Las denuncias sobre la situación son frecuentes en el mercado binacional.
Jimaní. Las trabas que coloca Haití a los productos dominicanos son cada vez más, es decir, que no se limitan a los pollos y huevos. Hace un tiempo ese país limita la entrada de platos plásticos, aceites y jugos. De acuerdo a informes obtenidos por elCaribe, en el puesto fronterizo del Mal Paso, hace varios meses que las autoridades del vecino país se muestran reacias a permitir que los citados productos tengan presencia más allá de la zona limítrofe de las dos naciones, lo que constituye un revés en términos de negocios para la parte dominicana.
Los comerciantes que tienen sus puntos de ventas en el mercado binacional de Jimaní no saben “a ciencia cierta”, a qué obedece el comportamiento de las autoridades haitianas. Lo que sí saben es que cuando los compradores cruzan la puerta divisoria de los dos territorios, se buscan las mil y una formas de impedir que los platos plásticos, algunos aceites y varios tipos de jugo, lleguen sanos y salvos a sus destinos. “Mire mi hermano, si un haitiano cruza del otro lado con eso, las aduanas de allá le colocan impuestos altísimos. Y cuando logran zafarse ya de Aduanas, algún policía u otra autoridad le rompe todo. Le pisotean los platos, le rompen los galones de aceite y le rompen los jugos”, denunció el presidente de la Asociación de Distribuidores de Huevos de Jimaní, Laureano Santana.
Lo que dice Laureano es revalidado desde otro escenario por el vendedor Higo Piña. Ambos coinciden en asegurar que “Haití tiene un interés marcado en cerrarle a República Dominicana, paso a paso, la posibilidad de que ésta venda sus productos”.
Las prohibiciones de Haití vienen de lejos, por lo menos en lo que respecta a los productos avícolas. La veda de éstos, formalmente, data del 7 de enero de 2008, cuando las autoridades haitianas alegaban que en República Dominicana había presencia de gripe aviar. En realidad lo que se detectó en varias trabas de gallos en Higüey y se notificó oficialmente desde el Palacio Nacional fue la presencia de influenza aviar de baja patogenicidad (H5N2), inofensiva para seres humanos.
El mes pasado, en lo que más que una nueva prohibición fue una ampliación de la existente, Haití volvió a vedar la entrada de carne, animales y huevos dominicanos. En ambos casos, a Haití se le criticó que no cumplió con una serie de protocolos que se contemplan para hacer las notificaciones. El vecino país, ni en la prohibición de este año, ni en la que hizo en 2008 tomó en cuenta que ambos países tienen representaciones diplomáticas en sus territorios. Las autoridades dominicanas se enteraron por versiones no oficiales, en algunos casos, por despachos de prensa de agencias internacionales o locales.
Las razones que mueven a Haití a prohibir rubros dominicanos casi nunca quedan claras y eso sirve de cultivo para la generación de múltiples especulaciones.
Por un lado, desde distintos sectores se habla de “arbitrariedad al tomar las decisiones”, y por el otro, de “intereses haitianos que torpedean el comercio entre los dos países, pertenecientes a una misma isla. La versión más reciente de la prohibición avícola por parte de Haití se produjo un día después de que los presidentes Danilo Medina y Michel Martelly sostuvieron un encuentro. En ese caso, se criticó que el gobernante haitiano no tuviera la delicadeza de comentar a Medina lo que estaba ocurriendo sobre el tema.
Está claro que Haití hace poco caso a delegaciones
Cuando Haití prohibió la importación de pollos y huevos de RD (enero 2008) varias delegaciones del Gobierno dominicano visitaron ese país (el presidente era René Préval), sin lograr resultados. No valió llevar empresarios haitianos a las granjas locales para demostrar la sanidad en las mismas. Esta vez ocurre algo similar.
El Caribe