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Nutrición

Lo que te estás perdiendo si no comes pimiento

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El contenido de proteínas del pimiento es muy bajo y casi no aporta grasas.

Dulces o picantes; verdes, rojos y amarillos; frescos o secos… El pimiento es uno de los alimentos más versátiles de la cocina española y una pieza esencial de la dieta mediterránea. De sus nutrientes y beneficios para la salud, así como de su origen, tipos y peculiaridades han hablado a CuídatePlus Leila Pérez, vocal de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas del País Vasco (Codine-Edineo), y Manuel Moñino, miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas y presidente del comité científico de la Asociación 5 al día.

“El pimiento es una hortaliza con un valor energético muy bajo, aproximadamente 27 kilocalorías por cada 100 gramos. El principal componente de este alimento es el agua, seguido de los hidratos de carbono. Su contenido proteico es muy bajo y apenas aporta grasas. Además de ser una buena fuente de fibra, de minerales y de vitaminas”, explica Pérez.

Entre los minerales, cabe destacar la presencia de potasio, por ser el que se encuentra en mayor proporción (pese a que no es una de las hortalizas más ricas en potasio). También, aunque en menor proporción, están presentes el magnesio, el fósforo y el calcio (este último no se asimila apenas en comparación con los alimentos lácteos).

  • El potasio es necesario para la transmisión del impulso nervioso, la actividad muscular y la regulación del balance del agua a nivel celular.
     
  • El magnesio se relaciona con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos; forma parte de huesos y dientes; mejora la inmunidad, y posee un suave efecto laxante.
     
  • El fósforo juega un papel importante en la formación de huesos y dientes, al igual que el magnesio y el calcio.

En cuanto al aporte de vitaminas, vamos a encontrarnos cantidades significativas de todas, excepto de vitamina B12, que solo se encuentra en los alimentos de origen animal.

Destacamos la vitamina C, que es la que se encuentra en mayor proporción. De hecho, llega a contener más del doble que la que encontramos en frutas como la naranja o las fresas. Así y todo, esto pasa a ser relativo en el contexto de la dieta; por un lado, porque la cantidad de fruta que comemos en relación a la de pimientos suele ser mucho mayor, y, por otro lado, porque generalmente el pimiento lo comemos cocinado en lugar de crudo. Recordemos que en la cocción, se pierde una parte de vitamina C por ser esta termolábil (sensible al calor).

Son buena fuente de carotenos, entre los que se encuentra la capsantina, pigmento con propiedades antioxidantes que aporta el característico color rojo a algunos pimientos.

La vitamina C, además de ser un potente antioxidante, interviene en la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes, al tiempo que favorece la absorción del hierro de los alimentos y aumenta la resistencia frente a las infecciones.

La vitamina A es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.

Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.

“Si diferenciamos dos grandes grupos de pimiento por su color, el rojo es algo más rico en vitamina A que el verde”, puntualiza Moñino.

Beneficios del pimiento sobre la salud

Los beneficios de los pimientos para la salud vienen dados principalmente por las siguientes características: su bajo contenido calórico, su alto contenido en agua y potasio y el contenido en folatos, antioxidantes y fibra.

  • Bajo aporte calórico: “Gracias a su alto contenido en agua y bajo aporte calórico, los pimientos son alimentos a tener en cuenta al elaborar dietas de control de peso, siempre que se utilice el método de cocinado idóneo. Además, gracias a su contenido en fibra aporta sensación de saciedad”, cuenta Pérez.
     
  • Relación potasio/sodio: por su riqueza en potasio y escasez de sodio, los pimientos favorecen la diuresis. Con el aumento de la producción de orina se eliminan, además de líquidos, sustancias de desecho disueltas en ella como ácido úrico y urea. “Asimismo, debido al intenso sabor que presentan muchas de sus variedades, nos permiten añadir menos sal al cocinar, cualidad que puede ser aprovechada por las personas que sufren patologías que requieren de dietas bajas en sodio”, afirma la dietista-nutricionista.
     
  • Ventajas para embarazadas y niños: los pimientos son aconsejables en la dieta de la mujer durante el embarazo gracias a su contenido en folatos. Esta es una vitamina importante en el cuidado del correcto desarrollo del tubo neural del feto, sobre todo en las primeras semanas de gestación.

    Los requerimientos de folatos son superiores también en los niños en edad de crecimiento. Por ello, incluirlos en su alimentación habitual es una forma válida de prevenir deficiencias. Si se consumen crudos en ensalada, el contenido de esta vitamina es mayor, porque es sensible al calor y en su cocción se pierde una cantidad importante.
     

  • Antioxidantes: los pimientos son una buena fuente de selenio y de vitaminas C, E, provitamina A y de otros carotenoides como la capsantina, todos ellos de acción antioxidante y beneficiosa para el organismo. “La relación entre antioxidantes y la prevención de enfermedades cardiovasculares es hoy una afirmación bien sustentada. Por otro lado, unos bajos niveles de antioxidantes constituyen un factor de riesgo para ciertos tipos de cáncer y de patologías degenerativas”, comenta la experta del Codine-Edineo.
     
  • Función intestinal: al ser rico en fibra posee todos los beneficios propios de esta. Entre ellos cabe destacar la ayuda a la función intestinal, ya que la fibra previene o mejora el estreñimiento. Por otra parte, la fibra contribuye a prevenir enfermedades relacionadas con el tracto gastrointestinal, algunos tipos de cáncer, a reducir las tasas de colesterol en sangre y al mejor control de la glucemia, sobre todo en aquellas personas que padecen diabetes.
     
  • La capsaicina, “que es la sustancia que le otorga el picante al pimiento, se está utilizando ya en el tratamiento del dolor. En algunos trabajos de investigación básica en laboratorio y en animales se está mostrando que la capsaicina podría tener un papel protector frente al crecimiento de las células, es decir, en la carcinogénesis. Sin embargo, faltan estudios que demuestren en humanos la causa y el efecto”. Así lo adelanta el miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas.

El pimiento, pieza esencial de la dieta mediterránea

“La dieta mediterránea es recomendada por los numerosos beneficios que tiene para nuestra salud. Como es sabido, uno de los alimentos imprescindibles en este tipo de dieta son las hortalizas, debido a su valor nutricional y sus propiedades beneficiosas. Dentro de estas se encuentran los pimientos verde, amarillo, rojo, de Padrón… Para gustos  los colores”, describe Pérez.

El pimiento ha acabado convirtiéndose en un alimento imprescindible dentro del patrón dietético en España, tanto como ingrediente o como elemento principal en una receta, y desde el clásico e irremplazable sofrito, pasando por la clásica paella, la escalibada y los pimientos rellenos, entre otros. Cada región, según su variedad característica, le saca partido a unos u otros cocinándolos de manera diferente y convirtiéndolos en platos característicos.

Origen del pimiento

El pimiento es originario de la zona de México, Bolivia y Perú. La versión más ampliamente aceptada es que fue traído a Europa por Colón en el viaje que realizó a América en 1493. En el siglo XVI ya se había difundido su cultivo en toda España, desde donde se distribuyó al resto de Europa y del mundo con la colaboración de Portugal. Sin embargo, las variedades de pimientos grandes, suaves y poco picantes que se consumen en la actualidad se consiguieron a principios del siglo XX gracias a los cultivos intensivos.

Su introducción en Europa supuso un avance culinario muy importante, ya que vino a complementar, e incluso a sustituir, a otro condimento muy empleado como era la pimienta negra, de gran importancia comercial entre Oriente y Occidente.

Tipos de pimiento

Se conoce con el nombre común de pimiento o pimientos al fruto de una planta herbácea del género Capsicum, que pertenece a la familia botánica de las solanáceas. Son pocas las solanáceas comestibles, entre ellas se encuentran el pimiento, el tomate y la berenjena, de gran relevancia en la alimentación.

Las variedades de pimiento se clasifican en dos grandes grupos, según su sabor: dulces y picantes. Aunque también se agrupan según su forma, color, tamaño y diferencias gastronómicas. La elección de unos u otros dependerá del tipo de plato que queramos preparar y, por supuesto, de nuestros gustos.

Los pimientos picantes se utilizan principalmente para aperitivos (asados o fritos), en encurtidos y para hacer pimentón picante. Mientras que los pimientos dulces se pueden comer crudos (en ensaladas o vinagretas), rehogados, en guisos e incluso a la parrilla, rellenos, al horno y también se usan para hacer pimentón dulce.

  1. Pimientos picantes: dentro de este grupo hay mucha diferencia en su grado de picor, no todos pican igual. Esta sensación de ardor depende de la cantidad de capsaicina que contenga el pimiento. Los ejemplares más conocidos del grupo son los pimientos del piquillo (que también pueden ser dulces) y los de Padrón (de Herbón, La Coruña), ambos con denominación de origen protegida.

    Piquillo. Es uno de los productos estrella de la huerta de Navarra. De color rojo intenso, tiene forma triangular y mide unos siete centímetros de largo. Este pimiento, que se produce en Lodosa (Pamplona), se vende asado y en conserva.

    Padrón. El pimiento de Padrón, como se conoce, es gallego. Hay otros similares que se venden con este nombre, aunque no se cultivan allí. Por ello, el verdadero pimiento de Padrón ha adoptado el nombre de pimiento de Herbón. Estos frutos, pequeños, alargados y de color verde brillante, tienen una peculiaridad: no todos presentan el mismo sabor. Unos pican y otros no.

    Choricero. Este pimiento rojo se utiliza como ingrediente para preparar guisos y estofados. Se emplea su pulpa, que se rehidrata antes de añadirla a la cazuela. Además de seco, también se comercializa en bote, listo para usar. Lo solemos ver en los balcones secándose al aire libre, colgado o en ristras.
     

  2. Pimientos dulces: entre los más conocidos están el pimiento italiano, el morrón y la ñora.

    Italiano. Su carne es suave y presenta una piel fina y delicada que cambia de color a medida que el fruto madura. Los ejemplares más precoces son de color verde brillante; los más maduros, completamente rojos. Este pimiento es bastante estilizado, pudiendo medir más de 20 centímetros de largo, y tiene forma puntiaguda.

    Morrón. Se pueden encontrar en tres colores: verdes, amarillos y rojos. La diferencia de color depende del punto de maduración; de ahí que a algunas personas les siente mejor el morrón rojo que el verde, ya que el sabor de este último es más intenso. Los pimientos morrones son grandes, carnosos y de piel gruesa.

    Ñora. Es un pimiento pequeño y redondeado, de color rojo oscuro y pulpa carnosa. Habitualmente, se comercializa deshidratada y se emplea en la cocina de un modo similar al pimiento choricero, rehidratándola para recuperar su pulpa.

    Guernica. De color verde y sabor suave, este pimiento es un gran embajador culinario del País Vasco. Se cultiva en diversas zonas de la comunidad autónoma vasca, no solo en Guernica (en Vizcaya). Su principal característica es que se recolecta antes de que llegue a madurar, lo que le confiere una textura especial.

¿Se puede mejorar la digestión de este alimento de alguna manera?

Algunas personas dicen que les cuesta digerir el pimiento y que, por eso, evitan su consumo. Según Pérez, “el pimiento dulce puede ser considerado como un alimento excelente para personas con estómago delicado. Los picantes, en cambio, pueden resultar irritantes, además de laxantes para aquellos individuos más propensos. El sabor picante de los pimientos depende de su contenido en capsaicina, sustancia irritante de las mucosas del aparato digestivo que hace que se segregue una mayor cantidad de jugo gástrico. Aunque esta tesis tiene sus detractores, es la más ampliamente aceptada”.

La digestión de los pimientos es dificultosa si los consumimos fritos, debido a la gran cantidad de aceite que absorben. Así, la fritura no sería la técnica culinaria recomendada.

Las variedades más tiernas y carnosas podemos consumirlas crudas, añadiéndolas a las ensaladas. “Conviene cortarlos en partes finas y masticarlos bien para facilitar su digestión. Recordemos que en crudo se aprovecha al máximo su riqueza vitamínica”, especifica la  dietista-nutricionista del País Vasco.

Además, la experta indica que “para las personas con estómago delicado, la piel del pimiento puede resultar indigesta, por lo que es conveniente retirarla. Para ello hay que asar el pimiento y, cuando la piel comience a separase, sumergirlo en agua fría. Las semillas del pimiento y sus membranas pueden presentar un sabor amargo, por lo que también es conveniente retirarlas”.

Para Moñino, se trata más de “una cuestión de hábitos y tolerancia individual. No obstante, la cocción puede mejorar la tolerancia al pimiento”.

Recetas emblemáticas y curiosidades

Además del sofrito, el pimiento forma parte de muchas platos emblemáticos de la cocina española, cuenta Moñino: “Pimientos del piquillo rellenos, por ejemplo de bacalao; pimientos rojos asados y aliñados con aceite y ajo; escalibada; pipirrana; marmitako; guisos de patata o arroces con pimentón y migas”.

Los pimientos “son muy versátiles a la hora de prepararlos: crudos, cocinados o como condimento en forma de pimentón, que es la forma pulverizada del pimiento rojo y puede ser dulce o picante. Además de proporcionar cierto sabor, el pimentón se utiliza como colorante alimentario natural en muchos platos y preparaciones”, dice Pérez.

El presidente del comité científico de la Asociación 5 al día recuerda que “la época de producción de pimiento es de mayo a noviembre, aunque hoy podemos encontrarlos de cultivo bajo invernadero todo el año. Para acertar en su compra hay que fijarse en que el pimiento italiano esté de color verde y no amarillo. En el caso del pimiento rojo, tiene que tener un color predominantemente rojo, la piel brillante y sin daños y la pulpa tersa y consistente”.

Pimientos de padrón: ¿por qué unos pican y otros no?

“El picor de los pimientos de Padrón depende de la cantidad de capsaicina, sustancia que produce la propia planta por una cuestión de supervivencia para evitar que los animales herbívoros se coman sus frutos acabando con las semillas. Según las condiciones climatológicas y el riego, los pimientos conservan o no la capsaicina activa; parece que aquellos que reciben menos agua y más sol son los que normalmente pican más”, explica la vocal de Codine-Edineo.

cuidateplus.marca.com

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Nutrición

Los tres frutos secos que debes incluir en tu dieta diaria para sentirte con energía

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Los frutos secos, considerados por muchos nutricionistas como elementos fundamentales en una dieta saludable, no solo destacan por su sabor exquisito y su versatilidad culinaria, sino también por sus beneficios nutricionales. Pablo Ojeda, conocido nutricionista, ha revelado sus tres frutos secos favoritos por su excepcional valor para la salud: las almendras, las nueces y, compartiendo el tercer puesto, los pistachos y los anacardos.

Tienen un alto valor nutricional

Almendras, nueces, pistachos y anacardos, los frutos secos más destacados

Almendras, las favoritas de Ojeda, destacan por su capacidad para mantener un buen control glucémico, siendo ideales incluso para personas con diabetes debido a su bajo índice glucémico. Rica en vitamina E, grasas saludables y minerales como el calcio, las almendras ofrecen casi 20 gramos de proteínas por cada 100 gramos, superando a la leche en la provisión diaria de calcio.

Las nueces, clasificadas como contribuyentes a mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (ESA), son esenciales para una dieta equilibrada. Consumir 30 gramos diarios de nueces puede tener beneficios significativos para la salud cardiovascular.

Pistachos y anacardos, en el tercer lugar según Ojeda, ofrecen diferentes ventajas. Los pistachos, ricos en fibra y con un fuerte efecto saciante, son ideales para controlar el hambre entre comidas y mejorar la salud ocular. Los anacardos, además de ser versátiles en la cocina, aportan triptófano, esencial para la producción de melatonina y serotonina, hormonas vinculadas al bienestar y la felicidad.

Contribuye a una mejor salud cardiovascular

La cantidad diaria recomendada es de 30 gramos

El consumo moderado de frutos secos se destaca como crucial, ya que, a pesar de sus beneficios nutricionales, poseen un alto contenido calórico. La cantidad diaria recomendada es de 30 gramos, aproximadamente un puñado, para evitar problemas digestivos.

Incorporar frutos secos en la dieta no solo contribuye a una mejor salud cardiovascular, sino que también ayuda a mantener un peso equilibrado, controlando la ingesta de alimentos y reduciendo el picoteo entre horas. Además, estos alimentos, ricos en hierro y otros minerales, potencian la función cerebral y protegen el corazón.

Más allá de sus beneficios para la salud, los frutos secos añaden una dimensión única a la gastronomía, aportando texturas y sabores distintivos. Su versatilidad permite su uso en una variedad de platos, desde recetas dulces hasta opciones saladas.

https://www.lavanguardia.com/

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Nutrición

Los beneficios para la salud de comer tomate (crudo y cocido)

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En ensaladas, en salsas, asados o en sopas…

El tomate suele ser una suerte de comodín en la cocina que va con casi cualquier cosa y levanta el sabor de cualquier plato.

Fácil de conseguir, y relativamente económico, nos resuelve más de una comida.

Pero, además, el tomate nos aporta una serie de beneficios para la salud, tanto si lo ingerimos crudo como cocido.

Aunque lo consumimos como una hortaliza, desde el punto de vista de la botánica el tomate es una fruta.

  • Existen cerca de unas 10.000 variedades de tomates que difieren en su tamaño, forma y color, pero el que predomina es el rojo.

Cuestión de color

Y es justamente este color lo que lo convierte en un alimento muy interesante a nivel nutricional, según explica Gemma Chiva-Blanch, profesora de Nutrición de la Universidad Abierta de Cataluña, en un artículo publicado recientemente en The Conversation.

“El cromatismo de los vegetales viene dado por unas sustancias, los polifenoles y los carotenoides, que cubren el espectro desde el amarillo (del limón) al morado (de la berenjena, por ejemplo).

“El tomate es rojo porque contiene gran cantidad de estos compuestos, aunque hay distintas variedades con diferentes colores que tienen mezclas distintas de polifenoles y carotenoides”, señala Chiva-Blanch.

Estos compuestos bioactivos tienen un efecto antioxidante y antiinflamatorio.

Enfermedades cardiovasculares

Para hacernos una idea, una porción de 80 gramos de tomate contiene cerca del 5% del potasio que un adulto necesita al día.

Consumir alimentos ricos en potasio está asociado a un menor riesgo de accidentes cerebrovasculares y puede estar asociado también a un menor índice de enfermedad coronaria.

Los tomates contienen además un compuesto llamado licopeno que, además de tener un efecto antiinflamatorio y antioxidante, tiene el potencial de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según varios estudios.

Incluso sin preparación alguna, solo condimentados con un poco de sal y aceite de oliva, los tomates pueden ser muy sabrosos.

Chiva-Blanch señala que el licopeno es “uno de los pocos compuestos en los alimentos que se absorbe mejor si nuestro protagonista (el tomate) está triturado”, como en el caso de la sopa fría española conocida como gazpacho u otra versión llamada salmorejo, típica del sur de España, o cocido.

Y si bien es cierto que, al igual que otras frutas y verduras, el tomate pierde vitaminas y minerales cuando se somete a altas temperaturas, diversos estudios apuntan a que el licopeno, por el contrario, intensifica su potencial antioxidante con el calor.

También es recomendable consumir el tomate cocido con aceite de oliva, que contribuye a que se asimilen mejor sus compuestos.

Según la revista Good Food de la BBC, gran parte del contenido de carotenoides está en la piel del tomate, por lo cual, en lo posible, es recomendable no pelarlo para obtener un máximo beneficio.

Más beneficios

Otros beneficios de los fitoquímicos que contiene el tomate es que mantienen la salud de los ojos y pueden tener un efecto protector contra la degeneración macular vinculada a la edad y otras enfermedades de la vista.

Chiva-Blanch señala también que las personas con diabetes, con más posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, que consumen más tomates “tienen una menor carga esclerótica y por lo tanto un menor riesgo cardiovascular”.

A modo de guía, 80 gramos de tomate representan una de las cinco porciones de frutas y verduras al día que recomienda la Organización Mundial de la Salud como parte de una dieta saludable.

80 gramos de tomate equivalen aproximadamente a un tomate tradicional o 7 siete tomates cherry.

https://www.bbc.com/

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Nutrición

7 consejos para que tu resolución de comer saludable sea placentera

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Todos sabemos que debemos comer alimentos saludables y, con la llegada del año nuevo, hacerlo suele ser un propósito que muchos adoptan.

Sin embargo, cuando la vida real se interpone en nuestro camino, puede resultar complicado seguir el camino necesario para comer de forma más nutritiva.

Aunque no existen los alimentos milagrosos, la importancia de llevar una dieta equilibrada es indiscutible.

1. Intenta hacer algo de ejercicio todos los días

Hacer un poco de ejercicio por la mañana activa tu metabolismo, lo que te ayuda a prepararte para el resto del día.

2. Come más verduras

Las verduras no sólo están repletas de beneficios, sino que también ayudan a dar una sensación de saciedad que te acompañará hasta tu siguiente comida.

Agregar espinacas, champiñones, tomates frescos y pimientos rojos a una tortilla es una manera fácil de hacerlo.

Otra forma es triturar aguacate con una mezcla de verduras de temporada y un huevo escalfado, o simplemente puedes consumir un batido de verduras.

3. Planifica y anticípate

Si te preparas con antelación, es menos probable que el hambre te pille desprevenido.

Muchas veces se cometen errores cuando tenemos hambre y no tenemos opciones saludables a mano.

Estos planes incluyen cargar algo de comida en el bolso para cuando estés fuera de casa. Y esto tiene una doble ventaja: será mejor y más barato que comprarlo sobre la marcha.

4. Consume más proteínas a medida que envejeces

¡Resiste el impulso de la «comida chatarra»!

Los paladares mayores anhelan cosas dulces y carbohidratos, pero en realidad necesitan más proteínas para contrarrestar la pérdida de masa muscular.

5. ¡Resiste las tentaciones del supermercado!

La mayoría de grandes superficies y supermercados nos obligan a atravesar todos los pasillos y estanterías con la comida menos sana para llegar a la caja.

Mete las manos en los bolsillos y sácalas sólo cuando llegues a la caja.

Eso evitará que pongas en la cesta alimentos poco saludables.

6. No te desanimes

Si has optado por una comida poco saludable, disfrútala y no te sientas culpable.

Simplemente no dejes que una mala comida se convierta en dos y luego en tres… y al final sea un hábito repetido.

7. Mantente hidratado pero no te bebas las calorías

El agua fría es la mejor opción y, de nuevo, la más barata.

Los jugos, el alcohol o las bebidas gaseosas pueden contener más azúcar del que piensas.

Un cuerpo humano saludable está compuesto en dos tercios por agua.

Los fluidos son necesarios para ayudar a la sangre a transportar los nutrientes y los desechos por el cuerpo y participan también en las reacciones químicas que ocurren en nuestras células.

https://www.bbc.com/

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