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La corrupción y la falta de planificación son problemas seculares de la sociedad dominicana.
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Por Elba García
Las advertencias fueron muchas cuando amplios sectores de la vida nacional se lanzaron a las calles en favor de un cuatro por ciento del Producto Interno Bruto para Educación y al cabo de los años se ha confirmado que esa reivindicación se ha convertiría en una fuente gigante de la corrupción.
Reveló que alrededor de 968 millones de libros se han dañado en los archivos del Ministerio de Educación, sin que haya una explicación lógica de la irregularidad, ya que los mismos requirieron de una alta inversión económica que ha sido echada al zafacón.
De acuerdo con Hernández, de más de 600 mil butacas adquiridas por Educación, sólo la institución ha recibido menos de 80 mil, cuyos suplidores recibieron el pago del 20 por ciento del valor de las mismas.
El funcionario expresó que éstas no han sido las únicas licitaciones que han presentado inconvenientes en el ministerio, ya que “Todavía al día de hoy hay suplidores que tienen pendiente entregar más de 300 mil dispositivos electrónicos al Minerd y muchos de los que ya fueron recibidos tienen muchas limitaciones y no reúnen las condiciones que fueron pactadas”.
Explicó que la situación ha provocado la eliminación de más de 70 contratos de suplidores, a los que se les ha solicitado la suspensión de su registro de proveedores del Estado. “Se han sometido a la justicia a personas para que devuelvan el dinero y aún faltan muchos más”, aseveró.
Informó además que la institución tiene actualmente un equipo de abogados que investiga todas las licitaciones que se han hecho en el Minerd para de determinar cuáles de todos los contratos han sido cumplidos y cuáles no.
El ministro de Educación recordó que su primera declaraciones cuando fue nombrado en el cargo consistieron en que el 4 % se había ido hacia el zafacón porque el impacto que tiene el mismo en lo que es la calidad del sistema educativo es de apenas un 5 % de ese monto global, los demás fondos se dedican a salarios de docentes y lo que tiene que ver con temas de pensiones en el órgano estatal.
“Si yo tengo escuelas en esas condiciones el año que viene, yo renuncio, porque eso es una gran irresponsabilidad (…) Estamos transfiriendo ahora mismo 3,400 millones de pesos para resolver todos esos problemas que ustedes ven en las escuelas”, subrayó.
En cuanto a los hechos violentos entre estudiantes que se han suscitado en las últimas semanas en los centros educativos, el ministro dijo que trabaja para instalar un “sistema telefónico a nivel nacional con un grupo de psicólogos para atender ese tipo de situaciones y orientar a la familia, así como a los estudiantes”.
Aprovechó el espacio para invitar a los padres y docentes a unirse, en el entendido que “erradicar la violencia en las escuelas y en la sociedad es un trabajo colectivo”.
“La ley dice claramente quien puede ser designado y quien no, se hizo un concurso y se designaron 24 mil maestros, unos 5 mil más de los que estaban pautados, y los que no, pasan al Registro de Elegibles, para que cuando haya una vacante una de esas personas sea llamada”, explicó.
El funcionario aclaró que los nombramientos “no son por obligación” y que, según él, se designan a los profesores de acuerdo a la necesidad de la escuela y a las competencias del profesional del magisterio.
Lo preocupante es que ese problema no es un asunto aislado de la sociedad, sino que es transversal a todas y cada una de las actividades humanas que se producen en la Republica Dominicana, donde la corrupción y la falta de planificación se encaminan a arruinar el país.