Las amenazas que se ciernen sobre el país son realmente muy peligrosas, porque no sólo la nación está endeudada hasta más no poder, sino que también los recursos naturales, principalmente los acuíferos, podrían desaparecer por la impunidad prevaleciente en la República Dominicana.
Hay que repetir hasta el cansancio que el país carece de la planificación que garantice una vida más digna para la gente, pero la cultura de la improvisación, de la corrupción y de la impunidad provoca que las autoridades no midan las consecuencias de su irresponsabilidad.
El río Yaque del Norte es, sin lugar a dudas, el principal recurso acuífero del país, pero desde hace años languidece ante la mirada indiferente de las autoridades nacionales como consecuencia de una tolerancia que espanta con los que contaminan sus aguas.
Acaba de publicarse que para el próximo año 2020 el Yaque del Norte no va estar en capacidad de satisfacer la demanda de agua que suple en la actualidad, ya que el río agoniza al borde de la muerte como consecuencia de que no ha habido reglas del juego para aquellos empresarios que depositan desechos sólidos en su cauce.
A este situación hay que agregar el hecho de por razones socio-económicas el río también sufre, porque son incontables la cantidad de familias que se han asentados en la rivera del otrora yaque dormilón.
Pero el Yaque del Norte es probablemente la amenaza mas visible de la crisis que podría venir sobre el país por la escasez de agua que podría padecer la sociedad dominicana, porque el preciado liquido no sólo tiene valor para un fresco baño y para cocer los alimentos, sino además para el riego de cosechas en todo el territorio nacional, lo que afectaría la garantía alimentaria de los dominicanos
Los cinturones de miseria que rodean el Yaque del Norte han sido parte de la irresponsabilidad del Gobierno que no encara los problemas nacionales con la seriedad que demanda la circunstancia.
Es como si se volvieran locos, porque este país sin agua habría que largarse no se sabe para dónde, pero el Gobierno no hace conciencia de la gravedad del problema, como si se tratara de un sombis.
Óigalo bien, los técnicos sobre asuntos medios ambientales advierten que el río Yaque del Norte no podrá satisfacer la demanda de agua en el año 2020, es decir, el año entrante, pero la voz de alarma pasa realmente inadvertida y es manejada las autoridades competentes como si nada ocurriera.
Lo que pasa es que al Gobierno no le interesa enfrentar los problemas que padece la sociedad dominicana, sino involucrarse cada día más en una rebatiña politiquera para tener el control del Estado y repartirse descaradamente el patrimonio público.
El ciudadano dominicano tiene que hacer conciencia que sin agua no hay vida y elimina la posibilidad de tomarse un baso del preciado líquido en un país donde aumenta cada día la temperatura también como resultado de la ineptitud de las autoridades para enfrentar el grave flagelo de la deforestación y de la circulación de vehículos que expelen grandes dosis de dióxidos de carbono con efecto invernadero que hacen invivible el territorio nacional.