LOS ÁNGELES, (EFE).- La actriz estadounidense Amanda Bynes, de 27 años, ingresada el lunes por la noche en un hospital después de haber sido interrogada por la Policía sobre un incendio cerca de Thousand Oaks, en Los Ángeles (California), mejora tras recibir evaluación psiquiátrica, informa hoy la prensa local.
«Parece que Amanda está bien», dijo una fuente a la cadena Fox News. «Lo que le ocurre a Amanda no es tan extraño como parece. Sabe cuándo debe recuperar la compostura y actuar de forma normal», añadió. Según ese testimonio, los médicos planean qué tipo de tratamiento debe llevar la intérprete.
La policía determinó que el ingreso hospitalario era necesario tras interrogar a la joven para que se sometiera a una evaluación psiquiátrica involuntaria, una medida aprobada por profesionales sanitarios que tienen autoridad para determinar si una persona supone un riesgo para su propia salud o la de los demás.
Las autoridades recibieron una llamada de emergencia el lunes por la noche en la que se advertía del comportamiento «poco usual» de la actriz. «Cuando alguien actúa bajo esas circunstancias, podemos ingresar a esa persona en un hospital durante 72 horas», indicó Don Aguilar, capitán de policía del condado de Ventura.
«Si alguien tiene problemas de conducta y no puede poner fin a ello, debemos darle la asistencia necesaria para ayudar a que tome la dirección correcta», sostuvo.
Thousand Oaks es la comunidad donde creció la actriz de 27 años, estrella de Disney en su adolescencia gracias a series como «The Amanda Show» o «All That», además de películas como «Easy A» o «Hairspray». Aunque se desconocen los detalles sobre lo ocurrido, algunos medios apuntan a que la joven prendió fuego a sus propios pantalones y actuaba de forma errática en plena calle.
La evaluación psiquiátrica recibida por Bynes es el mismo proceso que se aplicó a Britney Spears durante su crisis mental de 2008.
Según el canal Fox News, la noche anterior al incidente, Bynes fue vista en estado de ebriedad tratando de acceder a una residencia de la tercera edad. Trató de huir en un taxi pero fue expulsada del vehículo al declarar que no tenía dinero para pagar.
Posteriormente, intentó acceder de nuevo a la residencia de la tercera edad, por lo que la Policía fue alertada. Recientemente fue también expulsada del hotel Ritz-Carlton de Nueva York tras fumar marihuana en su interior e insultar a los empleados.
El portal Radar Online sostiene que los padres de Bynes, Rick y Lynn, no han hablado con su hija desde que fuera hospitalizada el lunes por la noche, aunque sopesan la posibilidad de hacerse cargo de ella.