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Las tormentas dejan 26 muertos en Japón

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Un camino parcialmente colapsado en Yame, Japón, por las fuertes lluvias de este domingo.

TOKIO, Japón.- Miles de personas en el sur de Japón permanecían aisladas este domingo debido a las inundaciones y aludes provocados por lluvias torrenciales que han dejado al menos 26 muertos, informaron las autoridades.

Este domingo fueron levantadas las órdenes de evacuación emitidas el sábado para un cuarto de millón de personas en la mayoría de las zonas a medida que las lluvias menguaban, lo que permitió a las personas volver a casa.

Sin embargo, miles quedaron aislados por aludes o árboles caídos que bloquearon caminos en áreas montañosas.

Más de 3.000 personas quedaron varadas en Yame, prefectura de Fukuoka, en el suroeste de Japón. En esta zona, los caminos quedaron bloqueados en siete distritos, reportó la agencia de noticias Kyodo. El ejército japonés envió por helicóptero alimentos a los distritos aislados.

Autoridades loc hales informaron que hay seis personas desaparecidas en Kumamoto, Oita y Fukuoka, reportó Kyodo. La mayoría de las víctimas tenía entre 70 y 80 años.

En Yame, un hombre de 70 años murió luego de ser alcanzado por un deslave, mientras que otro falleció en Yanagawa después de ser rescatado de su vehículo que cayó a la esclusa de un canal de riego, dijeron las autoridades locales según Kyodo.

En la prefectura de Kyoto, al oeste de Japón, la lluvia alcanzó hasta 90 milímetros (3,5 pulgadas) por hora e inundó unas 100 casas en Kameoka y Kyoto, la antigua capital del país.

La Oficina Meteorológica de Japón informó que lo peor ya pasó, aunque prevé que habrá más lluvia y tormentas en algunas áreas el lunes.

 

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Los ciudadanos estadounidenses están llamados este martes a las urnas para determinar el futuro político del país durante los próximos cuatro años. La vicepresidenta, Kamala Harris, aspira a prolongar el Gobierno demócrata ante un Donald Trump que busca hacer historia volviendo a la Casa Blanca cuatro años después, en un contexto en el que las encuestas evitan dar por sentada la victoria de alguna de las dos candidaturas. Aunque el proceso como tal lleva semanas en marcha habida cuenta de que los ciudadanos ya han podido votar por correo e incluso de manera presencial, este martes será el gran día. Cuando cierren los colegios electorales –la mayoría lo harán entre la 1.00 y las 6.00 horas de la España peninsular–, comenzará un goteo de proyecciones y resultados a partir del cual conocer al futuro inquilino de la Casa Blanca. Técnicamente, los ciudadanos no eligen de manera directa al presidente, sino a los integrantes del Colegio Electoral, en virtud de un particular sistema que establece que la candidatura vencedora en cada estado se lleva todos los representantes en juego en dicho territorio; a excepción de Maine y Nebraska, donde el reparto es proporcional. No existe un gran organismo federal en el que seguir la noche electoral, por lo que el goteo de proyecciones de los grandes medios irá tiñendo el mapa de azul o rojo en función de cada estado. La media general de encuestas da una clara ventaja a Harris en voto popular, pero la exsecretaria de Estado Hillary Clinton experimentó hace ocho años que no basta con obtener más sufragios que su rival sino imponerse en zonas claves, los conocidos como ‘swing states’. Estos territorios no votan claramente demócrata o republicano y oscilan en función de cada cita. La media nacional de encuestas de RealClearPolitics apunta que en los estados en disputa, Trump mantiene su ventaja en Arizona, Nevada, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, mientras que Harris parte por delante en Wisconsin y Michigan. El contador de cada candidato irá subiendo a lo largo de la noche y una vez que uno de ellos alcance los 270 electores, más de la mitad de los integrantes del Colegio Electoral, se le proclamará ‘de facto’ vencedor. La tradición marca entonces una sucesión de discursos de victoria y derrota, si bien Trump hace cuatro años se negó a reconocer públicamente el triunfo del actual presidente, Joe Biden. La Casa Blanca no es lo único que está en juego, ya que la Cámara de Representantes, controlada actualmente por los republicanos, se renovará totalmente, y en el Senado, con dominio demócrata, se ponen en juego una tercera parte de los escaños. Controlar el Legislativo o al menos una de las dos Cámaras es imprescindible para que un presidente pueda tener margen de maniobra política, tanto simbólica como práctica. UNA CAMPAÑA CONVULSA Estados Unidos llega al 5 de noviembre tras una de las campañas electorales más convulsas de la historia reciente. En un inicio, el ‘ticket’ demócrata debían compartirlo Biden y Harris, pero el mal desempeño del presidente en su debate televisado contra Trump –27 de junio– y una sucesión de errores reavivaron el debate sobre su avanzada edad y le forzaron a hacerse a un lado. Su figura parecía ya amortizada. La ‘número dos’ tomó las riendas con el aval del presidente y sin primarias de por medio, una excepción que el Partido Demócrata intentó solventar con una conferencia nacional destinada a impulsar a Harris y a su nuevo compañero, Tim Walz, gobernador de Minesota. La mera celebración de la convención permitió a la vicepresidenta, que aspira a ser la primera mujer en la Casa Blanca, dispararse en las encuestas, pero el desgaste de cuatro años en la Administración y la falta de ideas claras o cambios de opinión sobre ciertos temas ha lastrado su popularidad. Su esperanza pasa por atraer a los indecisos que no quieren otros cuatro años de Trump. En el bando contrario al de Harris está Trump, que se presentó de nuevo a las primarias de los republicanos dispuesto a arrasar y sin un mínimo contrapeso dentro de su partido. Si hace ocho años los moderados intentaron pararle los pies en un primer momento, en 2024 ya todos parecían resignados a asumir lo que a todas luces parecía inevitable. De hecho, a Trump no parece haberle pasado factura ni el asalto al Capitolio de enero de 2021, protagonizado por cientos de sus seguidores, ni los múltiples frentes judiciales que tiene abiertos. En mayo, se convirtió en el primer presidente condenado en Estados Unidos, por falsificar registros para comprar el silencio de una exactriz porno, Stormy Daniels, poco antes de los comicios de 2016. Aspira a emular a Grover Cleveland, el único presidente en tener dos mandatos no consecutivos, y lo hace sin variar un ápice su estrategia populista, que le ha llevado a colar en un debate un bulo sobre inmigrantes que comen mascotas o a incorporar como vicepresidenciable al senador J.D. Vance, salpicado también por varias polémicas. Trump ha sobrevivido en campaña a un intento de asesinato del que salió herido: el 14 de julio, un individuo disparó en pleno mitin en Pensilvania antes de caer abatido por las fuerzas de seguridad. El candidato resultó herido en una oreja, mientras que un hombre que asistía al acto falleció, lo que desencadenó una ola de solidaridad y condena unánime en plena ola de polarización política. A mediados de septiembre, el magnate volvió a ser víctima de otro intento de ataque en su propio club de golf en Florida, si bien la persona detenida no llegó a efectuar disparo alguno. Donald Trump, expresidente de Estados Unidos y candidato presidencial republicano. Trump y Kamala en un duelo crucial este martes en elecciones de Estados Unidos Lea también CUATRO AÑOS A CONTAR DESDE EL 20 DE ENERO Pase lo que pase este martes, no habrá un recambio inmediato en el Despacho Oval. El sistema político de Estados Unidos viene marcado por una mezcla de leyes y tradiciones que arranca con la celebración de las elecciones el primer martes después del primer lunes de noviembre y concluye el 20 de enero del año siguiente ante la entrada principal del Capitolio con la investidura formal del próximo presidente o presidenta. Quien pronuncie el discurso triunfante tendrá que lidiar con una economía aparentemente en auge pero que sigue preocupando a los ciudadanos –un 81 por ciento reconoce que es un aspecto que tendrá en cuenta al depositar su voto, según Pew Research Center–. También la inmigración se ha colado entre las preocupaciones generales, con un Trump hablando abiertamente de «invasión». En materia social, Harris ha hecho especial hincapié en que con Trump en la Casa Blanca derechos de las mujeres como el del aborto estarán en peligro, advirtiendo de una tendencia de retroceso que ya comenzó con un dictamen del Tribunal Supremo en junio de 2022. Tener las riendas del país puede ser además clave para modificar el actual dominio conservador en el Alto Tribunal, ya que el futuro presidente tendrá previsiblemente margen para nombrar a algún magistrado. Trump también ha hecho gala en campaña de ser un presidente garante de la paz y ha llegado a decir que, si él hubiese seguido cuatro años más en el cargo, Vladimir Putin no se habría atrevido a invadir Ucrania o no existiría la actual escalada de violencia en Oriente Próximo. En lo que sí coinciden ambos aspirantes es en dejar claro que Israel es el principal aliado en esta región, pese a las críticas deslizadas por la Administración Biden al primer ministro Benjamin Netanyahu. En Europa, tanto en la órbita de la UE como de la OTAN se observa con atención la cita a la expectativa de lo que pueda ocurrir. Harris simboliza para la gran mayoría de los gobiernos la continuidad de las políticas de Biden, mientras que Trump ya demostró que está dispuesto a añadir más presión política, económica o en materia de Defensa sobre sus teóricos aliados europeos.

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Europa Press

Madrid, España.-Los ciudadanos estadounidenses están llamados este martes a las urnas para determinar el futuro político del país durante los próximos cuatro años. La vicepresidenta, Kamala Harris, aspira a prolongar el Gobierno demócrata ante un Donald Trump que busca hacer historia volviendo a la Casa Blanca cuatro años después, en un contexto en el que las encuestas evitan dar por sentada la victoria de alguna de las dos candidaturas.

Aunque el proceso como tal lleva semanas en marcha habida cuenta de que los ciudadanos ya han podido votar por correo e incluso de manera presencial, este martes será el gran día. Cuando cierren los colegios electorales –la mayoría lo harán entre la 1.00 y las 6.00 horas de la España peninsular–, comenzará un goteo de proyecciones y resultados a partir del cual conocer al futuro inquilino de la Casa Blanca.

Técnicamente, los ciudadanos no eligen de manera directa al presidente, sino a los integrantes del Colegio Electoral, en virtud de un particular sistema que establece que la candidatura vencedora en cada estado se lleva todos los representantes en juego en dicho territorio; a excepción de Maine y Nebraska, donde el reparto es proporcional.

Estos territorios no votan claramente demócrata o republicano y oscilan en función de cada cita. La media nacional de encuestas de RealClearPolitics apunta que en los estados en disputa, Trump mantiene su ventaja en Arizona, Nevada, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, mientras que Harris parte por delante en Wisconsin y Michigan.

El contador de cada candidato irá subiendo a lo largo de la noche y una vez que uno de ellos alcance los 270 electores, más de la mitad de los integrantes del Colegio Electoral, se le proclamará ‘de facto’ vencedor. La tradición marca entonces una sucesión de discursos de victoria y derrota, si bien Trump hace cuatro años se negó a reconocer públicamente el triunfo del actual presidente, Joe Biden.

UNA CAMPAÑA CONVULSA

Estados Unidos llega al 5 de noviembre tras una de las campañas electorales más convulsas de la historia reciente. En un inicio, el ‘ticket’ demócrata debían compartirlo Biden y Harris, pero el mal desempeño del presidente en su debate televisado contra Trump –27 de junio– y una sucesión de errores reavivaron el debate sobre su avanzada edad y le forzaron a hacerse a un lado. Su figura parecía ya amortizada.

La ‘número dos’ tomó las riendas con el aval del presidente y sin primarias de por medio, una excepción que el Partido Demócrata intentó solventar con una conferencia nacional destinada a impulsar a Harris y a su nuevo compañero, Tim Walz, gobernador de Minesota.

En el bando contrario al de Harris está Trump, que se presentó de nuevo a las primarias de los republicanos dispuesto a arrasar y sin un mínimo contrapeso dentro de su partido. Si hace ocho años los moderados intentaron pararle los pies en un primer momento, en 2024 ya todos parecían resignados a asumir lo que a todas luces parecía inevitable.

De hecho, a Trump no parece haberle pasado factura ni el asalto al Capitolio de enero de 2021, protagonizado por cientos de sus seguidores, ni los múltiples frentes judiciales que tiene abiertos. En mayo, se convirtió en el primer presidente condenado en Estados Unidos, por falsificar registros para comprar el silencio de una exactriz porno, Stormy Daniels, poco antes de los comicios de 2016.

Trump ha sobrevivido en campaña a un intento de asesinato del que salió herido: el 14 de julio, un individuo disparó en pleno mitin en Pensilvania antes de caer abatido por las fuerzas de seguridad. El candidato resultó herido en una oreja, mientras que un hombre que asistía al acto falleció, lo que desencadenó una ola de solidaridad y condena unánime en plena ola de polarización política.

A mediados de septiembre, el magnate volvió a ser víctima de otro intento de ataque en su propio club de golf en Florida, si bien la persona detenida no llegó a efectuar disparo alguno.

CUATRO AÑOS A CONTAR DESDE EL 20 DE ENERO

Pase lo que pase este martes, no habrá un recambio inmediato en el Despacho Oval. El sistema político de Estados Unidos viene marcado por una mezcla de leyes y tradiciones que arranca con la celebración de las elecciones el primer martes después del primer lunes de noviembre y concluye el 20 de enero del año siguiente ante la entrada principal del Capitolio con la investidura formal del próximo presidente o presidenta.

Quien pronuncie el discurso triunfante tendrá que lidiar con una economía aparentemente en auge pero que sigue preocupando a los ciudadanos –un 81 por ciento reconoce que es un aspecto que tendrá en cuenta al depositar su voto, según Pew Research Center–. También la inmigración se ha colado entre las preocupaciones generales, con un Trump hablando abiertamente de «invasión».

En materia social, Harris ha hecho especial hincapié en que con Trump en la Casa Blanca derechos de las mujeres como el del aborto estarán en peligro, advirtiendo de una tendencia de retroceso que ya comenzó con un dictamen del Tribunal Supremo en junio de 2022. Tener las riendas del país puede ser además clave para modificar el actual dominio conservador en el Alto Tribunal, ya que el futuro presidente tendrá previsiblemente margen para nombrar a algún magistrado.

Trump también ha hecho gala en campaña de ser un presidente garante de la paz y ha llegado a decir que, si él hubiese seguido cuatro años más en el cargo, Vladimir Putin no se habría atrevido a invadir Ucrania o no existiría la actual escalada de violencia en Oriente Próximo. En lo que sí coinciden ambos aspirantes es en dejar claro que Israel es el principal aliado en esta región, pese a las críticas deslizadas por la Administración Biden al primer ministro Benjamin Netanyahu.

En Europa, tanto en la órbita de la UE como de la OTAN se observa con atención la cita a la expectativa de lo que pueda ocurrir. Harris simboliza para la gran mayoría de los gobiernos la continuidad de las políticas de Biden, mientras que Trump ya demostró que está dispuesto a añadir más presión política, económica o en materia de Defensa sobre sus teóricos aliados europeos.

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Internacionales

Inicia hoy el cambio de hora en Estados Unidos

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Este domingo 3 de noviembre de 2023, Estados Unidos realiza el esperado cambio de hora, marcando el fin del horario de verano. Esta modificación horaria, que se produce dos veces al año, afecta a millones de ciudadanos y transforma la rutina diaria.

Desde el 3 de noviembre, los relojes en Estados Unidos se atrasarán una hora, dando inicio a la temporada de otoño. Este cambio es parte del horario de verano, que busca maximizar la luz del día durante las horas de la mañana y la tarde. A medida que avanza la temporada, las puestas de sol ocurrirán más temprano, con algunas ciudades viendo la caída del sol antes de las cinco de la tarde.

El horario de otoño se mantendrá hasta el próximo 9 de marzo de 2024, cuando se reanude el horario de verano. Este ciclo se implementa para aprovechar al máximo la luz solar, especialmente durante los meses más cálidos. Durante este periodo, los ciudadanos deben estar atentos a los relojes que no se ajusten automáticamente.

Diferentes husos horarios en EE. UU.

Estados Unidos cuenta con seis husos horarios que varían según la región. La hora del Este (EST) abarca estados como Nueva York y Florida, mientras que la hora Central (CST) incluye lugares como Illinois y Texas. Otros husos horarios, como la hora de la Montaña (MST) y la hora del Pacífico (PST), cubren áreas como Colorado y California, respectivamente. También están los husos de Alaska (AKST) y Hawái-Aleutianas (HAST), que presentan sus propias particularidades.

Excepciones al cambio de hora

Es importante señalar que algunos lugares en EE. UU. no observan el cambio de hora. Estados como Hawái y la mayor parte de Arizona optan por no participar en este ajuste. Arizona, en particular, ha permanecido al margen del horario de verano desde 1968, argumentando que el cambio de hora no reduce el consumo de energía debido a las altas temperaturas.

La historia del horario de verano en Estados Unidos se remonta a 1918, cuando se estableció mediante la Ley de Horario Estándar. Aunque fue derogada brevemente, el horario de verano fue restablecido durante la Segunda Guerra Mundial. Desde 2007, el horario de verano inicia el segundo domingo de marzo y finaliza el primer domingo de noviembre, adaptándose a las necesidades actuales de los ciudadanos.

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Internacionales

Cruce de acusaciones entre Kamala Harris y Donald Trump a tres días de elecciones

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Agencia EFE

Gastonia, Estados Unidos.-Los candidatos Kamala Harris y Donald Trump cruzaron acusaciones este sábado en estados muy disputados en busca del voto de los indecisos para las elecciones presidenciales del martes en Estados Unidos.

La vicepresidenta demócrata y su rival, el expresidente republicano, siguen en empate técnico en las encuestas cuando 73 millones de personas ya han votado por anticipado.

Ambos se centran en los estados clave, donde los candidatos suelen ganar por la mínima, a diferencia de los otros que son tradicionalmente republicanos o demócratas.

En Atlanta, Georgia, la exsenadora que aspira a convertirse en la primera presidenta del país acusó a su rival de considerar «un enemigo» a todo aquel que discrepe con él.

Pero también de haber «nombrado a dedo a tres miembros de la Corte Suprema» durante su mandato (2017-2021) con la intención de que dinamitaran el derecho federal al aborto y de querer bajar los impuestos a los millonarios.

«De machos»

En Scranton, Pensilvania, un estado clave en estos comicios, el presidente Joe Biden insistió en que «Trump y sus amigos republicanos quieren otro recorte de impuestos gigantesco para los ricos».

«Sé que algunos de ustedes están tentados de pensar que es de machos» pero esta «es la clase de tipos a los que te gustaría azotar en el culo», soltó.

Trump volvió a cargar contra su rival.

Ella «habla de unidad, y luego me llama Hitler», se quejó en Carolina del Norte.

En realidad la vicepresidenta le ha llamado «fascista», pero no Hitler.

Sí dio crédito hace días a unas declaraciones realizadas por el exjefe de gabinete en la Casa Blanca, John Kelly, según el cual Trump le dijo que Adolf Hitler «también hizo algunas cosas buenas».

El magnate quiere recuperar las llaves de la Casa Blanca. Si lo logra, se convertiría en el primer presidente con una condena penal y cuatro inculpaciones a sus espaldas.

«Me voy a dejar la piel»

«Deberías echar un vistazo a esos a esos números, es terrible», dijo en Virginia. «Me voy a dejar la piel por vosotros, y no necesitaba esto» porque podría estar «en la playa», añadió.

En una entrevista con Fox News, arremetió contra un anuncio demócrata en el que se ve a esposas de sus simpatizantes votando en secreto por Harris. «¿Se imaginan a una esposa que no le dice a su marido a quién va a votar?», se preguntó.

El republicano de 78 años sabe que, según las encuestas, las mujeres prefieren a Harris y los hombres a él.

Y es difícil que la tendencia haya cambiado después de que él comentara que protegerá a las mujeres «les guste o no». «Las protegeré», insistió este sábado, obviando la segunda parte de la frase.

Muchas mujeres están enfadadas.

«Mantenerme al margen es lo que siempre he hecho, pero hoy hay demasiadas cosas en juego», declaró en Washington Sheridan Steelman, una profesora de 74 años con un cartel rosa que en el que se lee «Abuela enojada».

Trump ha endurecido al extremo su retórica.

Si Harris gana «cada localidad de Estados Unidos se convertirá en un campamento de refugiados sórdido y peligroso», afirmó el sábado.

«Estados Unidos es ahora un país ocupado» por los migrantes, dijo, y recalcó que si él gana lanzará «el programa de deportación más grande en la historia» del país.

La política internacional está muy presente.

En Charlotte, Carolina del Norte, Harris fue interrumpida por manifestantes descontentos con el apoyo de Estados Unidos a Israel en la guerra que libra en Gaza.

«Una de las razones por las que estamos aquí es porque luchamos por nuestra democracia y el derecho de la gente a decir lo que piensa, pero ahora estoy hablando yo», respondió la exfiscal.

«Todos queremos que la guerra en Oriente Medio termine, queremos que los rehenes vuelvan a casa y cuando sea presidenta haré cuanto esté en mi poder para que así sea», dijo.

Porque estas elecciones no solo tienen repercusiones en Estados Unidos, sino en varias regiones y en la economía global.

En la recta final aumenta el miedo a un posible estallido de violencia si Trump pierde y se niega a reconocer su derrota, como hizo en 2020.

Trump sostiene que ha habido fraude y «trampas» en estados como Pensilvania.

«Que hagan trampas, porque eso es lo que hacen, lo hacen muy bien, son muy profesionales, pero creo que tenemos muchas posibilidades de ganar el voto popular», afirmó en Virginia.

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