vinculado a fuerzas sociales. Quijano representa a los sectores del debilitado capital nacional comercial-importador; Saca a sectores emergentes de la burguesía y del capital transnacional, Sánchez Ceren a los sectores populares.

Y parece ser que los tres simbolizan adecuadamente el equilibrio de Nash, que consiste en una situación en la cual cada jugador o candidato ha construido su mejor estrategia así como conoce la estrategia de sus adversarios. Los tres aspiran a maximizar sus fortalezas y disminuir sus vulnerabilidades.

Quijano pretenderá ofrecernos la confianza de una ciudad limpia y ordenada y cumplir alguna de sus promesas de la primera campaña como el asunto de las bóvedas. Sánchez Ceren pretenderá ir adelante arropándose con la política gubernamental de subsidios sociales en la educación y en la salud. Saca pretenderá presentarse como el personaje concertador y alejado de las extremas. Un claro equilibrio de Nash.

Perspectivas

Las lógicas del capital son ineludibles. Y son las lógicas del máximo beneficio, del lucro, de la ganancia. No existe un capitalismo con rostro humano. Las lógicas de la solidaridad chocan con los principios del capitalismo. Pretender obviar estas realidades es una ilusión. Pretender caminar por la senda de un capitalismo edulcorado y popular es repetir fórmulas ya fracasadas.

¿Votaran los deudores por sus acreedores? A ARENA le resultó efectiva esta fórmula por veinte años y parece que al FMLN también le está funcionando. ¿Formaremos ligas de beneficiarios de proyectos crediticios en vez de ligas de luchadores sociales?

Sustituir la militancia social por el clientelismo político es posible pero muy riesgoso. Inaugura una situación de alta vulnerabilidad porque la gente no responde a la organización ni a la conciencia sino a la oferta de productos y servicios. Y si surge un ofrecimiento mejor se irá seguramente con el mejor ofertante. Se sustituye la conciencia por la conveniencia. Pero hay que reconocer que parece ser a corto plazo muy efectivo.

¿Cuál es el programa? ¿Por qué luchamos? Antes esto era muy claro. Derrotar a la dictadura militar. Hoy la respuesta se encuentra complicada. Pudiera decirse que luchamos para eliminar el modelo neoliberal. Pero parece que ni a eso se le apuesta. ¿Será para administrar la crisis?

Existe un círculo fatal en el cual la amplitud de la alianza (como en el caso del actual gobierno Funes-FMLN) necesaria para derrotar al enemigo bloquea luego la profundidad de los cambios. Por otra parte, la correlación de fuerzas no permite avanzar sin alianzas. ¿Cómo romper este impasse? No hay soluciones sencillas pero un movimiento popular fuerte seguramente ayudaría a resolverlo.

Por otra parte, luego de la ofensiva militar del 89 no fuimos fusilados como les había pasado a nuestros camaradas del 32. Era ya otra situación. Y aunque quisieran hacerlo, no podían. Pero hoy existe el peligro de que fusilen nuestros principios. Y nos olvidemos de donde venimos y hacia donde íbamos.

Y que las balas de la comodidad del sistema, con sus privilegios y placeres, nos hagan olvidar la razón de la esperanza. Ojala que esto no suceda. Y que si sucede, sea transitorio. Y que no nos golpee mucho. Y que la gente, nuestro pueblo pobre, sufrido y luchador, nunca nos llegue a perder el respeto. Somos fuertes porque la gente nos vio luchando y confía en nosotros.

Finalmente, la reactivación de las luchas populares es un proceso lento y complejo, con avances y retrocesos, pero indispensable para poder avanzar con paso firme hacia mayores conquistas populares. En lucha siempre.

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Análisis Noticiosos

Diez valores para exprimir el maná de la IA más allá de las grandes tecnológicas en 2025

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Citi destaca a la inteligencia artificial, el ocio digital, las ‘fintech’, los videojuegos y los ‘wearables’ como las principales temáticas de inversión

Madrid.-¿Hay vida en la apuesta de los inversores por la inteligencia artificial más allá de Nvidia? Los analistas de Citi tienen claro que sí. El banco de inversión estadounidense cree que el maná de la IA seguirá siendo una de las principales tendencias de inversión para 2025 y aunque sus expertos reconocen que los gigantes del sector son firmas como Apple, Nvidia, Amazon o Alphabet, apuntan a una decena de valores que pueden despuntar el año que viene por rentabilidad esperada. Entre los más conocidos hay empresas como Uber Technologies y Micron Technology, pero hay otras menos conocidas como Schrodinger o Marqeta.

Schrodinger es un desarrollador de software científico que recientemente ha firmado una alianza con Novartis. El acuerdo implica el pago de 150 millones de dólares a Schrodinger y la opción de otros 2.300 millones en función de los hitos obtenidos. El valor, que capitaliza unos 1.500 millones de dólares, se deja un 40% en Bolsa en el año. Los analistas de Citi esperan un retorno total del valor del 87%.

Ligeramente por debajo se sitúa Marqeta, cuyo retorno esperado es del 74%. El valor, que también cede un 44% en el año y cuenta con un valor de mercado de 2.000 millones de dólares, está especializada en la emisión de tarjetas y soluciones de pago. Por su parte, AppLovin está centrada en aportar herramientas de software e IA que ofrecen soluciones a los desarrolladores para monetizar aplicaciones y videojuegos. El valor capitaliza 120.000 millones de dólares y se ha disparado en el año un 748%.

El fabricante de microprocesadores AMD (Advanced Micro Devices) es otra de las apuestas, aunque no ha terminado de sumarse al frenesí de la inteligencia artificial. En lo que va de año, sus títulos se dejan un 9% en Bolsa, frente al 180% que se dispara Nvidia o el 450% de MicroStrategy. Junto a ellos también está el fabricante de chips Micron Technology, que se anota un 35% en el año, la empresa de software Appian —que está a punto de finalizar 2024 en tablas—, la red social Pinterest (-15%), Microchip Technology (-32%), KLA Corporation, con un 18%, y Uber.

Los analistas de Citi tienen claro que apostar por temáticas de inversión puede dar buenos rendimientos. Se trata de identificar grandes tendencias en todo el mundo que se van a ver beneficiadas por una fuerte demanda o una oferta limitada que puede ofrecer elevadas rentabilidades. Eso sí, no todo vale. De cara a 2025 se han centrado en cinco aspectos para identificar cuáles serán las temáticas más atractivas: valoración, crecimiento, calidad, revisiones y conexiones macroeconómicas y apuntan que sus predilecciones reflejan una preferencia por un enfoque de crecimiento y cíclico en la construcción de las carteras de inversión. Con estas cartas sobre la mesa se han decantado por valores ligados al auge de la inteligencia artificial, ocio digital, las fintech, los videojuegos y los dispositivos wearables, siendo estos dos últimos las principales novedades. Pero más allá, tampoco desdeñan lo que definen como demanda agrícola, los combustibles fósiles, el turismo global y las soluciones contra la contaminación.

Entre los valores ligados a la agricultura, sus recomendaciones son Darling Ingredients y Hormel Foods, que según sus analistas registrarán un fuerte incremento de sus beneficios. La primera se deja un 30% en el año y la segunda, un 2%. También apuntan a First Solar, como uno de los más beneficiados dentro de los valores que ofrecen soluciones contra la contaminación, pese a la fuerte corrección que acumula en Bolsa en los últimos seis meses (-28%) por las dificultades que atraviesa el sector de las energías limpias. En Citi creen que será una de las empresas beneficiadas por la Inflaction Reduction Act (IRA) estadounidense, también conocida como Ley para la Reducción de la Inflación.

Con todo ello, Citi prepara una lista de 30 valores a los que otorga el mismo peso, un 3,3%. En ella, hay gigantes como Amazon, Alphabet o Meta —y no está incluido Nvidia—, junto a otras empresas como Paypal, la petrolera Baker Hughes, la naviera Carnival o la biotecnológica Gilead Sciences. De todos ellos, entre los que han logrado una mayor revalorización desde su inclusión en la cesta, destaca AppLovin, con un 802%; seguida por la aerolínea United Airlines, con un 128%, y GoDaddy (108%), firma especializada en el registro de dominios de internet.

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Análisis Noticiosos

La sentencia histórica que reconoce el racismo estructural en Ecuador

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El fallo de la Corte Constitucional declaró que Furukawa perpetró esclavitud moderna por el “origen afrodescendiente” de sus trabajadores. Tres activistas y académicos analizan las deudas pendientes del Estado con esta población

El pueblo negro lleva en Ecuador más de cinco siglos. La mayoría llegaron esclavizados desde Senegal, Gambia, Congo y Angola y fueron obligados a trabajar la tierra de otros; a pertenecer a otros. Estas comunidades, asentadas principalmente en el corredor del Pacífico, llevan resistiendo en los palenques desde entonces. En estos espacios cercados, los esclavos huidos y los que compraban su propia libertad se organizaban en comunidad, atesoraban sus costumbres y su cultura y fueron cocinando la abolición, proclamada tres siglos más tarde, en 1852. Hoy, 172 años después, el Estado ha admitido que estas prácticas similares a la esclavitud continuaron vigentes en pleno siglo XXI.

Para David Quiñonez, médico y secretario general de la Unión del Pueblo Afroecuatoriano, este puede ser un momento clave de reparación real: “Sentimos que al fin encontramos una voz activa que escucha nuestras demandas históricas. El Estado tiene ahora una oportunidad de oro para reparar no sólo a las víctimas de Furukawa. Los indicadores sociales de estas comunidades muestran unas brechas abismales. Este es el racismo estructural del que habla la Corte y que el Estado no ha reparado nunca”.

El 7,2% de la población ecuatoriana es afrodescendiente. Sin embargo, representan el 40% de las personas empobrecidas del país; y el 15% de la pobreza extrema, frente al 4% de la media nacional. Además, uno de cada diez afroecuatorianos no cuenta con saneamiento adecuado. Esta sobrerepresentación recogida en el Informe de Visita del Grupo de Expertos de Naciones Unidas sobre Afrodescendientes también está presente en las cárceles. En términos educativos, el fenómeno se invierte, y esta comunidad está infrarrepresentada. En Ecuador, un 84% de los estudiantes negros no pueden acceder a estudios superiores; un 10% más que la tasa nacional. “Somos todavía una comunidad excluída y vulnerada”, cuenta el experto, quien presentó un amicus curiae en el juicio tras haber atendido como doctor a las víctimas de esclavitud en las haciendas.

Génesis Anangonó, del Centro de investigación de Estudios de África y Afroamérica, tilda de “agridulce” este fallo. Para ella, el tiempo que se han tomado los tribunales en fallar un caso tan importante para el país “es un espejo de cómo la sociedad no prioriza” las luchas de los afrodescendientes, cuenta por teléfono. Aunque asegura que el discurso negacionista de la colonización o la esclavitud no es tan fuerte en su país, siente que se repite el mismo problema: “Todos creen que el racista es el otro”. Así, explica, se percibe que la reflexión -de haberse hecho- es aún muy superficial. Es por ello que las escasas políticas de acciones afirmativas para achicar más la brecha son completamente desprestigiadas por la sociedad. “Nos siguen diciendo: ‘Es que a ustedes les regalan las cosas”, lamenta.

Jaqueline Gallegos, coordinadora del Observatorio de Derechos Humanos Afroecuatoriano coincide y lamenta que este tema no haya sido politizado ni en Ecuador ni en la región. “Nuestros Estados han nacido de prácticas coloniales, se fundaron en la discriminación y en la esclavitud. Y se ha hecho muy poco por resarcirlo”, asegura.

Para ella, estas vulneraciones actuales tienen muchas similitudes con la “trata transatlántica”. “Entonces se deshumanizaron a las personas y se las vendían, casi como si fueran animales. Esa discriminación, la de no reconocer los derechos del otro, sigue vigentes en nuestros Estados y, sinceramente, no creo que ni el Ecuador ni la sociedad estén preparados para la reparación que necesitamos”. Aunque los tres expertos inciden en que la reparación económica que pide la Corte a Furukawa -y que la empresa ya ha tildado de “imposible” de pagar- no será nunca suficiente para resarcir “los cuerpos atravesados por el racismo”, consideran que es un buen punto de partida. Es la punta del hilo de un ovillo que va a requerir muchas manos para desenredar.

Aunque Gallegos celebra la contundencia de la Corte, habla de “utopía” en su implementación, ya que, dice, “Ecuador es el país de las normas” que luego no salen del papel. “No creo que se priorice este tema, en el momento de crisis de seguridad actual en el que una persona negra sigue siendo sospechosa de cualquier delito por el mero hecho de ser afrodescendiente”, explica Gallegos, quien también anima a los tribunales a empezar a preguntar al pueblo negro de qué forma quiere ser reparado.

“La reparación no puede venir solo desde fuera”, dice. “Es una construcción con los sujetos de derechos. Pasa igual con la lucha antirracista: no puede ser una responsabilidad de las víctimas. Tiene que ser toda una sociedad buscando la igualdad social”.

Para los tres académicos, esta es una gran oportunidad para sentar bases en el mundo de la agroindustria, un sector en el que los trabajadores son la mayoría afrodescendientes e indígenas. “La relación entre los dueños de las tierras y los trabajadores tiene que cambiar ahora”, dice Anangonó. “La Corte sentó un antecedente”.

Gallegos señala a la justicia y a las demás instituciones del Estado como parte también de esa herencia colonial y racista intrínseca al país. “Es difícil ser crítico ante ciertas realidades si no entiende que es necesario trabajar el modelo de justicia desde las interseccionalidades”, narra. Este concepto académico que subraya la superposición de las capas de exclusión, como el género, la raza y el estrato es también recogido pioneramente por la Corte: “Estas personas [las víctimas de Furukawa] se encuentran en condición de vulnerabilidad interseccional, pues existen múltiples factores de vulnerabilidad que confluyen en todos los abacaleros y arrendatarios y que configuran una situación de riesgo en el ejercicio de sus derechos”.

Precisamente porque la Corte reconoce que existen estas capas de discriminación. Las mujeres que han vivido en las haciendas y que se han sumado a la denuncia de Furukawa recibirán un monto adicional, por el hecho de ser mujeres. Nombrarlo, dicen, es un paso gigante. Pero no suficiente. “Es un punto de partida que celebramos”, explica Quiñonez. “Pero sabemos que nos toca seguir vigilantes para que no quede en papel mojado”.

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Análisis Noticiosos

Cirugía de obesidad “no son tratamientos que compiten, sino que se complementan”

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Una investigación reporta que en Estados Unidos los pacientes que se sometieron a una cirugía bariátrica se redujeron un 25%, mientras que aumentó un 123% aquellos a los que se le recetaron los nuevos medicamentos

Los innovadores fármacos contra la obesidad, que ayudan a perder alrededor del 15% del peso del paciente, han revolucionado la lucha contra esta compleja enfermedad crónica. Estos medicamentos, conocidos como agonistas del receptor GLP-1, imitan las hormonas que de forma natural generan la sensación de saciedad: actúan en el intestino y mandan una señal al cerebro para hacernos sentir llenos. Su éxito ha sido tal, que ha sacudido los cimientos de la atención a la obesidad hasta hacer replantear estrategias terapéuticas ampliamente consolidadas, como la cirugía de la obesidad (bariátrica). Una investigación publicada en Jama Network Open ha documentado que entre 2022 y 2023, en Estados Unidos, a la vez que crecía un 123% las personas a las que se les recetaban los nuevos medicamentos, se reducía un 25% aquellos pacientes que se sometían a un procedimiento quirúrgico bariátrico.

Los expertos consultados avanzan que, en una enfermedad tan intrincada como la obesidad, ninguna herramienta sobra, ni los fármacos, ni la cirugía. Pero la irrupción de los nuevos medicamentos ha obligado a repensar el encaje de las distintas estrategias disponibles en la atención a esta enfermedad crónica y fijar dónde quedan exactamente los límites y los tiempos de cada arma terapéutica. “No son dos tratamientos que compitan, sino que se complementan”, defiende José Balibrea, jefe de Cirugía Endocrino-Metabólica y Bariátrica del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona.

La cirugía bariátrica incluye todas esas técnicas quirúrgicas que alteran la anatomía gastrointestinal para reducir la ingesta y la absorción de los alimentos. Está indicada para los casos más severos de obesidad, esto es, pacientes con un índice de masa corporal por encima de 40 o mayor de 35 si hay patologías asociadas. El estudio de Jama Network Open admite que, por ahora, es “el tratamiento más eficaz y duradero para la obesidad”, pero la aparición de los nuevos fármacos y la tendencia a los medicamentos en detrimento de la cirugía abre un escenario lleno de incógnitas. Se desconoce si la tendencia observada se consolidará o cuáles serán los resultados a largo plazo de ese potencial giro asistencial.

Andreea Ciudin, jefa de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, admite que los agonistas de GLP-1 son una estrategia revolucionaria: “Por primera vez tenemos tratamientos basados en la fisiopatología de la obesidad”. Y se explica: “En una persona sin obesidad, cuando come, el intestino sintetiza un péptido cuya función, entre otras, es llegar al cerebro para dar la señal de que has comido y de saciedad. En la obesidad hay un desequilibrio en la regulación del apetito y en cómo funciona el metabolismo y una de las causas es que el cerebro no recibe bien esta información, sea porque el intestino no sintetiza bien esta molécula o porque no llega bien la señal al cerebro”. Lo que hacen los nuevos fármacos, comercializados bajo marcas como Ozempic, es imitar el papel de ese péptido para hacer llegar la información correcta de saciedad al cerebro.

Estos medicamentos se han convertido en una de las grandes promesas para combatir la enfermedad, pero todas las voces consultadas coinciden en que su irrupción no supone, al menos a corto y medio plazo, el fin de la cirugía bariátrica. De hecho, ninguno de los tratamientos disponibles, ni quirúrgicos ni farmacológicos, son curativos. La obesidad es crónica y el abordaje tendrá que seguir siendo multidisciplinar, avisa Albert Goday, jefe de sección de Endocrinología del Hospital del Mar: “El escenario no es que han llegado estos medicamentos, van a completar todo el mercado y la cirugía ya está desfasada. Este mensaje es absolutamente erróneo. Que tengamos opciones diferentes para una enfermedad crónica tan grave y tan heterogénea es muy positivo. Pero las 400 personas que tenemos en el hospital esperando para ser operadas no van a borrarse de la lista de espera porque haya un par de medicamentos muy efectivos”, advierte.

Albert Goday, jefe de sección de Endocrinología del Hospital del Mar de Barcelona.
Kike Rincón

La realidad es más compleja. Lo saben bien Antonio Fernández, de 36 años, y su pareja, Sara Gómez, de 34. Ambos se operaron hace cinco años. Él llegó a pesar 155 kilos. Ella, 118. No podían ni atarse los zapatos, cuentan. “Con esos kilos, eres una persona inútil. No te puedes mover, no puedes trabajar ni hacer vida normal. No te ves capaz de nada”, relata Fernández. Él fue el primero en entrar en la Unidad de Obesidad Grave del Mar y empezar a “cambiar el chip”. Porque no es solo una operación, adelanta: “El proceso más grande es reconocer que tienes una enfermedad y dejarte ayudar y aconsejar por los profesionales para aprender a comer y a vivir”.

Después de Fernández fue su mujer. Y tras ellos, varios miembros más de su familia con obesidad grave. Goday cuenta que la pareja fue un ejemplo para su entorno, tuvieron “capacidad de contagio positivo” y ayudaron a mejorar la salud de varios familiares: “De lo que más orgullosos nos sentimos es que hemos conseguido empoderarlos y ahora son conscientes de que viven con una enfermedad y tienen que contribuir para que no se desmadre. Ellos no son culpables de esta enfermedad”, subraya el médico.

El tratamiento más eficaz

A propósito de las esperanzas puestas en los agonistas de GLP-1, Goday resuelve sin titubeos: “Bienvenidos sean, pero no es el único pilar del tratamiento”.

La obesidad es mucho más enrevesada de lo que parece. Por los tipos y grados de la enfermedad, el acceso a los fármacos (no están financiados para esta enfermedad) y los resultados en salud. Anna Casajoana, especialista en cirugía bariátrica del Hospital del Mar, asegura que el porcentaje de peso que se logra bajar con los fármacos es inferior al que se consigue con la cirugía: “Ahora mismo, los fármacos que tenemos hoy en día, por mucho que estén mejorando, tienen una indicación cuando hay sobrepeso. No es un tratamiento para una enfermedad establecida con obesidad. ¿Que puede ser un puente para pacientes que no tienen clara la cirugía y quieren probar primero tratamiento farmacológico? Es una opción, pero a la que lo interrumpes, el paciente gana peso porque no hemos hecho otra intervención más allá, no ha habido intervención educacional de hábitos saludables. En un futuro, todos esperamos que el tratamiento de la obesidad no sea quirúrgico porque sabemos que la cirugía no es la solución mágica, pero hoy en día es el tratamiento más eficaz que tenemos”, defiende la cirujana.

Los agonistas de GLP-1 disponibles son todavía una primera generación y, a pesar de sus buenos resultados y de investigaciones en marcha para mejorar y optimizar todavía más su potencial, por lo pronto, los resultados en salud se muestran más favorables con la cirugía. Un estudio publicado en Nature Medicine concluyó, por ejemplo, que las intervenciones quirúrgicas se asociaban con una mayor reducción de la incidencia de insuficiencia cardíaca congestiva. “La cirugía genera una pérdida de peso significativamente mayor, mejora los problemas cardiovasculares y las enfermedades por hígado graso, y el control de la diabetes es similar. También aumenta significativamente la longevidad y reduce el riesgo de cáncer”, enumera Balibrea, que es también portavoz de la Asociación Española de Cirujanos.

Antonio Fernández muestra, en un momento de la entrevista, una imagen suya antes de someterse a una cirugía bariátrica para tratar su obesidad.Kike Rincón

Antonio Fernández muestra, en un momento de la entrevista, una imagen suya antes de someterse a una cirugía bariátrica para tratar su obesidad.
Kike Rincón

Por otra parte, ni los agonistas de GLP-1 ni la cirugía bariátrica están exentos de recaídas. Se pueden producir reganancias de peso tras ambas estrategias terapéuticas. Goday vuelve incidir en la importancia de un abordaje integral: “Tienes que hacer un replanteamiento de que tienes una enfermedad crónica. El medicamento, sin todo este contexto de empoderamiento de la persona, no va a funcionar. Y las operaciones tampoco son un tratamiento definitivo. Esta enfermedad está intentando ganarte la partida como sea y tu entorno, los precios de los alimentos y la publicidad están ayudando a ganarte la partida. Cada vez hay más herramientas, pero tenemos muchos enemigos en contra para que la enfermedad gane la batalla”.

En lo que coinciden todas las voces consultadas es que, en los casos más severos, se seguirá necesitando una intervención quirúrgica. “La cirugía bariátrica quedará para pacientes que, habiendo recibido tratamiento, no responden, que no consiguen el resultado adecuado o que no pueden pagarlo”, sintetiza Balibrea.

Sinergias entre fármacos y cirugía

En el nuevo escenario que se abre tras la aparición de las nuevas estrategias terapéuticas, también hay cabida para las sinergias. El cirujano del Germans Trias i Pujol apuesta a que estos fármacos pueden ayudar a disminuir las segundas cirugías ocasionadas por la ganancia de peso. “Tras la cirugía bariátrica, puedes añadir uno de estos fármacos para mantener la pérdida de peso o para bloquear la reganancia si se detecta precozmente”. También se podrían usar para bajar de peso antes de la cirugía.

Coincide Ciudin: “Hay que reescribir la historia. [Estas dos estrategias terapéuticas] no pueden ser excluyentes, pueden ir juntas. La cirugía bariátrica no va a desaparecer, tiene un lugar en la obesidad de grado muy severo, como se hacía al principio, cuando apareció. Pero todavía falta mucho por hacer, ver dónde quedan estos nuevos fármacos y si tienen un potencial similar a la cirugía bariátrica”.

elpais.com

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