De portada
Selmón de las Siete Palabras denuncia conducta que daña la democracia y que involucra a periodistas y comunicadores.
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Durante los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), tanto el de Danilo Medina como el de Leonel Fernández, en el país eran incontables los periodistas y comunicadores que se dedicaban al chantaje, principalmente frente a funcionarios públicos que no actuaban con transparencia y que repartían dinero para ser defendidos y de ese modo buscar tapar su falta.
Hay periodistas y comunicadores que han terminado multimillonarios con su labor de chantaje o de bocinas de los que sólo saben ir a la administración pública a robarse lo que no es suyo y a empobrecer a la sociedad dominicana.
Es de conocimiento general que hay comunicadores y periodistas que ya han sacado grandes cantidades de dinero de las arcas públicas a través de la componenda con funcionarios del Gobierno que persiguen no tener críticas de éstos sobre la base de repartir dinero a través de contratos publicitarios que no tienen ninguna justificación.
Las denuncias en este sentido han provenido de ministerios como el de Interior y Policía, Educación y Salud Pública, entre otros, donde por lo menos un periodista ha sacado una serie de contratos millonarios sólo por el hecho de trabajar para un importante canal de televisión de la República Dominicana.
La cuestión es que los funcionarios perremeístas buscan a como de lugar que sus malas andanzas no se difundan por los medios de comunicación, lo cual les garantiza una cierta permanencia en el cargo sin importar su manejo poco transparente.
El fenómeno no es nuevo, sino que data de muchos años atrás, pero los gobiernos que más lo promovieron fueron los encabezados por el PLD y ahora por el PRM y Luis Abinader, cuya realidad hace grandes daños a la imagen de una profesión noble en sí misma, pero impactada negativamente por una serie de personajes que no creen en otra cosa que no sea el dinero.
El problema toma una mayor dimensión a propósito de que las instituciones que deben velar por un comportamiento ético de los periodistas no hacen otra cosa que estimular esa aberración, lo cual representa una situación que degrada el ejercicio de un oficio que su misión debe contribuir con el adecentamiento nacional.
Se impone que el pensum de la carrera de periodismo o comunicación social sea fortalecido para que egresan más profesionales de este sector con la convicción de servir y contribuir con la construcción de una sociedad más transparente y ética.
La tendencia del fenómeno señalado por la Iglesia Católica en el Selmón de las Siete Palabras a propósito de la celebración de este Viernes Santos parece tomar cuerpo en el país, sobre todo a partir de la consolidación de la cultura de la corrupción y de la búsqueda de lo mío por parte de una serie de sectores de la vida nacional.
El agravante del problema obedece a lo que podría verse como un circulo vicioso y es la existencia de un Gobierno que no tiene planes a futuro para contrarrestar este mal que sólo es posible detenerlo a través de los propios medios de comunicación social y del sistema educativo nacional para la creación de un nuevo hombre y una nueva mujer en la sociedad dominicana.