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Haití no deja de ser un dolor de cabeza para el país y la comunidad internacional y luce abandonado a su suerte. – La Republica Online

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Haití no deja de ser un dolor de cabeza para el país y la comunidad internacional y luce abandonado a su suerte.

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Por Elba García

La República Dominicana siempre ha mostrado mucha solidaridad con el pueblo haitiano y no es para menos a partir de los intereses comunes que vinculan a ambos países que ocupan la misma isla.

Nadie podría negar que la peor carga, como es natural, de la crisis haitiana recae sobre la República Dominicana por ser su hermano gemelo, pero no es tanto más lo que puede hacer el país frente a una crisis que ya ha tomado perfiles que dejan la idea de que se han agotado prácticamente todas las opciones al respecto.

La crisis haitiana siempre tiene algo nuevo en el contexto de su realidad de desborde de los grupos armados al servicio de delincuentes que no pueden ser controlados por las supuestas autoridades que representan la legitimidad de un Estado que solo existe de derecho, pero no de hecho.

La falta de institucionalidad de Haití es tal vez la principal razón de la pobreza y naturalmente de la anarquía que allí prevalece, cuya descomposición seguirá generando preocupación en una serie de naciones del mundo, sobre todo de las ubicadas en la Unión Europea y en el norte del continente americano.

Sin embargo, esa preocupación no se ha constituido en una razón suficiente para que hayan acciones dirigidas a una solución idónea a un problema que no representa, de ninguna manera, lo que en estos tiempos se conoce como una nación civilizada e insertada en la sociedad del conocimiento.

El ex-primer ministro interino de Haití, Claude Joseph, acaba de introducir un ingrediente más a la crisis del hermano país con un llamado a la movilización general de esa nación en contra del actual ocupante de la posición, Ariel Henry, por alegadamente no emprender acciones en contra de las bandas armadas, los crímenes y secuestros.

En una publicación del diario haitiano Le Nouvelliste, Claude ha mostrado su decepción y su amargura ante la mala gobernanza y la laxitud mostrada por el equipo de gobierno encabezado por el primer ministro Ariel Henry.

Claude critica el silencio y la inacción de los gobernantes ante los macabros actos de secuestros y violencia, los crímenes deleznable cometidos durante durante todo el día por bandas armadas en casi todo el territorio nacional, principalmente en la región metropolitana de Puerto Príncipe.

Joseph lamenta la sordidez que se vive en el país, especialmente en este periodo de reapertura de clases cuando los precios de los artículos de primera necesidad y útiles escolares se disparan constantemente.

Sin embargo, la verdad es que el drama del pueblo haitiana no hay forma de darle solución a los problemas denunciados, porque Haití carece de los niveles de institucionalidad que le permita superar estas debilidades.

Por muchas criticas que se viertan sobre el caos que vive la hermana nación, las mismas  indican que hay mucho de demagogia en las declaraciones de Claude, por lo que se quedan en el marco de la politiquería.

Lo cierto es que lo dicho por este ex-primer ministro no contribuyen en nada para encaminar a Haití por el sendero de una sociedad mínimamente civilizada, porque es entendible que primero deben crearse los mecanismos institucionales para que el Estado haitiano pase de uno que existe en el marco meramente teórico a otro tambi§n de hecho.

Pero lo mismo habría que decir de la República Dominicana, donde si bien es cierto que el Estado existe de hecho y de derecho, pero con un nivel de contaminación tan grande que aquellos que han depredado el patrimonio público son los principales candidatos o aspirantes presidenciales, lo cual sirve de espejo para medir el rol del crimen organizado y de la corrupción administrativa en su democracia

Todo como resultado de que es un Estado, el dominicano, que no tiene la fuerza para enfrentar esos flagelos que hoy nadie puede negar que amenazan la propia existencia de la nación, lo cual no parece estar muy distante de la realidad de haitiana..

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