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El Salvador: paradojas y paradigmas del proceso político

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Por Roberto Pineda

La lucha de clases en El Salvador transita por veredas y senderos insospechados. El nuevo periodo histórico abierto con la victoria popular de marzo de 2009, que modificó el balance de fuerzas en una dirección progresista, ha provocado el surgimiento de procesos inéditos, tanto en la derecha como en la izquierda, tanto en la oligarquía como en el movimiento popular y social. La realidad como siempre, supera la fantasía. Las paradojas de la historia se imponen a los paradigmas de la teoría.

El escenario, vestuario y los papeles han cambiado pero son los mismos artistas y es el mismo público. Mientras la derecha va en busca del movimiento popular y social, la izquierda va en busca de insertarse como una fuerza económica decisiva. El desenlace diferido del conflicto armado continúa vigente y se desplaza hacia audaces nuevos territorios, incluyendo el económico. La historia no se detiene.

De nuevo la realidad nacional e internacional se encarga de romper con los dogmas, de cuestionar los paradigmas y de abrirse hacia la imaginación paradójica. A continuación se tratará, desde un enfoque de movimiento social, de rastrear estos nuevos rituales del poder, sus procesos, condiciones, desafíos, ventajas y consecuencias.

El movimiento popular y social y sus fracturas orgánicas e ideológicas

Antes el movimiento popular era la fuente, el oasis en la que bebía la izquierda entonces clandestina, en la que reclutaba simpatizantes, en la que realizaba círculos de estudios de marxismo, en la que buscaba cotizantes…para pagar los locales y estipendios. Antes no había empleados sino militantes.

Era en los Sindicatos y en la Universidad básicamente donde la izquierda sembraba la semilla de su influencia liberadora. La dictadura militar por su parte, mediante la represión, se encargaba de purificar sus filas. Integrarse a la revolución era exponer la vida por un sueño, por un ideal.

Te van a matar le advertían sus familiares a los aspirantes a mártires. Esto llevó a que después de 1932 incluso se negara la existencia de los comunistas por los mismos comunistas, considerando erróneamente que así preservaban la organización.

Luego en los años sesenta y setenta del siglo pasado, los procesos electorales permitieron ampliar esa influencia. El PAR y la UNO fueron una gran escuela de aprendizaje político popular. Y las y los revolucionarios fueron de cantón en cantón llevando el mensaje que solo la lucha popular iba a derrotar a la dictadura.

Y las organizaciones populares de masas, el FAPU, el BPR, las LP-28 fueron otra gran escuela de lucha combativa, de curso propedéutico para la lucha armada. A principios de los ochenta este ciclo de lucha de masas se cerró y los cuadros del movimiento popular se fueron para las montañas. Y cuando regresaron de las montañas después de 1992 se insertaron en las alcaldías. Y han pasado veinte años de virtual abandono, orgánico e ideológico.

En la actualidad el movimiento popular está debilitado en su pensamiento y en su músculo. Es un movimiento popular raquítico. La izquierda dejó de pensar en su fortalecimiento y decidió ampliar y consolidar el aparato político en su vertiente electoral. Y sus principales dirigentes se volvieron diputados, magistrados, alcaldes y hoy hasta ministros. Y parece que casi todos olvidaron sus antiguas raíces populares.

Pero como FMLN se pudo avanzar y se logró derrotar a la derecha. Y se ha logrado un considerable espacio de presencia política, incluso en el ejecutivo. Y se ha abierto una nueva veta de presencia incluso en ramas claves de la economía. Y entonces debemos de preguntarnos: ¿se necesita un movimiento popular? ¿Podemos seguir avanzando sin movimiento popular? Es posible, pero riesgoso. No se puede negar que hemos avanzado pero el límite parece acercarse.

En doce meses que faltan para las elecciones del 2014 pueden pasar muchas cosas. Pero todo parece indicar que a diferencia de la campaña presidencial pasada, en la que FMLN, TR y Amigos de Mauricio formaron un frente común contra ARENA, en esta ocasión cada quien bailara su rumba separado, para no decir que se ahorcara en su propio palo.

El FMLN optó por la cohesión interna de sus filas en la selección de sus candidatos cerrando la posibilidad de alianzas y contando con la obvia adhesión de CONPHAS y de la CIRAC; la TR luego de construir su frente social, el MDP hoy estrenara su frente político, el MNP y un sector de los Amigos de Mauricio hoy se han transformado en el Movimiento de Unidad por la Defensa y Profundización de los Cambios.

La gran alianza democrática y revolucionaria del 2007 que ganó las elecciones del 2009 aglutinada en el concepto del cambio, se ha roto en tres pedazos, parece ser que con tres candidatos diferentes. En el transcurso del año veremos cómo evoluciona este panorama.

Al final la ruptura con el sistema exigirá sin duda la movilización consciente de amplias mayorías populares. La construcción de poder popular como orientación fundamental es clave para la transición hacia el socialismo. Si es que estamos pensando en socialismo, en la ruptura y no en la reforma del sistema.

El FMLN y la izquierda empresarial

La historia de la izquierda salvadoreña y su influencia en el movimiento popular ha sido la victoria de la paradoja, una sucesiva y permanente ruptura de paradigmas. En 1932 la izquierda rompió tanto con el paradigma urbano y obrero como con el paradigma de la lucha popular exclusivamente reivindicativa.

Y el PCS por medio de la FRTS se lanzó tanto a organizar obreros agrícolas como sectores indígenas. Y posteriormente en una audaz y hasta sacrificada actitud, participó en elecciones y organizó una insurrección, en el mismo mes, en ese enero inolvidable de nuestra historia. Habría que preguntarse si Farabundo desde entonces había cambiado la segura metáfora moderna del camino por la metáfora postmoderna del mar, de la incertidumbre, de la lucha.

Las consecuencias fueron serias. La derrota se pagó con la vida de centenares de revolucionarios y de miles de indígenas. Pero quedo la valiosa lección de la dignidad de la rebeldía como principio y como guía de nuestras vidas. Es nuestra herencia como pueblo y como sociedad. Es Izalco en el corazón de la patria por siempre.

Posteriormente, durante las jornadas de abril, mayo y diciembre de 1944 se rompieron otros paradigmas. El de la relación con los militares, el de la huelga general, el de la lucha internacional contra el fascismo e incluso el de la lucha armada.

Los sectores populares tuvieron la capacidad de romper el control político del general Martínez sobre las fuerzas armadas, de construir una amplia alianza de fuerzas antidictatoriales, de diseñar una estrategia de lucha exitosa, de aprovechar los vientos de la lucha internacional contra el fascismo y de organizar en Guatemala una invasión armada anti-dictadura . Doce años después del 32 de nuevo se estaban tomando las armas contra la dictadura.

En el 70 y el 72 se rompió con el paradigma de la lucha estrictamente electoral y se pasó a la construcción de organizaciones político-militares que realizaron acciones de propaganda y de recuperación de fondos, las FPL y el ERP; en el 74 y en el 75 con la creación del FAPU y del BPR se rompió con el paradigma de la lucha exclusivamente legal y reivindicativa y se generalizó la lucha política de masas, con altos niveles de combatividad.

A principios de 1980 se logró romper con los paradigmas de la división al interior de la izquierda, del aislamiento político y de la lucha guerrillera urbana y se constituye la unidad de las fuerzas revolucionarias, su alianza con las fuerzas democráticas y finalmente se construye un ejército popular que asalta y destruye cuarteles y controla territorio rural, en el campo. Y lo que se pensaba iba a ser una escaramuza insurreccional se convierte en una larga guerra de casi doce años.

A principios de 1990 se logró romper con el paradigma del inalterable empate militar y el FMLN desplegó una intensa lucha diplomática que permitió lograr una salida política al conflicto armado y luego de los acuerdos de paz, se rompió con el paradigma del aislamiento y se construyó una poderosa fuerza política de masas de naturaleza electoral.

Las ideas del cambio social pasaron a ser patrimonio de decenas de miles de salvadoreños y salvadoreñas. Y el FMLN de fuerza guerrillera se convirtió en un partido de masas. Y en 1995 rompe con el paradigma de las cinco fuerzas originales, llamado el cinquismo y disuelve sus estructuras para conformar un tipo superior de unidad.

A finales de la primera década del dos mil, en el 2009 se logró romper con el paradigma del dominio político de la derecha y surge el primer gobierno de izquierda de la historia nacional. Y antes de eso, en el 2006, surge ENEPASA, una alianza entre municipalidades ganadas por el FMLN y la venezolana PDVSA y se empieza a romper el paradigma del control oligárquico de la economía.

Otra gran paradoja explicable únicamente por los avances de la izquierda venezolana con Chávez a la cabeza. Empieza la disputa desde la izquierda por el control del mercado de combustible. Es disputa popular estratégica ni siquiera contra la oligarquía sino contra las transnacionales del petróleo.

Es una nueva situación y hoy la disputa, la guerra está planteada ya no solo en el campo de los combustibles sino también en el de los granos básicos, y en el de los créditos a micro y pequeños comerciantes. Y pronto será en el transporte público, y en los medios de comunicación. Y en otros campos.

Ante se luchaba por créditos para los campesinos, hoy se otorgan y administran esos créditos. Y el que fue candidato a alcalde de San Salvador se convierte en el gerente de la nueva financiera de Alba Petróleo, Tu Financiera. Alba Petróleo es un proyecto a la vez frágil y poderoso.

Frágil por su clara determinación externa y poderosos porque hic et nunc es la alternativa popular frente a Fomilenio y Asocio por el Crecimiento, del proyecto imperial de Obama. Es una disputa contra el imperio. Y en un mundo en el que existe en la República Popular China el socialismo de mercado. Y existe el BRICS. Y Cuba Socialista.

¿Cuál es la actual visión estratégica? Parece ser que consiste en ir por una parte, acumulando fuerza institucional (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Municipal, Parlacen, PNC, etc.) y por la otra, acumulando fuerza económica (Combustibles, Semillas, Créditos, Transporte, etc.) Con base en una maquinaria política electoral eficiente y experimentada.

ARENA en la oposición

La dirección de ARENA todavía no se acostumbra del todo a jugar el papel de oposición y a diseñar estrategias que le permitan recuperar lo que nuestro pueblo sabiamente relaciona con una apetitosa y nutritiva guayaba. El golpe popular del 2009 todavía los mantiene mareados, confundidos, dispersos. Pero la restauración oligárquica es posible.

Y esto está relacionado con las modificaciones al interior del bloque dominante, en el que el capital transnacional ha pasado a ocupar la posición hegemónica y la oligarquía nacional ha sido desplazada. No se trata solo de política, se trata sobre todo de economía.

Cristiani enfrenta por tercera ocasión, una complicada situación en la que el candidato presidencial de su partido no es el candidato de su predilección. Primero le paso con Saca, luego con Ávila y hoy con Quijano. Existen en ARENA tres corrientes históricas, vinculadas a los expresidentes, que pugnan por la conducción del proceso.

Quijano no es un hombre de confianza de Cristiani. Pero es el candidato presidencial y puede tomar las riendas si las condiciones se lo permiten, con la asesoría de Calderón Sol y con la neutralidad o complicidad de Flores. Tienen un año para arreglar sus pesadas y explosivas cargas.

La ANEP y Aliados por la Democracia

La oligarquía y sus instrumentos gremiales como la ANEP han pasado también a la oposición. Y bajo el manto de Aliados por la Democracia pretende coordinar una estrategia de desgaste del actual gobierno así como de las candidaturas tanto de Sánchez Ceren como de Saca. Y últimamente su enemigo a muerte es Alba Petróleo. Y no se equivoca.

No obstante el peso de la ANEP, parece ser que existen voces disonantes en Aliados por la Democracia que ha bloqueado la posibilidad que se realice una alianza con ARENA. En Aliados por la Democracia coexisten tres sectores, la ANEP, el sector de universidades encabezado por la UTEC y el sector de ONGs representado por CEMUJER e ISD. No es un ente monolítico, hay fisuras y visiones diferentes. No va ser fácil instrumentalizarlo.

La ANEP como instancia máxima de representación empresarial ha sido desplazada por el poderoso Consejo para el Crecimiento, en el que los principales capitalistas se sientan con el GOES para consensuar posiciones de país empresarial de cara a la negociación con Estados Unidos.

El imperio benefactor

La vieja escuela enseñaba que el imperialismo era el enemigo de la humanidad. Y que los proceso revolucionarios enfrentarían con toda seguridad la oposición y la respectiva agresión de los centros imperiales. Y se mencionaba a Vietnam, a Cuba, para fundamentar esta tesis.

La nueva escuela enseña que se puede coexistir con el imperialismo hoy llamado eufemísticamente imperio. Incluso en nuestra experiencia desde el gobierno del presidente Funes y del FMLN, se habla del aliado estratégico, se maneja la tesis del imperio benefactor. Y se sueña con el Fomilenio II y el Asocio para el Crecimiento. Es parte de las diferencias entre Funes y el FMLN. Ojala que entre Fuñes y todo el FMLN.

La vieja escuela enseñaba que para construir una nueva sociedad era necesario construir una vanguardia revolucionaria que desarrollara una estrategia de lucha para derrocar a la clase dominante e instaurar un nuevo poder. La nueva escuela enseña que no se necesita una vanguardia revolucionaria ni tampoco destruir a la clase dominante sino derrotarla en las elecciones y vencerla en el control del mercado. Interesante. ¿Se levantó Bernstein de su tumba?

Ceren, Quijano, Saca y el Equilibrio de Nash

Todo parece indicar que habrá tres candidatos en las próximas elecciones presidenciales del 2014. Cada candidato representa con sus debilidades y fortalezas, un proyecto vinculado a fuerzas sociales. Quijano representa a los sectores del debilitado capital nacional comercial-importador; Saca a sectores emergentes de la burguesía y del capital transnacional, Sánchez Ceren a los sectores populares.

Y parece ser que los tres simbolizan adecuadamente el equilibrio de Nash, que consiste en una situación en la cual cada jugador o candidato ha construido su mejor estrategia así como conoce la estrategia de sus adversarios. Los tres aspiran a maximizar sus fortalezas y disminuir sus vulnerabilidades.

Quijano pretenderá ofrecernos la confianza de una ciudad limpia y ordenada y cumplir alguna de sus promesas de la primera campaña como el asunto de las bóvedas. Sánchez Ceren pretenderá ir adelante arropándose con la política gubernamental de subsidios sociales en la educación y en la salud. Saca pretenderá presentarse como el personaje concertador y alejado de las extremas. Un claro equilibrio de Nash.

Perspectivas

Las lógicas del capital son ineludibles. Y son las lógicas del máximo beneficio, del lucro, de la ganancia. No existe un capitalismo con rostro humano. Las lógicas de la solidaridad chocan con los principios del capitalismo. Pretender obviar estas realidades es una ilusión. Pretender caminar por la senda de un capitalismo edulcorado y popular es repetir fórmulas ya fracasadas.

¿Votaran los deudores por sus acreedores? A ARENA le resultó efectiva esta fórmula por veinte años y parece que al FMLN también le está funcionando. ¿Formaremos ligas de beneficiarios de proyectos crediticios en vez de ligas de luchadores sociales?

Sustituir la militancia social por el clientelismo político es posible pero muy riesgoso. Inaugura una situación de alta vulnerabilidad porque la gente no responde a la organización ni a la conciencia sino a la oferta de productos y servicios. Y si surge un ofrecimiento mejor se irá seguramente con el mejor ofertante. Se sustituye la conciencia por la conveniencia. Pero hay que reconocer que parece ser a corto plazo muy efectivo.

¿Cuál es el programa? ¿Por qué luchamos? Antes esto era muy claro. Derrotar a la dictadura militar. Hoy la respuesta se encuentra complicada. Pudiera decirse que luchamos para eliminar el modelo neoliberal. Pero parece que ni a eso se le apuesta. ¿Será para administrar la crisis?

Existe un círculo fatal en el cual la amplitud de la alianza (como en el caso del actual gobierno Funes-FMLN) necesaria para derrotar al enemigo bloquea luego la profundidad de los cambios. Por otra parte, la correlación de fuerzas no permite avanzar sin alianzas. ¿Cómo romper este impasse? No hay soluciones sencillas pero un movimiento popular fuerte seguramente ayudaría a resolverlo.

Por otra parte, luego de la ofensiva militar del 89 no fuimos fusilados como les había pasado a nuestros camaradas del 32. Era ya otra situación. Y aunque quisieran hacerlo, no podían. Pero hoy existe el peligro de que fusilen nuestros principios. Y nos olvidemos de donde venimos y hacia donde íbamos.

Y que las balas de la comodidad del sistema, con sus privilegios y placeres, nos hagan olvidar la razón de la esperanza. Ojala que esto no suceda. Y que si sucede, sea transitorio. Y que no nos golpee mucho. Y que la gente, nuestro pueblo pobre, sufrido y luchador, nunca nos llegue a perder el respeto. Somos fuertes porque la gente nos vio luchando y confía en nosotros.

Finalmente, la reactivación de las luchas populares es un proceso lento y complejo, con avances y retrocesos, pero indispensable para poder avanzar con paso firme hacia mayores conquistas populares. En lucha siempre.

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Años de investigación de una reserva para salvar al loro carirrojo de la extinción

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Tras varios años sin avistamientos, se volvió a registrar la presencia de esta especie en peligro de extinción en la recién creada reserva Ridgely, al sur del país andino

La primera expedición fue en 2022. Visitaron casa por casa en un pueblo de la provincia austral de Loja, al sur del Ecuador. Los científicos cargaban un par de fotografías en busca de un loro con brillantes manchas rojas alrededor del pico. “Preguntamos a los habitantes si lo habían visto”, cuenta Patricio Mena, coordinador de especies de la Fundación Jocotoco. Por aquella época había registros de poco más de 20 ejemplares en la zona. “Muchos respondieron que no, sobre todo los más jóvenes”. Pero, mientras avanzaban por el camino, los habitantes mayores de Selva Alegre confirmaron haber visto y hasta escuchado al ave. “Una persona nos dijo: ‘Sí, ese periquito suele estar ahí”, mientras señalaba un parche de árboles. Aquella pista encendió la esperanza de proteger al loro carirrojo (Hapalopsittaca pyrrhops), tanto así que, tres años después, en marzo de este año, crearon la reserva Ridgely, en el mismo Loja, para cuidar a esta especie, cuya población no supera los 2.400 individuos en el mundo.

Tras aquella primera expedición de 2022, emprendieron nuevos recorridos por las montañas y cordilleras cercanas en busca de más ejemplares. Ornitólogos, observadores de aves y personas de la zona trabajaron para confirmar que Selva Alegre era el lugar indicado para cuidar al loro. Es una especie neotropical muy rara, que habita únicamente en los bosques montanos nublados del sur de Ecuador y el norte de Perú. En los últimos años, su población ha disminuido de manera preocupante. Ha sido catalogado como una especie en peligro de extinción por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ya que es muy sensible a las alteraciones en su hábitat. Estudios recientes advierten que su población está experimentando declives rápidos, en gran parte por la pérdida de su entorno.

Recuperar su hábitat

La reserva Ridgely es hoy prácticamente una isla de árboles nativos a más de 2.500 metros de altura. A su alrededor, predominan extensas hectáreas de pino —una especie introducida hace más de un siglo en Ecuador, y que ha desplazado a los árboles y plantas originarias. A esto, se suman actividades ganaderas y agrícolas, que han reducido aún más el hogar del loro, explica David Parra, director de conservación de la Fundación Jocotoco, convirtiendo a la reserva en un sitio clave para la vida de las aves.

José Espinoza es el centinela del loro. Una mochila, unos binoculares y un teléfono son sus herramientas para contabilizarlos y proteger su hábitat. Espinoza fue uno de los primeros en lograr fotografiar al loro carirrojo, pocos meses después de la creación de la reserva. Todos los días patrullaba y abría camino en medio de la maleza. “Trataba de buscarlos y no los encontraba. Ya habían pasado más de dos meses”, dice este joven de 26 años mientras camina por los alrededores de la reserva.

En uno de sus patrullajes, en abril de este año, mientras recorría los senderos, llevaba un parlante que reproducía el canto del loro. “Cuando dejó de sonar, respondieron con el mismo sonido”, relata. Apenas los escuchó, alzó la mirada hacia las copas de los árboles y encontró un grupo de diez ejemplares entre las ramas. “Se quedaron varios minutos perchados, logré tomarles fotos. Estaba muy feliz porque rara vez se los logra ver”, cuenta ilusionado.

El siguiente paso es identificar si anidan o se desplazan en busca de comida en esta zona, explica Leovigildo Cabrera, administrador de las reservas del programa Chocó– Tumbes, una zona que combina las selvas tropicales del Chocó con los bosques secos de Tumbes, entre Ecuador y Perú, y de la que forma parte la reserva Ridgely. “Hay que entender cómo es su comportamiento, sus movimientos” y “para eso son necesarios los recorridos de monitoreo”, agrega. Hay que realizar largas horas de caminatas desde el amanecer, a las seis de la mañana, hasta entrada la tarde. Una tarea que exige paciencia, dedicación y constancia.

Pero el loro carirrojo no es único habitante de estos bosques. A más de 3.600 metros de altura, donde los pajonales y la vegetación de páramo domina el paisaje, vive el colibrí garganta azul (Lampornis clemenciae), en la reserva Cerro de Arcos que, junto con Ridgely, forman un corredor ecológico. “Las especies que habitan esta larga y delgada cordillera son muy móviles”, menciona Parra. Y, añade, estos ecosistemas “se comportan como islas porque guardan a especies únicas”.

Los vigilantes del colibrí son Ángel Macas y Norberto Ordóñez, dedicados a monitorear los nidos de esta especie única. En la aplicación de su celular llevan un registro exacto de cuántos colibríes habitan en la reserva. “Incluso identificamos los nidos con código y placas para diferenciarlos”, comenta Macas. Los recorridos los realizan en solitario por lo sensibles que pueden ser las aves. Pero su trabajo no se termina ahí, también participan en la reforestación con plantas nativas, como la chuquiragua, una especie de arbusto andino, que es el principal alimento del colibrí de garganta azul.

La meta de la nueva reserva Ridgely es aumentar su extensión. “Actualmente, tiene alrededor de 200 hectáreas y en el futuro se espera duplicar el área para crear un hábitat más grande que permita incrementar la población del loro carrirojo”, cuenta Mena. Proteger al loro crea un efecto paraguas: “Al conservar estos bosques, donde habita el loro, protegemos a muchas otras especies. La reserva empieza desde los 2.800 hasta los 3.500 metros, llegando casi el páramo. Al cuidar este ecosistema, preservamos fuentes hídricas y garantizamos la supervivencia de osos y aves, como el tucán andino, las pavas de monte, los colibríes o las ranas”, zanja el investigador.

La historia detrás del loro carirrojo y del colibrí garganta azul en Selva Alegre es también la de las personas que dedican su vida a protegerlos en medio de una región del Ecuador que está cada vez más amenazada por el impacto del cambio climático, además de la nueva presión que ha puesto en jaque a las áreas protegidas del país andino: la minería ilegal. La creación y expansión de la reserva Ridgely no solo busca salvar a una especie, sino preservar un bosque entero, sus ríos, su páramo y la increíble diversidad que habita en este ecosistema único.

ELPAIS.COM

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Análisis Noticiosos

Los desastres son inevitables; las tragedias, no

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En México, la alerta de las inundaciones recientes llegó “cuando la ola ya estaba encima”, según dijo un testigo. En Haití, el huracán ‘Melissa’ no llegó, pero fue el país del Caribe donde más muertes dejó el potente ciclón. Los desastres se vuelven catástrofes por sistemas que se omiten y presupuestos que se desvían

Podemos hablar del paso de los huracanes y tormentas como si fueran una serie de números y nombres que desfilan: Erin, Gabrielle, Humberto, Imelda, Andrea, Barry, Chantal, Dexter, Fernand, Jerry, Karen, Lorenzo y Melissa. El último de esta temporada 2025 en el Atlántico, Melissa, dejó al 77% de Jamaica sin electricidad, al menos 28 muertos, más de 25.000 personas en refugios de emergencia; a Haití con 40 fallecidos, decenas de desaparecidos y más de 160 viviendas inundadas; a Cuba con 735.000 personas evacuadas.

Y pensamos en esas personas —las afortunadas— que siguen con vida, pero que perdieron sus hogares y que no tienen dinero para reconstruirlas; que con el tiempo terminarán por reconstruir(se) hasta que el paso de un futuro huracán les vuelva a atravesar por la mitad.

Empezamos, entonces, a asimilar mejor el concepto de “injusticia climática” cuando desciframos estas cifras en el periódico y vemos los encabezados que compiten en grandilocuencia: “el más devastador”, “el más fuerte”, “el más destructivo”. Atravesados como rayo por la palabra cambio climático.

Es más difícil pensar en conceptos y cifras cuando estos se viven en carne propia. Es, también, más difícil tomar distancia de estas tragedias para preguntarse qué convirtió estos desastres en catástrofes humanitarias, crisis de salud pública y económicas. ¿Qué tuvo que acontecer para que esto sucediera?

Quisiera hablar de desastres en un sentido más amplio. En México, hace tan solo unas semanas, lluvias torrenciales en cinco estados provocaron la muerte de al menos 70 personas y otras 70 más siguen desaparecidas. Se estima, también, que hay más de 100.000 viviendas afectadas. Cuando nos preguntamos qué pasó, los sobrevivientes hablan: “La alerta llegó cuando la ola ya estaba encima”.

Y entonces, empezamos a entender el tipo de cosas que tienen que acontecer para que lo inevitable suceda.

En su momento, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvo que no se escatimaría en recursos para atender a víctimas y que este año se aprobaron 19.000 millones de pesos mexicanos (unos 1.200 millones de dólares) para la atención de desastres.

Pero la atención no es lo mismo que la prevención. Como no es lo mismo salvar vidas que resarcir daños y enterrar muertos.

Cuando vemos los masivos recortes presupuestales a los sistemas de alerta temprana en México, en beneficio al tren Maya, a PEMEX, entre otros, entendemos por qué, el sistema mexicano de protección civil, que fue único e innovador a nivel global en su momento, sea tan insuficiente hoy en día. Se explica mejor el desmoronamiento de la comunicación de riesgos, la ausencia de convenios de colaboración con las telefonías para que alerten a las poblaciones vulnerables y los fondos de Prevención de Desastres desarticulados.

Este es el tipo de cosas que hacen que lo inevitable suceda.

En junio de este año, la ONU lanzó las alertas en Haití: el 96% de la población estaba en riesgos por desastres y, sin embargo, no existía el financiamiento necesario para activar sistemas de prevención ni material de emergencia post-desastre. Hacía tan solo unos meses, la ONU había decretado que el gobierno no tenía la capacidad de proteger a su población en su entrada a la época más difícil del año, la presente y temible temporada de huracanes. La ONU pedía 908 millones de dólares para apoyar a Haití, a mediados de junio tan solo había logrado reunir el 8%.

Este es el tipo de cosas que hacen que lo inevitable suceda.

En México, como en muchos otros países, la memoria sobre lugares a riesgo se fue gradualmente borrando y la legislación se hizo esquiva: los territorios inundables se volvieron habitables y se convenció a las poblaciones vulnerables de que eran seguros. Se omitieron, también, las estrategias de prevención y adaptación.

Y el problema, después, fue que “la alerta llegó cuando la ola ya estaba encima”.

En Haití, el huracán Melissa no llegó. Pero en las últimas décadas, el país fue paulatinamente acabando con sus bosques y zonas húmedas que permitían las infiltraciones al subsuelo, limitando las inundaciones; transformó sus árboles en energía para electricidad y debilitó los territorios que eran barrera a los deslizamientos de terreno. El huracán Melissa no llegó, pero Haití, que tenía ya a 230.000 haitianos en refugios improvisados, sufrió las consecuencias más mortíferas de la región tras su paso.

Las dinámicas territoriales de las últimas décadas y la degradación de los ecosistemas son ese tipo de cosas que tienen que suceder para que lo inevitable acontezca.

Y así, los desastres se vuelven catástrofes por procesos que se construyen, sistemas que se omiten, presupuestos que se desvían, personas cuyas vidas se juzgan poco importantes. Los escenarios son conocidos, las tragedias son previsibles, pero por falta de capacidad, se vuelven imposibles de evitar.

Estos desastres y tragedias ocurren a tan solo una semana de que se lleve a cabo la COP30, el evento climático más importante a nivel global, en donde se decidirá, entre otros temas, las inversiones que tienen que ser destinadas a la adaptación, la ayuda que recibirán los países más vulnerables a los riesgos climáticos y el rol de esos estados insulares que, a pesar de no ser responsables del cambio climático, terminan siendo los más afectados.

elpais.com

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Análisis Noticiosos

Al menos 64 muertos y decenas de detenidos en una megaoperación contra el crimen organizado en Río de Janeiro

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El gobernador afirma que “es una guerra que nada tiene que ver con la seguridad urbana” y pide ayuda a las Fuerzas Armadas

Sao Paulo.- Río de Janeiro vive este martes una jornada de caos colosal e intensos tiroteos por una operación policial contra el crimen organizado que ya es la más letal de la historia de la ciudad brasileña. Al menos 64 personas han muerto (incluidos cuatro agentes) y 81 han sido detenidas, según datos oficiales. El despliegue de 2.500 policías en esta megaoperación, que se ha centrado inicialmente en dos grandes barriadas cariocas de favelas, pretende frenar la expansión territorial del Comando Vermelho, el segundo grupo más poderoso del crimen organizado en el país sudamericano. El gobernador del Estado de Río, Claudio Castro, se ha quejado de que “Río está sola en esta guerra”, ha criticado la falta de apoyo del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y ha pedido ayuda a las Fuerzas Armadas.

Río de Janeiro, turística, antigua capital y el hogar de seis millones de vecinos, es simultáneamente una ciudad muy desigual y acostumbrada a la violencia, pero las dosis desplegadas este martes resultan extraordinarias incluso para los locales. El descomunal despliegue policial ha sido respondido con intensos tiroteos por los hombres del Comando Vermelho, que incluso han lanzado granadas desde drones sobre los agentes. Horas después, el grupo criminal ha desplegado a sus miembros, que han cortado avenidas y calles con barricadas por toda la ciudad y por la zona metropolitana.

Las autoridades han elevado el nivel de alerta en Río ciudad y los noticiarios se han llenado de imágenes de avenidas cortadas con autobuses, coches quemados y decenas de hombres sin camiseta a los que los agentes se llevan detenidos. La policía se ha incautado de al menos 75 fusiles.

El baño de sangre en Río se ha producido a las puertas de que Brasil acoja a partir de la semana que viene la cumbre mundial del cambio climático, la COP30, que se celebrará en Belém, en la Amazonia, a más de 3.000 kilómetros de distancia. El presidente Lula será el anfitrión de una cumbre los días 6 y 7.

El principal objetivo de la operación policial es el jefe del Comando Vermelho en una barriada carioca llamada Complexo da Penha, el capo Edgar Alves de Andrade, apodado Doca. Los agentes, que tenían un centenar de órdenes de arresto, también buscan a decenas de sus lugartenientes.

Ya a primera hora de la mañana, las autoridades habían anunciado que los tiroteos entre agentes y criminales obligaron a suspender las clases en 45 colegios y a desviar 12 líneas de autobús. Por la tarde, el CV había logrado cortar el tráfico en al menos una quincena de puntos de la ciudad, incluida la avenida Brasil, una de las principales arterias viarias. “Es un escenario de guerra”, le ha contado la profesora Suellen Gomes al diario Estadão desde el Complexo do Alemão. Según ella, los tiros empezaron al amanecer y nadie fue al colegio. “Ninguna escuela de esta zona abre cuando hay operación”, explica.

Para atrapar a los jefes del negocio, a los contables que les ayudan a blanquear sus ganancias y a los soldados de a pie que con los que mantienen el control absoluto sobre barriadas completas donde dictan la ley, las autoridades han movilizado un despliegue enorme. A los 2.500 agentes de la policía militar y la civil involucrados, se han sumado una treintena de vehículos blindados, dos helicópteros, drones policiales y una docena de vehículos de demolición.

El gobernador Castro, bolsonarista, se ha quejado de que las Fuerzas Armadas rechazaron tres veces sus peticiones para que le enviaran blindados de apoyo. Ha pedido ayuda a los militares con el argumento de que esta “es una guerra que nada tiene que ver con la seguridad urbana” sino que está alimentada “por las armas del narcotráfico internacional”.

El secretario de Seguridad Pública Victor Santos, ha destacado que toda la operación se diseñó y se realiza con apoyo del Gobierno federal. Santos ha lamentado el caos para los vecinos y los heridos, pero ha recalcado que esta acción “era necesaria, estaba planificada, se basa en inteligencia y va a continuar”.

El epicentro de la megaoperación son dos enormes conjuntos de favelas donde viven casi 300.000 personas, el Complexo da Penha y el Complexo do Alemão. El primero es, según la fiscalía de combate a las familias criminales de Río, un centro neurálgico de las actividades del Comando Vermelho. El Complexo da Penha, dice una nota del Grupo Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco), “es un punto estratégico para el flujo de drogas y armas, gracias a que está en las proximidades de varias autopistas, y se ha convertido en una de las principales bases del proyecto expansionista del grupo criminal”.

Uno de cada cuatro brasileños, es decir, 50 millones de personas, viven en barrios dominados por el crimen organizado, según un reciente estudio de la Universidad de Cambridge. El Comando Vermelho, el PCC u otros grupos armados, imponen su ley a sus vecinos y, en ocasiones, impide la acción de las autoridades. Los vecinos directamente afectados, que suelen ser pobres, negros y periféricos, se encuentran atrapados entre dos fuegos, abandonados por las autoridades, blanco fácil y presa de las balas perdidas, además de sometidos a extorsión.

En los últimos tiempos los delincuentes han descubierto las bondades del trabajo en remoto. Un fiscal del Estado amazónico de Rondonia explicaba recientemente en el diario O Globo que los jefes de las franquicias del Comando Vermelho por otros estados, sobre todo los fronterizos con otros países, se están refugiando en Río de Janeiro, que hasta este martes eran la principal guarida del grupo. “Se dieron cuenta de que el jefe ya no necesitaba estar en su estado natal. Podía estar protegido en Río y tomar decisiones por videollamada”, explicaba al diario carioca Anderson Batista de Oliveira, jefe del Gaeco en Rondonia. “El capo está en un lugar de difícil acceso para la policía, y la organización protege así a sus principales activos”, añadía.

Hasta ahora la operación más letal de Río era la de la favela de Jacarezinho, en el centro, donde en 2021 murieron 27 personas. La policía de Brasil es considerada una de las que más mata y más muere del mundo. En torno a un 10% de las muertes violentas suelen ser obra de uniformados. La de Río, tanto de la ciudad como del Estado, ha destacado durante años a nivel nacional por su alto. La creciente incorporación de cámaras en los uniformes ha contribuido a reducir las muertes en enfrentamientos a tiros con criminales.

elpais.com

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