El hecho de que el protagonista del tiroteo en La romana no recibiera la respuesta atinada de la fiscalía por varios robos que se habían cometido en su contra, fue la causa que provocó la ira de Daniel Guerrero Tavárez, alias El Ebanista, quien primero la emprendió a tiros en contra de dos personas a los que les atribuía los actos delincuenciales en su contra y de igual modo en contra de los miembros de la Policía Nacional.
Esta impotencia y frustracion del actor de la violencia generada en el sector Villa Pereyra de La Romana por la ineficiencia del Ministerio Publico es un problema que se vive en prácticamente todo el país, lo cual desencadenó en este caso en once horas de incertidumbres y disparos esporádicos, pero al final el sujeto en cuestión caer abatido por la policía.
El enfurecido hombre tomó la decisión cansado de saber que en su taller de ebanistería le robaban y la policía no buscaba a los ladrones. Al atacante lo tenían en el sector como una persona trabajadora y de perfil bajo. Pero algunos le oyeron hablar de una «masacre colectiva» por los robos constantes de equipos en su taller de ebanistería.
El Ebanista, escopeta en mano, minutos antes de la masacre
Comenzó con los motoconchos, los primeros en ser atacado a tiros, de nombres Gamalier y Aneudy, atacados por el tirador con una escopeta. Tras ello, y al entrar la acción policial, El Ebanista se atrincheró y mantuvo como rehén a un oficial de la policía, una niña y una mujer.
Se dijo que el fusil utilizado por el disparador se lo arrebató al oficial policial, a quien hirió mortalmente.
El Fin de El Ebanista
Desde allí se desató una espiral de violencia que terminó con siete policías heridos y la actuación del grupo Swat proveniente de Santo Domingo. Fue ultimado pasadas las 12:00 de la medianoche luego de más de siete horas de enfrentamientos con los agentes policiales. El Ebanista los recibía a tiros cada vez que se acercaban al lugar donde se atrincheró.
Entre las víctimas mortales figuran el primer teniente Moisés Hernández. Este recibió un impacto de fusil en la cara que le vació el ojo. Murió mientras recibía atenciones en el hospital Dr Gonzalvo.
El suceso mantuvo en suspenso y atento al país, que lo seguían en transmisiones en vivo por las redes sociales por más de once horas.