Agencias
PANAMÁ.- La XV edición de la Feria Internacional del Libro de Panamá (FIL) 2019 arrancó este martes con un enriquecedor debate sobre el devenir de la identidad nacional, la cultura y la literatura, 500 años después de la fundación de la Ciudad de Panamá el 15 de agosto de 1519 en la colonización española.
Con el lema “Lee nuestro pasado Imagina tu futuro”, la feria se realiza en el capitalino Centro de Convenciones Atlapa hasta el 18 de agosto próximo con escritores de España, Francia, Portugal, Colombia, México, EE.UU., Cuba, Guatemala, Perú, Argentina y Panamá.
El 15 de agosto de 1519, Pedro Arias Dávila fundó la primera ciudad española en las costas del Mar del Sur u Océano Pacífico y la más antigua de tierra firme que existe hasta nuestros días.
Reconocidos intelectuales, historiadores y escritores panameños abordaron el tema en el coloquio “Panamá, historia y literatura en tus 500 años”, en el primer día de actividades de la FIL.
En la charla hubo posiciones encontradas acerca de la validez histórica de dos figuras de la colonización española, como es el caso de Pedrarias Dávila, gobernador de Castilla del Oro y fundador de la Ciudad de Panamá, y Vasco Núñez de Balboa, descubridor del Mar del Sur y a quien el primero ordenó ejecutar (degollar) por traición e insubordinado.
En la charla, el historiador y docente panameño Rommel Escarriola se preguntó: “¿Qué fue lo que descubrió Vasco Núñez de Balboa si el Océano Pacífico estaba ahí antes que él?, Y no lo hizo solo, fue con la ayuda de los indígenas” que conocía de la existencia de ese mar.
En el coloquio también se cuestionó que Balboa, un “hidalgo segundón” y no parte de la nobleza, sea considerado todavía como un héroe en Panamá y que la moneda nacional lleve su nombre, al igual que el de una popular cerveza y la más alta condecoración que otorga el Estado panameño.
El historiador y docente panameño Rommel Escarriola reconoció, no obstante, que todo lo relacionado con la memoria histórica acerca de la fundación de Panamá “tiene una validez, en función de crear un sentido de identidad nacional”.
En ese mismo contexto, el abogado, escritor y filántropo Juan David Morgan indicó que con su fundación en Panamá empezaron a darse las primeras manifestaciones artísticas y literarias “desde muy temprano”.
“Eso significa mucho si lo medimos históricamente con que nuestra identidad empezó a surgir antes que surgiera la identidad de todos los demás países que constituyen la América hispana, incluyendo a América del Norte y Canadá”, afirmó Morgan, autor de la novela “La rebelión de los poetas” (2017, Alfaguara) y de “Entre el Honor y la Espada. La inédita historia del legendario Henry Morgan” (Planeta, 2013).
Andrés Villa, autor de más de una decena de libros, mayormente que narran hechos vinculados a la historia de Panamá, dijo que él se ha tomado el cuidado de no incluir en sus libros a Balboa, a quien, pese a todo, consideró como un “ladrón histórico”.
Villa afirmó que tras 500 años de su fundación Panamá “ha crecido de una manera importante” y “siguen siendo una ciudad importante”.
“Tenemos un gran reto de hacerla mejor, hacerla más amigable con sus habitantes, y hacer a sus gobernantes más estadistas, necesitamos mejores gobernantes para una gran ciudad”, agregó.
“La posición geográfica de nuestra ciudad (desde su fundación) es mágica, nadie la ha podido arruinar, ni los piratas, ni las enfermedades, ni la invasión de los norteamericanos (el 20 de diciembre de 1989), ni la dictadura militar (1968-1989), la ciudad sigue creciendo y cumple 500 años”, remarcó Villa.
El también historiador Mario Molina resaltó la labor de los cronistas de las indias que dieron cuenta de la colonización española y cómo, a partir de eso, influyeron en la novelística hispana.
“Tú no puedes hablar de historia si no mencionas a los cronistas, los cronistas dejaron una herencia en sus escritos como un legado, que es lo que han usado los historiadores y los novelistas de toda América Latina para hacer su historia y para hacer sus novelas”, dijo Molina.
El escritor Rafael Ruiloba recordó que las primeras experiencias culturales que se dan en Panamá en la colonización “contribuyen a la formación de la identidad cultural y nacional de este país como algo distinto”, y a la cual, expresó, “Balboa pertenece como parte de la mitología nacional aunque no corresponde con el Balboa real”.