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Nutrición

Lo que te estás perdiendo si no comes pimiento

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El contenido de proteínas del pimiento es muy bajo y casi no aporta grasas.

Dulces o picantes; verdes, rojos y amarillos; frescos o secos… El pimiento es uno de los alimentos más versátiles de la cocina española y una pieza esencial de la dieta mediterránea. De sus nutrientes y beneficios para la salud, así como de su origen, tipos y peculiaridades han hablado a CuídatePlus Leila Pérez, vocal de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas del País Vasco (Codine-Edineo), y Manuel Moñino, miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas y presidente del comité científico de la Asociación 5 al día.

“El pimiento es una hortaliza con un valor energético muy bajo, aproximadamente 27 kilocalorías por cada 100 gramos. El principal componente de este alimento es el agua, seguido de los hidratos de carbono. Su contenido proteico es muy bajo y apenas aporta grasas. Además de ser una buena fuente de fibra, de minerales y de vitaminas”, explica Pérez.

Entre los minerales, cabe destacar la presencia de potasio, por ser el que se encuentra en mayor proporción (pese a que no es una de las hortalizas más ricas en potasio). También, aunque en menor proporción, están presentes el magnesio, el fósforo y el calcio (este último no se asimila apenas en comparación con los alimentos lácteos).

  • El potasio es necesario para la transmisión del impulso nervioso, la actividad muscular y la regulación del balance del agua a nivel celular.
     
  • El magnesio se relaciona con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos; forma parte de huesos y dientes; mejora la inmunidad, y posee un suave efecto laxante.
     
  • El fósforo juega un papel importante en la formación de huesos y dientes, al igual que el magnesio y el calcio.

En cuanto al aporte de vitaminas, vamos a encontrarnos cantidades significativas de todas, excepto de vitamina B12, que solo se encuentra en los alimentos de origen animal.

Destacamos la vitamina C, que es la que se encuentra en mayor proporción. De hecho, llega a contener más del doble que la que encontramos en frutas como la naranja o las fresas. Así y todo, esto pasa a ser relativo en el contexto de la dieta; por un lado, porque la cantidad de fruta que comemos en relación a la de pimientos suele ser mucho mayor, y, por otro lado, porque generalmente el pimiento lo comemos cocinado en lugar de crudo. Recordemos que en la cocción, se pierde una parte de vitamina C por ser esta termolábil (sensible al calor).

Son buena fuente de carotenos, entre los que se encuentra la capsantina, pigmento con propiedades antioxidantes que aporta el característico color rojo a algunos pimientos.

La vitamina C, además de ser un potente antioxidante, interviene en la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes, al tiempo que favorece la absorción del hierro de los alimentos y aumenta la resistencia frente a las infecciones.

La vitamina A es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.

Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.

“Si diferenciamos dos grandes grupos de pimiento por su color, el rojo es algo más rico en vitamina A que el verde”, puntualiza Moñino.

Beneficios del pimiento sobre la salud

Los beneficios de los pimientos para la salud vienen dados principalmente por las siguientes características: su bajo contenido calórico, su alto contenido en agua y potasio y el contenido en folatos, antioxidantes y fibra.

  • Bajo aporte calórico: “Gracias a su alto contenido en agua y bajo aporte calórico, los pimientos son alimentos a tener en cuenta al elaborar dietas de control de peso, siempre que se utilice el método de cocinado idóneo. Además, gracias a su contenido en fibra aporta sensación de saciedad”, cuenta Pérez.
     
  • Relación potasio/sodio: por su riqueza en potasio y escasez de sodio, los pimientos favorecen la diuresis. Con el aumento de la producción de orina se eliminan, además de líquidos, sustancias de desecho disueltas en ella como ácido úrico y urea. “Asimismo, debido al intenso sabor que presentan muchas de sus variedades, nos permiten añadir menos sal al cocinar, cualidad que puede ser aprovechada por las personas que sufren patologías que requieren de dietas bajas en sodio”, afirma la dietista-nutricionista.
     
  • Ventajas para embarazadas y niños: los pimientos son aconsejables en la dieta de la mujer durante el embarazo gracias a su contenido en folatos. Esta es una vitamina importante en el cuidado del correcto desarrollo del tubo neural del feto, sobre todo en las primeras semanas de gestación.

    Los requerimientos de folatos son superiores también en los niños en edad de crecimiento. Por ello, incluirlos en su alimentación habitual es una forma válida de prevenir deficiencias. Si se consumen crudos en ensalada, el contenido de esta vitamina es mayor, porque es sensible al calor y en su cocción se pierde una cantidad importante.
     

  • Antioxidantes: los pimientos son una buena fuente de selenio y de vitaminas C, E, provitamina A y de otros carotenoides como la capsantina, todos ellos de acción antioxidante y beneficiosa para el organismo. “La relación entre antioxidantes y la prevención de enfermedades cardiovasculares es hoy una afirmación bien sustentada. Por otro lado, unos bajos niveles de antioxidantes constituyen un factor de riesgo para ciertos tipos de cáncer y de patologías degenerativas”, comenta la experta del Codine-Edineo.
     
  • Función intestinal: al ser rico en fibra posee todos los beneficios propios de esta. Entre ellos cabe destacar la ayuda a la función intestinal, ya que la fibra previene o mejora el estreñimiento. Por otra parte, la fibra contribuye a prevenir enfermedades relacionadas con el tracto gastrointestinal, algunos tipos de cáncer, a reducir las tasas de colesterol en sangre y al mejor control de la glucemia, sobre todo en aquellas personas que padecen diabetes.
     
  • La capsaicina, “que es la sustancia que le otorga el picante al pimiento, se está utilizando ya en el tratamiento del dolor. En algunos trabajos de investigación básica en laboratorio y en animales se está mostrando que la capsaicina podría tener un papel protector frente al crecimiento de las células, es decir, en la carcinogénesis. Sin embargo, faltan estudios que demuestren en humanos la causa y el efecto”. Así lo adelanta el miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas.

El pimiento, pieza esencial de la dieta mediterránea

“La dieta mediterránea es recomendada por los numerosos beneficios que tiene para nuestra salud. Como es sabido, uno de los alimentos imprescindibles en este tipo de dieta son las hortalizas, debido a su valor nutricional y sus propiedades beneficiosas. Dentro de estas se encuentran los pimientos verde, amarillo, rojo, de Padrón… Para gustos  los colores”, describe Pérez.

El pimiento ha acabado convirtiéndose en un alimento imprescindible dentro del patrón dietético en España, tanto como ingrediente o como elemento principal en una receta, y desde el clásico e irremplazable sofrito, pasando por la clásica paella, la escalibada y los pimientos rellenos, entre otros. Cada región, según su variedad característica, le saca partido a unos u otros cocinándolos de manera diferente y convirtiéndolos en platos característicos.

Origen del pimiento

El pimiento es originario de la zona de México, Bolivia y Perú. La versión más ampliamente aceptada es que fue traído a Europa por Colón en el viaje que realizó a América en 1493. En el siglo XVI ya se había difundido su cultivo en toda España, desde donde se distribuyó al resto de Europa y del mundo con la colaboración de Portugal. Sin embargo, las variedades de pimientos grandes, suaves y poco picantes que se consumen en la actualidad se consiguieron a principios del siglo XX gracias a los cultivos intensivos.

Su introducción en Europa supuso un avance culinario muy importante, ya que vino a complementar, e incluso a sustituir, a otro condimento muy empleado como era la pimienta negra, de gran importancia comercial entre Oriente y Occidente.

Tipos de pimiento

Se conoce con el nombre común de pimiento o pimientos al fruto de una planta herbácea del género Capsicum, que pertenece a la familia botánica de las solanáceas. Son pocas las solanáceas comestibles, entre ellas se encuentran el pimiento, el tomate y la berenjena, de gran relevancia en la alimentación.

Las variedades de pimiento se clasifican en dos grandes grupos, según su sabor: dulces y picantes. Aunque también se agrupan según su forma, color, tamaño y diferencias gastronómicas. La elección de unos u otros dependerá del tipo de plato que queramos preparar y, por supuesto, de nuestros gustos.

Los pimientos picantes se utilizan principalmente para aperitivos (asados o fritos), en encurtidos y para hacer pimentón picante. Mientras que los pimientos dulces se pueden comer crudos (en ensaladas o vinagretas), rehogados, en guisos e incluso a la parrilla, rellenos, al horno y también se usan para hacer pimentón dulce.

  1. Pimientos picantes: dentro de este grupo hay mucha diferencia en su grado de picor, no todos pican igual. Esta sensación de ardor depende de la cantidad de capsaicina que contenga el pimiento. Los ejemplares más conocidos del grupo son los pimientos del piquillo (que también pueden ser dulces) y los de Padrón (de Herbón, La Coruña), ambos con denominación de origen protegida.

    Piquillo. Es uno de los productos estrella de la huerta de Navarra. De color rojo intenso, tiene forma triangular y mide unos siete centímetros de largo. Este pimiento, que se produce en Lodosa (Pamplona), se vende asado y en conserva.

    Padrón. El pimiento de Padrón, como se conoce, es gallego. Hay otros similares que se venden con este nombre, aunque no se cultivan allí. Por ello, el verdadero pimiento de Padrón ha adoptado el nombre de pimiento de Herbón. Estos frutos, pequeños, alargados y de color verde brillante, tienen una peculiaridad: no todos presentan el mismo sabor. Unos pican y otros no.

    Choricero. Este pimiento rojo se utiliza como ingrediente para preparar guisos y estofados. Se emplea su pulpa, que se rehidrata antes de añadirla a la cazuela. Además de seco, también se comercializa en bote, listo para usar. Lo solemos ver en los balcones secándose al aire libre, colgado o en ristras.
     

  2. Pimientos dulces: entre los más conocidos están el pimiento italiano, el morrón y la ñora.

    Italiano. Su carne es suave y presenta una piel fina y delicada que cambia de color a medida que el fruto madura. Los ejemplares más precoces son de color verde brillante; los más maduros, completamente rojos. Este pimiento es bastante estilizado, pudiendo medir más de 20 centímetros de largo, y tiene forma puntiaguda.

    Morrón. Se pueden encontrar en tres colores: verdes, amarillos y rojos. La diferencia de color depende del punto de maduración; de ahí que a algunas personas les siente mejor el morrón rojo que el verde, ya que el sabor de este último es más intenso. Los pimientos morrones son grandes, carnosos y de piel gruesa.

    Ñora. Es un pimiento pequeño y redondeado, de color rojo oscuro y pulpa carnosa. Habitualmente, se comercializa deshidratada y se emplea en la cocina de un modo similar al pimiento choricero, rehidratándola para recuperar su pulpa.

    Guernica. De color verde y sabor suave, este pimiento es un gran embajador culinario del País Vasco. Se cultiva en diversas zonas de la comunidad autónoma vasca, no solo en Guernica (en Vizcaya). Su principal característica es que se recolecta antes de que llegue a madurar, lo que le confiere una textura especial.

¿Se puede mejorar la digestión de este alimento de alguna manera?

Algunas personas dicen que les cuesta digerir el pimiento y que, por eso, evitan su consumo. Según Pérez, “el pimiento dulce puede ser considerado como un alimento excelente para personas con estómago delicado. Los picantes, en cambio, pueden resultar irritantes, además de laxantes para aquellos individuos más propensos. El sabor picante de los pimientos depende de su contenido en capsaicina, sustancia irritante de las mucosas del aparato digestivo que hace que se segregue una mayor cantidad de jugo gástrico. Aunque esta tesis tiene sus detractores, es la más ampliamente aceptada”.

La digestión de los pimientos es dificultosa si los consumimos fritos, debido a la gran cantidad de aceite que absorben. Así, la fritura no sería la técnica culinaria recomendada.

Las variedades más tiernas y carnosas podemos consumirlas crudas, añadiéndolas a las ensaladas. “Conviene cortarlos en partes finas y masticarlos bien para facilitar su digestión. Recordemos que en crudo se aprovecha al máximo su riqueza vitamínica”, especifica la  dietista-nutricionista del País Vasco.

Además, la experta indica que “para las personas con estómago delicado, la piel del pimiento puede resultar indigesta, por lo que es conveniente retirarla. Para ello hay que asar el pimiento y, cuando la piel comience a separase, sumergirlo en agua fría. Las semillas del pimiento y sus membranas pueden presentar un sabor amargo, por lo que también es conveniente retirarlas”.

Para Moñino, se trata más de “una cuestión de hábitos y tolerancia individual. No obstante, la cocción puede mejorar la tolerancia al pimiento”.

Recetas emblemáticas y curiosidades

Además del sofrito, el pimiento forma parte de muchas platos emblemáticos de la cocina española, cuenta Moñino: “Pimientos del piquillo rellenos, por ejemplo de bacalao; pimientos rojos asados y aliñados con aceite y ajo; escalibada; pipirrana; marmitako; guisos de patata o arroces con pimentón y migas”.

Los pimientos “son muy versátiles a la hora de prepararlos: crudos, cocinados o como condimento en forma de pimentón, que es la forma pulverizada del pimiento rojo y puede ser dulce o picante. Además de proporcionar cierto sabor, el pimentón se utiliza como colorante alimentario natural en muchos platos y preparaciones”, dice Pérez.

El presidente del comité científico de la Asociación 5 al día recuerda que “la época de producción de pimiento es de mayo a noviembre, aunque hoy podemos encontrarlos de cultivo bajo invernadero todo el año. Para acertar en su compra hay que fijarse en que el pimiento italiano esté de color verde y no amarillo. En el caso del pimiento rojo, tiene que tener un color predominantemente rojo, la piel brillante y sin daños y la pulpa tersa y consistente”.

Pimientos de padrón: ¿por qué unos pican y otros no?

“El picor de los pimientos de Padrón depende de la cantidad de capsaicina, sustancia que produce la propia planta por una cuestión de supervivencia para evitar que los animales herbívoros se coman sus frutos acabando con las semillas. Según las condiciones climatológicas y el riego, los pimientos conservan o no la capsaicina activa; parece que aquellos que reciben menos agua y más sol son los que normalmente pican más”, explica la vocal de Codine-Edineo.

cuidateplus.marca.com

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Nutrición

La dieta perfecta para un envejecimiento saludable

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EFE

 Madrid.– En España cada vez se destinan más recursos a investigar cuál es la dieta saludable ideal para que una persona viva los años de envejecimiento con la mejor calidad posible.

Según los últimos datos de la agencia estadística Eurostat, España es el país de la Unión Europea (UE) que registra una mayor esperanza de vida, con 84 años de edad, una cifra que se encuentra 2,5 puntos por encima de la media europea.

Es uno de los países más longevos del mundo y, de entre varias hipótesis de las causas, el estilo de vida juega un papel importante.

De hecho, la dieta se ha postulado como uno de los mecanismos más importantes.

Gracias a los múltiples avances en ciencia y tecnología, nuestra esperanza de vida aumenta cada año. Por ello, la población mayor cada vez es más numerosa.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya predijo que, entre 2015 y 2050, la proporción de la población mundial mayor de 60 años casi se duplicará del 12 % al 22 %.

Diana Díaz-Rizzolo, investigadora y profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, experta en nutrición y longevidad, investiga en este ámbito y explica las características que debe tener una dieta perfecta para el envejecimiento

1. Evitar una alimentación restrictiva

La experta advierte de que es necesario poner atención en que las dietas sean completas, pues numerosos estudios han puesto de manifiesto que los déficits nutricionales pueden ser comunes en personas de edad avanzada.

En caso de exceso de peso, Díaz-Rizzolo, experta del máster universitario de alimentación saludable y sostenible de la UOC, explica que hace falta enfocarse en la calidad de la dieta.

“Es común que haya personas con exceso de peso porque siguen con una dieta parecida a la época de adultos jóvenes. El gasto energético ha disminuido bien porque hacemos menos actividad física o dejamos el ejercicio por diversos motivos y porque nuestro gasto calórico basal se ve disminuido por la propia edad”, apunta la especialista.

El gasto energético ha disminuido con la edad, bien porque hacemos menos actividad física y porque nuestro gasto calórico basal se ve disminuido por la propia edad. EFE/ Nacho Gallego

2. Enfocarse en calidad (y no en cantidad) de la dieta

La experta indica que la calidad de la dieta debe ser el objetivo.

Más variedad de alimentos de mejores fuentes nos proporcionarán los nutrientes que necesitamos, nos saciarán más y nos aportarán más energía que alimentos menos saludables.

“Por ejemplo, un plato grande de verduras asadas (más de 300 g de zanahoria, pimiento, calabacín y berenjena) acompañado de un buen trozo de tortilla de patatas parece mucha cantidad, pero un bocadillo tipo sandwich mixto o bikini, el cual puede parecer a simple vista una cena ligera, puede aportarnos más calorías, menos saciedad por su bajo contenido en fibra y mucho menor aporte de nutrientes”, señala la investigadora.

3. Rehuir de los alimentos ultraprocesados, envejecen

Los alimentos ultraprocesados envejecen. EFE/ Alberto Valdés.

Los alimentos ultraprocesados no solo afectan directamente a nuestra salud y nos acercan a desarrollar patologías crónicas evitables, sino que además envejecen.

“Nos vuelven más frágiles y aumentan nuestro riesgo de fallecer (incluso cuando no nos aportan más calorías). Pero es que, además, promueven el envejecimiento de nuestras células. Vamos, un cóctel para vivir menos y peor”, alerta Díaz-Rizzolo.

4. Consumir proteína

A pesar de que estudios previos parecían indicar que las cantidades de proteína que consumían los adultos mayores era suficiente, se ha visto que no es así.

Las necesidades de proteína ingerida se ven afectadas durante el envejecimiento y difícilmente se incorporan las cantidades necesarias en la dieta.

Pero, anecdóticamente, se ha observado que, a más proteína animal consumida, más fragilidad en el adulto mayor.

Por este motivo, la experta recomienda priorizar la proteína vegetal a la animal.

“Lo recomendable es consumir alimentos proteicos de origen vegetal. De hecho, la sustitución de solo un 3 % de la proteína animal por vegetal supone un descenso en el riesgo de mortalidad del 10 %”, explica la profesora.

5. Moderar los cereales y tubérculos

Las poblaciones más longevas siguen patrones de dieta moderadamente ligera en alimento ricos en carbohidratos, como el arroz, la pasta y la patata.

No obstante, consumir esas grasas de origen vegetal puede suponer una prevención de desarrollar patologías durante la vejez y protegen frente al envejecimiento celular.

La investigadora de la UOC aconseja moderar los cereales y tubérculos y aumentar los frutos secos, el aceite de oliva y los aguacates.

“Por eso, una alimentación sin restricciones y con una amplia variedad de alimentos de origen vegetal puede ser nuestro mejor aliado para vivir más y mejor”, concluye Díaz-Rizzolo.

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Nutrición

Los tres frutos secos que debes incluir en tu dieta diaria para sentirte con energía

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Los frutos secos, considerados por muchos nutricionistas como elementos fundamentales en una dieta saludable, no solo destacan por su sabor exquisito y su versatilidad culinaria, sino también por sus beneficios nutricionales. Pablo Ojeda, conocido nutricionista, ha revelado sus tres frutos secos favoritos por su excepcional valor para la salud: las almendras, las nueces y, compartiendo el tercer puesto, los pistachos y los anacardos.

Tienen un alto valor nutricional

Almendras, nueces, pistachos y anacardos, los frutos secos más destacados

Almendras, las favoritas de Ojeda, destacan por su capacidad para mantener un buen control glucémico, siendo ideales incluso para personas con diabetes debido a su bajo índice glucémico. Rica en vitamina E, grasas saludables y minerales como el calcio, las almendras ofrecen casi 20 gramos de proteínas por cada 100 gramos, superando a la leche en la provisión diaria de calcio.

Las nueces, clasificadas como contribuyentes a mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (ESA), son esenciales para una dieta equilibrada. Consumir 30 gramos diarios de nueces puede tener beneficios significativos para la salud cardiovascular.

Pistachos y anacardos, en el tercer lugar según Ojeda, ofrecen diferentes ventajas. Los pistachos, ricos en fibra y con un fuerte efecto saciante, son ideales para controlar el hambre entre comidas y mejorar la salud ocular. Los anacardos, además de ser versátiles en la cocina, aportan triptófano, esencial para la producción de melatonina y serotonina, hormonas vinculadas al bienestar y la felicidad.

Contribuye a una mejor salud cardiovascular

La cantidad diaria recomendada es de 30 gramos

El consumo moderado de frutos secos se destaca como crucial, ya que, a pesar de sus beneficios nutricionales, poseen un alto contenido calórico. La cantidad diaria recomendada es de 30 gramos, aproximadamente un puñado, para evitar problemas digestivos.

Incorporar frutos secos en la dieta no solo contribuye a una mejor salud cardiovascular, sino que también ayuda a mantener un peso equilibrado, controlando la ingesta de alimentos y reduciendo el picoteo entre horas. Además, estos alimentos, ricos en hierro y otros minerales, potencian la función cerebral y protegen el corazón.

Más allá de sus beneficios para la salud, los frutos secos añaden una dimensión única a la gastronomía, aportando texturas y sabores distintivos. Su versatilidad permite su uso en una variedad de platos, desde recetas dulces hasta opciones saladas.

https://www.lavanguardia.com/

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Nutrición

Los beneficios para la salud de comer tomate (crudo y cocido)

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En ensaladas, en salsas, asados o en sopas…

El tomate suele ser una suerte de comodín en la cocina que va con casi cualquier cosa y levanta el sabor de cualquier plato.

Fácil de conseguir, y relativamente económico, nos resuelve más de una comida.

Pero, además, el tomate nos aporta una serie de beneficios para la salud, tanto si lo ingerimos crudo como cocido.

Aunque lo consumimos como una hortaliza, desde el punto de vista de la botánica el tomate es una fruta.

  • Existen cerca de unas 10.000 variedades de tomates que difieren en su tamaño, forma y color, pero el que predomina es el rojo.

Cuestión de color

Y es justamente este color lo que lo convierte en un alimento muy interesante a nivel nutricional, según explica Gemma Chiva-Blanch, profesora de Nutrición de la Universidad Abierta de Cataluña, en un artículo publicado recientemente en The Conversation.

“El cromatismo de los vegetales viene dado por unas sustancias, los polifenoles y los carotenoides, que cubren el espectro desde el amarillo (del limón) al morado (de la berenjena, por ejemplo).

“El tomate es rojo porque contiene gran cantidad de estos compuestos, aunque hay distintas variedades con diferentes colores que tienen mezclas distintas de polifenoles y carotenoides”, señala Chiva-Blanch.

Estos compuestos bioactivos tienen un efecto antioxidante y antiinflamatorio.

Enfermedades cardiovasculares

Para hacernos una idea, una porción de 80 gramos de tomate contiene cerca del 5% del potasio que un adulto necesita al día.

Consumir alimentos ricos en potasio está asociado a un menor riesgo de accidentes cerebrovasculares y puede estar asociado también a un menor índice de enfermedad coronaria.

Los tomates contienen además un compuesto llamado licopeno que, además de tener un efecto antiinflamatorio y antioxidante, tiene el potencial de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según varios estudios.

Incluso sin preparación alguna, solo condimentados con un poco de sal y aceite de oliva, los tomates pueden ser muy sabrosos.

Chiva-Blanch señala que el licopeno es “uno de los pocos compuestos en los alimentos que se absorbe mejor si nuestro protagonista (el tomate) está triturado”, como en el caso de la sopa fría española conocida como gazpacho u otra versión llamada salmorejo, típica del sur de España, o cocido.

Y si bien es cierto que, al igual que otras frutas y verduras, el tomate pierde vitaminas y minerales cuando se somete a altas temperaturas, diversos estudios apuntan a que el licopeno, por el contrario, intensifica su potencial antioxidante con el calor.

También es recomendable consumir el tomate cocido con aceite de oliva, que contribuye a que se asimilen mejor sus compuestos.

Según la revista Good Food de la BBC, gran parte del contenido de carotenoides está en la piel del tomate, por lo cual, en lo posible, es recomendable no pelarlo para obtener un máximo beneficio.

Más beneficios

Otros beneficios de los fitoquímicos que contiene el tomate es que mantienen la salud de los ojos y pueden tener un efecto protector contra la degeneración macular vinculada a la edad y otras enfermedades de la vista.

Chiva-Blanch señala también que las personas con diabetes, con más posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, que consumen más tomates “tienen una menor carga esclerótica y por lo tanto un menor riesgo cardiovascular”.

A modo de guía, 80 gramos de tomate representan una de las cinco porciones de frutas y verduras al día que recomienda la Organización Mundial de la Salud como parte de una dieta saludable.

80 gramos de tomate equivalen aproximadamente a un tomate tradicional o 7 siete tomates cherry.

https://www.bbc.com/

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