El derrumbamiento del World Trade Center generó una nube de polvo y gas, que once años despúes sigue matando a los estadounidenses. (Foto: Archivo)
Los estadounidenses conmemoran este martes el undécimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York (noreste) y Washington (capital) en medio de problemas de salud, así como la disputa que ha generado la financiación de mil millones de dólares que ha frenado la construcción del museo de la Zona Cero.
En este aniversario, a la solemnidad con que cada año se leen los dos mil 983 nombres de las víctimas de los ataques, se añadirá un anuncio sobre la asistencia sanitaria para los trabajadores que realizaron la limpieza y desescombro tras la caída de las Torres Gemelas (World Trade Center), muchos de los cuales ahora tienen problemas de salud.
El derrumbamiento del World Trade Center generó una nube de polvo y gas que, once años despúes, sigue matando a los estadounidenses.
Según la prensa nacional, unas 400 personas han muerto de cáncer después de los atentados por los polvos tóxicos que ocasionó el derrumbe. Organizaciones de Derechos Humanos han anunciado que los sobrevivientes tendrán la oportunidad de pedir una indemnización al Estado por estos incidentes.
Hasta ahora, el cáncer no ha sido incluido entre las patologías cubiertas por el fondo sanitario del Estado. Según el Gobierno de Estados Unidos, «no ha habido pruebas científicas ciertas» de que los tumores eran una consecuencia de la exposición a la nube de polvo y agentes tóxicos.
La semana pasada, el Departamento de Bomberos de Nueva York tuvo que añadir nueve nombres a los 55 que ya estaban grabados en un muro en honor a quienes han muerto por enfermedades respiratorias o diferentes tipos de cáncer relacionados a las labores de rescate y recuperación del World Trade Center.
Medios de comunicación explicaron que miles de litros de combustible que traían los aviones estrellados contra las torres hicieron combustión con plásticos y liberaron agentes cancerígenos que hoy en día cobran vidas.
Otro de los problemas que rodean la conmemoración de los 11 años de los atentados en Nueva York y Washington es la obstaculización de las obras de remodelación del World Trade Center por las batallas políticas y miles de millones de dólares en sobrecostes.
La construcción se ha suspendido por una disputa sobre la financiación entre el Memorial Nacional 11 de Septiembre, la fundación Museo y la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey (noreste).
El coste general de la reurbanización del sitio ha crecido a casi 15 mil millones de dólares, frente a los 11 mil millones de 2008, según una auditoría reciente del proyecto.
Para muchas familias de las víctimas y trabajadores enfermos de la Zona Cero, las polémicas por el proyecto son un espectáculo desalentador ante la creciente pérdida de vidas humanas.
Algunos cálculos sitúan la cifra total de muertos por enfermedad del 11-S en más de mil. A nivel nacional, al menos 20 mil trabajadores de la Zona Cero están recibiendo tratamiento y 40 mil están bajo supervisión del Programa de Salud del World Trade Center.
Bajo perfil
Para este año y a pocos meses de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, a celebrarse el próximo 6 de noviembre, el presidente de esa país, Barack Obama, y su esposa Michelle Obama, recordarán la tragedia solamente con un minuto de silencio en la Casa Blanca y una visita al Pentágono, donde se estrelló uno de los cuatro aviones, que presutamente iba dirigido al Capitolio.
En el 2011, la ceremonia en el sitio donde se encontraban las Torres Gemelas contó con la presencia de Obama.
Los atentados del 11-S causaron la muerte a cerca de tres mil personas y heridas a otras seis mil, así como la destrucción del entorno del World Trade Center en Nueva York y graves daños en el Pentágono, en el estado de Virginia (noreste), siendo el episodio que precedería a la guerra de Afganistán y a la adopción por el Gobierno estadounidense y sus aliados de la política denominada de «Guerra contra el terrorismo».
En los años transcurridos desde los ataques del 11 de septiembre del 2001, el presupuesto anual de defensa se duplicó en más de 700 mil millones de dólares, y las ganancias anuales de la industria militar se cuadruplicaron, acercándose a unos 25 mil millones de dólares en el 2010.
Ahora, el gasto militar esá llamado a disminuir, al igual que las utilidades de la industria. «Estamos a punto de iniciar el descenso de la montaña rusa», describió el analista David Berteau, experto en la industria militar en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
El pasado año, el Congreso aceptó reducir el gasto militar en 350 mil millones de dólares en los próximos 10 años. El presupuesto de defensa será disminuido automáticamente en otros 500 mil millones de dólares en ese período si los legisladores no llegan a un acuerdo para recortar el déficit.
La guerra intensa en Afganistán causó la pérdida de vida de más de mil 750 soldados y más de dos mil 500 civiles.
El objetivo declarado de la invasión en Afganistán era encontrar al líder de Al Qaeda Osama Bin Laden y otros dirigentes de la red para llevarlos a juicio, y derrocar al régimen Talibán que apoyaba y daba refugio y cobertura a los miembros de Al Qaeda.
El 1 de mayo de 2011, Barack Obama confirmó la muerte de Bin Laden, acusado de ser el autor intelectual de los atentados del 11-S. El líder de Al Qaeda fue asesinado en medio de un operativo en Pakistán, organizado por un grupo élite de militares de estadounidenses.
Osama Bin Laden, enemigo público número uno de Estados Unidos, era el hombre más buscado a nivel internacional después de ser señalado como autor del ataque contra las Torres Gemelas.
Bin Laden, acusado de terrorista por Estados Unidos, fue entrenado por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), así lo aseguran recientes investigaciones. El país norteamericano además entrenó a miles de árabes islamistas radicales.