Editorial
La Exageración y la Politiquería Dominicanas
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8 años agoon
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LA REDACCIÓNLa República Dominicana podría pasar a formar parte del Consejo No Permanente de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas en el periodo 2018-2019, ya que ha recibido el apoyo de los países latinoamericanos y caribeños.
Pero desde ya los más comprometidos con la causa perredeísta en el seno del Gobierno atribuyen la casi segura incorporación de la República Dominicana a un órgano que tiene como misión garantizar y promover la paz en el mundo, el cual está constituido por unos quince miembros, diez no permanentes y cinco permanentes, donde están representadas las diferentes regiones y continentes que conforman el mundo, a las gestiones del actual canciller Miguel Vargas Maldonado.
Los miembros permanentes son China, Rusia, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, mientras que los no permanentes son Bolivia, Egipto, Etiopia, Italia, Japón, Senegal, Suecia, Ucrania, Uruguay y Kazajistan.
De todas las naciones que forman parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sólo tres países no han ocupado un puesto como miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, los cuales son Haití, República Dominicana y El Salvador.
Nótese que la composición de ese importante Consejo de Seguridad, cuyas decisiones son vinculantes para todos los demás miembros de la ONU, está concebido hasta para que haya una representación equitativa de las diferentes regiones del mundo, incluidas las naciones más pobres y subderrolladas.
De manera, que el sólo hecho de que la República Dominicana nunca haya sido escogida para formar parte del Consejo de Seguridad, nos dice que es de justicia que uno de los tres que no ha tenido representación en tan importante Consejo tenga ahora la oportunidad mediante un tratamiento igualitario para todos los países.
Es decir que podría colegirse que el apoyo de las naciones latinoamericanas y caribeñas obedece más que nada a un problema de justicia y de un proceso de elección más democrático y equitativo, pero no a los buenos oficios de personas que ocupan posiciones de embajadores en la ONU o a la diligencia del canciller Miguel Vargas Maldonado, aunque haya habido algún cabildeo, como ya lo proyectan algunos periodistas al servicio del Gobierno y del PRD.
Porque en el caso concreto de Frank Corterreal, a quien se le atribuye alguna gestión en ese sentido, lo único que puede exhibir ese señor es que dirige la seccional de Nueva York del Partido de la Liberación Dominicana y su militancia en la tendencia del presidente Danilo Medina, porque es muy poco lo que sabe de diplomacia y mucho menos se puede alegar que sea un intelectual con algún mérito.
Corterreal pasó de profesor de escuela pública en Nueva York a embajador plenipotenciario ante la ONU, posición que consiguen muchos hombres y mujeres que no tienen nisiquiera una buena formación, por lo que querer darle mérito a un peledeísta que es «diplomático» sólo por la politiquería que prevalece en el servicio exterior dominicano, llena de nombramientos de personas que sólo retiran sus cheques cada mes, pero que no tienen la más mínima capacidad para desempeñar una función como tales o como consejeros o secretarios de cualquiera embajada, es un verdadero descaro.
El problema está en que los dominicanos somos expertos en sacarle provecho a cualquier situación que esté en nuestro entorno, sin importar que los demás la vean como una exageración o un descarado oportunismo.
La misión diplomática dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas siempre ha constituido, pero peor aún durante los gobiernos peledeístas, un nido de vagos y un centro de la politiquería que tiene al país al garete, cualquierizada e irrespetada por lo que entienden que la diplomacia es una carrera que no sólo se hace con los años en en un puesto diplomático, sino con estudios en prestigiosas universidades nacionales y extranjeras.
Es decir que ahora querer atribuir un apoyo al trabajo de gente que no sabe donde tiene su cabeza, cuando la realidad es que se trata de un asunto de distribución equitativa y de democracia en el seno del Consejo de Seguridad No Permanente, es una desfachatada forma de recurrir a la poliquería barata y darle mérito al que no lo tiene, sobre todo porque se trata de una representación por afinidad política más que por méritos propios.
Dejemos tantas desvergüenzas.
Basta ya!!
Desde hace años en el país ha habido un debate sobre las debilidades más perjudiciales de la sociedad dominicana y entre ellas está la improvisación, la falta de planificación estratégica.
La consecuencia de ese mal es lo que deja como resultado lo ocurrido este martes en la discoteca Jet Set, donde ha fallecido más de 50 personas y hay docenas de heridos.
La razón de ser de esta tragedia tiene que ver con el hecho de que en el país no se fiscaliza nada y producto de esa irresponsabilidad del Estado podrían producirse muchas más desgracias como la ocurrida.
En todo el territorio nacional los techos de los edificios, ya sean residenciales o comerciales, están llenos de plantas eléctricas de alto cilindraje y tinacos con un peso que muchas veces no soporta la edificación.
Pero el Estado no reacciona frente esa irregularidad y se verá como en pocos días todo vuelve a lo que es normal dentro del desorden y es que nadie ni mencione lo ocurrido.
Son incontables los edificios que están amenazados de colapsar por esta causa, pero quienes tienen la misión de darle seguimiento a ese peligro sencillamente no lo hacen.
Ahora lo que viene es enterrar a los muertos y que todo lo anormal siga su curso y la gente prepararse para derramar lágrimas en el próximo evento de igual o peor magnitud.
Entonces, siendo así las cosas, la recomendación de este periódico es que este asunto se maneje desde una perspectiva política y no hay otra opción que el ciudadano se empodere para ver si son posibles los cambios que impidan que estas tragedias ocurran.
Pudiera parecer descabellado el planteamiento al respecto, pero para que por lo menos los riesgos sean menores, porque nunca se estará libre de acontecimientos desagradables como éstos, pero si se promueve una cultura de prevención, los resultados podrían ser totalmente diferentes.
Luchemos por una sociedad donde prevalezca la planificación estratégica, la regulación, la fiscalización y la prevención para evitar todo lo que puede ocurre por una visión contraria por parte de los que manejan el Estado.
Sin pretender quitarle importancia al derecho, valor y principio de igualdad, porque se supone que todos somos iguales ante la ley, pero la transferencia de los liderazgos políticos en el país es motivo de una gran preocupación.
En los actuales momentos la democracia nacional está en crisis y cualquiera sin un ápice de buenas intenciones puede convertirse en un líder nacional, porque esas son de las cosas que ocurren cuando un país llega al fondo en lo que respecta a los valores.
La República Dominicana atraviesa por ese trance, ya que hay una famosa expresión que dice que una gota de agua cae tanto en el mismo lugar hasta que hace un hoyo.
Exactamente eso ha ocurrido en el país, dado que ha sido tanta la corrupción y las acciones antijurídicas y anti morales, así como anti éticas que ya la gente parece haberse cansado.
Es de tal magnitud el problema que los funcionarios públicos que provienen de la partidocracia no se conforman con sustraer (50) cincuenta ó (100,000,000.00) cien millones de pesos, sino miles, cuyos mejores ejemplos son encontrados en los casos que están a punto de caer en prescripción extintiva porque ya van a cumplir 4 años de haberse iniciado.
Pero no es solo ese el problema, sino que la partidocracia ahora quiere perpetuar ese mal con dejar como herencia la administración del patrimonio público a sus esposas, hijos y nietos, principales beneficiarios de la sustracción del dinero del Estado.
Los herederos de la partidocracia ya están muy activos en la vida nacional y sólo esperan que sus padres y madres envejezcan para entonces ellos tomar las riendas del Estado para que continúe la fiesta de la que no participa el pueblo dominicano.
El fin de esa interminable parranda solo se llegará si la ciudadanía toma el toro por los cuernos e incluso impide que en el campo de la política partidista las cosas se manejen como si se tratara de una herencia proveniente de la determinación de herederos establecida para cuando el de cujus ha dejado bienes que sus legítimos herederos son sus hijos y nietos.
La partidocracia busca prolongar sus ilegales acciones hasta los más lejanos de sus herederos, mientras el pueblo dominicano no tiene derecho a la salud, la educación y una vivienda digna.
El momento parece haber llegado para decir basta ya y plantear una nueva regla del juego con la entrada de una forma diferente la figura de las candidaturas independientes, la cual parece representar una amenaza para que sobreviva el Estado Social Democrático y de Derecho, dado que algunos de los representantes de la partidocracia ya pretenden atentar hasta en contra de la Constitución de la República, ley suprema de la nación.
Editorial
Sentencia del Tribunal Constitucional crea clima importante en democracia dominicana.
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1 mes agoon
marzo 2, 2025Lo primero que debe establecerse es que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre las candidaturas independientes representa un paso vital para convertir la democracia nacional en más participativa.
Esta decisión del TC, quiérase o no, permite que el ciudadano se empodere y si lo hace correctamente podría detener la debacle que han impuesto en la sociedad dominicana los partidos políticos, cuya principal misión es promover anti-valores.
Ante los argumentos de la partidocracia, habría necesariamente que preguntarse y si ellos están tan bien como dicen, por qué tanto miedo con las candidaturas independientes, sobre todo si se entiende que si esta figura jurídica no es aprovechada por ahí podría ser que no venga nada nuevo y que en segundo lugar pueda servir para traer algo peor de lo que tenemos.
Entonces, si es verdad que se trabaja en favor de la sociedad, se impone que no se exhiba tanto miedo, porque si consideran que hacen lo correcto, pues no deben preocuparse.
Es un verdadero contrasentido muchas de las cosas que se dicen, porque si fuera algo que verdaderamente reviste tanto peligro, lo que procede es desmontar su importancia con argumentos con lógicos y despojados de todo mal razonamiento.
En una sociedad cimentada en antivalores no es fácil lograr cambios importantes, pero si la herramienta existe podría venir la reformación integral del Estado dominicano.
Las candidaturas independientes son una tabla de salvación nacional de una sociedad en la que ya no cabe más corrupción, contaminada de los pies hasta la cabeza y lo contrario.
Ahora falta que el ciudadano, vale decir la mayoría de ellos, se despoje de ese fanatismo que tradicionalmente lo ha cegado en favor del partidarismo, a fin de asumir con la toda la responsabilidad posible esta nueva figura que podría cambiar totalmente el escenario político nacional.
Hace falta que todos nos armemos de coraje y vayamos al Congreso Nacional a defender en las vistas públicas que habrán de anunciarse sobre las candidaturas independientes, ya que no hacerlo sería apostar al fracaso de la sociedad dominicana.
Que se entienda que la pelea está echada y que nadie detendrá las aspiraciones de los amplios sectores de la vida nacional de tener un país mejor, ya no soportan más corrupción y la negación de derechos, principios y valores constitucionales.
Lo que debe prevalecer en el ánimo nacional es darle vigencia al Estado Social Democrático y de Derecho, a los fines de que prevalezcan los deseos sanos y de verdaderos cambios del pueblo dominicano por una sociedad mejor.