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Opinión

La  rehabilitación en el Estatuto de Roma

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Por Rommel Santos Díaz

Adicionalmente, el Estatuto de Roma prevé la posibilidad de la rehabilitación. Según el artículo 110, la Corte deberá  revisar todas las condenas de prisión cuando el recluso  haya cumplido las dos terceras partes  de la pena o 25 años de prisión en caso de cadena perpetua para determinar si esta puede reducirse.

En el punto anterior la CPI  considera estos aspectos como si la persona hubiese asistido  a la Corte con la localización de cualquier bien objeto de una multa, decomiso u órdenes de reparación que pudiesen beneficiar a la víctima

La CPI también podrá tomar en consideración  ¨otros factores indicados en las Reglas de Procedimientos y Prueba, que permitan determinar un cambio en las circunstancias suficientemente claro  e importante como para justificar la reducción de la pena¨

Por consiguiente una cadena perpetua  podría reducirse  a 25 años de prisión en algunos casos. Si la CPI decide no reducir la sentencia de la persona después de la primera revisión, volverá a examinar la cuestión con la periodicidad y con arreglo  a los criterios indicados en las Reglas de Procedimientos y Prueba.

Durante las negociaciones sobre las penas de la CPI, muchos Estados estuvieron a favor de la aplicación de la pena de muerte en los casos extremos. El numero de Estados con pena de muerte  es poco menor que el de aquellos que no tienen pena de muerte.

No existe la oportunidad  para rehabilitación alguna cuando se impone la pena de muerte. Por ende la cadena perpetua con la posibilidad de reducirla a 25 años, es un compromiso  razonable entre la pena de muerte y la prisión máxima de 30 años.

Los Estados deberán recordar que el artículo 80 del Estatuto de Roma expresamente establece que el Estatuto no afecta la aplicación por parte de los Estados de aquellas penas prescritas por su propio derecho interno , ni afecta la ley de aquellos Estados  que no impongan las penas prescritas en el Estatuto de Roma.

Los Estados Partes no deben imponer las mismas penas por los mismos delitos en su jurisdicción, ni deberán aplicar las condenas de prisión  a no ser que voluntariamente lo quieran hacer. En este caso, los Estados podrán también especificar las condiciones bajo las cuales  aceptarían a las personas condenadas, inclusive la condición de no aplicar la cadena perpetua.

Por consiguiente, los Estados Partes que cuenten con las disposiciones constitucionales que prohíban la imposición de la cadena perpetua  solo necesitaran permitir la excepción de entregar a la persona a la CPI, pese a que tal persona pueda ser condenada a cadena perpetua.

Los Estados Partes del Estatuto de Roma deberán entregar a la persona acusada a la CPI cuando esta asi lo solicite, aun si existe la posibilidad de que dicha persona sea condenada a cadena perpetua.

En el caso de muchos Estados, la potestad de la CPI para imponer la cadena perpetua no necesitará la aplicación de medidas legislativas particulares. Sin embargo, en algunos Estados la constitución explícitamente prohíbe la extradición de una persona a un Estado  donde se aplica esta pena , o que declara la cadena perpetua como un castigo cruel. Estos Estados cuentan con dos opciones:

  1. a)Establecer claramente, en la norma que implemente el Estatuto, la distinción entre la extradición de una persona a otro Estado y la  entrega de una persona a la Corte Penal Internacional.

Algunos Estados podrán realizar esta distinción en su legislación, lo cual les permitiría entregar personas a la CPI aunque exista una restricción  a la ¨extradicion¨de personas a tribunales que impongan la pena de cadena perpetua. Esto les permitiría mantenerla prohibición de extraditar una persona a un tribunal extranjero, sin interferir con la habilidad de cooperar plenamente con la CPI.

  1. b)La reforma a la Constitución podría ser mínima, dirigida solo a la introducción de una excepción al principio. Podría especificarse que la cadena perpetua impuesta por la CPI de conformidad con el Estatuto de Roma para algunos de los crímenes allí enumerados no viola la Constitución.

Debería también mencionarse  que el Estado puede entregar a la persona acusada a la CPI a pesar de que exista la posibilidad de la cadena perpetua. La enmienda constitucional  podría también mencionar que la CPI puede reducir la condena  después de 25 años, existiendo así la posibilidad de la rehabilitación.

Finalmente, la ventaja de una  reforma constitucional que elimina cualquier posibilidad de un conflicto normativo, garantiza que los tribunales nacionales dicten sus fallos de conformidad con sus obligaciones legales establecidas en el Estatuto de Roma.

Rommelsntosdiaz@gmail.com

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Opinión

¿Por qué la DEA le ha hecho esa mala pasada a Abinader?

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Por Narciso Isa Conde

Hace una semana el gobierno dominicano alertó sobre la presencia en el país de varios capos del Cartel de Sinaloaconsiderada la mayor organización de tráfico de drogas de México.

Sin embargo, días después, el presidente Luis Abinader en persona y el vicealmirante Manuel Cabrera, que dirige la Dirección Nacional Contra la Droga (DNCD), recularon y desmintieron oficialmente lo que se había informado sobre ciertas operaciones de ese cartel en el país.

Pero a pesar de que el Gobierno dominicano de esa manera negó «tajantemente» que el Cártel de Sinaloa tenga grupos o células operativas en la República Dominicana, Tony Velázquez, vocero de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) para la región del Caribe, contradijo la versión gubernamental y ofreció detalles consistentes que avalan su afirmación

Está claro, pues, que es la DEA del régimen de TRUMP la que dirige todas las investigaciones sobre el Cártel de Sinaloa aquí y en El Caribe.

Es evidente que no es la DNCD la que conduce ese proceso, a la cual la DEA le da informaciones y órdenes a conveniencia, y le oculta lo que le interesa ocultar con fines predeterminados.

Pasa esto último con las informaciones sensibles que la DEA y el sistema judicial estadounidense obtiene de las “confesiones premiadas” de delincuentes extraditados o capturados por autoridades gringas.

Ahora bien, hay demasiadas evidencias de que el Cártel de Sinaloa no simplemente tiene aquí una que otra célula operativa integrada por mexicanos, sino que cuenta y controla el cartel más importante de la especie nativa: el Cártel del Cibao.

Es notorio –y el reciente manejo estadounidense del incidente de los capos mexicanos aquí lo confirma-  que a la DEA no le ha interesado hasta ahora destruir el Cártel del Cibao, sino más bien encubrir su dimensión, infiltrarlo y usarlo.

Más aún, a la DEA, en general, no le interesa eliminar el narco-tráfico, ni la narco-política, ni el lavado, ni la narco-economía capitalista.

 En ninguna parte.

La DEA manipula la oferta y la demanda de droga, protege temporalmente los carteles que le convienen y les da garantías a sus propios carteles en territorio estadounidense.

También manipula a favor de las estrategias de EEUU el lavado de dinero sucio, una parte importante en favor de los grandes bancos de negocios estadounidenses

El Cártel del Cibao hace de puente doble Panamá-Santiago de los Caballeros-EEUU y Sinaloa-Santiago de los Caballeros-EEUU, y ha convertido a nuestro Santiago en una gran plaza del lavado del dinero de ese tráfico.

Es posible sí, que la incursión del Cártel de Sinaloa en el negocio del fentanilo, les esté causando problemas con la Administración Trump, interesada en contener el ingreso de ese tipo de droga en EEUU.

Pero, de todas maneras, es válida la pregunta:

¿Por qué el jefe de la DEA en el Caribe le ha hecho está mala pasada a Abinader y al vicealmirante Cabrera?

En verdad los hizo quedar feos, incluso como mentirosos, aunque reduciendo el grave problema de la asociación de los dos carteles referidos sólo a la presencia de algunas células operativas mexicanas en materia de lavado y sicariato.

·         ¿NARCO-CHANTAJE IMPERIAL?

Este luce ser un recurso de presión y una amenaza latente de la DEA, ahora trumpista, para subordinar más aun al Estado neocolonial dominicano bajo la conducción de Abinader, del PRM y su claque oligárquica.

Esto tiene que ver con las huellas de la narco-política en el Cibao y más allá.

Miguel Gutiérrez, capturado en Miami por la DEA, es un prominente capo empresarial del Cartel del Cibao de la República Dominicana.

A través de él, ese cartel financió campañas del PLD y Gutiérrez mismo fue candidato perdedor del PLD en Santiago en el 2016.

En el 2020 los jefes del cartel, entre ellos Miguel Gutiérrez, a tono con la política gringa, cambiaron de partido preferido y decidieron apoyar las candidaturas del PRM.

Gutiérrez fue el intermediario del apoyo financiero al PRM desde el Cartel del Cibao en Santiago y en todo el Cibao Central. Fue postulado por ese partido a diputado por Santiago y resultó ganador.

Recordemos que Miguel Gutiérrez entonces era socio de la narco-familia López Pilarte, vinculada a la red de tráfico de éxtasis, la cual se involucró de igual manera en favor de PRM y de su candidatura presidencial…Vínculos directos, candidaturas, visitas, intercambios fotografiados… muestran esa determinación de ambas partes.

Arrestado en Miami, Miguel Gutiérrez se ha convertido en una fuente de “confesiones premiadas” que les permiten a la DEA y a EEUU darle un uso político en función de la dominación neocolonial, a esas y otras informaciones sensibles.

La alta dirección del PRM en Santiago, en La Vega y a nivel nacional, mordieron el anzuelo del narco-financiamiento electoral.

Ese partido, su gobierno, su Congreso… son entidades “chantajeables” por el poder imperialista estadounidense.

El PRM tiene sobre su cabeza esos y otros casos como los de Yamil Abreu y los diputados involucrados en la Operación Falcón.

El fenómeno no es exclusivo del PRM…los demás partidos tradicionales y sus gobiernos, el sistema de partido y electoral vigentes, han dado muestra de esa narco-contaminación en el marco de un narco-estado y un narco-empresariado de larga data.

En situaciones así la impunidad de partidos y de gobiernos, auspiciada por el padrino imperialista, tiene un precio alto.

Ese precio se llama aceptación sin límites del coloniaje estadounidense y utilización del régimen mientras no entre en crisis mayor, hasta que el desprestigio obligue a su reemplazarlo

Sobran los ejemplos como los casos de los Salinas de Gortari en México y Luis Orlando Hernández en Honduras.

Aquí esa reacción imperialista no ha llegado a ese extremo, pero ya aparecen las primeras señales de chantaje.

Esto, y no otra cosa, puede explicar las reacciones contradictorias de la DEA y de las altas instancias del gobierno en relación con el Cártel de Sinaloa y su presencia aquí.

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Opinión

El verdadero rostro de la Ley 87-01: una traición constitucional montada para enriquecer a pocos y empobrecer a todos

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Por Isaías Ramos Guzmán

La Ley 87-01, que dio origen al sistema dominicano de seguridad social, no fue pensada para proteger al pueblo. Fue concebida para proteger un modelo corporativo, financiero y excluyente que convierte los derechos fundamentales —como la salud y la pensión— en mercancía. Y si bien muchos actores tratan hoy de reducir el problema a una crisis técnica o de sostenibilidad financiera, el fondo es otro: lo que está en crisis no es el presupuesto, es la legalidad, la justicia y la moralidad del modelo en sí mismo.

Desde la proclamación de la Constitución del 2010, la República Dominicana asumió, al menos en papel, el compromiso de transformarse en un Estado Social y Democrático de Derecho. Eso implica que los derechos sociales no son favores, subsidios ni concesiones electoreras, sino garantías exigibles, sin discriminación y sin condiciones. Sin embargo, la Ley 87-01 jamás fue ajustada a ese nuevo pacto constitucional. Sigue siendo una estructura importada, construida para dividir al pueblo entre “formales” e “informales”, entre asegurados y desprotegidos, entre ciudadanos y mercancía. Y lo más grave: sigue premiando a los intermediarios —ARS y AFP— que han hecho de la salud y la pensión un negocio multimillonario.

La ley 87-01 no fue fruto de la ignorancia, sino de la conveniencia. Fue una copia de modelos de países donde la desigualdad es vergonzosa. No se pensó para garantizar salud de calidad ni pensiones dignas. Se diseñó para enriquecer aún más a los que siempre han controlado el sistema financiero y político. Y lo lograron. Convirtieron el dolor del pueblo en fuente de capital. Convirtieron el derecho en privilegio. Convirtieron el Estado en cómplice.

Hoy, con justa razón, se denuncia el descalabro de SENASA. La ‘carnetización’ masiva de millones de personas sin evaluación legal ni respaldo financiero no fue un acto de justicia social, fue una jugada electoral. Una manipulación de la pobreza que sacrifica la sostenibilidad del sistema para ganar aplausos momentáneos. Pero no nos confundamos: el problema no nació con el gobierno actual. El modelo es viejo, estructural y multipartidista. Lo parió el PLD y el PRD, lo profundizó el PRM, y la Fuerza del Pueblo no es la excepción: es una continuación maquillada del mismo viejo sistema. Sus miembros, aunque no hayan gobernado como partido, son los mismos actores, con iguales o peores prácticas, que montaron este sistema atroz e inhumano desde sus orígenes. No representan renovación alguna, sino reciclaje de lo peor del pasado.

No es casualidad el descrédito mediático y político creciente contra SENASA. Lo que está en marcha es el mismo libreto aplicado al sistema eléctrico: desprestigiar lo público para justificar su privatización. Ya lo hicieron con las empresas eléctricas, que hoy son un monopolio disfrazado donde el pueblo ha subsidiado más de 30 mil millones de dólares sin recibir mejoras sustanciales. Ahora quieren hacer lo mismo con la salud: crear la crisis, dramatizarla, intervenirla y luego traspasarla al gran capital privado. Lo que buscan no es salvar el sistema: es convertir en mercancía lo último que queda como servicio público en manos del Estado. Quieren cerrar el ciclo del saqueo y garantizar que también las próximas generaciones nazcan deudoras, enfermas y sin derechos.

El Frente Cívico y Social (FCS) rechaza todo intento de limitar el debate al plano financiero. La salud no se resuelve con inyecciones de fondos, ni la dignidad se compra con subsidios. Esto no se arregla con ajustes: se arregla con justicia. Por eso, desautorizamos también a quienes, desde sectores “opositores”, reducen la crisis a una discusión técnica, evadiendo el fondo inconstitucional del problema. No se trata de mejorar lo que está mal. Se trata de reemplazar lo que es moral y legalmente inaceptable.

Frente a este colapso anunciado, el FCS plantea la única salida posible: el desmonte total del sistema de intermediación privada (ARS y AFP), la creación de una única institución pública, autónoma y soberana que administre el sistema de salud y pensiones del país con control ciudadano y rigor constitucional, la unificación de los regímenes contributivo y subsidiado, la atención primaria como eje de salud pública, y una nueva ley ajustada a la Constitución del 2010 y los principios de equidad y dignidad humana.

El modelo propuesto no es utopía. Funciona ya en países como España, donde la salud pública es gratuita, universal y financiada por impuestos; Singapur, donde un fondo soberano estatal gestiona con eficiencia y sin lucro la salud y las pensiones; y Noruega, Canadá, Suecia, donde el Estado cumple su función social sin intermediarios privados que negocien con el sufrimiento humano.

No nos engañemos: la única manera real de desmontar este modelo es que el pueblo, por la vía constitucional, unifique sus fuerzas a través de candidaturas independientes auténticas. Que tome el poder político en sus manos y lo use para desmontar este régimen de exclusión y levantar uno de justicia social. Desde el Frente Cívico y Social no buscamos cargos: buscamos justicia. No aspiramos a administrar el viejo sistema: aspiramos a enterrarlo. No queremos reformar lo que nació mal: queremos fundar lo que nunca ha existido.

Porque sin salud, no hay vida. Sin justicia social, no hay patria. Y sin dignidad, no hay futuro.  Despierta, RD!

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Opinión

La alimentación al revés (I)

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Oscar López Reyes

¡Hahaha!, ji, ji, ji, jo, jo, jo. A seres humanos de las más dispares contexturas psico-físicas y estratos sociales les encanta comer mucho y bueno -a boca llena en la grosería de apetitosos banquetes- con sus antojos encaramados en las azoteas de sus cerebros y acosados por el hambre emocional, liberando compulsiva e inconscientemente dopamina. ¡Pobrecitos, con las panzas “ricas” en oscuros océanos de su expresividad gustativa!

Sin ningún dominio mental, los desdichados menesterosos, que dan lástima, sacian sus desazones con sus platos favoritos y deliciosos -rebosantes de calorías y altos en carbohidratos -¡arriba, carajo!, las harinas blancas, las grasas, los azúcares, los almidones, las sales y los condimentos químicos!- para no desmayarse en la flojera ni ponerse flacuchos.

Cuando esas criaturas bajan los comestibles a sus barrigas, no miran absolutamente a nadie, ni tampoco convidan a compartir a ningún cercano, como perfectos comesolos. Existen los que se quieren casar con mujeres que no sean bonitas ni inteligentes, pero sí que sepan cocinar sabroso, y que les permitan estar siempre con un muslo en las manos.

Los pequeños con los vientres crecidos pregonan que gustan ingerir alimentos ultraprocesados en exceso -sin limpiarse la boca- para no desnutrirse, porque trabajan mucho. Cuando escuchan el choque de cuchillos y tenedores, o ven comidas, medio pierden el juicio y olvidan todo, hasta sus propias existencias. Repiten que de algo uno tiene que morir, y que para durar 25 o 30 años más limitando los festines de los neurotransmisores del placer, prefieren morirse dentro de 15 días, pero deleitándose -sin hipocresía- con vistosos manjares.

Esas criaturas anhelan volverse lánguidos. Esa es su meta más apreciada. Perder peso se vierte como su gran deseo, aunque cuando ven las pitanzas desdeñan las recetas convenientes. El cerebro se les descontrola, en la esperanza de no engordar, porque la función cerebral les traiciona y no les ayuda para asumir una dieta equilibrada. La estrujan sin darse cuenta, y cada vez se alejan de su aspiración de llegar a ser abuelitos de unos 100 años, caminando con bastones, las cabezas atiborradas de canas y las voces lentas en sus bajos sonidos, sin energías.

La alimentación saludable, al revés:

1.- Despilfarrar con la boca una tonelada de carne roja repleta de sebos, con una pila de sal y condimentos químicos, para hablar el español con más fluidez y elocuencia. ¡Guagggg!

2.- Reventar el estómago con enormes piezas de pica pollo, crujientes y empapadas de grasa, a fin de matar el hambre y hacer que los brazos crezcan 7 centímetros de largo.

3.- Clavarles los dientes a trozos de chicharrones, rebosantes de manteca y, en beneficio de la seguridad personal, volverse un gordiflón, porque será muy pesado y engorroso que lo secuestren. ¡Salud!

4.- Tragar, como el rey de los comilones, pedazos de pizzas e inmediatamente tarros de helados de los más variados sabores, destinado a endulzar la presencia terrícola, alejado de la amargura que empequeñecen los cachetes y las papadas.

5.- Desgarrar un paquete de yaniqueques y empanadas, bañadas de ingredientes procesados secretamente, ya que así se quitará el hipo y podrá asistir a la Iglesia como un verdadero cerdito. ¡Hele!

6.- Jartar de una sentada con un montón de hamburguesas, con queso amarillo derretido y papas fritas llenas de aceite super cocinado, aunque tenga que evacuar como diez veces en el baño, lógicamente, acariciándose la panza.

7.- Jondear, a cada instante, porciones de pan de harina blanca, espaguetis con fritos verdes y galletas altas en calorías e hidratos de carbonos, con el propósito de ser fuerte y millonario en experiencia gastronómica. ¡Qué emoción!

8.- Tirar hacia el buche…

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