Opinión
La trascendencia de Fidel Castro
Published
8 años agoon
Por Juan Bolívar Díaz
La desaparición de Fidel Castro Ruz, fallecido la noche del viernes en su residencia de La Habana, es un acontecimiento de carácter universal, pues se trata del más trascendente líder latinoamericano del último siglo y de los más relevantes de todo el mundo.
Nadie como Fidel despertó tantas pasiones, entre sus seguidores incondicionales como en sus críticos implacables que lo desearon muerto durante décadas, y ninguno mantuvo una vigencia en el poder por más de cinco décadas, sobreviviendo en pleno patio, al implacable determinismo norteamericano del último siglo.
Se justifican muchos reparos al liderazgo y al legado del comandante de la revolución cubana de 1959, pero resulta indiscutible que él encarnó la lucha por la independencia de su pueblo cuando era poco menos que un satélite del imperio dominante, y que constituyó un liderazgo y una maquinaria política que le permitió sobrevivir a todos los intentos por derrocarlo o eliminarlo.
Fidel Castro fue el líder y héroe del tercer mundo en la batalla contra las peores manifestaciones del imperialismo político que no respetó fronteras por más distantes que fueran en África, Asia o América, y que acabó con las vidas de contradictores de la dimensión de Lumumba, Cabral, Allende, Hussein o Kadaffi. Sólo se le puede comparar con el legendario vietnamita Ho-Chi-Minh, arquitecto de la única derrota militar de Estados Unidos.
Castro Ruz no sólo mantuvo su proyecto socialista en Cuba a 90 millas de las costas de Estados Unidos, sino que envió más de 300 mil soldados a las luchas independentistas de África, a miles de médicos y personal de salud a múltiples países, y se le relacionó con innumerables movimientos políticos en el escenario universal.
La revolución de 1959 impactó en toda América Latina e influyó la vida política de la región durante décadas, por su arrojo, por haber desafiado la dominación internacional, por haberse realizado contra la corrupción y la depredación, y porque pretendió un régimen menos desigual en la repartición y usufructo de las riquezas.
Para los dominicanos de los años sesenta, Fidel Castro es símbolo de la solidaridad en la lucha contra la tiranía de Trujillo y luego contra la invasión militar norteamericana de 1965, lo que le ganó gratitud, incluso por encima de sus errores y los fracasos de las utopías del comunismo, en las que militó hasta el último aliento.
Para Cuba el legado de Fidel Castro es limitado porque no pudo garantizar el desarrollo y la prosperidad económica, ni la pluralidad y el respeto a la diversidad política. No obstante, alcanzó grandes avances en renglones fundamentales del desarrollo humano, como educación, salubridad, habilidades deportivas y autoestima. Pudo haber sido diferente sin la agresividad y el bloqueo del implacable vecino del norte, por lo cual muchos críticos han sido indulgentes, pero el balance objetivo lo remite al ámbito de las utopías frustradas.
Aunque deja una estructura política fuertemente arraigada y sobrados aspirantes de continuar su legado, Fidel es insustituible. Su muerte abre una nueva etapa en Cuba que la llevará a insertarse significativamente en la pluralidad democrática de la región, aunque debe mantenerse la esperanza de que con mucho menos rémoras de las predominantes en este conjunto de países muy lejos aún del bienestar, la independencia, la fortaleza institucional y la justicia social.
Más allá de terquedades y actitudes implacables, Fidel Castro Ruz es parte de nuestra historia. Uno de los líderes más trascendentes de la etapa contemporánea, que no deja cuentas bancarias ni riquezas a sus descendientes. Sus errores, como sus aciertos, fueron esencialmente políticos, parte del errante devenir de la humanidad.
Opinión
Impugnación de la competencia de la Corte Penal Internacional
Published
1 día agoon
marzo 13, 2025Por Rommel Santos Díaz
La Corte Penal Internacional se cerciorará de ser competente en todas las causas que le sean sometidas. La CPI podrá determinar de oficio la admisibilidad de una causa de conformidad con el artículo 17 del Estatuto de Roma.
De acuerdo con el Estatuto de Roma podrán impugnar la admisibilidad de la causa, por uno de los motivos mencionados en el artículo 17, o impugnar la competencia de la Corte Penal Internacional:
- a)El acusado o la persona contra la cual se haya dictado una orden de detención o una orden de comparecencia con arreglo al artículo 58;
- b)Un Estado que tenga jurisdicción en la causa porque esta investigando o enjuiciando o lo ha hecho antes; o
- c)Un Estado cuya aceptación se requiera de conformidad con el artículo 12.
El Fiscal podrá pedir a la Corte Penal Internacional que se pronuncie sobre una cuestión de competencia o de admisibilidad. En las actuaciones relativas a la competencia o la admisibilidad, podrán presentar asimismo observaciones a la Corte quienes hayan remitido la situación de conformidad con el artículo 13 del Estatuto de Roma y las víctimas
.
La admisibilidad de una causa o la competencia de la CPI sólo podrán ser impugnadas una sola vez por cualquiera de las personas o los Estados a que se hace referencia en el párrafo 2. La impugnación se hará antes del juicio o a su inicio.
En circunstancias excepcionales la Corte Penal Internacional podrá autorizar que la impugnación se haga más de una vez o en una fase ulterior del juicio. Las impugnaciones a la admisibilidad de una causa hechas al inicio del juicio, o posteriormente con la autorización de la Corte, sólo podrán fundarse en el párrafo 1 c) del artículo 17 del Estatuto de Roma.
Antes de la confirmación de los cargos, la impugnación de la admisibilidad de una causa o de la competencia de la CPI será asignada a la Sala de Cuestiones Preliminares. Después de confirmados los cargos, será asignada a la Sala de Primera Instancia. Las decisiones relativas a la competencia o la admisibilidad podrán ser recurridas ante la Sala de Apelaciones de conformidad con el artículo 82 del Estatuto de Roma.
Hasta antes de que la Corte Penal Internacional se pronuncie, el Fiscal podrá pedirle autorización para:
- a)Practicar las indagaciones necesarias de la índole mencionadas en el párrafo 6 del articulo 18 del Estatuto de Roma;
- b)Tomar declaración a un testigo o recibir su testimonio, o completar la recolección y el examen de las pruebas que hubiere iniciado antes de la impugnación; y
- c)Impedir, en cooperación con los Estados que corresponda, que eludan la acción de la justicia personas respecto de las cuales el Fiscal haya pedido ya una orden de detención en virtud del artículo 58 del Estatuto de la Corte.
La impugnación no afectará a la validez de ningún acto realizado por el Fiscal, ni de ninguna orden o mandamiento dictado por la CPI, antes de ella.
Si la CPI hubiere declarado inadmisible una causa de conformidad con el artículo 17 del Estatuto de Roma, el Fiscal podrá pedir que se revise esa decisión cuando se haya cerciorado cabalmente de que han aparecido nuevos hechos que invalidan los motivos por los cuales la causa había sido considerada inadmisible de conformidad con dicho artículo.
Finalmente, el Fiscal, si habida cuenta de las cuestiones a que se refiere el artículo 17 del Estatuto de Roma suspende una investigación, podrá pedir que el Estado de que se trate ponga a su disposición información sobre las actuaciones. A petición de ese Estado, dicha información será confidencial. El Fiscal, si decide posteriormente abrir una investigación, notificará su decisión al Estado cuyas actuaciones hayan dado origen a la suspensión.
Rommelsantosdiaz@gmailcom
Por Nelson Encarnación
Son muchos los dominicanos que no se reponen del shock que les provocaron las diversas manipulaciones y mentiras vertidas por el expresidente Danilo Medina durante su comparecencia de la semana pasada en un importante medio radial de nuestro país.
Cuando se anunció días antes que el líder del Partido de la Liberación Dominicana aparecería en un medio público, hubo la apreciación generalizada de que aprovecharía el alcance de este para al menos desvestir su alma y bajar al terreno de la humildad para pedir algún tipo de perdón—aun fuese en voz baja—por las muchas culpas que necesitan urgentemente su expiación.
Sin embargo, es evidente que Danilo está convencido de que todas sus actuaciones en el Gobierno estuvieron ajustadas a la decencia más absoluta, cuando la realidad apunta precisamente en otra dirección.
Para él, los expedientes que involucran a familiares y entorno político más estrecho, son simples majaderías urdidas para molestarle, o una manifestación de la llamada judicialización de la política o politización de la justicia, mediante la cual han sido quitados del camino potenciales competidores de la corriente predominante.
Con ese convencimiento resulta improbable que el expresidente se humanice y entienda que admitir los errores hace grandes a las personas, y que, por el contrario, encerrarse en una convicción pueril las reduce.
Hay más de una evidencia que Danilo fue advertido por cercanos acerca del comportamiento depredador de algunos de sus íntimos, pero obvió tomar las medidas aconsejables, para dejar campo abierto a la continuación de los desmanes, muchos de los cuales se han reflejado en los casos que actualmente se ventilan en justicia, y que él los atribuye a “persecución política”.
En el campo de la lucha propiamente política, Medina trata de convencernos de que su laborantismo encaminado a propiciar el escenario para una segunda reelección en 2020 es un espejismo o un invento de sus adversarios.
Eso de que no tenía votos para modificar la Constitución es un ardid y una expresión fehaciente de su condición de simulador, pues todos vivimos aquel trance que mantuvo en vilo a la nación hasta que la administración Trump—en una intromisión inaceptable, eso sí—le apeó del carro reeleccionista que pudo haberse descarrilado hacia una situación de manejo muy complejo.
Danilo podrá decir lo que quiera, pero la historia no se puede borrar.
Por Narciso Isa Conde
Una PGR manipulada por la EMBAJADA-EU, Leonel y Abinader y un Poder Judicial maleado y muy influido por el PLD, están descalificados para ponerle fin a la impunidad.
La que debe ser emplazada NO ES MIRIAM, es Yeni Berenice, acompañada de Camacho, el del PEPCA y ahora ascendido, ambos con fuertes vínculos con la Embajada, FBI, DEA…Leonel, Abinader…Ahora la PGR cae bajo control absoluto de esa tríada, vía los ascensos de Berenice y Camacho.
Miriam German ha sido víctima de su entorno, de un acorralamiento programado en medio de una gran soledad y de su propio institucionalismo (excesivo respeto a la separación de funciones dentro de la PGR). Además, la amenaza del cártel del Cibao y del tal J, fue manipulada para amarrarla más. Hicieron un gran bulto desde la DNCD y dejaron todo igual: el cartel sigue impune. Abinader, Cabrera-DNCD y la DEA dirigieron esa operación.
Berenice y el PEPCA han bloqueado muchos expedientes, incluso los presentados por nosotros. El caso de ANTENA LATINA es emblemático y yo lo entregué personalmente, y muchas veces demandé respuesta y nada. A esos encargados de investigar y perseguir los delitos, se le entregaron numerosas denuncias del Archivo Abierto de Marcha Verde y no hicieron nada: siguen abundando las vacas sagradas oligárquicas y transnacionales denunciadas; y estas abundan junto a la impunidad del leonelismo, de políticos ladrones y generales asesinos.
Una PGR manipulada por la EMBAJADA-EU, Leonel y Abinader y un Poder Judicial maleado y muy influido por el PLD, están descalificados para ponerle fin a la impunidad.