Opinión
Entrevista invitada: Amílcar Figueroa habla en Venezuela para “Alba TV”
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11 años agoon
Entrevista reproducida por Narciso Isa Conde
Amílcar Figueroa es venezolano, historiador, politólogo e integrante del Movimiento Continental Bolivariano. Hasta 2011 presidió el Parlamento Latinoamericano (Parlatino). Cuenta con una larga trayectoria política vinculada a luchas revolucionarias de Nuestra América y participó en la compilación ¿Reforma o revolución en América Latina? (2009) y El Salvador. Su historia y sus luchas (2009) , entre otros.
En diálogo con Alba TV, compartió sus impresiones acerca del contexto eleccionario del 7 de Octubre, los posibles escenarios y estrategias opositoras frente al triunfo de Hugo Chávez. Además, se refirió a los desafíos de la revolución bolivariana para la etapa 2013-2019 y su impacto en el contexto latinoamericano.
¿Cuál es el escenario que avizora para el 7 de octubre y los primeros días post-elecciones? ¿Cuál será la estrategia de la derecha en este lapso?
Lo que se conocemos es que ellos piensan y han estado trabajando en una matriz que instale el fraude electoral. Por supuesto que esta estrategia, lanzada desde Europa y Estados Unidos con las posibilidades mediáticas que tiene el imperialismo y la derecha internacional puede tener alguna incidencia. Dependerá justamente del margen con el cual se gane. Si la ventaja es abrumadora también les va a quedar un poco más difícil instalar esa matriz. Lo cierto es que a partir de ella, sectores radicalizados tratarían de profundizar la desestabilización con diversas modalidades. No podría decirte cuál. En países donde recientemente el imperialismo ha operado, el punto común es la existencia de un pequeño grupo interno articulado fundamentalmente en la alianza internacional de las fuerzas del capital. Por otra parte, hay una parte de la oposición venezolana que tiene el espíritu de jugársela en el campo de las elecciones y que está pensando no en procesos desestabilizadores, sino en tratar de sacar alguna posibilidad en el cuadro de las elecciones regionales de alcaldía y gobernaciones de Diciembre.
Estas posibilidades están allí y no debemos descuidar ninguna de las dos. Todo dependerá en buena medida del resultado del 7 de Octubre, del margen con el cual ganemos.
Acerca del mediano plazo. Con Chávez electo y el Programa de la Patria en marcha ¿Cuáles serán los retos y desafíos para la revolución bolivariana?
Creo que hay que empezar por reivindicar algo que planteo el propio Comandante Chávez: la rectificación. Es necesario profundizar apoyándose en las fuerzas que están históricamente más interesadas en el desarrollo de una Venezuela socialista. Eso pasa por entender con bastante nitidez el cuadro de clases de la actual realidad venezolana, cuál es la composición morfológica de las clases hoy en el país y cuáles de esas clases están mucho más interesadas en la profundización de un cambio histórico. Con este insumo, desarrollar toda nuestra actividad política fundamental allí. Centrarse allí. Tejer el entramado social de la revolución desde abajo, fortalecer los organismos y lo que se ha dado en llamar el poder popular. Creo que eso es lo estratégico. No hay posibilidad de avanzar si no damos un salto en la conquista de la hegemonía social y, a la vez, batalla por revertir la actual dominación cultural. Todavía hoy no nos hemos desprendido de la hegemonía cultural de la burguesía. Los valores de la sociedad burguesa siguen vivitos y coleando en la sociedad venezolana. En todas sus instancias. Entonces ésta es la batalla estratégica frente a la cual el movimiento revolucionario tiene que apuntar sus baterías. Sin una visión estratégica, entendiendo además muchos otros problemas, no hay avances…
En palabras de Chávez, uno de los objetivos principales de la etapa consiste en “cruzar el umbral”, afianzar el camino hacia el socialismo de manera tal que los cambios se tornen transformaciones irreversibles ¿Qué análisis hace de este objetivo?
Avanzar supone dar un debate muy fuerte sobre cómo entender la transición, cómo entender el socialismo, qué es el socialismo. Hay que bajar a lo concreto toda la parte teórica del socialismo y verlo en las condiciones de América Latina; en las condiciones del siglo XXI. Es un gran reto para los revolucionarios y las revolucionarias de Venezuela, donde ha habido un avance extraordinario, donde se insurgió en un momento de retroceso mundial de la revolución. Desde luego eso ha permitido una búsqueda creadora en función de adaptar la teoría Socialista a las condiciones del siglo XXI. Pero obviamente tenemos que dar una batalla tremenda en la construcción teórica. No hay posibilidades de avanzar exitosamente si no se hace una construcción teórica acerca de la revolución en Venezuela y América Latina. Un esfuerzo intelectual por validar las conquistas del aquel campo que podríamos denominar mundo del trabajo. Vivimos en un momento histórico donde el sistema del capital atraviesa su máxima expansión y donde, a su vez, experimenta su mayor decadencia. Se va evidenciando que el capitalismo no es opción y que hay que buscarla por fuera. Esa opción es socialismo.
En la actualidad y centrándonos en el escenario latinoamericano ¿En qué estado se encuentra la construcción de la Patria Grande? ¿Es factible pensar en un proyecto socialista continental? ¿O estamos en un momento de repliegue de las tendencias anticapitalistas/
En el 2005 el ALCA sufrió una tremenda derrota pero sin embargo después de eso, algunos países de América Latina, firmaron Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos. También tratados de relación estratégica con Europa. Estos acuerdos representan el intento del capital de recomponerse y recomponer su hegemonía en América Latina. También avanzaron en muchos sentidos, no solamente en el económico. Por ejemplo, tratan de construir una especie de Escuela de las Américas apoyándose en algunos países del llamado Eje Pacifico.
Opinión
Cuando el conocimiento y el intelecto se diluyen en el estiércol.
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4 días agoon
septiembre 27, 2023Por Edgard Paniagua Miguel
Por Isaías Ramos
Nuestro pueblo dominicano se encuentra navegando por un mar de confusiones, atrapado entre el anhelo de “progreso económico” y el imperativo de la integridad moral y social. Mientras la élite política pinta un cuadro de un futuro próspero, nuestros corazones nos dicen que estamos perdiendo nuestros valores y principios fundamentales, aquellos que dan vida a una sociedad justa y equitativa.
El sueño del progreso económico se ha desvanecido en un desierto moral. Soñábamos con una patria donde la justicia y la tranquilidad fueran el pan de cada día, pero hoy nos vemos sumergidos en un ambiente cada vez más violento, hostil y desigual entre los que “tienen” y los que “no tienen”. La insaciable codicia de esta élite ha agrandado la brecha entre ricos y pobres, dando vida a una clase baja que subsiste en la miseria, despojada de servicios esenciales y de su propia dignidad, mientras una pequeña élite se baña en opulencia.
Esta dolorosa realidad es el fruto de gobernantes que, carentes de conciencia social, han elegido favorecer el capital y oprimir al pueblo. Con una crueldad perversa, han hipotecado el futuro de nuestros hijos y nietos para incrementar sus fortunas y las de sus allegados, sacrificando la salud, la educación, las pensiones de nuestros trabajadores y nuestro medio ambiente en el altar del “crecimiento económico”. Han disfrazado la explotación y opresión de la mano de obra con sueldos de miseria como “competitividad”, convirtiéndola en un reclamo para “inversiones”, una forma moderna de vender esclavitud.
El neoliberalismo salvaje ha intensificado estas atrocidades, promoviendo una visión del mundo donde el crecimiento se sustenta en la pérdida de la dignidad humana, dando vida a una sociedad donde el dinero es un “Dios” amoral, donde la riqueza se acumula en pocas manos, ignorando las necesidades de la mayoría. Han transformado nuestras naciones en desiertos sociales, donde el éxito se esconde tras altas vallas y guardianes armados.
La realidad de países vecinos, nos muestra el devastador final de modelos económicos que, prometiendo prosperidad, solo traen destrucción y abandono. Si seguimos este camino, nuestro destino no será diferente.
En el Frente Cívico y Social creemos que, en este panorama desolador, es la ciudadanía quien tiene el poder y la responsabilidad de forjar un nuevo destino. Es crucial exigir integridad y transparencia, revaluar el camino que estamos construyendo y rectificar nuestro rumbo. Reconstruir una sociedad más justa, equitativa y moral es una misión compartida, y el momento de actuar es ahora.
El verdadero progreso no se mide por indicadores económicos, sino por la calidad de vida de nuestras gentes, el bienestar colectivo y la preservación de nuestros valores y principios. Buscar el crecimiento económico no debe ser un fin en sí mismo, sino el medio para edificar una sociedad más justa y equitativa.
En el FCS, sabemos que acostumbrarnos a vivir entre el desierto moral y el progreso vacío podría empujarnos a un abismo sin retorno. Es hora de construir el camino hacia un futuro en el que el éxito se mida no por la riqueza de unos pocos, sino por el bienestar de todos, por la preservación de nuestra humanidad y nuestros recursos naturales, y por el legado que dejemos a las futuras generaciones. Es hora de reflexionar y actuar para construir el futuro que soñamos, un futuro donde el progreso y los valores morales y sociales florezcan en armonía.
¡Despierta, RD!
Opinión
El Estatuto de Roma y la Cooperación de los Estados
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4 días agoon
septiembre 27, 2023Por Rommel Santos Díaz
El artículo 86, de la parte 9 del Estatuto de Roma estipula que todos los Estados deberán cooperar plenamente con la Corte Penal Internacional en relación con la investigación y el enjuiciamiento de crímenes de su competencia.
La palabra ¨cooperar plenamente¨ fueron escogidas cuidadosamente por los redactores del Estatuto de Roma, para enfatizar el papel importante que tienen los Estados en el funcionamiento efectivo y eficiente de la Corte.
El artículo 86 del Estatuto de Roma también prevé que los Estados Partes deberán cooperar plenamente ¨de conformidad con lo dispuesto en el Estatuto. Por consiguiente, toda previsión del Estatuto que requiera la participación de un Estado deberá interpretarse como cooperación plena, salvo que se especifique lo contrario.
El mismo artículo 86 estipula que los Estados Partes deberán ¨asegurar que en el derecho interno existan procedimientos aplicables a todas las formas de cooperación especificadas en esta parte del Estatuto de Roma.
En otros términos, se prevé que los Estados utilicen sus leyes nacionales para establecer todos los procedimientos necesarios que les posibiliten asistir a la Corte Penal Internacional. Todos estos procedimientos deberán permitir a los órganos estatales responder tan rápido como sea posible a los requerimientos de la Corte.
Los Estados deben de considerar que si no cumplen con un requerimiento de la cooperación de la Corte Penal Internacional, en contravención a los dispuesto en el Estatuto, impidiéndole ejercer sus funciones y atribuciones de conformidad con el Estatuto, la Corte podrá hacer una constatación en ese sentido y remitir la cuestión a la Asamblea de los Estados Partes o, al Consejo de Seguridad, si este le hubiese remitido el asunto.
El Estatuto de Roma no prevé específicamente ninguna sanción. Sin embargo, un Estado Parte que se niegue a dar curso a una solicitud de cooperación formulada por la Corte, estará incumpliendo con sus obligaciones al tratado en la mayoría de los casos, y podría haber consecuencias políticas perjudiciales contra ese Estado.
Todo lo planteado anteriormente tiene un impacto directo en cuanto a la competencia de la Corte Penal Internacional, en tanto el artículo 12 del Estatuto de Roma establece que un Estado, al aceptar ser parte del Estatuto, se adhiere por ende a la jurisdicción de la Corte respecto a los crímenes estipulados en el articulo 5 (genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y crimen de agresión). Esto significa que una vez que un Estado se convierte en Estado Parte, éste acepta automáticamente la competencia de la Corte, a partir del día en que entre en vigor el Estatuto.
Cabe destacar que los Estados que no sean parte del Estatuto de Roma también podrán aceptar la competencia de la Corte respecto a un crimen en particular, por medio de una declaración de conformidad con el artículo 12.
Finalmente, los Estados que no sean parte deberán cooperar plenamente una vez que acuerden asistir a la Corte Penal Internacional en una investigación en particular. Si incumplen el acuerdo especial realizado con la Corte, esta podrá informar a la Asamblea de los Estados Partes o al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, según sea el caso.