De Teatro
La normalidad vista por los miembros de un extrovertido circo
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5 años agoon
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LA REDACCIÓNCircus Oz llega al Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo con su show Model Citizens.
Desafiar las improbabilidades físicas de una forma bella, estética, combinando el riesgo con teatralidad, coreografía y humor es todo un arte, y el Circus Oz lo logra con una sincronía espectacular en el espectáculo Model Citizens, que presentarán en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo desde el 24 de octubre hasta el 3 de noviembre.
Iniciando con una serie de cuestionamientos metafísicos acerca de la existencia tales como ¿de dónde venimos?, ¿por qué existimos? y ¿qué somos?, y con un mensaje que busca reflejar y a la vez generar reflexión sobre la vida moderna, Model Citizens –como bien lo indica su nombre–, desarrolla la idea de lo que significa ser un “ciudadano modelo en una sociedad llena de modelos”.
Con actuaciones muy simbólicas que reflejan claramente el mensaje que quiere enviar, el show comienza con los artistas vestidos de uniforme azul moviéndose como autómatas. El único disidente, Mitch Jones (también conocido como capitán Ruin), tatuado, luce una cresta rosa intenso y una licra de colores vibrantes. Trata de resistirse a pertenecer a esa masa; sin embargo, se ve rápidamente obligado a ponerse el traje azul. No obstante, la resistencia del individuo empieza a triunfar, y a medida que el espectáculo evoluciona, los artistas van descubriendo su propia personalidad, su individualidad en medio de la colectividad.
EL TIEMPO habló con Kate Fryer, actual directora del montaje y quien ha sido intérprete, directora, maestra y escritora de circo y teatro durante 20 años. La artista afirma que Model Citizens es una crítica a la vida moderna, a que en la actualidad todos quieren replicar modelos que nos venden en las redes sociales y los medios de comunicación. “Por medio de nuestros shows buscamos siempre dejar un mensaje en los espectadores, que reflexionen sobre algún tema. En este caso es sobre las réplicas que se están generando en la sociedad. Por eso usamos en el espectáculo elementos comunes para exacerbar esa realidad”, dice Fryer.
“Model Citizens rechaza la difusión de la conformidad y la producción en masa, es una demostración de las grandes cosas que puede lograr un pequeño equipo que trabaja en estrecha colaboración”, reseñó el medio australiano Daily Review.
Además de lograr una crítica social que nos toca a todos, el espectáculo es por sí solo impresionante, con una interesante puesta en escena: torres humanas, cuerpos que son lanzados de un lado a otro y trapecistas que atraviesan el escenario, todo enmarcado en una estética futurista. Asimismo, mediante un asombroso juego de luces y con el impulso de una sensacional banda sonora de música en vivo, y al exponer las habilidades del circo de maneras poco convencionales, Model Citizens presenta impresionantes acrobacias grupales con un toque diferente. Es un viaje de imágenes y emociones.
Model Citizens es una crítica a la vida moderna, a que en la actualidad todos quieren replicar modelos que nos venden en las redes sociales y los medios de comunicación.
La historia de un gran circo
El circo australiano, con más de cuatro décadas de historia, sin duda ha sido inspiración para otros circenses, pues fue uno de los pioneros en no usar animales, y ha influido a circos del nivel del Circo del Sol.
Surgió como una propuesta nueva en Melbourne (Australia), en 1978. Y en los últimos 40 años ha estado presentando espectáculos tanto en su país como en todo el mundo, desde Nueva York hasta las selvas tropicales de América del Sur. Circus Oz ha llevado sus interpretaciones artesanales de ingenio, gracia y espectáculo a más de 27 países en los cinco continentes, con gran éxito.
La compañía fue fundada como una fusión de dos grupos australianos en su momento exitosos, Soapbox Circus y New Circus. Fryer dice: “Los principios que fueron el corazón de la filosofía original de Circus Oz todavía se reflejan en los espectáculos, en sus actuaciones: propiedad colectiva y creación, equidad de género y trabajo en equipo”.
Los miembros fundadores, según recoge su historia, amaban las habilidades y los trucos del circo tradicional, pero querían hacer un nuevo tipo de espectáculo con el que la audiencia contemporánea pudiera relacionarse, agregando elementos de rock and roll, teatro popular y sátira. Querían que fuera divertido, irreverente y espectacular, una celebración del grupo como un grupo de mujeres y hombres individuales con múltiples habilidades, en lugar de una jerarquía de estrellas.
Sobre todo, no querían tomarse demasiado en serio la vida. Cosieron y soldaron su propia carpa de circo, reunieron una colección de viejos camiones y caravanas y salieron a la carretera.
A mediados de la década de 1980 comenzaron a aparecer nuevas compañías contemporáneas de circo y teatro físico en todo el mundo. Fue en este momento cuando decidieron someterse a una fase importante de desarrollo de habilidades a través de un entrenamiento intensivo con acróbatas de la Compañía Acrobática de Nanjing, de China. Habilidades aprendidas a lo largo de los años de los chinos, como la escalada en postes y el hula-hoop, que continúan dando esencia al espectáculo.
En la página del circo aseguran que el tenor general de la actuación se ha mantenido constante a lo largo de los años. Por lo general hay entre once y trece intérpretes (con al menos dos músicos) que presentan un espectáculo de energía implacable, humor, juego de habilidades múltiples, imágenes surrealistas, gracia y fuerza, totalmente integrado con una partitura musical en vivo y original.
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De Teatro
“Luz Rabiosa”, Hony Estrella, o el grito ahogado de los cinco sentidos
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34 mins agoon
noviembre 14, 2024Santo Domingo, R.D.-“Por más que me encuentre un tesoro en las Fuentes del Nilo, quiero bailar un slow with you tonight, tonight. Y aunque seas la Monna Lisa o la Venus de Milo, quiero bailar un slow with you tonight…”. Slowly, fragmento. Luis Eduardo Aute suena, pausado, elocuente e intermitente, en un “spanglish” perfecto, durante los 65 minutos que dura la obra “Luz Rabiosa”.
Por momentos sirve de apoyo a una Hony Estrella que, nueva vez, asume un protagónico teatral en el que debe enfrentarse a un público que siempre espera lo máximo de ella.
Son varios personajes los que interpreta, valiéndose de poquísimos elementos: su cuerpo, su voz, sus movimientos; una manta, unos lentes, una gorra, una Tablet.
Unas veces lo logra, otras veces, no tanto. La obra es una metáfora a los cinco sentidos, donde los personajes, interpretados por la propia actriz y por circunstancias personales o sociales, se hacen llamar por cada uno de ellos: Oreja, Nariz, Mano, Lengua y Ojo (o sea, oído, olor, tacto, gusto y vista).
El metamensaje radica en el drama que cada personaje expresa.
El equipo conformado por Hony Estrella, como la actriz principal; Manuel Chapuseax, como el director; Canek Denis, el productor y actor acompañante; Priscilla Velásquez, autora y Chantal Soler, como invitada especial, se enfocó en resaltar los dramas, frustraciones y, por qué no, las esperanzas de mujeres atemporales, cuyas heridas son sanadas por medio a sus propias resiliencias y el ejercicio de fortalecer sus emociones blandas cada día.
La teatralidad de “Luz Rabiosa” es modesta. Su iluminación es tenue. La escenografía es minimalista y las emociones provocadas son un péndulo entre la tristeza, la alegría y la reflexión.
La actriz Hony es disciplinada, no nos cabe duda. Es poseedora de un talento y un carisma indiscutibles.
Como actriz ha dado la talla, no sólo en el cine, también en el teatro, adonde acude cada vez con más frecuencia.
Con aciertos y desaciertos, se va forjando un camino sin estridencias, sin ruidos, a pesar de su condición de figura pública y mediática, embarcándose en producciones de contenido serio, como esta “Luz Rabiosa”, que vuelve a la Sala Ravelo del Teatro Nacional, del 19 al 22 de diciembre de este 2024.
Quizás pudiéramos colegir que hay técnicas de actuación que aún no logra alcanzar; pero nadie, absolutamente nadie, puede denostar su valentía, su performance y comprometido.
Sobre todo, que en esta pieza da vida a seis personajes con edades, etnias y rasgos distintos. Muchas veces los ortodoxos se escandalizan cuando personas populares (televisión, música, inclusive política o deportes) van al teatro.
A priori, los descalifican. Es cierto, que muchas veces estas figuras no aportan mucho a la escena, pero en el caso de Hony, cuya trayectoria cuenta piezas tan “serias” como “Weekend en Bahía”, que le mereció una nominación como Mejor Actriz en premios Soberano; “A 2.50 el Cuba libre”, “Magnolias de acero”, “Pórtate bien”, “Bodas de sangre”, “Mariposas de acero”, por sólo citar algunas, se percibe a una artista en todo el sentido de la palabra, consciente de que los riesgos se asumen en el campo de batalla, en este caso, encima del escenario.
En “Luz Rabiosa”, una y otra vez nos recuerdan, como un mantra, como un mandato, como una oración, que “la magia, si dura mucho, no es magia”.
Esperemos que la admiración que el público siente por Hony, no sea magia y que ella, como la artista capaz de salir a flote en cualquier disciplina, siga considerando que lo más importante para permanecer en el gusto de los demás, es entregar respeto y calidad en todo lo que se hace.
De Teatro
La obra clásica “Sueño de una noche de verano” llega transformada en ballet al Teatro Nacional
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36 mins agoon
noviembre 14, 2024Santo Domingo, R.D.-Este diciembre, la obra clásica de William Shakespeare, “Sueño de una noche de verano” revive en el escenario del Teatro Nacional Eduardo Brito bajo una versión en ballet, producida y coreografiada por Alina Abreu.
Los días 6, 7 y 8 de diciembre, la Sala Carlos Piantini será el escenario de esta producción que une danza, música sinfónica y una atmósfera llena de magia y mitología.
La versión de Abreu se inspira en los intrincados enredos amorosos y fantásticos de la obra de Shakespeare, que, tras más de cuatro siglos, sigue cautivando al público. Esta adaptación en ballet transforma un bosque encantado de Grecia en un escenario donde hadas, mortales y seres mitológicos cruzan sus destinos bajo el influjo de una flor mágica. En esta mágica noche, los personajes experimentan amores erráticos, hechizos y travesuras que reflejan la dualidad entre los mundos de la realidad y la fantasía.
Además, contará con la participación especial de la soprano Paola González, quien aportará un toque lírico a esta velada artística como solista y directora coral.
La escenografía estará a cargo de Fidel López, mientras que Magaly Rodríguez diseñará los exquisitos vestuarios y Paula Ferry dirigirá la parte teatral de esta producción integral.
Las entradas están disponibles en CCN Servicios, Uepa Tickets, Supermercados Nacional y Jumbo. Los precios son RD$2,795 para platea y RD$2,240 para balcón.
De Teatro
‘Dominus Land: un paraíso incierto’, llega al Teatro Nacional
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1 semana agoon
noviembre 6, 2024Esta obra de teatro estará presentándose del 23 y 24 de este mes de noviembre
El mundo surrealista de Dominus Land llega al escenario de la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional el 23 y 24 de este mes de noviembre, en una obra para toda la familia que busca concienciar a la sociedad ante la vorágine de las redes sociales.
Bajo la producción ejecutiva de Omayra Álvarez, presidente de Juventud Con Una Misión Santo Domingo (JUCUM-SD), Dominus Land, escrita por la destacada actriz y coreógrafa Eva Piccini, plantea un llamado de atención a los padres y madres de cara a sus hijos.
«Para mí, la obra es ese grito de alerta ante lo que estamos viviendo, que es muy obvio, donde las nuevas generaciones están sumergidas en la tecnología y las redes sociales produciendo personas con falta de afecto y sin ningún apego emocional a sus padres», expresó Eva Piccini, quien también es la guionista y una de las coreógrafas de la obra.
Omayra Álvarez, quien además encarna a «Sabina» aseguró a su vez que en Dominus Land se enfatiza la necesidad de mantener la familia como el órgano central de la sociedad.
«Si la familia se sana la sociedad se sana. Es tiempo de unir esfuerzos para juntos volver a nuestra esencia y formar a nuestros hijos en principios y valores para aportar hombres y mujeres de bien, teniendo siempre a Dios como el centro de cada familia», dijo Álvarez.
Dominus Land se desarrolla en un universo incierto y absurdo bajo el régimen de «Asclepio Doupoulus», quien separa de manera cruel a los hijos de sus padres y obliga a estos últimos a servir como cirqueros. Un pequeño grupo intenta rebelarse, buscando la reunificación familiar y el retorno al poder del «Maestro Sapienta» con su pacificador rollo.